_ Adivina quien consoló a nuestro príncipe, ¿Severus?_ le pregunto divertido.
_ Umm…_ misturo poniéndose una mano es un barbilla, como si estuviera pensando_… no lo sé Regulus… tal vez… ¿un Gryffindor?_ le pregunto al chico que estaba sentado a su lado en la cama_
Lucius estaba sentado en la silla tapándose la cara con una de sus manos por la vergüenza que estaba sintiendo en ese momento; Regulus la contaba a Severus sobre la hermosa velada que había pasado con el lobo consolándolo, Severus, para colmo, le seguía el juego, ya que era muy certero para solo “adivinar”.
_ ¡Oh! ¡No sabes!_ exclamaba el Black poniendo sus manos en sus mejillas, como una chica que cuchicheaba con otra_ Lo arropo y no solo eso sino que se quedó dormidito sobre su regazo-_
_ Regulus…_ aviso Malfoy mirándolo feo.
_ -y entonces…_ se acercó al oído del peli-negro y le susurro algo que hizo que el mestizo pegara un pequeño brinco.
_ ¡¿En el mismo lecho?!_ se hizo el escandalizado también poniendo sus manos en sus mejillas como si no lo pudiese creer, el rubio solo escondió su rostro aún más en su mano.
_ ¡Y eso no es todo!-
_... Regulus…_ volvió a alertar al Black, una vena apareció sobre la frente dejo ji-plata y el rubor de su rostro era entre una combinación entre vergüenza y cólera.
_ ¡Ohh! ¡Pero hoy-…_ volvió a acercarse al canal auditivo de su amigo y termino de cuchichear algo que hizo colorear el rostro de Severus mientras que sus ojos tomaban un brillo extraño, se alejó del oído de Snape y lo miro a los ojos_... y fue uno muy apasionado_ dijo poniendo rostro corrompido, marca genética de los Black.
_ ¡¡Regulus Arcturus Black!!_ grito el rubio lanzándole un cojín al buscador de Slytherin haciéndolo caer de la camilla.
_ ¡Lucius! ¡Era una almohada pero el piso duele!_ se quejó el caído mientras que se paraba y sobaba sus posaderas_ Era una broma, “cariño”_ dijo con el mismo tono depravado que su detestado hermano haciendo reír a Severus y él se unió a la risotada. Lucius seguía rojo de la vergüenza.
_ Debí lanzarte un imperdonable_ dijo apartando la vista hacia un lado, cruzando sus brazos sobre su pecho y también las piernas en la silla… sin olvidar el tierno puchero en el rostro.
_ Lucius, sabes que te apoyamos_ dijo el peli-negro de forma suave.
_ Por supuesto que sí, tú harías lo mismo por nosotros y los sabemos, no solo por eso te respetamos sino que-_ respaldo el Black
_ -también te queremos_ termino de completar el mestizo con una sonrisa que fue acompañada por una de Regulus. Lucius sintió como la vista se le nublaba por las inminentes lágrimas que se avecinaban pero su orgullo aun le daba batalla.
_ Aún estoy… enojado con ustedes…_ dijo aparentando indiferencia aunque su voz casi se quiebra por la felicidad. Los chicos pensaron que realmente el oji-plata se había cabreado por el juego que realizaron así que decidieron cerrar la boca, la habitación se sumergió en un incómodo silencio… hasta que el rubio no pudo contenerse más y “estallo”_ ¡¡Me… me invito a salir!!_ Grito emocionado asustando a ambos adolecentes sobre la camilla, tapándose luego el rostro con ambas manos para detener el siguiente grito de emoción dejándolo solo en una especie de chillido ahogado; podían jurar que si alguien había pasado por el frente de la enfermería en ese momento habrían pensado que tal grito era el de una chica por el tono tan agudo del bramido.
_ ¡Al fin!_ unísono las voces de los otros dos, como si se hubieran cansado de esperar de que el tonto Gryffindor y/o el Príncipe de se casa hicieran el primer movimiento. El rubio solo pudo soltar las lágrimas que querían escapar y luego de pararse del asiento estrujo a Severus y Regulus entre sus brazos, los chicos correspondieron el abrazo, cuando se separó de ambos Slytherin’s se sentó en frente de ellos, sobre la cama, mientras que con una de sus manos sostenía la de su herido compañero como si le diera apoyo
_ G-gracias por… todo_ lloriqueaba el oji- plata; una vez más, su dramático y adorado amigo demostraba que tan sensible podía ser. En un momento su rostro cambio, algo abrumaba su corazón y esto se trataba sobre su rubio amigo… ver la felicidad de alguien tan cercano… saber que esa persona es dichosa porque su ser amado no solo le corresponde sino que también le demuestra que lo ama: consolándolo, mimándolo… besándolo… le entristeció la idea de que eso no le sucediera a él… el quedarse solo sin que nadie sintiera ese tipo de atracción por él.
_ No nos desanimemos Severus_ dijo el Black al notar el radical cambio en el semblante del menor_ algún da llegaran “los nuestros”_ le dijo mientras que con el codo le golpeaba suavemente las costillas para luego soltar una carcajada en la cual se unieron el rubio y el peli-negro.
_ Si…_ dijo frenando un poco la risa_... algún día…_ misturo pensativo mientras que dirigía sus ojos hacia la flor que descansaba en el búcaro*, luego de unos segundos contemplando tan hermoso bote se atrevió a preguntar_… ¿no… tienen clases?
_ Si… pero no queremos dejarte solo_ dijo estrechándolo posesivamente el joven de bucles.
_ No se preocupen tanto… vallan.
_ P-pero-_ La voz de Regulus fue interrumpida por la llegada de dos figuras a la habitación, dejando a los tres un poco extrañados con la intromisión.
Ninguno de los dos eran conocidos por los Slytherin’s: ambos eran jóvenes altos, uno más que el otro pero solo por una pequeña diferencia. El menos prominente llevaba una camiseta de manga corta color negro y unos pantalones cortos hasta un poco más arriba de la rodilla de color marrón, llevaba unas grebas en las piernas de cuero y metal y unas botas marrones. El más alto tenía una sudadera de color blanco, llevaba puesta la capucha, era una bastante grande, imposibilitando ver la mitad de su rostro; también tenía pantalones azules y unas botas marrones. No los habían reconocido al instante pero eran el caza-dragones y el homicida: Dovahkiin y Connor.
_ ¡Oh! Son ustedes_ reconoció Regulus al asesino.
_ Buenos días Regulus, Lucius… Severus…_ saludo con una reverencia el de capuz. El mestizo quedo confundido ¿de dónde lo conocía? ¿Por qué sabia su nombre? Dirigió su mirada hacia el otro muchacho, este le estaba mirando fijamente y este hizo lo mismo, pero aún no lo recodaba haberlo visto en algún lugar.
_ Veo que estas mejor, pequeño_ dijo sonriendo el sangre de dragón… ¿Dónde había escuchado ese apodo? Aun lo miraba confundido, sin reconocerlo.
_ No te reconoce sin el casco Dovahkiin_ examino el otro héroe.
_ Oh ¿es eso?_ pregunto curioso el peli-negro que aún tenía sus dudad. El muchacho tenía el cabello castaño y peinado hacia atrás, parecía estar húmedo, algunos mechones rebeldes caían a los costados de su faz. Sus ojos eran de un azul-grisáceo, muy particular; sus cejas no tan grandes y de una coloración parda, su nariz tampoco era ingente, de un tamaño promedio, y debajo de esta detentaban unos labios carnosos y rosados; muy atractivo para la vista de los presentes_ ¿No me reconoces?_ pegunto divertido a Severus recibiendo una negación con la cabeza_... tal vez esto te ayude…_ detrás de él saco un casco de metal, poseía una cornamenta parecida a la de un bovino, ya que eran más pequeños que las de un vikingo. Se lo coloco delante de todos y observo como aparecía una mueca de estupor en el semblante de Severus_ ¿Ahora si pequeño?_ le pregunto sosegado el héroe hacia el oji-negro.
De un momento a otro el letargo del menor fue cambiado por un fuerte rubor sobre sus pómulos, olvidando como se respiraba por un momento.
_ ¿Estás bien?_ le pregunto preocupado el caza-dragones por el inminente cambio de color del menor.
_ Dovahkiin… esta avergonzado_ volvió a percatar el asesino. Los Slytherin’s voltearon a ver a su amigo y efectivamente, se había avergonzado.
_ “Que observador”_ pensó el Black.
_ ¿Y… tu vestimenta?_ articulo el peli-negro.
_ ¿Esto?_ señalo su camiseta_ Estabamos entrenando, nos cambiamos de ropa_ le dijo mostrando sus manos dejando ver unos guantes de cuero. El homicida imito a su compañero, exhibiendo unos guantes del mismo material que los de Dovahkiin, pero sin que cubran sus dedos; además de que estaban transpirados. Se volvió a sacar el casco despeinándose levemente pero con sus dedos llevo su cabello hacia atrás, dejándolo como antes.
_ ¿No deberían estar en clases?_ pregunto Connor.
_ No queremos dejarlo solo_ admitió Lucius.
_ Si quieren me quedo haciéndole compañía_ se ofreció Dovahkiin dejando a los tres menores pasmados_ Digo, tengo toda la tarde libre, además acabo de entrenar_ dijo sonriente el héroe.
_ Bueno… ¿Qué opinas Sev?_ pregunto el Black.
_… S-sí, claro… seguro_ dijo un poco menos sonrojado el aludido.
_ ¡Estupendo!_ salto el oji-plata_ Te visitaremos luego ¿sí?_ dijo dándole un beso en una de sus mejillas.
_ Cuídate mucho_ dijo Regulus dándole otro beso pero sobre la otra mejilla.
_ Los escoltare hasta su salón_ dijo Connor mientras que las serpientes se paraban de la camilla para dirigirse hacia el aula de transformaciones, compartida con los de Gryffindor.
_ Por cierto…_ llamo la atención del menor_ ¿Cómo te llamas pequeño?_ pregunto acercándose al mestizo y tendiéndole la mano con la palma hacia arriba.
_ Severus Snape_ dijo el otro aceptando la extremidad que le tendió el héroe.
_ Llámame Dovahkiin, a las ordenes_ dijo sin soltar la mano para llevársela hacia la boca depositando un beso sobre está dejando a Severus mudo, sin mencionar la nueva coloración sobre su rostro_ perdona mi atrevimiento si te ha sido incomodo_ dijo ya habiendo soltado la mano del menor mientras que se sentaba en la silla próxima al lecho; Severus sintió cierta aura que rodeaba al héroe, dominante y atrayente, que de a poco le consumía el aire en sus pulmones.
_ N-no… solo… me asombre es todo_ dijo nervioso Severus… ¿porque actuaba así?
_ Gracias Kenway por acompañarnos_ le agradeció el rubio.
_ Si, muchas gracias Connor, no tenías que hacerlo_ dijo el Black.
_ No hay de que_ dijo el homicida haciendo una reverencia y retirándose del lugar.
_ Oh, chicos llegaron, pasen, pasen, que la clase no ha comenzado aún_ decía alegre la profesora de transformaciones. Vieron una mesa libre cerca de una de las ventanas, al costado estaba sentado el prefecto de Gryffindor con Pettigrew a su lado. Lucius se sentó cerca de él, solo un pasillo de un metro los separaba, mientras que Regulus quedo próximo al ventanal.
_ ¿Cómo estaba?_ pregunto el oji-miel.
_ Despierto, algo adolorido pero estable_ le respondió el rubio_ Los extranjeros de ayer lo están cuidando. Lo fueron a visitar y el fortachón de cuernos se ofreció para no dejarlo solo.
_ Al menos esta acompañado, eso es bueno_ dijo sonriente el lobo.
_ Ahora vivo en Skyrim, tengo sangre y alma de dragón, aunque ni mi madre y yo lo supiéramos, me llamo “Dovahkiin” que curiosamente significa “Sangre de Dragón”_ hablaba el héroe a un atento mestizo_ Cuando tenía casi doce años un dragón ataco nuestro hogar, fue ahí donde me entere de que era ya que el dragón parecía solo se empeñaba en pelear contra mí. Combatí contra el dragón junto con otros soldados venciéndolo, y cuando me acerque a su cadáver… su cuerpo brillo y una luz empezó a rodearme sorprendiendo a los que estaban allí, incluyéndome._ dijo deteniéndose y mirando a Severus, este asintió para que continuara_ Me sentí más culto, más poderoso, no lo sabía, pero había absorbido el alma de mi primer dragón. Mientras que estaba sintiendo todo ese potencial un sabio entre la multitud grito “Es un nacido del dragón, estamos salvados” y empezaron a corarme “¡Dovahkiin, Dovahkiin!”.
_... y… ¿Qué sucedió luego?_ pregunto intrigado Severus, el héroe había captado la total atención del menor; la charla había empezado algo incomoda, pero ahora hablaban amenamente el uno con el otro, conociéndose más:
_ El sabio se dio cuenta que todavía era inculto en ese tema, y que desconocía de mi origen. Me dijo que habían dos formas tipos de “Dovakhiin’s”: uno_ Sangre de Dragón… dos_ Nacido para la Caza de Dragones. Me envió a entrenar con un maestro, con un auténtico “Dovahkiin”: contra mi voluntad, más la aprobación de mi progenitora me sacaron de la aldea y comencé mi travesía para convertirme en lo que soy ahora_
_ ¿No querías ser un caza-dragones?_ pregunto curioso Severus.
_ No… en realidad no, ya que el pueblo solo quería de mi protección, una forma de salvarse si ocurría un ataque_ contesto un poco molesto recordando lo sucedido_ Encontré al supuesto Caza-dragones, un anciano. Durante cinco años entrene con el maestro, ganándome su respeto al igual que yo el de él. Me volví un ser insensible, prominente y poderoso, orgulleciendo me, a mí y a mi maestro; derrote a muchos dragones y con ellos volverme culto y fuerte… es curioso… pareciera que mi madre sabia en lo que me convertiría…**_ dijo ara luego soltar una pequeña risa dejando embelesado a Severus: el aura que rodeaba al héroe se volvía más intensa y penetrante, hechizándolo de algún modo…
_ Remus… es raro que no te hayas sentado con el pulgoso o con Potter… ¿sucedió algo?_
El lobo miro a los nombrados anteriormente: Sirius estaba particularmente molesto, entrecejo fruncido, nariz arrugada y unas ojeras muy notorias, al parecer no había dormido nada en toda la noche; James solo estaba perdido mirando el suelo del salón, su alma se había ausentado ese día para ir a clases por lo que se veía.
_ Si te lo digo aquí probablemente termines en Azkaban por doble homicidio…_ el rubio alzo una ceja.
_… Mi madre es una bruja, mi padre un muggle-_
_ ¿Qué es un muggle?_ pregunto curioso el castaño.
_ Es un ser humano que no pose ningún tipo de habilidad mágica. Por la unión de un muggle y un mago… nace un mestizo… o también llamados “sangre sucia”_ dijo casi-bajo el menor.
_ ¿”Sangre sucia”? Un nombre un poco agresivo ¿no lo crees? Parece más discriminatorio que una forma de llamar a alguien que tiene un padre sin magia_ el menor lo miro a los ojos que brillaban con vigor, ese joven era más comprensivo de lo que parecía; su cuerpo, al ser prominente, demuestra brutalidad y valentía… pero es tan noble y tolerante que no lo parece… “ojala alguien fuera así de comprensivo” pensó el mestizo recordando al Gryffindor que lo había dejado herido_ Y… ¿es malo ser mestizo en el mundo mágico?_
_... para algunos, si…_ respondió desanimado.
_ ¿para quienes?_ pregunto serio, sacado un suspiro pesado de los labios de Severus:
_... mortifagos…_
_ Planeo visitarlo cuando acabe el almuerzo, ¿tú y Regulus me harían el honor de acompañarme?
_ Seguro, él se sentiría mejor si lo visitaras_ dijo feliz el rubio ante la preocupación de Remus.
_ ¡¿Cómo?! Esas personas quieren purificar el mundo mágico… ¿asesinando mestizos y muggles?_ pregunto exasperado el héroe.
_... así es… y no les importaría matar a los “sangre pura” que les interfieran, ya que los llamaran “traidores de la sangre”… y acabaran asesinándolos…
Ya a la mitad de la clase el tema se había vuelto tedioso: Lucius hablaba con Remus tranquilamente mientras que Regulus observaba el exterior del castillo gracias al gran ventanal a su lado. Algo le había llamado la atención del exterior, algunos de los héroes se habían puesto a entrenar en el patio de Hogwarts gracias a la ausencia de alumnos que seguramente estarían en clases justo ahora, y aunque estuviera nevando levemente se les notaba que mucho no les importaba el frio que azotaba. Uno en especial le había interesado de sobremanera: Con un arco y una flecha el encapuchado, Connor Kenway practicaba tiro al blanco; movimientos hábiles y con tal destreza única… digna de un asesino. Sus ojos se deleitaban con tal maestría.
_ “Fascinante”_ pensó el chico de bucles sin apartar la mirada de tal espectáculo.
_ ¿Tienes el miedo que algún día vengan por ti?
_… tal vez… _ respondió casi-bajo Severus, no quería verle a la cara a Dovahkiin, sus ojos se habían nublado un poco, no quería mostrar más debilidad de lo que físicamente mostraba. Mientras el héroe paso su mirada por el suelo un momento, lo pensó por un momento y se decidió.
_ ¡Bien, lo he pensado!_ dijo de pronto parándose de la silla asustando al peli-negro por tan repentina acción, además de que el extranjero era alto y su altitud le habían alarmado un poco_ Escúchame Severus Snape…_ llamo al menor haciendo que lo mirara a sus tormentosos ojos_ … En mi estadía aquí, NADIE, incluyendo mortifagos, magos, brujas, muggles, y/o criaturas mágicas te hará daño…_ dijo poniendo su puño derecho sobre su pecho, escuchándose el golpe de sus huesos_... ya que seré, el escudo entre tú y el enemigo_ se hinco, poniendo todo su pecho sobre su rodilla, sacando su puño del pecho y tomando una de las manos del mestizo como anterior mente había hecho, dejándolo descolocado_ … palabra de “Dovahkiin”…_ y deposito un suave beso sobre su mano para luego atravesar con su tormentosa mirada a los pozos negros que le miraban con estupefacción.
La boca del mestizo se entre abrió del asombro, sintió calor sobre su faz y el cuerpo le tembló entero por un segundo; el aura se hizo literalmente una flecha que se clavó en su cuerpo, atravesándole totalmente, dejándole sin fuerza para protestar, hablar y respirar. Pudo obtener algo de oxigeno por un momento tratando de misturar algo coherente de sus labios.
_ Y-yo… no es… necesario que hagas tal cosa y-_
_ Lo siento…_ dijo el héroe mientras que se paraba de su posición y se acercaba a Severus, sin soltarle la mano aun_… pero no permitiré que “esto” te vuelva a pasar… _ dijo rozando su mano contra la mejilla lastimada del menor_... lo prometo…_dijo para soltar una sonrisa entre dientes, la más hermosa que Severus haya visto y aun entre su asombro y sonrojo misturó un muy bajo “estoy en tus manos” mientras que el otro asentía dichosamente.