Habían pasado ya tres días después del último ataque. Para aquel entonces Thor ya estaba tranquilo, pero Loki no, no podía estarlo. Cualquier mínimo ruido le tensaba el cuerpo y por las noches se despertaba con la respiración agitada recordando cada fragmento de las pesadillas que atormentaban su mente. Sombras, rocas, sangre, dolor. ¿Cuánto más duraría esa insufrible tortura?
Thor se despertó y mientras se estiraba observó a su hermano que reposaba en la cama de al lado. Loki no había consentido dormir con él como el primer día. Según él, Thor lo había metido allí mientras estaba débil y no pudo negarse. Lo encontró como de costumbre, sentado en la cama y dándole la espalda con la mirada baja.
-Buenos días hermano
-Buenos días Thor
Se hizo el silencio, como de costumbre. Thor se levantó de la cama y se dispuso a arreglarse para ir a almorzar cuando el moreno le llamo la atención:
-Thor
-Dime, que ocurre?
-Cambia me el vendaje de las muñecas, me duelen con las manillas, no puedo más. Por favor
Thor se sonrió. Des de que su hermano había vuelto a casa, su carácter empezaba a templarse. En sus mejores fantasías, volvía a ser el chico de siempre, antes de caer por el Biefrost.
Cada mañana almorzaban con sus padres y luego Thor se iba a entrenar o iba con su padre a ocuparse de asuntos reales o en el aprendizaje de cómo hacer las tareas de un rey antes de acceder al trono. Loki pasaba el mayor rato de su tiempo observándolo en el entrenamiento o estando cerca de él por si era atacado. Si no estaba con Frigga, quizá la única que le comprendía y le amaba o lo había hecho.
Se sentaban en una de las habitaciones preferidas de ambos. Amplia, cálida y tranquila. A veces el moreno pensaba que a Thor y Odin se les prohibía la entrada. Dentro la habitación había un estante con libros, los que más les agradaban, una mesa con dos sillas donde podían merendar tranquilamente mientras hablaban amenamente mirando por el balcón el hermoso jardín de flores de la reina. Era un lugar mágico.
En un rincón de la sala, había una tumbona donde Loki podía dormir plácidamente bajo la protección de Frigga y sus caricias. No sabría que haría sin ella. En algún momento que otro, el moreno siempre acababa allí durmiendo, después de explicarle cada pesadilla a la reina, que lo relajaba con suaves palabras y luego lo observaba como dormía.
Thor le cogió las muñecas y Loki escondió un gesto de dolor. Le quito las manillas y el vendaje Loki no había vuelto a utilizar sus poderes des de que llegaron. Thor se puso nervioso la primera vez que se las quitó, pero no ocurrió nada, asi que no se molestaba en advertirle.
El moreno se froto con cuidado las partes adoloridas, que estaban rojas de tanto roce. Las vendas hacían que las esposas le apretaran bien las muñecas, peor al menos lo protegían para que la herida no fuera a peor. Le volvió a poner las esposas y se fueron a almorzar como siempre.
Padre se dirigió a él directamente por primera vez des de que estaban allí. Le llamó por su nombre y el menor le dirigió la mirada sin decir nada.
-Loki, he podido comprobar estos días que des de que llegaste te has estado comportando. Se que tienes todavía graves heridas de la batalla donde, aunque este mal decirlo, estoy orgulloso de que pudieras plantarle cara a tu hermano y a las mas poderosas fuerzas de la tierra- Thor se molesto en oírle decir eso, pero no abrió la boca- como muestra de confianza, decreto que a partir de ahora se te quiten las esposas, pero retirare tus poderes temporalmente- Loki se estremeció al oírle decir eso. …l sin sus poderes? Y con la amenaza de muerte por todos lados? Realmente sintió ganas de llorar. Quitarle sus poderes era como quitarle la propia vida. Pero no protestó, ese gesto ya era demasiado por parte del padre de todos- cuando demuestres arrepentimiento, confianza y fidelidad me planteare tu libertad.
-Gracias padre
Todos se quedaron atónitos con ese comentario. Le había llamado padre a Odin? Frigga no pudo evitar emocionarse y Thor mostró una enorme sonrisa. Loki se levantó y fue hacia uno de los guardias para que le quitaran las ligaduras que tanto odiaba de sus muñecas. Luego volvió a la mesa y no volvió a hablar más.
Al acabar de comer, Odin se levantó y Loki se puso delante de él arrodillándose. Odin puso sus dos manos sobre su cabeza y al cabo de unos instantes un seguido de pequeñas lucecillas brillantes de color verde empezó a salir del moreno para ser reunidas en una enorme esfera entre las manos de padre de todos.
-Guardaré esto en un lugar seguro- y se retiró llevándose la esfera de su poder. Ahora se encontraba cansado, devastado e indefenso.
El resto del día pasó sin más. Loki se atrevió a pasearse un poco por el palacio. Luego se reunió con su madre y merendaron, y como siempre, acabo en la tumbona explicándole otro de sus horribles sueños a su madre.
-Que ha sido esta vez querido?
-Estaba en la habitación durmiendo junto a Thor cuando algo frio me caía en la cara. Me despertaba y miraba que era. Era una gota de un líquido negro, como la sangre de los chitauri. Miraba hacia el techo y horrorizado veía que todo el techo goteaba ese líquido mientras unas formas empezaban a emanar de él. Corría hacia Thor y le zarandeaba chillando que se despertara pero no lo hacía y estaba muy pálido, me giré y algunas formas ya se acercaban a la cama. De pronto Thor me ponía la mono en el hombro, pero no era él, era uno de ellos y empezaba a desfigurarse convirtiéndose en uno ellos. Y me absorbían madre, me absorbían hacia la oscuridad…-Frigga notó que estaba a punto de llorar y lo calmó.
-Tranquilo hijo ya paso, solo fue un mal sueño, tu hermano y yo siempre te protegeremos, incluso tu padre, aunque no quiera admitirlo…
-Pero madre que pasa entonces con ustedes? Y si le hicieran daño a Thor por mi culpa?- una lagrima corrió hasta su quijada donde Frigga la recogió. Esta lo abrazó y le dio un beso.
-Tranquilo hijo, todo estará bien, ya lo veras…- Frigga le cerró los ojos con la mano y automáticamente se quedó dormido gracias a un hechizo- Odio hacerte esto, pero es la única forma que encuentro para que tu alma atormentada pueda tener un poco de paz…
Unos segundos después picaron a la puerta y entro una doncella:
-Mi señora, padre de todos requiere su presencia
-Ahora no puedo, estoy cuidando de mi hijo
-Me dijo que era de vital importancia… de SU vital importancia
Frigga se extraño y dejando otro beso en la frente del moreno. No quería dejarle solo bajo ninguna circunstancia, pero para las palabras de Odin… tenía que ser algo importante.
-Manda a alguien para que vayan a buscar a Thor
La chica asintió y ambas salieron de las sala dejando al dios plácidamente dormido.
Al cabo de unos instantes la luz que entraba en la habitación disminuyó, una brisa fría empezó a bufar acabando con toda la tranquilidad y bienestar. Las hermosas rosas y otras flores empezaron a rezumar un liquido negro espeso. Volvian a atacar. Loki seguía durmiendo y estaba solo. La oportunidad que esperaban.
De todo el liquido se erigió una figura que poco a poco se fue definiendo y se acercó hasta el moreno. Ya frente a él, rápidamente le golpeó clavándole las largas uñas en el estomago despertándolo de golpe y sin respiración. Loki consiguió rodar hasta el suelo y a cuatro patas en el suelo, intento recuperar el aire. La figura avanzó tranquilamente hasta el mientras oia como gemía del dolor y lo agarró del cuello sosteniéndolo en el aire por este. Loki automáticamente llevo sus dos manos al agarre y con la boca abierta reclamaba todo el aire que podía. La figura apretó más su cuello y de su mano salieron unas finas líneas que penetraron por la piel del dios el cual dejo inconsciente.
Cogió al dios por la cintura y tranquilamente se acercó al ventanal por donde salió. Avanzaba por el patio de rosas secando a cada uno de sus pasos, pronto llegarían al portal donde los esperaban los demás.
Thor entró a la habitación y se aterrorizó al no ver a su hermano en la tumbona. Rápido encontró el rastro de aquel ser y salió corriendo detrás de él tan rápido como pudo. Al cabo de poco los localizo. Loki era transportado por el ser que había dejado esas marcas. Iba muy despacio pero a diez metros suyos había un portal hacia otra dimensión.
Thor hizo girar su martillo y salió volando directo hacia el raptor atravesándolo con el martillo y haciendo que se desvaneciera el moreno había caído al suelo. E portal se desvaneció en ese mismo instante y el príncipe rápido fue a comprobar como se encontraba su hermano, el cual seguía inconsciente. Una oleada ardiente de ira se apoderó de él. Tenía ganas de destruirlo todo. Miro al moreno, el cual seguía en la misma posición y respiro hondo, tranquilizándose.
“Lo llevaré con madre” pensó y muy cuidadosamente lo cargo en brazos hasta el palacio. Llegaron a la habitación del mayor y lo estiró en la cama. Se sentó a su lado y le sostuvo la mano. Frigga no tardo en llegar.
-Lo siento tanto hijo mío.. Perdóname…-decía la mujer entre lagrimas- no debí dejarte solo..
-Tranquila madre, no tenias otra opción la calmo el mayor- lo tenéis listo ya?
-Si -dijo la reina ya recuperada- pero recuerda lo que te he dicho…
- Sí, solo él puede activarlo- y ambos pusieron la mirada sobre el menor que yacía sobre la cama, esperando ansiosos a que despertará para ver como se encontraba.
La noche cayó y seguía sin despertarse. Ambos se preocuparon. Si a la mañana siguiente no despertaba, empezarían a hacerle pruebas.
La luz inundaba la habitación cuando sus ojos se abrieron. Como si hubiera estado durante horas en un trance, Loki se quedo mirando absorto el blanco techo, luego se incorporó y miró a ambos lados. En un sillón un poco alegado, a su derecha, se encontraba su madre que dormía con un libro en las manos. A su izquierda justo en el borde de la cama había una melena apoyada sobre la cama que roncaba algo cansada. Thor y Frigga habían velado por el toda la noche. Poco a poco los recuerdos del día interior fueron inundando su cabeza. Se estremeció al recordarlo y solo fue capaz de ponerse a temblar.
Thor se dio cuenta y ya más feliz y tranquilo le dio los buenos días.
-Empezaba a preocuparme – el menor solo pudo sonreír.
-Te ves cansado
-No es nada
-Por favor… duerme aquí ahora conmigo
Thor no podía creerlo. Se quitó las botas y se metió en la cama junto con su hermano que se hacía a un lado. Siempre con su instinto protector, el rubio pasó un brazo por detrás de Loki y lo abrazó fuerte contra su pecho. Este solo sonrió. Thor besó su hermoso cabello y se acomodo.
-Duerme…
-Si
Y ambos se quedaron dormidos poco después. Más tarde, Frigga se despertó y con lágrimas en los ojos contemplo como estaban sus hijos: justo en la misma postura que de pequeños. Thor abrazaba fuerte al menor y este tenía una mano sobre su tórax dando se espacio y mostrando aprecio de igual forma. Sin hacer ruido, salió de la habitación y cerró la puerta, dejando a sus dos pequeños dormir tranquilos durante un tiempo.
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