Un Perfecto Amor…
- Aaaissh Los mato…los mato…yo los mato… - gritaba el rubio patriarca de la ancestral y noble familia Malfoy mientras daba vueltas por todo el enorme salón como león enjaulado, herido y de pilón hambriento - es que no es posible Cissy - caminaba para un lado y manoteaba, caminaba de regreso y seguía manoteando, y Narcissa veía que ya lo único que le faltaba era escupir espuma por la boca - no es posible, esto es lo único que sacó…no - rectifico - que sacamos al dejarlo unirse a ese maldito mestizo.
- No Lucius, debe de haber una muy buena explicación a esto… - dijo una muy afligida madre - seguro que la hay… - lo miro como si le hubieran salido un par de cuernos a su esposo y volvió a preguntar - ¿estás seguro que… - pero su marido ya no la dejo terminar de hablar.
- No, no la hay…la única fecha que conozco que se hacen fiestas de disfraces es en Halloween - el pobre hombre estaba que se quedaba calvo de tanto que se jalaba los cabellos, estaba furioso - y claro que estoy seguro, además ellos iban a una fiesta formal - grito enojado y muy desesperado - y ni estoy ciego, ni estoy loco…aunque por lo que me doy cuenta es lo único que tu hijo busca… - suspiro, deteniéndose como si no supiera que hacer - volverme loco - miro detenidamente a su esposa y cometió el error garrafal de culparla - ¿ya ves? es lo único que lograste al consentirlo tanto, mira ahora en lo que sea convertido tu hijo - le grito a su esposa.
- Aaah no, a mi no me vas a echar la culpa - le devolvió el grito la rubia encarándolo - esto es por tus malditas manías de querer ser tan perfecto, además qué…cuando te conviene si es tu hijo, y cuando te avergüenza como ahora “según tu” entonces si es mi hijo… - no, si la rubia no se dejaba y le respondía al mismo tono - pues no, así que dime… ¿Cuándo será nuestro hijo, eh… cuando?
- Cuando…cuando…cuando deje a…a…ese - se atrevió a decir el rubio.
- “Ese” - dijo la rubia ya muy enojada - como tú lo llamas, logro sacarlo de ese maldito pozo que era su depresión, después de la maldita guerra en la cual “querido” - le dijo muy sarcástica - tu estuviste muy activo participando, ¿o es que acaso ya lo olvidaste, amor? “Ese” como tú lo llamas logro lo que muchos medimagos y psicomagos a pesar de la maldita gran fortuna que te sacaron no lograron hacer nada, “ese” - le apunto con el dedo - como tu lo llamas nos devolvió a nuestro hijo… ”ese” como tu lo llamas hace muy feliz a tu hijo como nadie en su vida logro, así…que llámalo por su nombre, por que… que a ti no te guste a quien le importa… a nadie, pues el que vive con él es tu hijo…no tú - dijo resuelta a dar la cara por su hijo y por su pareja - además mi hijo es perfecto.
- Aaaissh… - de pronto se dejo caer en un sillón, cubriéndose al rostro con ambas manos en forma derrotada frente a su esposa…dejo escapar un largo suspiro y ya más calmado dijo - ¿sabes que es lo peor de todo esto Cissy?
- No…tú dime - dijo acercándose a su esposo y parándose frente a él, de forma retadora.
- Que por un momento me hizo viajar al pasado… - dijo de forma nostálgica.
- ¿al pasado? - se extraño la rubia - no entiendo… ¿Qué quieres decir, amor? – ahí la rubia dejo el coraje a un lado.
- Si… - dejo escapar un muy largo suspiro y descubriendo su rostro, bajo sus manos, dejándolas caer en medio de sus piernas mientras se dejaba caer sobre el respaldo del sillón, al mismo tiempo que levantaba la cabeza buscando su mirada - ¡por Salazar! Cissy es…es… - le costaba decirlo, pero no pudiendo evitarlo medio sonrió al hablar - es idéntica a ti…
- ¿en serio? - se sentó la rubia junto a su marido comenzando a dibujársele una sonrisa en su bello rostro - ¿muy parecidas o idénticas? - pregunto con curiosidad.
- Son…idénticas, a la edad que tenias ahí y que ahora tiene tu hijo - sonrió a su pesar - tanto que ganas me dieron de ir a darle un abrazo y un beso…
- ¡Lucius! - dijo la rubia sonriendo muy orgullosa.
- Es verdad… - miro a la nada mientras le describía a su esposa lo que había visto - con ese cabello rubio radiante tan largo, un poco más largo que el tuyo, tus mismas facciones…fueron solo unos segundos, pero… - la volteo a ver y le sonrió - Cissy es…es tu viva imagen, cualquiera diría que…o tuviste una hija de la cual nadie esta enterado o que tienes una hermana pequeña que bien podría ser tu gemela…bueno, le faltan un poco de tus curvas, pero como te dije, a la edad que ahora tiene tu hijo, es tu vivo retrato… - suspiro - pero por eso precisamente es que pasaría por tu hermana o hija pequeña…
- Pero amor… yo siempre he pensado que al que se parece es a ti - mientras le tomaba una mano con amor.
- Si…y eso pensé yo también…claro, como hombre - le sonrió - pero como mujer es… es…vaya mujer, es idéntica a ti…es simple y sencillamente… perfecta…
- Lucius…quiero ir a verlo - dijo la rubia nostálgica.
- ¡No! -dijo el rubio de pronto soltándola y levantándose de su asiento regresando a su actitud anterior - si regreso a Londres, soy capaz de…de…de matarlos a los dos.
- Pero… - comenzó la rubia - Lucius, quiero ver a mi hijo…lo extraño…
- Te lo mostrare en el pensadero… - dijo muy enérgico - si ese es tu deseo.
- Pero yo quiero verlo personalmente - dijo haciendo muecas de puchero la rubia.
- Dije que no - se le planto enfrente muy decidido - y es mi última palabra.
&&&&&&&&&&&
La familia Malfoy partió a Francia al terminar la guerra, donde estando allá, el más pequeño integrante de la pequeña familia entro en una gran depresión, tan profunda que al parecer no tenia retorno, el chico había vivido en carne propia los horrores de la maldita guerra, marcando sus sentimientos muy profundo, hasta que en una ocasión estando allá, sufrieron un ataque de algunos renegados mortífagos que aún quedaban, y los cuales querían vengar la muerte de “su señor”, ya que consideraban traidores a los rubios, debido a eso, el auror encargado del caso tuvo que realizar el viaje de Londres a Francia varias veces, debido a ese viaje el auror asignado tuvo que hacer varias visitas a la rubia familia y en la cual poco a poco comenzó a tratar de a poco al chico, comenzando así una buena amistad que nunca pudieron disfrutar en el colegio, poco a poco el auror Harry Potter de grandes ojos verdes como dos esmeraldas comenzó a tratar al rubio Draco Malfoy de fríos ojos grises como la plata pura, y al darse cuenta de que se sentían atraídos uno por el otro comenzaron una relación, si…una relación que al principio no le gusto al matrimonio, pero al ver que su único hijo volvía a tener ese gusto por la vida, esas inmensas ganas de vivir nuevamente, consintieron en ella, hasta que por decisión de Draco que decidió seguir a Harry, se fueron a vivir definitivamente a Londres, donde el moreno tenia su fuente de trabajo, el rubio decidió seguirlo y juntos como pareja se fueron a vivir solos a Malfoy Manor.
El tiempo seguía su curso y cuando se dieron cuenta ya llevaban viviendo juntos por tres años, mientras los padres del chico rubio se habían quedado viviendo en Francia, pero el matrimonio Malfoy eran muy pocas las veces que habían viajado a Londres después de su salida del país, eran muy raras y esporádicas sus visitas a la joven pareja, las visitas a Francia las hacia la pareja de chicos.
Pero en esa ocasión, Lucius que a veces daba su ayuda al ministerio francés necesitó viajar a Londres por cuestiones de algún asunto con el ministerio ingles y con carácter de urgente, en esta ocasión no le dio tiempo más que de avisarle a su esposa y partió sin demora.
Llegando a Londres temprano y yéndose directamente a visitar al ministro ingles, quien lo despidió rápido por cierto compromiso que ya tenia, el rubio decidió pasar rápido a la mansión, llego en lo que era la tarde noche, acababa de regresar del ministerio y estaba más que cansado, entro por la chimenea a la gran sala de la mansión Malfoy y casi, casi arrastrando los pies fue a sentarse a un enorme sillón, que estaba frente a la enorme chimenea, ahí estaba pensando aún si llamar a un elfo y pedirle alguna bebida o partir inmediatamente a Francia, había sido poco tiempo pero extrañaba a su esposa, no quería saludar a su hijo y a su yerno porque sabia que eso le llevaría más tiempo, y no seria justo para Narcissa, estaba pensando en regresar en algún tiempo más adelante en algunas vacaciones.
Eso estaba pensando cuando vio pasar a una fina rubia despampanante, de larga y lacia cabellera rubia platinada, vestida muy elegantemente de vestido de noche y con tacones altos, muy alta, de figura estilizada y formas muy suaves y delicadas…por un momento pensó que era su esposa, y se quedo sin aliento cuando la hermosa chica de caminar sinuoso paso junto a él…yendo directamente hacia la chimenea con rapidez, y como si vivieran todos juntos la rubia lo saludo…
- ¡hola papá! - y sin voltear siguió su sinuoso caminar hasta el conducto que era este y que servía como medio de comunicación y calefacción al mismo tiempo.
No acababa de recuperar ni siquiera el respiro cuando vio que un hombre alto, de cabellera oscura y rebelde pero eso si, vestido muy elegantemente, que prácticamente pasaba corriendo y diciendo al mismo tiempo cargando algo en las manos, dirigiéndose a la rubia que en ese momento entraba a la chimenea tratando de arreglar una pulsera en su delicada muñeca y apresurándose a entrar con ella…
- Cariño se te olvida tu bolso y tu abrigo - paso como rayo y diciendo al igual que la rubia un saludo, dijo - ¡hola Lucius! - y sin decir ni una palabra más entro en el mismo momento que la rubia lanzaba los polvos flú y desaparecían los dos al instante.
- Mmm…ese es Potter… - delibero un segundo, lo reconoció por ese cabello imposible de doblegar - por un instante pensó que este desgraciado engañaba a su hijo con una chica en su propia casa, pero desecho la ideal al recordar el saludo que esta le dio al pasar junto a él… - y fue un… ¡hola papá!...
Fue en ese mismo instante que reaccionando, abrió los ojos como platos y comenzó a boquear como pez fuera del agua, y entonces maldijo en todos los idiomas que conocía, al darse cuenta que en el preciso instante, en que la elegante pareja desaparecieron por la chimenea reconoció en esa despampanante rubia a…a su hijo… Draco…
Como resorte se levanto del asiento pero le fue imposible caminar, ni siquiera pudo moverse un milímetro, así que se dejo caer nuevamente en el mismo sillón…y entonces… espero…y espero…y espero…y siguió esperando…
Pero esa noche la distinguida pareja no regreso…así que ya entrada la mañana, decidió regresar a su casa en Francia al lado de su esposa, así fue que desalentado, enojado y más que nada, completamente desconcertado, saco el traslador que llevaba en su bolsillo y en ese mismo instante desapareció de ese enorme salón…
Y así fue como llego a su casa, entro como ráfaga en la habitación donde lo esperaba muy preocupada su esposa, pues como no llego en toda la noche y luego, pues…sin avisar.
- Querido… - se levanto a recibirlo, abrió los brazos para darle un abrazo, pero el rubio paso de largo, ignorándola, yendo directamente al baño…esta acción descoloco a la rubia y lo siguió, pues este había dejado la puerta abierta - ¿querido, sucede algo malo? - la rubia estaba realmente preocupada así que insistió - ¿ocurre algo malo en el ministerio ingles? - se puso pálida al instante al intuir inmediatamente algo ocurrido relacionado con su hijo - ¡oh por Salazar! pasaste a la mansión… ¿Cómo esta mi hijo… esta bien? Vamos Lucius habla… - lo presionó - ¿Qué le pasa a mi hijo?
- Tu hijo… - suspiro saliendo del cuarto de baño secándose la cara que se la había lavado para despejarse, pues no había dormido en toda la noche esperando a que esa extraña pareja regresara a la intimidad de su hogar - tu hijo… - repitió, y ahí fue cuando como loco comenzó a pasear por toda la habitación, intrigando aún más a la rubia - será más bien tu hija… - grito exasperado.
- ¿mi hija? - se le quedo viendo como si viera a su marido convertirse en El Que No Debe Ser Nombrado - espera Lucius… ¿Cuál hija?
- Tu hijo… - suspiro mientras cerraba los ojos pensando como decirle que su hijo, su perfecto hijo, no conforme con ser homosexual, ahora se había hecho la operación jarocha o sea…cambiado de sexo - tu hijo no conforme con…con ser homosexual, ahora… ahora… - respiro muy hondo - también es…transexual…
- Mi hijo es trans…que? - dijo la rubia sin entender que decía su marido…
- Si…tu hijo ahora es transexual… - grito furioso - o travestí…
- ¿Mi hijo es…transexual? ¿Y tu como sabes eso Lucius? - dijo la rubia sin saber que decir o que pensar o de plano… que sentir…
- Bueno… pues ya no sé si no es homosexual o transexual o es travestí…pero algo es…definitivamente algo es… - grito mientras comenzó a dar vueltas por la habitación.
- Pues si no me explicas de que hablas, pensare que viajar tanto ya te trastoco el cerebro…
- No, fui a la mansión y… - se detuvo y cerro los ojos suspirando - y ahí vi a tu hijo… vestido de mujer, y al parecer iban a una fiesta muy elegante, porque ella iba de vestido de noche y el iba de…etiqueta…
- ¿ella? - lo miro entrecerrando lo ojos - ¿Lucius estás seguro?
- Sí, era ella… tu hijo… era… - suspiro comenzando a enojarse nuevamente - era ella.
- No… - dijo la rubia tratando de recobrar el aliento - estás bromeando.
- Si, estoy bromeando… - le dedico una mirada que hizo que la rubia dejara de respirar por un momento - ¿acaso ves como me estoy riendo? - inhalo muy fuerte - tu hijo llevaba un vestido negro con un gran escote en la espalda…y muy pronunciado por cierto.
- Un vestido negro… - murmuro la rubia - ¿y como le quedaba?
- ¡Narcissa…por Salazar! ¡compórtate! - grito el rubio casi fuera de sus casillas de nueva cuenta - lo que no entiendo es…como Potter la dejo usar un escote así…iba…
- ¿si…? - dijo la rubia sonriendo esperando por más información.
- Iba… enseñando casi…todo… - dijo muy alterado el rubio al recordar el escote en la espalda de la chica - no se como Potter la dejo vestir así…y además iba… enseñando todas las piernas… - dijo escandalizado como todo buen padre - aunque déjame decirte que mi hija se veía muy bella… - reacciono - pero es que…¿acaso no sabe lo que es el decoro? - suspiro - ¿y… y lo que eso provocara? - dijo preocupado.
- Oh entonces se veía hermosa… - dijo con una mirada boba y una sonrisa soñadora.
- ¡Narcissa compórtate! - la reprendió su marido
- ¿Por qué Lucius? - dijo con una sonrisa soñadora - los dos son muy jóvenes y además, siempre quise tener una hija aparte de Draco…y tú lo sabes bien – eso fue el detonante para que el rubio gritara de nuevo levantando los brazos al cielo todo histérico.
- Aaaissh…Los mato… los mato… yo los mato…
Y así fue como el patriarca de la familia Malfoy termino despotricando contra la joven pareja, intentando calmar sus ansias homicidas…