Se veía la figura de un demonio recorrer las pocas pobladas calles de Londres, directo hacia un lugar en específico, el cual estaba seguro que la persona que allí habitaba le ayudaría con su problema, que por ser un demonio no entendía, pero quería comprobarlo.
-Undertaker.-dijo seriamente.
-¡Oh que interesante que no haya venido acompañado por el Conde, Sebastian!.-Dijo un ser vestido totalmente de negro, peliblanco y de peculiar sonrisa.
-Esta vez vengo por un problema que yo tengo y que mi joven amo no puede saber.-Dijo con el ceño fruncido.
-Supongo que debe ser un problema bastante grave para que no pueda saberlo el Conde.
-Creo que para mi si es grave.-Respondió seriamente.
-Bueno, cuéntame que es lo que trae un demonio para pedirle a un shinigami como yo.
-Le seré directo ¿Un demonio puede enamorarse?.-preguntó titubeante, ya que todavía le causaba temor esa palabra.
-Increíble pregunta Sebastian, nunca pensé que me preguntarías algo así.-Dijo sonriendo de oreja a oreja.
-¿Va a responder si o no?.-Preguntó ya un poco enfadado.
-Mire sebastian, primero, enojarse no servirá de nada, y segundo, con respecto a su pregunta, la respuesta es afirmativa, los demonios si pueden enamorarse.
-¿Pero como es posible?, nos han dicho durante toda nuestra vida que eso es imposible, que nosotros poseemos deseos mas no amor.-Dijo confundido.
-Sebastian usted tendría que saber que del mal de amor nadie se escapa, si en el infierno les han dicho siempre que no pueden sentir amor es porque eso se les ha prohibido, mas no pueden evitar nada para que lo sientan.
-¿Entonces como se si yo estoy enamorado?.-Preguntó avergonzado por primera vez en su vida.
-¿Podría antes saber de quien cree usted estar enamorado?
-No se si confiarle esa información a usted.-Dijo dudoso
-Por favor sebastian, mi boca es una tumba y si tanto desconfiara de mi no habría venido a pedirme ayuda.
-A fin de cuentas tiene razón, bueno...Como decirlo...
-Nunca pensé presenciar a un gran demonio como usted así de nervioso.-Le dijo divertido el shinigami.
-No estoy nervioso, es solo que tiene que entenderme, soy un demonio, esto del amor es nuevo para mi...Bueno, la persona de la que yo creo estar enamorado es...mi joven amo.
-...
-¿Te reirás?.-Preguntó afirmándolo.
-No tengo nada de que reírme, ya decía yo que había un lazo especial entre ustedes.-Dijo con un semblante triste.
-¿Me dirá si estoy o no enamorado?.-Dijo confundido por el cambio de actitud tan repentino que tuvo.
-Bueno, si cada vez que lo tiene cerca, se siente realmente nervioso, si cada vez que lo ve a los ojos se pierde en su mirada azulina como el mismo cielo nocturno y si siente deseos de tenerlo entre sus brazos y no dejarlo ir y es capaz de dar la vida propia sin importar nada pase lo que pase, usted Sebastian...Está realmente enamorado.
Sebastian no podía creer lo que escuchaba, los síntomas que le dijo el shinigami son los que el tenia desde hace un buen tiempo por su joven amo, al parecer todo concordaba.
-Realmente le agradezco su ayuda, pero ahora debo retirarme.
-Que bueno haberlo podido ayudar y no se desanime, podría ser correspondido.-Dicho esto se retiró a la parte de atrás de la tienda.
Sebastian se impresionó ante lo dicho pero prefirió no decir mas y dirigirse a la mansión.
Una ves allí se dirigió al estudio de su joven amo.
-Bochan, venia a ver si necesitaba algo.
-si, quisiera salir un rato al jardín, así que llévame el té al kiosco.
-De acuerdo.-Dijo sonriendo.
Sebastian preparó todo y se lo llevó al jardín como había pedido, una vez allí vio como su joven amo salia de la mansión sin mirarle a los ojos, pero con paso decidido.
-'Me gusta su caminar, siempre se ve tan seguro de si mismo, es increíble que me haya enamorado de el, no pude evitarlo, pero ahora como haré para decirle, ¿Él sentirá lo mismo que yo? si no me corresponde me haría poner muy mal, mejor sera dejar todo como está, luego pensare que hacer'.-mientras sebastian pensaba no se percató de cuando su joven amo se había recostado en el césped.
-¿Que hace ahí acostado bochan?.-Preguntó curioso.
-Pienso.
-¿Podría su servidor saber en que piensa?.
-Recuéstate aquí a mi lado Sebastian.-Ordenó nervioso.
-¿Yo?.-Preguntó impresionado.
-Tsk ¿Eres idiota?, si tú, sebastian recuéstate, no me hagas pedírtelo dos veces.-Dijo enfadado.
Sebastian se recostó al lado de su bochan, si antes estaba nervioso ahora aun mas.
-Sebastian.
-¿Si bochan?
-¿Puedo hacerte una pregunta?
-Claro que si joven amo.-Aceptó dudoso.
-¿Arruinaría mi alma si me enamoro?.-Preguntó un poco sonrojado.
-¿Enamorado? ¿¡Bochan, acaso usted está enamorado!?.-Gritó eufórico.
-¿Sebastian porque gritas? maldición y si...Estoy enamorado.
-No bochan, usted no puede enamorarse.-dijo agarrándolo por los hombros.
-Como te atreves a levantarme la vos sebastian, y es mi problema si lo estoy o no...
-Perdón...¿Pero de quien se enamoró?.-preguntó tristemente.
Ciel lo miró asombrado y le contestó
-No puedo decirte sebastian.
-¿Pero porque no puede bochan?, ¿acaso no comparte todos sus problemas conmigo, he fallado como mayordomo?, ¿Como confidente?-preguntó de nuevo alzando la vos.
-¡No, no has fallado, eres perfecto así como eres, solo que no puedo decirte porque te reirías en mi cara!
-Nunca me reiría de usted, ¿Porque no quiere decirme?, ¡Rayos!
-Sebastian, no vuelvas a levantar la vos y menos maldecir en mi presencia, ya me estas hartando demonio, ¿Que rayos te sucede?
-¿Quiere saber que me sucede bochan?... le demostrare lo que sucede.-Así sebastian agarró a ciel, lo puso de espaldas contra un árbol y lo besó.
Ciel abrió los ojos de la impresión, no podía creer lo que pasaba, ¿Acaso sebastian sentía algo por él?, no era posible. No ,no y no, los demonios no tienen sentimientos, ante este último pensamiento se alejó de sebastian y le plantó una bofetada.
-Bochan...
-No vuelvas a tomarte este atrevimiento Sebastian, estaré en el estudio, no quiero que me molestes.-Dijo caminando hacia la mansión.
Sebastian se quedó en el jardín pensando en lo que acababa de pasar y se relamió los labios, al hacerlo cambió la mueca de tristeza que tenia por una de lujuria.
-Bochan, no se si esto será correspondido, pero ahora que he probado sus labios no puedo detenerme, no ahora, necesito mas, necesito mas de usted. Quiero probar nuevamente sus labios hasta saciarme con su sabor, ahora me doy cuenta de que usted es mi droga, necesito de ti en todo momento, haré lo que sea para conseguirte, si no sientes lo mismo que yo, haré que lo sientas sin importarme las barreras que tenga que pasar, haré mi primera jugada en este juego de seducción. Haber que hace así hundirnos en el placer del pecado.-dicho esto se encamino hacia el estudio de su joven amo.
...
-Joven amo, necesito pasar.
-Te dije que no molestaras sebastian, no quiero verte ahora.-dijo todavía enfadado por lo que pasó en el jardín.
-Por favor bochan, es urgente.
-'Demonio que querrás'-pensó dudoso Ciel.
-De acuerdo...Pasa.
-Gracias bochan, ¿Puedo sentarme?
-Si...'es la primera vez que me pide sentarse que extraño'.
-Bueno supongo que tendrás una buena razón para venir a molestarme, a pesar de que te dije que no quería verte.
-Así es bochan, tengo algo importante que decirle.
-Bueno estoy esperando.
-Estoy enamorado de usted bochan.
-...¿¡Que!?
-Por favor Bochan no grite,es así como escuchó, estoy enamorado de usted.-Dijo receloso.
-¿A si?.-'este demonio está jugando conmigo, entonces si es así yo también puedo jugar'.-Bueno entonces tendré que comprobarlo.-' Aprenderás a no jugar conmigo Sebastian Michaelis'.
Ciel se acercó a sebastian y se sentó sobre sus piernas ante la mirada atónita de este.
-Para comprobarlo me dirá que sientes a medida que yo realizo cada acción.
Ciel comenzó a pasar su mano por el pecho de sebastian y terminó agarrando su mano, entrelazando sus dedos, luego acercó su rostro hacia su cuello y comenzó a olfatear su perfume.
-Dime que sientes ahora sebastian.
-...Bochan.-Susurró Sebastian nervioso.
Ciel desenlazó su mano de la de sebastian y la llevó por detrás de la nuca de este y dio una pequeña lamida a su cuello.
Sebastian gruñó.
-¿Que es lo que sientes Sebastian?.
-Sinceramente bochan, siento excitación.
Ciel luego de escuchar eso llevó su cara a la de sebastian y vio que tenia los ojos cerrados, al ver eso sonrió y acercó sus labios a los de él, casi pegándolos.
-¿Y ahora que sientes Sebastian?.-Preguntó en un susurro.
Sebastian estaba en completo éxtasis.
-Bochan...Quiero besarlo.
-Quieres besarme, pues te quedarás con las ganas.-Luego de esto se bajó de sus piernas y fue a sentarse de nuevo en su escritorio.
-Puedo decirte con seguridad que no estás enamorado de mi, nada mas sientes deseo, atracción.
Sebastian aun en shock por lo que había pasado, contestó.
-De acuerdo, ¿Así que cree que no estoy enamorado de usted?
-Así lo creo.
-Sabe bochan, yo vine a decirle esto...Porque se que en realidad es usted quien esta enamorado de mi...
-¿Pero que dices?.-Preguntó con burla mal fingida.
-Noto como me mira y se sonroja, siempre está nervioso ante mi presencia, con seguridad puedo decir que está enamorado de mi joven amo.
-Así que eso crees...Te propongo un juego...El primero que admita estar realmente enamorado del otro perderá.
-No rete a un demonio bochan.-dijo sonriendo de oreja a oreja.
-No me interesa, ya verás que perderás.
-De acuerdo, acepto el juego bochan.-Dijo mientras llevaba una mano al frente para que Ciel la estrechara.
-Muy bien.
Una vez ciel estrechó la mano de sebastian, este la atrajo hacia si haciendo quedar los rostros de ambos a escasos centímetros.
-Bochan...Prepárese a perder.-susurró.
-Yo nunca pierdo.-dijo alejándose de inmediato.
-Bien bochan, creo que es hora de que me retire, cualquier inconveniente me llama.
Ciel ya una vez solo en su estudio, se sentó y miró por la ventana.
-Ya veras sebastian, te haré caer, yo nunca pierdo y menos ahora, no me dejare vencer por un vil demonio como tu, y una vez que admitas frente a mi estar enamorado, me burlaré despiadadamente por haberme querido engatusar con tus mentiras.
...
-Ya vera bochan, perderá, y eso le pasará por orgulloso, ya tengo ganas de verlo humillado ante mi admitiendo su amor y una vez eso pase, me burlaré porque usted no me creyó cuando le dije la verdad, al fin y al cabo al parecer no siento amor ,yo lo sabia, siento atracción, ya tengo deseos de tenerlo a mis pies enamorado joven amo...Ciel Phantomhive, perderás ante mi.
...
-Perderás Sebastian michaelis...
-Porque yo ¡Nunca pierdo!.-Exclamaron ambos igualmente decididos.
Ambos se dieron cuenta de la lujuriosa guerra que habían comenzado.