-¡Bien!, ¡Entonces voy a masturbarme!- Proclamo decidido y entonces… sus ojos se cruzaron con los de alguien que miraba desde la puerta.
-¡Oh, mierda!-Dejo salir como reflejo, justo lo que le faltaba, en la puerta y con un rostro más rojo incluso que su propio cabello, se encontraba una avergonzada Nami que apartaba la mirada.
-La… la puerta estaba abierta-Dijo la chica aun sin mirarlo a los ojos – Yo no vi, ni escuche nada...yo simplemente me preguntaba por qué Sanji-kun había faltado a clases, así que decidí venir…- Nami ni siquiera se atrevía a hacer contacto visual y Zoro se recrimino a sí mismo, ¿Cómo puso haber estado tan distraído como para no haber notado la presencia de la chica?
Una deshonra más a la lista.
-Por favor, soló olvida lo que sea que escucharas- rogó Zoro cubriendo su cuerpo correctamente.
-Yo de verdad no vi nada Zoro- Y al fin la chica se atrevió a mirarlo, aunque en cuanto hicieron contacto visual la expresión en el rostro de Nami cambio.
-¡Zoro!- grito alarmada y corriendo en dirección a donde el espadachín - ¡¿Dónde te has hecho esas heridas?!- Pregunto comenzando a revisarlo de pie a cabeza, como si se tratara del renito en persona.
Zoro de inmediato se alarmo, ni siquiera había notado que estaba herido, pero esa mañana en particular no entendía nada, por lo que no le sorprendería despertar con una herida mortal.
De inmediato se revisó a detalle, pero no encontró nada, nada que no estuviera ahí ya antes -¿De qué hablas Nami?-Pregunto verdaderamente confundido, pero antes de que la pelirroja pudiera dar cualquier explicación, alguien los interrumpió.
-¡Nami!, ¡Zoro!, ¡Son esos tipos de nuevo!- Entro Usopp a la habitación, gritando a todo pulmón, completamente alarmando.
De inmediato la atención de la pelirroja se desvió y detuvo su revisión- ¿Qué?, ¿Dónde está Luffy?-pregunto contagiada de la angustia del tirador.
Zoro que no entendía nada también se alarmo, no sabía que ocurría, pero al parecer era muy malo.
-¡Zoro!, ¡Date prisa y vístete!, ¡Tenemos que ayudar a Luffy y a Sanji!- Y sin pensarlo mucho la chica fue hasta el closet, tomando las primeras prendas que encontró y lanzándoselas a Zoro.
Zoro no lo dudo y en cuanto le fue lanzada la ropa comenzó a vestirse mientras Nami y Usopp salían del cuarto; al parecer Sanji y Luffy estaban en problemas, ¿Un ataque?, ¿Marinos?, para que sus amigos reaccionaran así no podía ser cosa de nada y aun peor, por las palabras de Usopp podía deducir que no era la primera vez.
¿Cuánto tiempo había permanecido inconsciente?, ¿Qué tantas cosas habían pasado en ese tiempo?
Lo último que recordaba era haberse desmallado en la cocina del barco…pero bueno, ya después pediría explicaciones, en ese momento la prioridad era defenderse del supuesto ataque.
A Zoro no le tomo ni un minuto vestirse y salió de la habitación donde Usopp y Nami ya lo esperaban impacientes, de inmediato comenzaron a moverse, con prisa por llegar a algún sitio.
Zoro los siguió y fue cuando por primera vez pudo notar que estaba en una especie de vivienda, no se trataba de un hotel o posada como había creído en un principio.
Siguió caminando y justo antes de llegar a una puerta reconoció una katana que reposaba sobre un mueble, se trataba sin duda alguna de Wadō Ichimonji, por lo que no dudo ni un segundo en tomarla, si los estaban atacando la iba a necesitar.
-Esos idiotas no se rinden-Decía Usopp mientras los 3 bajaban unas escaleras a paso acelerado.
Nami que de verdad parecía angustiada asintió –Deberían dejar en paz de una buena vez a Sanji-kun-Murmuro la pelinaranja y fue entonces cuando Zoro pudo deducir que el problema giraba en torno al cocinero.
Apenas llegaron a la calle y Zoro pudo ver a lo que Usopp se refería. Ahí frente a él se encontraban Sanji y Luffy, peleando con un grupo de hombres con pintas muy raras, ¿Cuántos eran?, aproximadamente unos 10 o 15.
Los hombres no lucían muy fuertes, tampoco muy peligrosos, pero sin duda había algo muy raro en todo eso; Luffy no utilizaba sus gomu gomu no y Sanji no maniobraba hábilmente con sus piernas como de costumbre.
¿Kairoseki?, no tendría sentido, tal vez con eso podrían inhibir los poderes del capitán, pero no tendría por qué afectar al cocinero.
¿Entonces por qué?
Había algo muy extraño en todo eso.
La situación no pintaba bien, a pesar de que los hombres no podían contener al par de chicos, tampoco parecía que Sanji y Luffy estuvieran ganando la batalla, al contrario, ambos parecían agotado e inclusive un poco heridos.
De un segundo uno de los hombres pateo con bastante fuerza a Luffy, provocando que el moreno fuera a dar contra una pared.
En ese segundo el cocinero perdió un poco la concentración y los tipos no perdieron el tiempo, lanzándosele varios encima para someterlo.
Zoro inevitablemente se sintió nervioso, jamás solía preocuparse cuando se trataba del cejillas o Luffy, ambos eran muy fuertes y lo sabía de sobra… pero en ese momento todo su cuerpo le gritaba que tenía que intervenir.
Los hombres consiguieron someter a ambos chicos, los 2 luchaban por liberarse, pero aunque pareciera increíble, no podían contra la fuerza de 5 hombres.
Luego de ver como uno de los hombros le propinaba una buena patada en el estómago a su capitán, Zoro se desesperó, encarándolos y mandando a la mierda toda la precaución que pretendía tener hasta averiguar cuál era la habilidad de esos tipos.
-¡Suficiente!- Grito llamando la atención del grupo de hombres tal y como pretendía, sosteniendo en guardia su espada.
Los hombres lo miraron y más de uno comenzó a reír, él arqueo una ceja.
-Pero si es tu novio, Sanji- dijo uno de los tipos, tomando por el cuello al cocinero, mientras él luchaba por respirar.
Los ojos de Sanji y Zoro se encontraron por un momento y a Zoro le dio un escalofrió, era como si la mirada de Sanji reflejara una desesperación y tristeza que jamás había visto.
-Suéltalos- Exigió dejando ver un poco del filo de su espada, los tipos tenían a sus amigos, así que tenía que apresurarse y hacer algo rápido.
-Lo siento chico verde, pero no puedo hacerlo- Dijo burlón el tipo que aún tenía el cuello de Sanji entre sus manos, apretando un poco el agarre, riendo un poco cuando el cocinero dejo salir un pequeño quejido.
Por alguna razón eso termino incluso más con la paciencia del espadachín, lo cual lo hizo fruncir el ceño.-No era una pregunta-Amenazo de nueva cuenta desenvainando, de inmediato el resto de hombres tomo sus “Armas”, palos, tubos de metal, nada que representara un verdadero peligro.
Zoro seguía confundido, inclusive las auras de esos tipos eran débiles, pero incluso así tenían sometidos a sus amigos.
Decidió dejar de darles vueltas al asunto y tomo su espalda, haciendo un corte en el aire con tal fuerza que la onda afilada viajo hasta una pared, haciendo un corte limpio en ella.
Zoro había hecho tal cosa con intención de dispersar a los hombres, después de todo no podía lanzarse directamente contra ellos, porque sus amigos estaban en medio.
El corte que dio funciono mucho mejor de lo que esperaba, la mayoría de los hombres dejo a sus amigos y salió huyendo y el resto quedaron aturdidos en el piso. Tal como Zoro pensaba, no eran una amenaza.
Fue directamente hacia el hombre que hasta hace un momento tenía a Sanji del cuello, mismo que en cuanto lo vio acercarse intento huir como la rata que era.
Por supuesto Zoro no lo dejo huir y lo tomo del cuello de la camisa, tenía que hacerle un par de preguntas, pues parecía que él era el líder - ¿A dónde crees que vas?, aun no termino contigo- dijo estrellando al tipo contra la misma pared donde habían lanzado a Luffy.
El tipo no dejaba de llorar de miedo, pero aun así Zoro no se contuvo -¡Por favor no me dañes!, ¡Solo seguíamos ordenes!-Rogaba el tipo que apenas y podía hablar.
Zoro no perdió el tiempo y levanto el filo de su espada, acercándolo al cuello del hombre -¿De quién?- hizo la pregunta clave y el tipo aun aterrado se apresuró a responder luego de un par de tartamudeos.
-De…el señor Rei, por favor, déjeme ir- Zoro suspiro, ese tipo ni siquiera valía la pena, el pez gordo era otro.
-Lárgate y no vuelvas- Dijo Zoro soltando al tipo al fin, mismo que salió corriendo en cuanto sus pies tocaron el suelo.
Apenas Zoro se dio la vuelta y Nami y Usopp ya se encontraban revisando al rubio y al capitán, ambos estaban de pie y no parecían encontrarse mal.
-¿Están bien?- pregunto Zoro aún preocupado de que un grupo de debiluchos como esos pudieran con 2 de los miembros más fuertes de la tripulación. Pero Nami rápidamente se apresuró a quitarle todas sus preocupaciones.
-Ambos están bien, soló son algunos golpes y rasguños- dijo la navegante mucho más tranquila y Zoro dejo salir un suspiro aliviado, acercándose a donde Luffy y el cocinero, pero antes de que pudiera decir cualquier cosa, Sanji se lanzó a sus brazos, abrazándole con fuerza.
-Gracias por salvarme- murmuro bajito el rubio y Zoro enmudeció, ¿Sanji estaba dándole las gracias?, ¿Cómo eso podría ser posible?
En cuanto el contacto con su rival sobrepaso su límite, aparto a Sanji todo lo que la extensión de sus brazos daba y desvió la mirada sin saber que decir -¿No hay de qué?- respondió sin estar seguro de que fuera una buena respuesta.
-¡Es verdad Zoro!, ¡Lo que hiciste hace un momento fue sorprendente!- dijo Usopp imitando la postura de Zoro hace un momento, comenzando hacer ruiditos de “cortes”; Luffy comenzó a reír a carcajadas y Zoro se limitó a darle un golpe en la cabeza a cada uno.
-¡Eso no fue un truco, idiota! Y ahora explíquenme, ¿Quiénes eran esos tipos?-Zoro necesitaba respuestas y quería que se las dieran ahora que las cosas se calmaban por un momento.
Por algún motivo ante su pregunta todos agacharon la mirada, en especial Sanji, aunque quien al fin respondió fue la navegante – Lo mismo de siempre, pandilleros enviados por el bastardo de Rei- Dijo la chica con mala cara y Zoro se esforzó por intentar analizar sus palabras.
-¿Quién es Rei?, ¿Fue él quién nos atacó?, ¿Es por eso que no estamos en el barco?- dejo salir más de sus dudas Zoro, pero por algún motivo todos lo miraron confundidos.
-¿Barco? – Pregunto Luffy doblando su cabeza de aquella forma típica de él, esa similar a un ave.
-Sí, ¿Dónde está el Sunny? Y además, ¿Dónde está el resto?-Nadie le respondía y él comenzaba a perder la paciencia.
-¿Resto?- preguntaron los 3 chicos al unísono y Zoro prácticamente quería jalar de su propio cabello.
-¡Sí!, el resto de la tripulación, Robin, Chooper, Franky y Brook, ¿Por qué no están con ustedes?, ¿Dónde están ahora mismo?- Respondió sin poder ser más claro ya, pero de nueva cuenta nadie le respondía.
-¿Te golpeaste la cabeza Zoro?- La primera en hablar fue Nami, bastante preocupada y confundida –Además, aun no me has dicho conde te hiciste esas heridas-
Y ahí estaban de nuevo con las heridas - ¿Cuáles heridas? -Pregunto Zoro harto, ya se había revisado de pies a cabeza y no tena ni un rasguño.
-¡¿Cómo que cuales?!- Dijo la chica molesta –La herida en tu ojo y la enorme cicatriz en tu pecho-
Sanji abrió los ojos a más no poder y forzó su vista, para segundos después sacar unas gafas de sus bolsillos y ponérselas -¡¿Cómo te hiciste esas heridas Zoro?!- Pregunto alarmado, corriendo hasta él, tal y como lo había hecho la navegante hace unos minutos.
-¿De qué hablan?, esas heridas las tengo desde hace años- Respondió Zoro comenzando a ponerse de los nervios, mientras era revisado de pies a cabeza por Sanji.
-¡Yo sé lo que pasa!-Interrumpió Usopp, tomando por sorpresa a todos los presente.
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-¡Y sobre todo tú Sanji!, ¡Me sorprende que accedieras a participar en esta tontería!, de Luffy y Nami no me sorprende, ¡Pero tú!- Grito el espadachín dejando inclusive más confundida a la tripulación -¿Y bien?, ¿Quién les hizo los disfraces?, ¿Usopp?-
-¿De qué mierda hablas estúpida alga?- Sanji comenzaba verdaderamente a molestarse por la actitud de Zoro, ¿Por qué le hablaba de esa forma, como si fuera responsable de algo?
-¡Lo que digo es que eres como un maldito crío!, ¡Ya no estás en edad de bromitas!-Dijo Zoro completamente molesto.
-¿A quién llamas crío marimo de mierda?- Aquello termino con la paciencia de Sanji, que completamente enfurecido se dispuso a iniciar una pelea, el espadachín no llevaba sus espadas, pero más de una vez lo había visto pelear con las manos desnudas.
Sanji ataco sin contemplaciones, sin contener ni un poco de su fuerza como siempre hacia y Zoro también hizo ademan por detenerlo con sus manos, pero algo estaba mal, la fuerza de Zoro ni siquiera había sido una décima parte de su usual fuerza, inevitablemente no pudo frenar el pie de Sanji, la patada le dio de lleno y salió volando en dirección al mar.
Nadie de los presentes entendía lo que acababa de ocurrir, pero por suerte Luffy fue rápido en reaccionar y antes de que Zoro se hundiera por completo en el agua, estiro su mano y lo trajo de regreso al barco, dejando salir una pequeña risa–Este no es nuestro Zoro-comento por pura obra de su instinto, aunque para muchos paso desapercibido, pues estaban concentrados en revisar a Zoro que por suerte seguía en una pieza.
-¡¿Qué fue eso?!, ¡Luffy, tu brazo se estiro!- Grito el espadachín en completo pánico en cuanto toco la superficie del barco, ahora la mitad de su cuerpo estaba empapada, pero por alguna inexplicable razón aún se aferraba a la sabana que había robado de la enfermería como si su vida dependiera de ello.
Sanji no pudo evitar sentirse un poco culpable, por alguna razón Zoro no se había defendido, ¿Aún seguía débil de lo de la noche?, por algún motivo no le causaba ninguna gracia golpear a Zoro si este no podía defenderse.
-Zoro…hoy estas SUPER extraño- Remarco Franky muy confundido.
-En eso tienes razón Franky- Añadió la morena, tenía escrito en el rostro que acababa de descubrir algo -¿Ustedes han notado algo raro en Zoro además de su comportamiento?- Pregunto Robin a la tripulación y de inmediato todos comenzaron a mirar de arriba abajo al peliverde, mismo que se mostró incomodo por las miradas.
- ¡No tiene la cicatriz del pecho ni la del ojo!- Grito Usopp aterrado.
En ese momento todos se dieron cuenta de aquel no tan pequeño detalle y a decir verdad Sanji no podía estar más confundido.
-¿Un impostor?- Pregunto Nami asustada, retrocediendo un paso, pero Chopper se apresuró a negar.
-Eso no puede ser, justo antes de que saliera corriendo yo recién le había tomado algunas muestras para algunas cuantas pruebas, no cabe duda de que es Zoro-
Nami no parecía mucho más tranquila con la explicación y a decir verdad muchos otros tampoco.
-¿Entonces como explican lo de las cicatrices?- hablo esta vez Usopp –No pudieron haber desaparecido de la noche a la mañana-
-Tal vez si es un impostor y en todo esto está implicado una fruta del diablo-Propuso esta vez Franky con cierta desconfianza.
-¿Una fruta qué? – pregunto Zoro en total confusión.
-Tampoco creo que se trate de eso- Aclaro de nueva cuenta la arqueóloga- Hace un momento más de la mitad se su cuerpo toco el agua de mar, eso sería suficiente para desvanecer cualquier habilidad de una fruta del diablo-
De nueva cuenta todos seguían confundidos.
-¿Entonces qué está pasando?- Pregunto el tirador comenzando a dar vueltas en círculos.
-Esto es SUPER raro…- Añadió Franky.
Toda la tripulación lo secundo, pero en ese momento Robin pareció tener una idea.
-Tal vez nosotros no sepamos qué pasa, pero puede que Zoro tenga alguna idea-De nueva cuenta todas las miradas se dirigieron a Zoro, que aún se veía confundido e incómodo.
-Yo tampoco sé lo que esta pasado- Dijo con simpleza frunciendo un poco el ceño.
Robin lo analizo un poco –Entonces comencemos con preguntas simples – propuso la arqueóloga -¿Sabes quiénes somos?- pregunto directamente la morena.
Zoro pareció un poco molesto con la pregunta- Claro que se quiénes son, ¿Qué clase de pregunta es esa?-
Pero la sonrisa de Robin no menguo, al contrario –Tranquilo, es soló para descartar la amnesia de las opciones-
Zoro bufo un poco y comenzó con lo que se le había pedido –Sanji, Nami, Luffy, Usopp, Franky y por ultimo tú, Robin- Respondió señalando a cada uno con su dedo.
Robin reflexiono un momento- ¿Por qué no has mencionado a Chopper y a Brook?- Pregunto la morena y Zoro de nueva cuenta se mostró confundido.
¿Brook y Chopper?- Pregunto Zoro sin entender –No conozco ningún Brook y ningún Chopper-
Y de inmediato a Zoro se le acerco Brook en medio de un mar de lágrimas - ¡Qué cruel Zoro-san!, ¿Cómo pudo olvidarse de mí?- Pregunto armando todo un drama -¡Se me sale el corazón de la tristeza!, Ah, pero yo no tengo corazón, ¡Yohohohohoho!- Pero Zoro no dejo salir ni una pequeña carcajada, al contrario, miro a Brook con bastante desconfianza.
-Este esqueleto me da escalofríos- murmuró Zoro apartándose un par de pasos de Brook, mismo acto que provoco que el esqueleto se deprimiera.
-Eso explica su reacción al ver a Chopper y a Brook en la enfermería-Dijo Nami intentando encajar las cosas.
-¿Pero por qué nos recuerda a nosotros y a Chopper y a Brook no?- Pregunto esta vez Sanji, que había sacado un cigarrillo para intentar aclarar su mente.
-¿Crees que hayan alterado sus recuerdos?- Pregunto esta vez Usopp aún muy confundido.
-Solo hay una forma de saberlo- dijo esta vez Robin y regreso su mirada a Zoro – Zoro, ¿podrías decirnos quien eres tú y cuál es tu relación con nosotros?-
-Yo soy Zoro Roronoa y ustedes son mis amigos- Respondió Zoro de una forma tan simple y concisa que a Robin se le escapo una sonrisa.
-Por favor se un poco más específico- Pidió la arqueóloga tan tranquila como siempre.
Zoro asintió un poco fastidiado y comenzó –Yo soy Roronoa Zoro, tengo 21 años, vivo en Tokio con mi novio en un apartamento cerca de la zona comercial, actualmente estoy en la universidad gracias a una beca académica, pertenezco al club de Kendo; ustedes son Luffy, mi mejor amigo de la infancia y un pozo sin fondo cuando se trata de comer, Nami, una de mis mejores amigas, Usopp, un amigo al cual conocí por Luffy y Nami pues iba en su mismo curso, Robin, una de mis compañeras la cual conocí en la universidad, Franky, otro buen amigo de la universidad, aunque de diferente carrera y por ultimo Sanji, lo conozco desde la secundaria y actualmente vivimos juntos-Concluyo Zoro con seguridad y todos quedaron incluso más en blanco de lo que ya estaban.
-Estoy confundido-Se quejó de inmediato Luffy -¿Qué es un Tokio?-
-Si Zoro, yo tampoco entendí nada…-añadió rápidamente la pelirroja.
Todos tenían un montón de preguntas en su cabeza, pero de inmediato intervino de nueva cuenta la arqueóloga –Creo que sé lo que pasa- Dijo sin más, ganándose la atención de todos a su alrededor.
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Wadō Ichimonji: La espada blanca que perteneció a Kuina.
Kairoseki: Piedra con las cualidades del mar, tiene la habilidad de inhibir las habilidades de las akuma no mi.