El Mercedes rodaba a toda velocidad por la autopista en dirección a Tokio. Naruto vio el auto y le hizo señas para que se detuviera. Empezaba a oscurecer.
Naruto llevaba una playera azul ceñida a su esbelta figura, en conjunto con un negro abrigo largo y pantalón de mezclilla. Rubio, de ojos zafiro y unas curiosas marcas en las mejillas, era un muchacho bello.
Naruto se alejó del auto deportivo en el que había estado. Tenia la esperanza de que el conductor del Mercedes se detuviera. Asi ocurrio. Un hombre joven, de complexión delgada sin musculatura exagerada, piel nívea y ojos negros freno su auto y bajo la ventana para preguntarle:
- ¿Te ocurre algo?
- Si. Mi auto no funciona.
El hombre hizo intención de bajarse, pero Naruto abrió la puerta y entro en el Mercedes.
-Ya enviare al mecanico a buscarlo. ¿Podrias llevarme al centro de Tokio?
Sasuke Uchiha lo miro. Era bellísimo y se notaba en él una gran personalidad.
- Bien, como quieras. No tengo incoveniente en llevarte.
- Me llamo Naruto – Se apresuro a decir el joven, lanzando una mirada furtiva hacia el auto deprtivo -. Vivo a pocos kilómetros de aquí.
- Mi nombre es Sasuke Uchiha.
Naruto sacudió la cabeza, tratando de recordar donde había escuchado ese apellido. Tal vez su tio Deidara, quien siempre lo sabia todo, se lo dijera.
Su tio… ¿Qué diría él? Salio de la casa al terminar de comer, diciendo que iba a la peluquería y después verse con Suigetsu. Aquel necio de Suigetsu… ¿Y si estaba muerto? Volvió a sacudir la cabeza. Sasuke lo miro interrogante. Naruto se dio cuenta de que tenia que disimular la inquietud que sentía, para que él no penetrara en sus pensamientos.
- ¿Eres artista de cine? ¿Vienes del medio artístico? – le pregunto Naruto.
- No. Vivo en los suburbios de Tokio, donde tengo mis negocios. ¿Y tú?
- Vine a pasar unos meses.
- ¿Solo?
- Con mi tío.
Cuando llegaron a la ciudad, Sasuke se detuvo ante una elegante cafetería.
- Te invito a tomar algo.
- Es un poco tarde, ¿no?
Sasuke miro su reloj. Naruto se dio cuenta de que era una verdadera joya. Penso en lo que diría su tío si supiera que había viajado en un auto con un millionario. “Se lo contare todo”, pensó Naruto. “No puedo dejar de contarle a mi tío Deidara lo que me ha sucedido”.
Naruto sabia que si rechazaba la invitación de Sasuke, su tío se molestaría. “¿Estas loca? No todos los días se conoce a un millionario. Con lo guapo que eres… No me he sacrificado por ti para que desprecies las oportunidades que te da la vida”.
- ¿Aceptas, Naruto?
- Si, esta bien.
Entraron en el lujoso local. Muchas personas saludaron a Sasuke, quien solo asentia a los saludos. ¿Quién seria la preciosidad que lo acompañaba?
Se sentaron y Sasuke le dijo de pronto:
- Eres muy hermoso, Naruto. Supongo que te lo habran dicho muchas chicas o varones. ¿Cuántos años tienes?
- Tengo 24.
- Yo tengo 26. Dime, ¿Qué hacias en la carretera? No es usual que un joven doncel tan lindo ande solo por ahí, expuesto al peligro.
- Casi no tengo amigos. Vivimos en el centro desde hace un mes.
- Te presentare a mi grupo.
- No es necesario.
- Mañana ire a buscarte a tu casa. ¿Quieres salir conmigo?
¡Claro que quería! Naruto pensó que Sasuke era el hombre mas atractivo y encantador que había conocido en su vida.
- Esta bien, Sasuke – le respondio.
Tomaron un café. Cuando se fueron, Sasuke le dijo:
- Todos me miran. Con seguridad mañana me llamaran para preguntarme donde te encontré. Ahora te llevare a tu casa.
- Gracias, Sasuke. Vivo en… - y le dio la dirección de su departamento.
- Es un barrio nuevo. Los apartamentos allí son preciosos. ¿Hasta cuando van a estar aquí, Naruto?
- No lo se. Mi tío Deidara es el que decide todo. Depende de él.
- ¿Sabes que ya me esta resultando familiar tu tío?
- Es muy cariñoso – le dijo.
- Cuando lleguemos, subire a conocerlo, si no te importa -le dijo.
Asi, ambos abordaron el auto y se dirigieron al departamento de Naruto. Los dos con distintos pensamientos.