Si pudieran entender lo que siento, si pudieran tratar de ponerse en mi lugar, si supieran de qué hablo, si me entendieran de verdad, si tú fueras yo... Si tan siquiera tú me comprendieras...
Duele. Tanto física como psicológicamente. Duele que una persona a la que aprecias y quieres sea la causante de todo aquello que te lastima, que hace que tu corazón duela y que tu pecho no deje de llenarse un sentimiento extraño, nada reconfortante.
Agonía, descarada agonía.
Te deja moretones que quizá terminen, con el tiempo, siendo cicatrices, de esas que no terminan de sanar y se vuelven a abrir cuando menos te lo esperas o incluso cuando se les da la gana, haciéndote sentir cada vez más miserable. Y ese es un sentimiento, que sólo te hunde más y más... Pensando y reflexionando sobre tus razones de vivir.
...
¿Por qué él?
...
¿Por qué tuvo que cambiar?
...
Con cada movimiento de mi cuerpo lo siento, siento los punzantes dolores de mi piel adolorida y de aquellos golpes, golpes de una persona a la que estoy ligado permanentemente. Alguien que a pesar de hacer tanto daño, provoca un fuego en mi pecho, haciéndome querer estar con él abranzándole, dando todo de mí mismo, hasta lo imposible... Como si de verdad se lo mereciera.
A veces me gusta pensar en una paralela idea en la que llegamos a ser felices juntos. Quizá con el tiempo esto que vivimos mejore, quizá si soy más bueno en el sexo o más obediente eso cambie, quizá si le satisfago más me querrá de verdad, quizá... Pero atormeta que las cosas no sean así.
Rememorar ese último momento en el que me dejó así es algo inevitable, principalmente porque sigue doliendo y, a pesar de que los golpes dejaron secuelas de color morado en mi piel, el daño mayor fue en mi corazón, en mi pecho, teniendo como consecuencia heridas que tal vez no se curarán.
Sigue doliendo, pero voy a soportar. Y todo esto lo hago por ti, la persona con la que decido estar.
Ojos hinchados y rojos adornan mi cara, pero no se compara con todo eso que siente mi ser.
Sonará muy cobarde decir que lloro, pero no es lo mismo cuando el dolor interior es así de grande, porque te sigo amando como al principio, YongGuk, cuando eras bueno conmigo, cuando me enamoraste con tu caballerosidad y tu inclinación por el arte; aunque sé que esa parte de ti se ha esfumado, tengo la esperanza de que algún día regresará. Eso es lo que me hace seguir haciendo caso omiso a mi dolor.
Porque soy todo tuyo, mi amor. Yo, HimChan, tuyo, por siempre.
***
Si pudieran entender lo que siento, si pudieran tratar de ponerse en mi lugar, si supieran de qué hablo, si me entendieran de verdad, si tú fueras yo... Si tan siquiera tú me comprendieras...
Duele. Tanto física como psicológicamente. Duele que una persona a la que aprecias y quieres sea la causante de todo aquello que te lastima, que hace que tu corazón duela y que tu pecho no deje de llenarse un sentimiento extraño, nada reconfortante.
Agonía, descarada agonía.
Te deja moretones que quizá terminen, con el tiempo, siendo cicatrices, de esas que no terminan de sanar y se vuelven a abrir cuando menos te lo esperas o incluso cuando se les da la gana, haciéndote sentir cada vez más miserable. Y ese es un sentimiento, que sólo te hunde más y más... Pensando y reflexionando sobre tus razones de vivir.
...
¿Por qué él?
...
¿Por qué tuvo que cambiar?
...
Con cada movimiento de mi cuerpo lo siento, siento los punzantes dolores de mi piel adolorida y de aquellos golpes, golpes de una persona a la que estoy ligado permanentemente. Alguien que a pesar de hacer tanto daño, provoca un fuego en mi pecho,haciéndome querer estar con él abranzándole, dando todo de mí mismo, hasta lo imposible... Como si de verdad se lo mereciera.
A veces me gusta pensar en una paralela idea en la que llegamos a ser felices juntos. Quizá con el tiempo esto que vivimos mejore, quizá si soy más bueno en el sexo o más obediente eso cambie, quizá si le satisfago más me querrá de verdad, quizá... Pero atormeta que las cosas no sean así.
Rememorar ese último momento en el que me dejó así es algo inevitable, principalmente porque sigue doliendo y, a pesar de que los golpes dejaron secuelas de color morado en mi piel, el daño mayor fue en mi corazón, en mi pecho, teniendo como consecuencia heridas que tal vez no se curarán.
Sigue doliendo, pero voy a soportar. Y todo esto lo hago por ti, la persona con la que decido estar.
Ojos hinchados y rojos adornan mi cara, pero no se compara con todo eso que siente mi ser.
Sonará muy cobarde decir que lloro, pero no es lo mismo cuando el dolor interior es así de grande, porque te sigo amando como al principio, YongGuk, cuando eras bueno conmigo, cuando me enamoraste con tu caballerosidad y tu inclinación por el arte; aunque sé que esa parte de ti se ha esfumado, tengo la esperanza de que algún día regresará. Eso es lo que me hace seguir haciendo caso omiso a mi dolor.
Porque soy todo tuyo, mi amor. Yo, HimChan, tuyo, por siempre.