La puerta principal había sonado, señal de que la secretaria ya se había ido. Después de aquel ruido lo único que se oía era el “tic Tac” del reloj. Ambos individuos no habían vuelto a pronunciar palabra alguna, solo se miraban el uno al otro, tratando de saber que era lo que el otro pensaba. El silencio volvió a ser interrumpido pero esta vez interrumpido por el sonido de el cronometro del doctor, que indicaba que debía dar inicio a la consulta.
–Muy bien, Yoochun dime ¿Cómo has estado durante la semana?
–Triste… he estado demasiado solo– puchereo un rato
– ¿Y por qué?
– Porque no he tenido su compañía Doc. – se acomodo sexymente en el sillón negro de la consulta.
–Oh… ya veo– dijo calmadamente y continuó – ¿ha habido algunos cambios?
–No ninguno, ayudé a mi amigo a pintar su cuarto –hablo sin interés mientras se desabrochaba el cierre del pantalón del uniforme escolar
–Eso es bueno, ¿Algo más que quieres contarme? – trato de cambiar el tema viendo para donde iba aquella situación poco cómoda en la que se encontraban
–Que verlo con bata blanca me excita mucho– Yoochun tenía ya su mano al interior de su ropa interior color roja.
–E… eso es nuevo joven Park
– ¿Qué me excite verlo? –interrogo mientras se manoseaba y miraba deseoso y tentador a su psiquiatra
–No– corto para ponerse de pie y caminar hacia el sillón– El que no hayan pasado más de dos minutos–miro su reloj– y ya tengas un problema aquí– posó su mano en aquel problema que el joven Park tenía entre las piernas y manos.
– ¡Ah…! y us… usted… Doc. ¿No tiene ese problema también…?
–No
–Pues eso se puede arreglar ¿no? –Yoochun se sentó quedado el doctor de pie entre sus piernas, miraba aquellos pantalones de jeans rasgados y desteñidos apegados a esa piel tan exquisita que le encantaba, con una de sus manos toco la superficie del pantalón donde estaba el miembro más hermoso del mundo (según él)
–Chunnie ya basta, no podemos… te lo he dicho miles de veces, eres menor de edad, además soy tu psiquiatra, iré preso.
–nadie tiene por que enterarse, además mi padre no está en la ciudad, su esposa me odia… ¿eso cuenta como punto en contra?… en fin ¿por favor? ¿Sí?
–solo te bajare el monstruo que tienes ahí que quede claro ¿se entendió? –Yoochun asintió feliz ya que por lo menos tendría algo de diversión con el amargado de su psiquiatra, lo amaba desde hace dos años cuando entro por primera vez a su consulta, nunca le había dicho una palabra de su vida a Changmin siempre se dedicaba a inventarle historias fantásticas y estupideces para hacerlo caer rendido cosa que nunca pasaba, el mayor logro era eso, sexo oral… no le molestaba ¡le encantaba! Pero, él deseaba vivir con ese amargado, formar una familia, verlo todos los días al despertar y bueno ya saben.
La lengua de Changmin estaba ansiosa lamiendo aquel mojado y caliente miembro del adolecente sentado en su consulta.
Que bajo había caído pero ese mocoso le ponía caliente y tenía que confesarlo, succionaba aquel miembro que estaba a su total disposición. La mano de Yoochun iba directo a su pelo pero Changmin lo miro desafiante, odiaba que tomaran la “dominancia” de la situación, para él era humillante que le hicieran eso, él lo hacía porque lo quería no porque lo estaban obligando.
Se metió el pene de Yoochun en la boca y comenzó a bajar y subir succionando, apretaba y libera aquel miembro mirando fijamente al los ojos del escolar. Los gemidos y palabritas amorosas salían de la boca del menor mientras se agarraba con las uñas del sillón de cuero, quedarían las marcas.
La sangre estaba completamente centrada en el miembro del menor, la eyaculación de este se venía muy pronto y el médico no quería que eso ocurriera en su boca, en cualquier lugar pero no en su ropa ni en su boca. Pero ocurrió algo que nunca se hubiera esperado y es que el maldito mocoso encontró que era el momento perfecto para declararse de todo corazón llevando la mente de Changmin a un lugar lejano repleto de corazones volando en un paisaje hermoso con ositos de peluche, conejitos blancos y otras cosas bastante cursis, sus mejillas sonrojadas a más no poder y sin querer (eso dijo él) apretó con mucha fuerza el pene del menor llevándolo al orgasmo y eyaculación posterior llenando toda la boca con toda la ¿rica? Esencia del menor.
–La sesión ha terminado, nos vemos el siguiente viernes– se levanto lo más rápido que pudo y se limpio la boca, tuvo que tragárselo para no morir ahogado. Esto no era lo que él estaba planeando, ahora el pequeño mocoso se tomaría libertades que él no estaba dispuesto a entregar.
– ¿Qué? ¿Por qué? No… yo te amo y sé que tu también sientes lo mismo por mí, que de malo tiene que expresemos nuestro amor.
–tiene lo malo que yo iré preso y no podre ejercer nunca más, además yo no te amo Park Yoochun
–Pues sí, tiene razón pero, el sexo oral igual te llevaría a la cárcel ¿no? No soy tonto así que porque no juntamos nuestros cuerpitos y nos entregamos calorcito
–dije que no Park Yoochun si tu padre se entera me mata, descuartiza y me tira al rio Han –gesticulo con sus manos toda la acción
–eres un exagerado, eso no va a pasar… sabes que te tiene muy buena consideración el odia a la gente joven y tu eres el único en su lista de trabajadores.
–oh… me dejas tan tranquilo con eso que definitivamente pondré mi trasero a tu disposición
– ¿en serio?
– ¡NO!
Changmin boto literalmente el cuerpo del menor de su consulta, se saco el delantal que era de un blanco pulcro depositándolo en la silla. Tomo las llaves y cerro todo con suma precaución, cuando estuvo afuera vio a Yoochun sentado en la acera esperándolo, el auto del estudiante o sea la van negra polarizada estaba estacionada al frente, al otro lado de la calle. Changmin trato de pasar desapercibido caminando lo mas sigilosamente por detrás del menor que leía un manga entretenido, podía ser tan inocente cuando se lo proponía.
–Doc. Te estaba esperando… ¿Por qué no vamos a comer algo por ahí?
–porque tu deberías estar en tu casa estudiando y yo en la mía jugando… no, ve a casa.
–pero no hay nadie en ella… por favor… solo quiero estar contigo un ratito mas, es para pasar el sabor a tu sabes que –rio y tomo el brazo del mayor caminando a su lado. Lucia feliz.
Maldito niño consentido, ahora tenía que llevarlo a comer algo por que su boca sabia a su semen que agradable tarde después del trabajo. Entraron a un local que vendía café, era un lugar acogedor, se sentaron en una mesa a la vista de los transeúntes, una chica linda llego y le coqueteo a Yoochun, luego pregunto qué pediríamos, yo me quede en blanco, estaba más pendiente en la tonta chica.
–queremos dos capuchinos con extra crema y tres de azúcar, y cuatro porciones de pastel, piña, chocolate dos y frambuesa… los pedazos extra grandes pago el extra eso, te puedes retirar.
Changmin quedo boquiabierto por tal personalidad, frente a él era un niño pequeño y cariñoso además de un pegoso extremo, pero aquí su conducta era completamente diferente, ¿acabaría algún día enamorado de ese muchachito? Quizás.
Sin vergüenza alguna desató sus pantalones y los dejó caer hasta el piso, quedándose solo con los bóxers rojos que tenia puesto, color que amaba el pervertido de Yoochun, estiró el elástico de su ropa interior provocando al fututo dueño de las empresas Park S.A.
Sin prisa deslizó su mano desde su cuello hasta su miembro, introdujo lentamente su mano. Apenas tocó su miembro ya despierto un gemido no se hizo esperar y el vapor que salió de su boca más el sonrojo de su cara volvía loco al universitario. Changmin se veía sudado y acalorado, continuó con un movimiento de mano, acariciaba su miembro con parsimonia, dándose el placer necesario. Lo que demostraba el deseo reprimido y la excitación por estar haciendo eso (nunca antes lo había hecho) Yoochun no dejaba de verlo, decir que se veía sexy era poco. Changmin continuaba moviendo su mano por toda la extensión de su miembro, de arriba hacia abajo y dándole pequeñas apretadas arrodillado en su nueva cama tamaño king para ser más específicos sobre el cobertor blanco de plumas regalo de… alguien poco importante.
–Ah… Ah, ya… casi… ¡Ah! – Gimió – ya… casi… pe… pero…
–No dejaré que termines así – Yoochun detuvo la diversión de Changmin tomándolo de la mano y sacándola de donde estaba
– Se supone que soy yo quien te hará sentir bien– beso los labios del mayor subiéndose a la cama y arrastrándolo hasta dejarlo extendido y cómodo en los almohadones de la cama. Se quedo allí mirando fijamente esas facciones que tanto amaba y que había esperado por tanto tiempo, lo besó esta vez con más fuerza, así como a Changmin le gustaba, salvaje; succionó su labio inferior, una de sus manos llegó hasta su trasero presionándolo de una manera deliciosa para el mayor logrando un tan esperado gemido de placer. Cuando logró que Min abriera la boca completamente dándole paso a sus travesuras, con prisa introdujo su lengua en aquella cavidad que tanto le gustaba probar, encontró la lengua de su ahora no psiquiatra y comenzó una batalla, ambos querían dominar, pero era más que obvio que el futuro gerente más adinerado de Seúl terminaría ganando y eso pasó.
Era algo indescriptible cuando sus lenguas se rozaban de esa manera tan sexual, varios gemidos se perdían en la boca del otro solo separándose para tomar un poco de aire y luego continuar. Después de unos eternos minutos de besarse, deciden separarse definitivamente, con la mirada siempre fija en el otro, Changmin llevó una de sus manos hacia el rostro de Yoochun.
–Te quiero… dentro
–No tan rápido, aun falta mucho… – dijo con una sonrisa de satisfacción en la cara.
Y así era, Yoochun quería hacer sufrir a Min esa noche, hacerlo gemir hasta que se quedara ronco, que le rogara porque lo tocara, que gritara que amaba cuando se la metía con fuerza, eso y mucho más quería Chun esa acalorada noche ¿vengarse por tener que esperar cinco años? quizás. Con demasiada fuerza, quizá, pegó a Min a la cabecera y las manos que tenía en su cadera jugueteando bajaron definitivamente el bóxer que él mayor aun tenía puesto, dejando al aire ese muy erecto y adolorido miembro. No perdió tiempo y tomó el “problema” de su honey con fuerza ganándose un fuerte gemido de Changmin en su oído, lo presionó y lo masajeaba de arriba hacia abajo, quería mas gemidos de parte del menor.
Changmin tenía sus manos por debajo de la playera de chun cansándose de esta además el color azul marino no le excitaba tanto como la piel del otro, la saco con delicadeza y tranquilidad aprovechando de tocar todo lo que sus manos tenían a su alcance aquella pálida piel que tanto había deseado (aunque dijera que no). Bajo sus manos hasta el pantalón de Changmin y con desesperación le quitó el cinturón. Bajó los pantalones de un tirón no dejando de masajear del trasero del mayor, besándolo con fuerza, dejando marcas por su cuello, hombros y toda la piel que estuviera a su disposición.
– Te demoras mucho con eso… – jadeó Changmin ya que su erección le estaba empezando a doler mas y no tenía la atención necesaria
Se separó de su amor y terminó de desvestirse, quedando solo en ropa interior; de la cual sobresalía un gran bulto, el menor estaba bien dotado, demasiado diría min, sus bocas juntas dándose húmedos y salvajes besos, Changmin movía las manos por todo el pecho del menor, tratando de recorrer todo lo que pudiera, había creído que Yoochun tenía menos músculos en su cuerpo pero, podía ahora retractarse de lo antes pensado.
– ¡Ah! – gimió ronco Changmin cuando por “error” la pierna de chun rozo el miembro del siquiatra, Yoochun rio y comenzó a bajar de nuevo lamiendo ese abdomen bien formado, introduciendo su lengua en ese pequeño orificio, logrando que el alto bajo de él encorvara su espalda. Cuando llegó a donde quería quitó eso que le negaba la vista a ese pedazo de carne que tanto ansiaba probar, luego de un rápido movimiento de manos obtuvo a la vista lo que tanto deseaba.
–Solo para mí…
–Y para… nadie más…
–Eso me encanta…
No dijo mas, se acerco al miembro de Changmin dando pequeños besos a la punta y por toda la extensión de este muy lentamente.
–Ya h-hazlo…
–Mi doctor está muy impaciente– el moreno le dedico una mirada fulminante, odiaba el jueguito del doctor y paciente.
Hizo lo que le pidió, abrió su boca y lo introdujo todo de una sola vez, sintiendo esa sensación de ahogo pero al cual se acostumbraría rápidamente. Paseo su lengua por toda la extensión, subiendo y bajando, de rato en rato dándole fuertes succiones. Las manos de Changmin fueron hasta la cabeza del otro guiando la rapidez de sus movimientos, aumentando su velocidad porque esa sensación era indescriptible, el que el menor succionara tanto era demasiado, estaba a punto de llegar al orgasmo y lo separó.
–Aun… no me quie… quiero venir
–Yo tampoco quiero que termines –rio seductor para después abrir las piernas de min, deslizando sus manos por toda su longitud, luego guio las piernas y las rodeo en su cintura, dándose total acceso a su entrada que aun no había sido dilatada. Pero el problema fue solucionado rápidamente, porque el heredero había dirigido tres de sus dedos hasta la boca de min para que lo humedeciera, y este así lo hizo, los lamió y jugó con ellos dentro de su boca, Yoochun lo miraba sorprendido y bastante excitado, las mejillas de Changmin estaban completamente sonrojadas, y corría un poco de transpiración por su cara, la temperatura ambiental de aquel cuarto estaba subiendo de manera acelerada; cuando estuvieron mojados los dirigió hasta la entrada de su amor introduciendo solo uno de ellos y moviéndolo en círculos. Una queja de Chang se hizo presente, estaba incomodo.
–Relájate… – decía el menor dándole besitos esporádicos en sus mejillas
El segundo dedo tomó lugar y luego el tercero haciendo la simulación de una tijera para dilatar la entrada más rápido. Cuando min sintió que ya estaba listo, y no se quejaba del dolor indico con un movimiento de caderas que podía comenzar, el menor los retiró para después posicionar su miembro caliente en la entrada de este.
– ¿L-listo?
–como nunca lo estuve antes…
De una sola estocada introdujo su miembro en la entrada del mayor ganándose un fuerte gemido con mezcla de gruñido por parte de él y de regalo un fuerte palmazo en la espalda.
–Ah~ no pudiste ser más delicado idiota –gruño aferrado a la espalda con sus brazos y piernas– ahí~ así… así…
–Eres… tan estre… cho
Yoochun con dificultad comenzó a moverse delicadamente sacando e introduciendo su miembro por completo, una de sus manos se encargaba de darle placer al menor acariciando su miembro, su pecho, su cara… su hermosa cara y la otra estaba en su cuello para acercarlo y besarlo. Sus estocadas eran cada vez más rápidas y llegaban a tocar aquella zona sensible del mayor cuando lo sacaba que lo hacía casi perder el conocimiento de tanto placer.
–Chunnie… ya no…
–Solo… un poco más… quiero hacer algo antes
En el cuarto no se escuchaba nada aparte de sus múltiples gemidos y el sonido de sus cuerpos chocando y sus labios uniéndose. El calor era insoportable para ambos, ardían, y no solo de deseo, podían sentir que las ventanas estaban empeñadas por el calor. Grandes gotas de sudor caían de sus frentes, mojando sus cabellos y haciendo que se pegaran a sus frentes, siendo el espectáculo cada vez más íntimo y hermoso.
Yoochun solo necesitó dar unas estocadas más antes de salir del interior de Changmin, pero aun no había terminado.
–Cambiemos de posición… quiero que me montes… ¿sí? –
–Eres un pervertido…
Min aun así se subió en cima de Yoochun continuando con sus piernas alrededor de la cintura del menor, y así en esa posición siguieron con el ritmo exquisito que estaban llevando antes, Changmin subía y bajaba auto-penetrándose con lentitud mientras gemía y apretaba las manos de Yoochun que eran las que le daban soporte al psiquiatra, tenían las manos unidas con sus dedos entrelazados, chun no paraba de admirar el cuerpo del mayor pasando por su mente todos esos momentos en que lo había deseado, esos movimientos circulares que ahora estaba experimentando su miembro dentro de esa cavidad caliente y apretada que lo cobijaba… estaba tan feliz que unas lagrimas escaparon de sus ojos.
–no llores chunnie~ –hablo Changmin mientras dejaba sus manos y las de chun a los costados de la cabeza de este
–no puedo evitarlo, estoy tan feliz… Chang no hagas eso me voy a venir – gimió ya que Changmin estaba produciendo un vaivén rápido que lo estaba volviendo loco ¿se supone que su ex Doc. era virgen? Ya no le creía nada.
Unos movimientos mas y lo que se veía venir ocurrió, eyacularon al mismo tiempo; al ritmo de una largo y melodioso gemido. El alto se recargó en el estudiante, cansado esperando a que su respiración se normalizara aun con el miembro de éste dentro.
–Solo un momento más… ya salgo…
–no te preocupes… no me molesta que estemos así
Varios minutos después y luego de una cantidad de besos y arrumacos, se levanto del cuerpo del menor, para recostarse a su costado siendo instantáneamente abrazado y abrigado, necesitaban descansar un poco.
– ¿te aras cargo de lo que pueda ocurrir después de esto Yoochun?
–si… estoy completamente seguro de lo que estoy haciendo además… a mi padre no le molesta que este contigo, es mas quiere que tu… –le hiso la forma de embarazo en su propio cuerpo –le des nietos
– ¿estás loco? Eres un niño… y no, olvídalo
–no soy un niño… además te verías demasiado adorable ¿Por qué no lo intentamos? No sería tan malo ya sabes… seria hermoso y por favor ¿podemos?
–no
–pero Jae-hyun esta embarazado y se ve adorable… y tú te verías mas lindo y yo podría apapacharte y regalonearte y… y…
–Jaejoong es una persona completamente independiente además el tiene veinticinco años y Yunho-hyun tiene 32 son personas por demás responsables y maduras, tú tienes solo veinte años Yoochun.
–pero tú tienes 32 también y eres más maduro que nosotros tres juntos y eso cuenta… por favor… o ¿tendré que esperar cinco años más para eso?
–puede ser, veremos cómo nos llevamos viviendo juntos…
– ¿por favor?
–no
– ¿y si yo lo cargo los nueve meses?
– ¿lo harías?
–por tener un hijo tuyo cualquier cosa amor.
Después de tres años y suplicas de Yoochun y unas cuantas pillerías de este con su hyun favorito alias Jung Yunho, Changmin a sus treinta y cinco estaba embarazado de cinco meses…
–como está el bebé más hermoso del mundo– dijo el señor Park mientras se agachaba para tocar el abultado vientre de su yerno– serás el bebé más hermoso del planeta y el más inteligente ya que tu madre es un genio en persona… ¿Cómo has estado Changminnie? Chun-bebé me dijo que no te habías sentido bien últimamente
–bien señor Park muchas gracias por preguntar, fueron solo unos malestares de momento…
–o sabes que cualquier cosa tu avisas, ya que estaremos un buen rato aquí, estas cosas son muy demorosas además mi hijo no podrá estar aquí contigo ¿vino Jaejoong?
–si, me dijo que estaba llegando así que lo esperare aquí y muchas gracias por estar tan al pendiente y gracias por aceptarme en la familia –Changmin agradeció de una forma muy amable
–o no te preocupes, lo mejor que le ha pasado a la familia es tu presencia, además Yoochun imploro por esto desde que tenía… ¿15? ¿Qué hiciste para enamorar a mi bebé desde que era más bebé?
–le aseguro que yo no hice nada… solo lo ignore
–pues eso fue lo que lo enamoro… odia que lo ignoren pero parece que contigo fue el efecto contrario
– ¡ya llegue! –Grito Jaejoong mientras corría con su pequeño en los brazos – ¿Cómo esta señor Park? –pregunto después de inclinarse
–muy bien pero no crees que es peligroso que cargues a este lindo pequeño mientras estas con otro en tu vientre.
–oh no… no, soy muy resistente –rio mientras le entregaba el pequeño a su tío abuelo Park quien se lo llevo a comer unos caramelos antes de empezar.
–oh~ tu vientre esta lindo, chun lo hiso antes de graduarse… que logro.
–no me hables de eso… recibió ayuda del traidor de Yunho, cuando lo vea lo matare, se que se anda escondiendo de mi…
–no te preocupes me vendrá a buscar. Podrás desquitarte ¿Dónde se fue ese viejo de pacotilla? –empezó a buscar a su bebé y al viejujo desde hace un año suegro de Changmin
La ceremonia acabo y Changmin fue a felicitar a su esposo, pero no se espero el ver a Yoochun con una cajita envuelta en papel de corazones que le extendió con su característica sonrisa.
– ¿Qué es? –pregunto Changmin mientras miraba incrédulo aquel cuadrado de cartón
– Es algo que vi en una tienda y encontré que era algo que amarías tanto como lo hice yo cuando lo vi por primera vez –era ridículo que él fuera quien recibiera un regalo en vez de Yoochun.
Era una pulsera de oro con un tejido hermoso, con tres colgantes en ella, un renito, un micky y un bebé.
–Dios chun es hermoso –salto a los brazos de su esposo, si eran esposos y el era completamente feliz por ello.
– ¿esa es la blusa maternal rosa que te regale y odias? Te queda hermosa amor… tus ojos se ven hermosos con ese color además tu pelo está bastante largo y, tus orejas son… ¡de micky mouse! Oh~ –comenzó a besar desesperadamente a min quien reía divertido por las cosas que le gustaban al menor.
¿Enamorado de Park Yoochun?... hasta mi última célula.