Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Monócromo amor. por Etsuko Kagayaku

[Reviews - 108]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Espero que les guste este nuevo capítulo,como les prometí actualize hoy,viernes :D  este cap les va a resolver las dudas que les deje en el anterior pero les deja nuevas dudas ,soy mala muy mala muajajajaja xDDD espero les guste mis lectoras.

Ciel despertó en su habitación, se encontraba mas cansado de lo habitual ya que se había quedado hasta tarde pensando en el comportamiento de su mayordomo. Sabía que en cualquier momento entraría él por la puerta, esperaba que tuviera ese comportamiento cursi tan desesperante pero encantador que sabía sacarle una sonrisa. Pero se equivocó.

-Buenos días Bochan, veo que se ha despertado mas temprano-le dijo con una tierna sonrisa que hizo sonrojar a Ciel.

-Si, ya no tenía tanto sueño-Le dijo devolviéndole una sonrisa.

Sebastian se acercó a Ciel y comenzó a vestirlo...Mas rápido de lo habitual.

-Bien bochan, para hoy tiene de desayuno té traído de Alemania y unos pastelillos de vainilla-Recitó como de costumbre mientras le mostraba la charola con su desayuno-Hoy nada mas debe atender unos asuntos de su compañía.

-Bien.-Asintió mientras le miraba raro.

-Bueno bochan, iré a realizar los deberes de la mansión.-Se acercó a él y le dio un pequeño beso en los labios y salió rápido de la habitación.

Ciel se quedó pensativo en su habitación.

-Fue el beso mas frío que podría haber recibido, ¿Porque se comporta así?, ayer tan solo era pura dulzura y ahora pareciera que le incomoda estar a mi lado. Tal ves no me ama verdaderamente, soy un idiota, como pude equivocarme así.-Se dijo a si mismo mientras terminaba de realizar sus labores.

Sebastian estaba escuchando del otro lado la conversación que tenía con si mismo Ciel.

-Mi Ciel, por favor no pienses que no te amo, tu eres todo para mi, pero no puedo estar contigo mucho tiempo sino...puede suceder lo peor-susurró mientras iba por los pasillos a realizar sus labores.

Ciel ya se encontraba en su estudio firmando papeles, pero realmente no podía concentrarse, le costaba mucho. Se sentía deprimido, usado y burlado por su demonio, lo peor es que se lo había creído todo, ¿Como podía haber sido tan idiota?, simplemente creerle a un demonio fue lo mas estúpido que podría haber hecho.

Se oyeron unos pequeños golpecitos a su puerta.

-Adelante.-dijo con vos seca.

-Bochan, su prima Elizabeth ha llegado de visita a la mansión-dijo con una cara seria.

-De acuerdo, haz que venga a mi estudio.

Sebastian salió del estudio enfadado. No quería que Lizzy se acercara a su bochan, realmente eso le enojaba en demasía.

Lizzy cuando Sebastian le dio la aprobación para entrar, fue corriendo al estudio. Pero cuando entró en este se sorprendió al ver a Ciel con la cabeza gacha, ocultando su rostro en sus mechones de cabello.

-¿Ciel?, ¿Porque te escondes?-preguntó dudosa.

-Lizzy-dijo con la vos entrecortada.

-¿Que te sucede Ciel?, me estas asustando-le dijo preocupada.

Ciel no lo soportó mas y unas lágrimas traicioneras surcaron su rostro. Lizzy sorprendida fue rápidamente hacia él y lo abrazó fuertemente.

-Ciel, ¿Porque lloras?-Preguntó mientras lo cubría con sus brazos, realmente le impresionó esto, ella nunca había visto llorar a Ciel.

-Me usó Lizzy-le dijo tristemente.

-¿A que te refieres Ciel?, ¿Quien te usó?

-Sebastian, Lizzy, él no me ama, solo quería que me acostara con él, yo como un estúpido creí en él-Confesó mientras se secaba las lágrimas.

-Ciel, espera, ¿No estás sacando conclusiones apresuradas?, tal ves te estas equivocando-le dijo dudosa.

-Lizzy, ayer él me trataba muy bien, demasiado cursi, pero me encantaba y sucedió que en un momento del día estuvimos a punto bueno, de hacer...eso, y como yo dije que no, el desde entonces está frío, pareciera que no quisiera estar conmigo.-Le dijo mientras se sentaba de vuelta en su silla.

-¿Y no intentaste hablar con él?, tal ves no es ese el problema, tal ves hay algo mas, pero por favor háblale, y no sigas con estos pensamientos, que lo único que vas a lograr es deprimirte mas-Dijo mientras le sonreía tiernamente.
4
-Tienes razón Lizzy, yo lo hablare con él. Dejando este tema de lado, dime, ¿Como te va con Paula?-le pregunto con una pequeña sonrisa.

-¡kyaaaa Ciel!, me va muy bien con ella, me confesó que me quería mucho y que no me lo dijo antes porque creía que yo no le correspondería.-Le dijo feliz mientras daba pequeños saltitos.

-Me alegro mucho por ti Lizzy, te mereces ser feliz-le dijo sonriente.

-Y tu también lo serás con Sebastian, solo debes hablar con él...Y por cierto Ciel, ya debo irme-le dijo nerviosa.

-Pero acabas de llegar Lizzy-afirmó dudoso.

-Si jeje, es que yo ...me escapé de casa y bueno yo vine a verte rápido para contarte lo de Paula, pero mi madre cree que estoy en mi habitación recibiendo clases de modales-Confesó mientras se rascaba la nuca.

-Lizzy, ¿Que haré contigo?-dijo sonriente, sacándole una risita a Lizzy-Bien, vuelve a tu mansión antes de que tía Frances se entere y te castigue-le dijo preocupado.

-De acuerdo Ciel, nos vemos luego-Se despidió mientras salía corriendo hacia su carruaje.

Ciel solo volvió a los papeles de la compañía pensando en lo que debía hacer.

...

Ciel, luego de haber tomado valor, se animó a llamar a su mayordomo.

-Sebastian, ven aquí-Susurró a sabiendas de que su mayordomo lo escucharía.

-¿Si bochan?-preguntó serio mientras entraba al estudio y cerraba la puerta tras de si.

-Después de darle muchas vueltas a mis pensamientos me decidí a preguntarte...¿Que rayos te pasa?-preguntó mientras caminaba hacia él.

-¿Que me sucede?, no se a que se refiere bochan-dijo serio.

-¿Como que no lo sabes?, ayer te comportabas como un idiota conmigo diciendo puras cursilerías y diciendo que me amabas, ¿Porque ahora me das este trato tan frío?.-Preguntó mientras levantaba la vos.

-No puedo creer que usted creyó todo eso.-Dijo Sebastian mientras se reía burlonamente en la cara de Ciel.

-¿A que te refieres?-preguntó al borde del llanto.

-Bochan, vamos, yo solo quería llevarlo a la cama, hace un tiempo comencé a sentir una atracción nada mas sexual hacia usted, le dije todas esas mentiras para lograr que se acostara conmigo, me parece increíble que usted haya sido capaz de creerse todas esas idioteces-le decía todo esto con una sonrisa burlona.

-¿Por que?, ¿Porque me haces esto Sebastian?-preguntó mientras las lágrimas comenzaban a caer de sus ojos.

-La respuesta es simple bochan...soy un demonio, nosotros no podemos amar, ese sentimiento humano es asqueroso y debo decir que me impresionó que se creyera toda mi actuación, pensé que era mas inteligente.-Dijo mientras largaba otra pequeña risa.

Ciel no lo soportó mas y le corrió el rostro de una bofetada.

-¡Eres un idiota Sebastian, realmente tienes razón, no podía esperar menos de un demonio, total, son seres tan impuros, tan obscenos, que no les importa cometer los peores actos con tal de satisfacerse!.-le gritó enojado.

-Así es bochan, eso es lo que soy, ahora si me disculpa, debo ir terminar los deberes de la mansión-Dijo mientras salía del estudio con una sonrisa sarcástica.

Ciel en cuanto se quedo solo, cayó de rodilla al suelo. Realmente ese le había dolido. ¿Que importancia tenía todo ya?, sentirse solo era muy peligroso, y él ya había soportado demasiado. Horas recostado en el suelo lograron que reflexionara acerca de todo lo que le sucedía, ya nada valía absolutamente un carajo.

Hizo lo primero que se le vino a la mente. Corrió hacia su escritorio y sacó la navaja que usaba para abrir las cartas. Lentamente comenzó a cortarse en forma vertical su brazo. Comenzó a desangrarse lentamente.

Ciel estaba por perder el conocimiento, cuando vio como una figura se aproximó a él a paso apresurado. Luego de eso todo quedo oscuro.

...

¿Se sentía mal?...si, mucho. Comenzó a abrir sus ojos, parpadeando varias veces para acostumbrarse a la poca luz que había en la habitación. Se encontraba solo. Lentamente comenzó a levantarse hasta quedar sentado en su cama, le dolía mucho su brazo y se sentía débil.

-¿Que rayos?, yo debería estar muerto-Se dijo enfadado.

Entonces recordó como había visto la figura de Sebastian antes de perder el conocimiento.

-Ese demonio, como lo odio, pero esto no se va a quedar así, algo dentro de mi dice que lo que me dijo son puras mentiras, y lo voy a averiguar ahora mismo, si me equivoco...Me conocerá realmente.

Ciel se levantó rápido y salió hacia las habitaciones de los empleados, iba a averiguar la verdad en todo esto. Cuando bajó las escaleras y ya estaba en el corredor donde se encontraban las habitaciones de servicio, vio la ultima habitación a la derecha, esa era la de su mayordomo.

No le importó nada, entró sin tocar, encontrándose a su demonio sentado en la cama leyendo un libro, este levantó la vista impresionado ante la interrupción del menor.

-Bochan ¿Que hace aquí?, usted esta muy débil, no puede levantarse todavía.-le dijo preocupado pero antes de que pudiera levantarse Ciel se subió a sus piernas y comenzó a besarlo desesperado.

Sebastian trataba de sacárselo de encima pero no podía y no quería hacerle daño.

-Bochan, por favor basta, termine con esto-le dijo enojado.

-No Sebastian, no te creo nada, no creo nada de lo que me dijiste hoy, dime, ¿De verdad no me amas?-preguntó serio.

-Yo no lo amo bochan, ya se lo dije hoy-le afirmo enojado.

-Entonces si no sientes nada por mi...¿Porque a pesar de ser un demonio estás sonrojado?-preguntó mientras daba un pequeño beso en su cuello.

Sebastian se estremeció completamente ante este contacto.

-Por...por favor bochan deténgase, yo ya le dije la verdad.

-No te creo nada-de nuevo lo besó.

-Dime ¿De verdad mis besos no te gustan?-preguntó en un susurro.

-No-le contestó con la vos agitada.

-Tu cuerpo no parece decir lo mismo-volvió a besarlo esta vez metiendo su lengua en la boca del demonio.

Sebastian no lo aguantó mas y comenzó a corresponderle.

Ambos estaban agitados y sonrojados.

Pero Ciel paró antes de que pasara algo mas.

-Sebastian, respóndeme con la verdad, ¿Tu no me amas?-preguntó dudoso.

-...

-Es una orden Sebastian, responde-Dijo levantando la vos.

Sebastian solo se rindió y apoyó su cabeza en el pecho de Ciel sintiendo su agitado corazón.

-¿Como podría no amarlo bochan?, es todo lo que tengo y todo lo que quiero, mi corazón reclama de su ser todo el día, perturbando mis pensamientos, yo lo amo con todo mi demoníaco ser, mis ojos, mi corazón, mi cuerpo, todo mi ser es suyo. Ha abarcado todo de mi, simplemente lo amo.-Confesó mientras daba un pequeño beso en la parte donde se encontraba el corazón de Ciel.

Ciel ante esto no pudo evitarlo y rompió en llanto.

-No, mi Ciel, no llores por favor, no puedo verlo así-le dijo mientras lo abrazaba.

-Es que...Sebastian, me hiciste sufrir tanto con esto que me dijiste a la tarde, realmente intente matarme, ¿Como pudiste hacerme esto?-preguntó triste.

-Es que yo...-volvió a quedarse callado, provocando que Ciel se levantara rápido de la cama.

-Entonces porque te comportas así conmigo, ¿Acaso no me amas?, ¿Que?, ¿Porque no quiero acostarme contigo te enojas?, si me amas realmente me tendrías que entender y no enojarte.

-¡No es eso bochan!, ¿Acaso no se da cuenta que cada vez puedo contenerme menos?. Temo que si sigo a su lado sin poder hacerle nada, no lo voy a resistir y lo voy a tomar a la fuerza.

-¿Como que no puedes resistir, a que te refieres?

-Hay algo que no le conté, que tiene que ver conmigo, con nuestro contrato- le dijo angustiado.

-¿Un problema?, dime que problema Sebastian-dijo en el mismo estado.

-Bueno, el problema es que estoy perdiendo fuerzas bochan, me estoy debilitando, y si yo me debilito el contrato también. Además de que mis instintos demoníacos quedarían a flote y puedo hacerle daño.-Le dijo seriamente.

-¿Pero porque te estas debilitando?-Preguntó preocupado.

-Hace mucho que no me alimento bochan, usted sabe que estoy a su servicio hace dos años, desde entonces no me he alimentado de almas humanas. Los demonios vivimos a base de eso, almas y si yo no me alimento cuanto antes, desapareceré de la tierra y me devolverán al infierno.-le dijo mientras se arrodillaba frente a el.

-Pero...tu no puedes irte de mi lado, si el problema es ese aliméntate.-le dijo como si fuera la solución.

-Es que, yo no puedo alimentarme de un alma sin antes hacer un contrato, está prohibido para los demonios tomar el alma de una persona sin haber hecho un contrato antes, y la otra manera de alimentarme, es teniendo relaciones sexuales con alguien, pero usted no está preparado y no creo que quiera que me acueste con otra persona.-Dijo mientras le daba una sonrisa nerviosa.

-No claro que no quiero, pero yo no puedo, yo todavía no estoy preparado ya te lo dije, entonces que puedes hacer para alimentarte.-le dijo preocupado.

-No tengo idea bochan, pero si no hago algo cuanto antes, desapareceré.-Dijo mientras acariciaba la mejilla de Ciel.

-Hay que ir con Undertaker...él algo debe saber-Dijo mientras salía apresurado de la habitación.

Sebastian lo siguió callado. Debían solucionar cuanto antes ese problema.

...

Sebastian y Ciel ya se encontraban entrando a la tienda de Undertaker.

-¿Hace poco nos hemos visto y sin embargo ya me extraña conde?-preguntó burlón el shinigami mientras salía de un ataúd.

-No digas tonterías Undertaker-Dijo mientras le mandaba una mirada seria.

Undertaker al ver la mirada seria de Ciel y la asesina que le mandaba Sebastian prefirió callar.

-Y bien, díganme que les trae a mi humilde tienda, no he visto en el periódico alguna noticia importante como para que usted deba actuar para la reina-le dijo mientras sacaba una de sus galletas.

-Estás en lo correcto, no vengo por un caso de la reina, hay un problema con Sebastian-le dijo serio.

-¿Con su mayordomo?-preguntó extrañado mientras miraba al nombrado.

-Escucha, Sebastian hace mucho que no se alimenta, y sus fuerzas disminuyen, según él, si no se alimenta cuanto antes...

-Si no me alimento cuanto antes me devolverán al infierno por tiempo indefinido.-dijo serio-por eso venimos con usted, tal ves sabe que hacer en un caso así.

-Si mal no recuerdo, un demonio tiene otra forma de alimentarse ¿Me equivoco?-mientras miraba a Ciel pícaramente, este solo se sonrojó al recordar lo que le había dicho Sebastian.

-Si, hay otra forma pero yo no acepte, así que si no puede alimentarse de un alma y no puede mantener...relaciones con alguien, ¿Que se puede hacer?-preguntó dudoso.

-Bueno, hay otra forma...-Dijo mientras se sumergía en sus pensamientos.

-¡Ya dime cual es!-le gritó exasperado.

-Bien, bien, no desespere conde, la otra forma es tomar un alma, de alguien que haya muerto-dijo fácilmente.

-¿De alguien que haya muerto?-preguntó extrañado.

-Bien, usted sabe que yo soy un shinigami, nosotros tenemos un libro especial donde tenemos anotado todos los nombres de las almas que hemos cazado, pero yo al ser un shinigami ya retirado, tengo una pluma especial con la cual puedo traer el alma de esa persona de vuelta al mundo-dijo sonriente.

-¿Puedes hacer eso?-preguntó impresionado.

-Claro que si, no trabaje tanto en mi vida como para no tener un instrumento tan especial-Dijo mientras comía sus galletas.

-¿Pero no pueden castigarte por hacer tal cosa?-preguntó dudoso.

-De hecho, mi libro es distinto al de los demás, este libro contiene almas que quedaron en el limbo, el lugar de las personas que no pueden entrar al cielo ni al infierno.-dijo como si nada.

-¿Y tu, podrías hacernos este favor?-preguntó mirándolo serio.

-Claro que si, por usted Conde haría cualquier cosa, hasta dar mi vida-dijo sonriéndole tiernamente, cosa que sonrojó un poco a Ciel.

Sebastian enojado por esto, interrumpió la conversación de esos dos que lo habían dejado totalmente excluido.

-Bien, agradezco su enorme amabilidad, pero si puede ayudarnos cuanto antes se lo agradecería, no falta mucho para que desaparezca-le dijo de manera sarcástica.

-¿Conde como puede querer a alguien tan celoso?-le preguntó a Ciel.

-Yo lo amo así como es Undertaker-Confesó mientras le retaba con la mirada.

Undertaker se puso serio ante esto y Sebastian solo sonrió orgulloso por su niño.

-Bien, ya vengo, no se les ocurra mirar atrás de la tienda.-Dijo mientras se iba y dejaba solos a Ciel y Sebastian.

-¿Cree que nos ayude de verdad bochan?-preguntó dudoso.

-Claro que si, confío en Undertaker-dijo serio.

-Jum...así que...¿Usted me ama así como soy o no?-preguntó sonriente.

-Cállate idiota-le dijo con una pequeña sonrisa mientras se daba la vuelta para que no viera su sonrojo.

-Usted ya lo sabe, soy su idiota, y yo también lo amo así como es, aunque usted a mis ojos es perfecto-Dijo mientras comenzaba a besarlo.

Ciel se dejó guiar y se subió a las piernas de su demonio, ambos estaban sumergidos en ese beso apasionado.

-¡Oh!, si quieren pueden pasar a mi habitación, digo, si quieren mas intimidad-dijo de manera burlona Undertaker, quien ya había vuelto.

Ciel cortó el beso y le gritó.

-¡Cierra la boca Undertaker, no digas esas cosas maldición!.-le dijo enojado y sonrojado.

Undertaker se lanzó al suelo a reír como loco al ver la cara del menor.

Sebastian solo se encontraba viendo a su Ciel mientras este le gritaba al sepulturero y como se enojaba cada vez mas ante las risas de este, había que aceptarlo, eso le causo gracia y largó una pequeña risa.

-Y tu no lo apoyes idiota, no te rías también de mi-le gritó enojado.

-Ya, ya Bochan, no se enoje-Pidió dulcemente mientras le daba un pequeño beso en su frente.

Ciel solo se calló y volvió a mirar a Undertaker.

-¿Tienes lo que necesitamos?-preguntó dudoso.

-Si, aquí esta.-Dijo mientras le mostraba un pequeño frasco con un extraño brillo de color amarillo.

-¿Eso es...un alma?-preguntó impresionado.

-Si esto es-Dijo mientras le daba el frasco a Ciel.

Ciel miraba impresionado esto, era la primera ves que veía un alma humana, se sentía muy raro.

-Increíble-dijo con una sonrisa infantil que cautivó a Undertaker y a Sebastian.-¿Entonces el alma tiene color?-preguntó con extrañeza.

-Claro que si bochan, el color demuestra como es cada alma, es por el color que nos guiamos los demonios-dijo Sebastian sonriente.

-Bien, gracias Undertaker-le dijo mientras salía de la tienda.

-Hasta luego Conde, espero volvamos a vernos pronto-Se despidió mientras se metía en su ataúd.

Ciel iba cargado por Sebastian hacia la mansión, no dejaba de ver ese pequeño frasco con ese brillo amarillento, le llamaba mucho la atención.

-Veo que le gusto mucho eso bochan, ¿Quiere adoptarlo como mascota?-le dijo burlón.

-¡Cállate idiota!, no te burles, es solo que...Me llama mucho la atención, ¿Que sabor tiene un alma de color amarillo?-preguntó curioso.

-Bueno, un alma de color amarillo tiene un sabor dulce y amargo, es como para usted comer un chocolate completamente de cacao, ¿Comprende?.-preguntó dudoso.

Ciel solo asintió mientras seguía observando el pequeño frasco.

...

Sebastian y Ciel llegaron a la mansión, ya en esta, fueron hacia la habitación, donde Ciel le entregó el pequeño frasco a Sebastian.

-Bien bochan, le voy a pedir por favor que se de la vuelta, los demonios para alimentarnos de un alma humana tenemos que tomar nuestra verdadera forma.

-Pero Sebastian, ya estamos juntos, ¿Porque no me puedes mostrar tu verdadera forma?-preguntó haciendo un pequeño berrinche.

-Mi bochan, no haga sea caprichoso, ya le dije que no puedo mostrarle mi verdadera forma-le dijo con una sonrisa.

-¿Pero que tiene de malo tu verdadera forma?, ni que fueras un monstruo, aunque sería divertido ver si eres como los demonios de los libros-dijo largando una pequeña risa.

-¿Como los de los libros?-preguntó extrañado.

-Con cuernitos, cola y un tridente-dijo divertido.

Sebastian ante esto solo largó una carcajada.

-Oh bochan, que ideas tiene, mi verdadera forma no tiene ni cuernos ni cola ni nada parecido.

-¿Ah sí?, ¿Y entonces como es?-preguntó tratando de que Sebastian cayera y le dijera.

-No bochan, no caeré en su trampa mental, recuerde que lo conozco como su sombra-le dijo burlón.

Ciel solo bufó y se dio la vuelta.

-No entiendo que tiene de malo tu forma verdadera, seguramente eres como ahora, increíblemente sex...-se quedó callado y se sonrojó ante lo que iba a decir.

Sebastian solo largó una risa quisquillosa.

-¿Como cree que soy bochan?-preguntó sonriendo.

-Ca-cállate idiota, ahora aliméntate antes de desaparecer-le dijo con burla.

-Bien, bien, pero no olvidare que usted cree que soy ...Sexi-le dijo divertido mientras reía.

-Tsk idiota-dijo enojado.

Sebastian se transformó y se alimentó, al instante comenzó a sentirse mejor, sus fuerzas habían vuelto. Entonces volvió a la forma en la cual su amo podía verlo.

-Bien bochan, ya puede ver-le dijo feliz.

Ciel se dio la vuelta encontrándose con su mayordomo.

-Increíble, te ves mejor que antes.-le dijo sorprendido.

-Si bochan, ya recupere mis fuerzas, ya todo se estabilizó-dijo contento.

-Bien, no soportaría la idea de que te fueras de mi lado-Confesó mientras desviaba la mirada.

-Aunque mi cuerpo desaparezca, yo siempre estaré con usted bochan- Dijo mientras lo acostaba y se acostaba a su lado.

Ciel puso su cabeza en el pecho de Sebastian, sintiendo el corazón de este.

-¿Sebastian?

-¿Si bochan?-preguntó acariciando su cabello.

-¿Cual es el color y el sabor de mi alma?-preguntó curioso.

Sebastian se impresionó ante esta pregunta, a su amo no se le escapaba nada.

-Bueno bochan, su alma es de un hermoso color azul, como sus ojos.-dijo feliz.

-¿Azul?

-Si, azul, ese color representa su fortaleza y sus ganas por vivir, por mantener en pie su orgullo, y es como el color del océano, azul profundo, representa los grandes secretos que guardan sus ojos, que la mayoría del tiempo yo no logro descifrar-dijo sonriente-en cuanto a su sabor, es dulce, completamente dulce, es mi alma favorita-dijo riendo.

Ciel solo bufó y se rió un poco por el comentario estúpido de su demonio. Pero entonces recordó algo...su contrato.

-¿Que pasará con el contrato luego de que cumpla mi venganza Sebastian?-preguntó triste,

-Bochan, no se ponga triste, yo no podría tomar su alma, cuando usted cumpla su venganza, haremos otro contrato, pero para eso todavía falta.

-De acuerdo...Y Sebastian-dijo bostezando.

-¿Si amo?

-Gracias-dijo sonriente.

-¿Porque me agradece?-preguntó extrañado.

-Por todo lo que haces por mi, por tu amor, por todo, tu me sacaste de esta oscuridad que me envolvía, tu eres la razón de mi vida, sin ti no sería nada,te amo-Confesó mientras bostezaba de nuevo.

Sebastian no sabía que decir, eran las mas bellas palabras que le podrían haber dicho.

-Yo también lo amo bochan, usted es todo para mi, gracias por enseñarme a amar con locura Ciel-Dijo mientras le daba un beso en su frente.

Ciel solo se quedó dormido con una sonrisa en sus labios, si había una definición de felicidad, era esa,no podía sentirse mejor que ahora.



Adelantos del siguiente capítulo:

Hay una nueva visitante en la mansión Phantomhive.

-Un gusto en conocerla Condesa Deveró.

...

- no dejare que nos separen, eres mío.

...

Te amo, me enamore, y haré lo que este en mis manos para tenerte.

...

-Comienzo a sospechar de la relación que hay entre Sebastian y el joven amo

-¿A que te refieres?

-El otro día los vi en una situación un poco dudosa.

-Si es eso, hay que avisar a las autoridades, no podemos dejar que nadie hiera a nuestro señor.

...

-Venimos a buscar al señor Sebastian Michaelis.

-¿Porque necesitan a mi mayordomo?

...

-Sebastian Michaelis queda bajo arresto por la violación al Conde Phantomhive.

...

-Esto no puede estar pasando.

...

Ambos estaban abrazados en esa fría cárcel.

-No te preocupes mi Ciel, saldré pronto de este lugar.

-Te necesito.

...

Ciel estaba eufórico y entonces encaró a sus sirvientes.

-¡Quien fue!, díganme ahora porque si no los despido en este momento-gritó enojado.

-...


¿Quien habrá denunciado a Sebastian?...no todo es lo que parece .
Notas finales:

Si les gusto en el próximo capítulo va a haber nuevas situaciones que van a llevar a Ciel y a Sebastian a situaciones improvistas D:

Besos :3

 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).