Zero quedó con los ojos en blanco y la quijada tocándole las rodillas. Vio el extraño movimiento de caderas y sintió devolver el desayuno cena y almuerzo del día anterior. Y así, con la sensación de huevos, patatas y más huevos; comenzó a huir de forma sigilosa agitando los brazos al aire, chillando y derrumbando casi todo lo que se encontraba en su camino (Y lo que no también lo tiraba al suelo). En poco tiempo solo se podía observar la pequeña estela de humo y escombros que dejó tras la carrera.
[…]
Yuki lo observó con la quijada a la misma altura que él hace un rato, no creyéndose aun lo que escuchó unas ocho veces según su conteo mental. Se encajó la mandíbula con los ojos aún muy abiertos.
-¿En pelotas?- Preguntó de nuevo.
Zero asintió, frunciendo el ceño.- Según Kaien me necesitaba para no-se-que-mierda y cuando llego me lo encuentro allí…En… En… Pues en pelotas Yuki.- Su cuerpo se estremeció. Fue una vista tan extraña como traumática, él sabía que desde hace algún tiempo había tenido problemas con “eso” mismo, pero no creyó que ver a Kaname así le afectaría tanto.
-¿No crees que exageras?- La pequeña sonrió divertida. Sabía que Zero aun no superaba ciertos episodios de su vida pero eso era ridículo.- Fue solo… verlo en pelotas.- La frase le causaba risa.- No pasó nada más… ¿O sí?- Inquirió.
Zero tosió, ese comentario no le había gustado.- ¡No preguntes ese tipo de cosas en estos momentos!- Gruñó.
-Ya pues.- dijo ella entornando los ojos.- ¿Acaso verlo en pelotas es tan grave?- Pero no necesitó de la afirmación a esa pregunta.
-Tu no entiendes Yuki, era grande.- Gesticuló con las manos.- Y él como si nada se pasaba con ella, ¿Además por qué lo hace, es un tipo de fetiche que se carga?, parecía un puñetero Arlequín con un gran…
-Ya.- Le cortó cubriéndose la cara con las manos por la frustración.- Deja de compararlo con toda una cuadrilla cirquera, no es ningún payaso.
-No por ahora…
Se mantuvieron unos minutos en silencio antes de que Yuki lo rompiese con una curiosa pregunta.
-¿Qué tan grande era?
Zero no supo que decir, lo meditó unos segundos y luego fijó con sus manos el tamaño que recordaba la tenía. Yuki boqueó incrédula.
-¡¡Tan grande así!!- Chilló.- ¿Cómo ha podido esconderla de mí?- Preguntó en un susurro aunque Zero lo escuchó mirándola con los ojos muy abiertos.- No me mires así que seguro y tú también te lo preguntas.
-Bueno, sí… Pero yo por otras razones.- Arqueó una ceja.
-Mierda, pero la última vez que le vi así… Era más pequeña.- dijo la chica rascándose la cabeza.
-¿La viste antes?
-Un par de veces, pero nunca tan grande…- Frunció el ceño.- Dos posibilidades, o le creció la que tenía antes o se compró uno nuevo.- Cabeceo.- Aun así pienso que tu reacción es exagerada.
-Yuki, no pienses que te hace daño.- Se burló.
Caminaron por los pasillos mientras Zero seguía insistiendo a Yuki que eso no era “normal” y que debía ver a un psicólogo con urgencia.
-Vaya traumas los tuyos.- Dijo la pequeña.- Mira, allí esta Takuma-sempai, pregúntale si él ya ha visto a Kaname, así sabrás que tu reacción es muy exagerada. ¡¡Takuma-sempai!!
-Yuki… Kiryuu, ¿Necesitan algo?- Preguntó sorprendido de verles a ambos en horario de clases fuera de los salones.
-Anda dile.- Dijo Yuki.
-Ah no, tu querías preguntar hazlo tú.
-De acuerdo.- Se encogió de hombros.- ¿Tú has visto a Kaname andar en pelotas?- Directa.
El chico rubio la miró sin comprender muy bien la pregunta a lo que quiso asegurarse bien.- ¿En pelotas?
-Si.- Asintió.- ¿Le has visto?, y si la respuesta es sí, ¿Qué tal te pareció?
Takuma se lo pensó un poco y luego sonrió.- Ahora que lo recuerdo si lo he visto algunas veces, tiene esa extraña manía de andar en pelotas por los pasillos del dormitorio de la luna, aunque normalmente procura hacerlo cuando nadie está, ¿Por qué la pregunta?- Miró con curiosidad a Zero.
-¡Vez! Te dije que era un tipo de fetiche que tiene.- Zero se cruzó de brazos.
-¿A poco me dirás que no te entretuvo mirarlo un rato, Kiryuu?- Preguntó divertido al ver la reacción del prefecto.
-Pues algo, pero igual no quita lo raro que era verlo andar en esa pelota, digo, ¿Cómo mantiene el equilibrio?
-Podrías solo preguntarlo.- La voz ronca de Kaname hizo que los tres vampiros dieran un brinquito de la sorpresa.- Es más fácil de lo que se ve.
-K-Kuran, yo…- Se mordió la lengua sonrojado al verse descubierto hablando de él. Giró para retarle con los ojos pero la boca de le cayó al suelo al ver la misma escena que hace un rato.- ¡Yuki!, dile a ese vampirito que deje de hacer eso, ¡Me perturba!
Yuki sonrió.- Eres un niño, Zero. Hermano, ¿Me enseñaras a andar en las pelotas así como tú?- Preguntó curiosa observando el rostro pálido de su amigo.
-Claro Yuki.- Kaname estaba de cabeza sosteniéndose en una mano sobre una gran pelota de playa, con destreza mantenía el equilibrio mientras que se desplazaba hacia adelante con la ayuda de otras de igual tamaño y así repetía el proceso.- ¿Y tú, Kiryuu?- Preguntó con una felina sonrisa.
-No.- Se cruzó de brazos.- Solo los fenómenos pueden andar en pelotas de playa de cabeza.- Dijo con un tono cortante.
-No sabía que el hecho de que ande en pelotas por la escuela te fastidiara.- Contestó.- De haberlo sabido antes lo hago frente a ti todo el tiempo.- Saltó con la mano de una pelota a otra.
A Zero se le tintaron las mejillas de rosa y se fue indignado. Maldito Kaname, ¿Cómo coño podía andar tan fresco en pelotas de playa cuando él aún no ha superado su trauma con ellas? Maldito y más maldito vampiro chupador de pelotas.
Por si alguien se lo pregunta, Kaien es responsable del trauma de Zero… Pero eso es otra historia.
Fin