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El Dovahkiin por PauliBlack

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Notas del capitulo:

Actualizacion, como ya dije, dentro de una semana no actualizare mas, motivo? educacion TTnTT 

Disfuten el capitulo n.n 

_ Por cierto… gracias por lo de…_ aunque intentara, las palabras no abandonaban sus labios ante la vergonzosa escena que recordó; esa extraña aura nublaba su vista, le inundaba con rapidez, desactivaba sus sentidos y le estremecían con intensidad a cada minuto que ese extraño hombre de las montañas estaba cerca de él.

_ Vamos pequeño_ alentó el presente, hizo un esfuerzo por no desvanecerse ante el individuo… otra vez.

_ Q-que gracias p-por… lo de… por no dejar que y-yo no… cayera al suelo c-cuando me desmaye…_ dijo sonrojado por la vergüenza, rememorar eso ya de por si era vergonzoso y para colmo no podía articular algo coherente frente a su salvador.

_ No fue nada Severus_ dijo dándole una sonrisa_ Si hubieses visto cuando a tu compañero le sucedió algo similar y Connor lo llevo como una presa que acabo de cazar, con la menor delicadeza posible, sabiendo que el muchacho era algo frágil y delicado_ dijo el borde de la risotada lanzándola eufóricamente.

_ ¿Q-quien?... ¿Lucius?_ pregunto impactado el menor.

_ Si_ dijo limpiándose uno de sus ojos retirando una lágrima y parando la risa_ te vio en un estado deplorable y cuando menos nos dimos cuenta estaba cayendo de espaldas hacia el suelo. Gracias a tu amigo y a Connor no se impactó ya que lo detuvieron y Kenway lo llevo colgado del hombro_ dijo tentado a reírse nuevamente, el mestizo soltó una pequeña risita por imaginarse el hecho_... obviamente, a ti, no te iba a hacer tal cosa_ dijo en un tono que a los oídos de Severus sonó tenorio, sonrojándole.

_ G-gracias…_ dijo sonrosado y con una tímida sonrisa… ¿Quién podía hacerle daño a tan adorable criatura como lo era el peli-negro? Sin duda, el que hizo tal hazaña debe de tratarse de un ser maldito y lleno de maldad para dañar a tan bella y delicada existencia.

Luego de un momento llego la enfermera con el delicioso almuerzo de Severus. La mujer se sorprendió de ver al extranjero allí; apenas ayer lo había conocido y ahora estaba hablando amenamente con el menor. Unos minutos después aparecieron los otros chicos; Regulus, Lucius y Remus Lupin.

_ Hola Severus ¿Cómo te sientes?_ pregunto el último.

_ Mejor, gracias por preguntar Lupin_ dijo suave el mestizo_ Dovahkiin…_ llamo al héroe y este le puso toda la atención_... ya puedes retirarte, no quiero quitarte más tiempo cuidándome_ le dijo algo tímido.

_ Igualmente, volveré más tarde…_ respondió el caza-dragones parándose de la silla e inflando el pecho demostrando nobleza_... pero primero, iré a comer, tengo tanta hambre que me comería a Aludin*_ dijo en broma y guiñándole un ojo al oji-negro sacándole una leve risa por el comentario efectuado mientras que los otros tres presentes se miraban entre si no entendiendo lo que había dicho el mayor_ Nos veremos luego pequeño_ se acercó a Severus y coloco una mano sobre su cabeza y alborotando cariñosamente sus suaves mechones para luego salir de la enfermería.

_ ¿Qué ha sido es?_ pregunto estupefacto el Black_

_ ¿Quién es Aludin?_ interrogo el rubio.

_... digamos que es su objetivo en la vida_ respondió Severus acomodando su cabello_ nos hemos puesto a hablar de trivialidades y ahora nos conocemos un poco mejor_ menciono sonriendo recordando le charla.

_ Apenas se conocen ¿y ya han hablado de sus metas?_ pregunto curioso Regulus mientras que se subía a la camilla y sentarse en la misma, como anteriormente lo había hecho.

_ Déjalo tranquilo Regulus_ regaño Lucius_ Acuérdate de que nos ayudó mucho al igual que su compañero. El Black solo se mantuvo callado y como había hecho horas atrás deposito su cabeza en el hombro de Severus pidiéndole atención, y este se la cedió colocando su mano sobre los bucles del muchacho y cuidadosamente empezó a mimarlo, tranquilizándolo rápidamente. Remus se sentó en la silla que ahora estaba vacía y Lucius se sentó a los pies de Severus, sobre la cama.

Charlaron por un largo tiempo, el primero fue el licántropo ya que la llegada de uno de los merodeadores a la habitación fue el que le pidió que abandonara el lugar, y gracias a Merlín se trataba del menos peligroso de los cuatro, Peter Pettigrew, aunque no llego solo ya que arrecostado en la pared del lado de afuera de la enfermería se encontraba Sirius Black esperando la salida de sus dos amigos, sin atreverse a entrar a ese lugar. Remus se disculpó con el peli-negro y con los presentes, y luego de una despedida desapareció del lugar seguido por Peter luego por Sirius dejando a las serpientes charlando.

 

 

_ ¿Qué sucedió Peter?_ cuestiono Remus caminado junto a su amigo mientras que detrás de él iba el chucho.

_ Remus, hoy hay luna llena_ recordó el roedor preocupado, el oji-miel solo suspiro con pesadez.

_ Si, lose, he sentido los síntomas _ dijo remembrando lo acontecido en la mañana, lo ambiento y excitado que se había comportado con Lucius y lo agresivo y violento que se había puesto contra Sirius… aunque eso tenía una buena justificación.

_ Ya te lo perdone Lunático_ dijo arrogante el Black mayor apoyando su brazo en el hombro del hombre-lobo.

_ Eso lo tenías merecido Sirius_ dijo el licántropo sacando la mano de su hombro dejando indignado el animago escuchando como le replicaba y hacia pucheros, el solo rodo los ojos por tan infantil escena.

_ Hoy nos toca patrullar a nosotros_ dijo Cola-gusano.

_ Antes de las siete debemos estar allí_ recordó Canuto.

_... está bien…_ dijo sin ánimos Remus.

 

 

Luego de un rato los chicos debían ir nuevamente a clases, estaban esperando la llegada del héroe que había dicho volver a cuidar a Severus. Esperaron varios minutos pero no aparecía, por un momento decidieron no ir a la clase de pociones que tenían hasta que alguien cruzo la puerta de la habitación, lo extraño fue que no era al héroe que estaban esperando; con su eterno cubierto rostro y su enigmática aura, el homicida hizo su aparición en la enfermería. Tenía la misma ropa que antes pero esta vez se le agrego un arco apoyado sobre su espalda y encima de este una alijaba** con todas las municiones del arma, sostenido por cuerdas sobre su pecho; también tenía una pequeña hacha en su mano derecha, el Black identifico tal arma como Tomahawk***, además de que aprecia estar en posición de ataque, como si en cualquier momento decidiera lanzar el hacha sobre ellos.

_ Buenas tardes_ dijo de modo cortes_ He venido a velar por su seguridad_ menciono ya cerca de Severus que aún tenía la cabeza de Regulus en el hombro y por el susto, había dejado de acariciarle el cabello, sacando un gruñido por parte de él.

_ “Oh, bueno, esto se ha puesto interesante”_ pensó Lucius al ver el poema en el rostro de Severus y la mirada que la daba Regulus al mayor.

_ Pueden ir a tomar sus clases tranquilos, no dejare que nada malo le suceda… sino el demente de mi compañero no me lo perdonaría…_ esto último lo menciono en un susurro lo suficientemente audible para que solo Regulus lo escuchara y soltara una risa ahogada.

Luego de que los Slytherin’s volvieran a besarlo en mejillas diferentes y darle las gracias a Connor por cuidarlo salieron como alma que se la lleva el diablo hacia su clase, dejándolos solos.

_ Mi nombre es Connor Kenway, puedes llamarme Connor si así lo deseas_ dijo estirando su brazo hacia el peli-negro.

_ Severus Snape, un gusto_ dijo estrechando suavemente la mano del asesino_ Ehh… ¿y…? bueno-_

_ Dovahkiin fue a almorzar_ le respondió el mayor al ver lo que intentaba preguntar_ dijo que luego de asearse el vendría, así yo podre tomar una ducha también_ esto último lo dijo sentándose en la silla y se quitó el arco y la alijaba con las flechas de la espalda, colocando todo a un lado de la silla, precisamente en el suelo, para después ponerse a jugar con la pequeña hacha que tenía en las manos.

_… ¿Qué eres?_ pregunto directo el Slytherin.

_ Un asesino_ respondió el otro poniendo atención en el arma que portaba en sus manos.

_ No, ¿qué eres realmente?_ desafío el peli-negro, dejando estático al homicida, detuvo el movimiento de sus manos y lo “miro”.

_... un nativo…_ admitió el otro de un modo que Severus no lo esperaba_… de una madre indígena y un padre británico…_ dijo casi-bajo_... un-_

_ Mestizo_ respondió Severus por él, sorprendiendo al héroe_ … yo también lo soy de alguna forma_ dijo sonriéndole levemente_ Madre bruja, padre muggle, o humano, como entiendas mejor_ dijo casi-bajo. El silencio incomodo se presentó ante ello, ese tema era realmente pesado para ambos.

_ Lo… lo siento, no quise traer el tema_ dijo intranquilo y avergonzado el menor.

_ No, ya no importa, descuida_ dijo el otro tratando de que el otro no se angustie, ya que por la reacción pareciera que al oji-negro le doliera más.

Cuando menos se dio cuenta, Dovahkiin había entrado en la habitación. Iba a decir algo pero el caza-dragones le hizo señas para que guardara silencio y sigilosamente se acercó al desprevenido asesino; quería asustarle. El solo se mantuvo sereno, sintió nuevamente ese calor sobre su pecho al verlo, esa magia que emanaba le volvía a embriagar y no podía hacer otra cosa que obedecerle. Por la posición del oji-azul, suponía que pondría sus manos sobre los hombros de su presa, en su momento de debilidad, para poder espantarle y todo ante los ojos de Severus.

Ya casi logrando su objetivo, a unos cinco centímetros de distancia del nativo una mano del más grande fue hacia atrás tomando una extremidad de Dovahkiin mientras que con la otra, con el Tomahawk, la dirigió hacia su revés junto con la otra y la único cerca de la yugular del caza-dragones, quedando inclinado, solo las patas traseras de la silla le sostenían ya que las otras estaban suspendidas, ante todo su faz demostraba seriedad; el otro solo estaba con una cara divertida ante tan exagerada reacción por parte de Kenway.

_… ¿sorpresa?_ dijo irónico Dovahkiin, al peli-negro estaba estupefacto por tan rápido movimiento ¿acaso le había escuchado llegar? ¿Cómo lo hizo? Connor solo lanzo un bufido por el intento infantil de su amigo por espantarle.

_ La próxima vez intenta no respirar tan fuerte, así no me hubiera detenido y te hubiese cortado el cuello_ dijo mientras soltaba el brazo del oji-azul, también el arma de su garganta y volvió a su postura original, las cuatro patas de la silla volvieron a su sitio.

_ Aburrido_ bufo el otro con un puchero_ ¿Cómo estas pequeño?.

_ B-bien, gracias…_ respondió el peli-negro.

_ Me iré a duchar_ dijo el asesino retirándose del lugar, cediendo el asiento a Dovahkiin que inmediatamente lo acepto_ Volveré pronto_ dijo yéndose a sus aposentos.

Apenas abandono el lugar el caza-dragones poso una mirada gélida sobre el menor y esta recorio todo el cuerpo del mestizo,como si tratara de buscar algo inexistente.

_ ¿Fue amable contigo?_ interrogo curioso, sus ojos se posaron en los pozos oscuros del Slytherin.

_ S-si_ respondió nervioso ente la repentina cuestión_ M-mejor de lo que esperaba_ admitió.

_ Él puede llegar a ser hostil, e incluso inseguro, pero es su forma de ser…_ dijo cambiando su gélida mirada hacia una muy cálida, rozando con lo paternal_... es su forma de afrontar el dolor, además de que nos encontramos en un lugar que el prácticamente toma como zona enemiga_dijo melancólico viendo que había dejado su preciado arco y sus municiones en el suelo de la enfermería.

_... de hecho, casi ni lo note…_ Luego de un rato charlando el homicida volvió a aparecer, cambiado de ropa y con un aire renovado; llevaba una sudadera blanca con capuz elementalmente puesto, pantalones negros y botas marrones.

_ Solo llevo ropa deportiva… y sino tengo que utilizar mi uniforme de combate_ menciono el recién llegado al notar la mirada del peli-negro.

_ Sí, yo estoy igual_ recordó el oji-azul.

_ Dovahkiin, ¿puedes pararte?_ pregunto el peli-negro tomando su varita. El muchacho de inmediato le obedeció y se ubicó al lado de su compañero_ Geminio_ dijo apuntando a la silla creando una gemela de la misma.

_ Eso fue… impresionante_ dijo totalmente pasmado el Dovahkiin inspeccionando el objeto creado, el otro también estaba igual o peor que si amigo, solo que si disimulo fue grandioso.

 

 

Pasaron varias horas de estudio y al fin eran libres; un fin de semana era lo siguiente en sus listas. Pociones no era lo mismo sin Severus; solo unas horas y Regulus ya estaba que arañaba las paredes para salir e ir con su amigo mestizo, sentir sus finos dedos sobre sus bules relajándolo, y escuchar las dulces palabras que siempre le daba. Pero aun no eran libres del todo, aun restaba hacer la tarea, y cuanto más rápido la hiciera, más tiempo libre tendría con Severus.

Lucius por otro lado extrañaba de sobremanera; su seriedad, su inteligencia, su habilidad manejando las sustancias mezclándolas delicadamente creando las dichosas pociones que pedía el profesor, en definitiva fue un día duro. Pero no solo era el peli-negro rondando su rubia cabeza, también había un merodeador metido allí adentro, causándole estragos, sonrojos y suspiros tontos. Aun recordaba el primer roce que obtuvo de la boca del oji-miel, y un mohín aparecía en su rostro; pero al revivir el voraz ósculo de la madrugada y sus pómulos cobraban el color del fuego, e incluso el calor del mismo.

Ese día se había sentado con su afligido amigo Black ya que siempre acostumbraba sentarse con Severus y ante la ausencia de este, e impedir que se ahogue en su desanimo, lo acompaño todas las clases que tuvieron. Por suerte el lobo no se sentó solo ya que su amigo rubio, Pettigrew, se fijó a su lado. Algunas veces le lanzaba miradas para ver si le sentía, como siempre lo hacía y era correspondido, pero ese día el licántropo estaba excepcionalmente indiferente hacia todo; no contestaba las preguntas que hacia el profesor sabiendo que él era excelente y sumamente atento en clases. A su compañero tampoco le hacía caso alguno, ni a la actividad que había que realizar en el aula; y no contesto ni uno de los atisbos del rubio, ni siquiera había volteado a verlo como comúnmente lo hacía.

Solo se mantenía ausente del lugar, mirando a la nada; al rubio ya le habían carcomido las dudas: ¿acaso se arrepintió del beso? ¿Se retractó de pedirle para salir en su compañía? Se entristeció con la idea de ser ilusionado por la persona que amas… o aun peor… que haya sino una de las bromas de los merodeadores. Quería enfrentarle y cuestionarle el porque de esa actitud, pero ahora tenía que hacer la tarea en la compañía de Regulus.

 

 

_ ¡Vamos! ¡Haz otro! ¡Haz otro!_ pedía emocionado un castaño.

_ ¡Ebublio!_ dijo el peli-negro alzando su varita hacia el cielo y de la punta salieron varias burbujas que flotaban en el aire dejando embobado al Dovahkiin, Kenway, no tan emocionado pero igual de impresionado, observaba las pomas que empezaban a estallar una detrás de la otra.

_ ¡Genial! ¡Otro! ¡Otro!.

_ De acuerdo_ dijo sonriente por el pedido cargado de alegría del héroe, apunto su varita hacia los pies de la cama_ ¡Senpensoria!_ y del extremo salió una serpiente casi sobre los pies del menor. Eso sí que dejo mudo a ambos héroes: el caza-dragones abrió la boca tanto como sus ojos por la criatura y el asesino entreabrió sus labios.

_ ¿También animales?_ dijo Connor, más que pregunta fue una afirmación, viendo a la serpiente mostrarse de forma majestuosa ante ellos.

_ ¡Asombroso!_ exclamo el sangre de dragón.

_ Vipera Evanasca_ apunto hacia la criatura y esta desapareció a la vista de todos haciendo saltar de la silla a Dovahkiin.

_ ¡Eres Increíble! ¡Otro! ¡Haz otro!_ pedía como niño el caza-dragones haciendo sonrojar a Severus; nunca vio a alguien tan emocionado por algo que el hacía, y nunca nadie la había elogiado tanto.

_ Dovahkiin, tranquilízate, lo dejaras agotado, desde que duplico la silla le has pedido como crio que te haga hechizos_ reprocho el nativo viendo a su compañero buscando algo a su alrededor _ “¿Que acaso no está acostumbrado a ver esto cuando lucha contra magos y brujas en Skyrim?”_ pensaba Kenway_

_ No es ningún problema Connor_ menciono Severus_ Me gusta ver que se divierte…_

_ ¡Con esto!_ dijo emocionado mientras le mostraba el enorme arco del asesino.

_ ¡Oye! ¡No entregues cosas que no te pertenecen!_ volvió a reprochar Kenway.

_ Diminuendo_ dijo hacia el arma encogiéndola en manos de un divertido oji-azul.

_ ¡Genial! ¡Un mini-arco!_ carcajeo Dovahkiin entregándole la pequeña arma a su dueño el cual arrugo su nariz en señal de molestia.

_ Dime que podrás a devolverlo a como estaba entes_ suplico Connor.

_ Finite Incantatem_ dijo el peli-negro haciendo que el arma volviera a tu tamaño original sobre las manos de su portador_ Listo_ dijo sonriente al ver como evaluaba el arma para ver alguna imperfección y/o truco, uno que nunca encontró.

_ Gracias_ dijo para sacar todas sus cosas cerca de Dovahkiin y colocarlas lo más alejadas del oji-azul antes de que se le ocurriera alguna otra cosa.

_ ¡Oh, vamos! ¡Pero si sabes que es impresionante!_ dijo sonriéndole entre-diente a Severus sacándole un pequeño sonrojo y una sonrisa tímida que a ojos del mayor lo encontraba irremediablemente adorable.

_ Cállalo antes de que pida otra cosa_ le ordeno al peli-negro.

_ Palalingua_ apunto hacia la boca de Dovahkiin pegando la lengua a su paladar, imposibilitando su habla y disminuyéndola a gemidos.

_ Excelente_ dijo sonriendo glorioso el asesino al ver a su compañero desesperado por despegar su lengua_ Dime que ese hechizo es eterno y seré feliz toda mi vida_ dijo de forma cínica viendo la cara abrumada del oji-azul por el comentario.

_ El hechizo se ira en solo unos instantes_ dijo decepcionando a Connor.

_ Lo bueno nunca dura_ bromeo Kenway haciendo reír a Severus. Luego de un momento el hechizo se desvaneció dejando a Dovahkiin aliviado y a un nativo decepcionado.

_ No volveré a pedirte más hechizos… traidor…_ esto último lo dijo junto con un puchero y cruzando sus brazos en el pecho, indignado. Las risas de los otros dos resonaron en el lugar por el comentario infantil del héroe, poco tiempo después este también se unió a la risotada.

 

 

Lucius buscaba a Remus desde hace unos quince minutos, ya eran las seis y media y no había rastro del hombre lobo. Lo último que vio fue cuando se retiraba en compañía de sus sombras eternas, llamados amigos, y sin tan siquiera voltearse a despedirlo aunque sea con la mano; su tristeza estaba en niveles altos en su cuerpo, ya se había imaginado lo peor.

Gracias a Merlín lo ubico junto con Pettigrew y el Black mayor dirigiéndose hacia el exterior del castillo. Sigiloso como una serpiente empezó a seguirlo, esperaba el momento en que sus amigos lo dejaran solo para poder “atacarle” pero el momento parecía nunca llegar.

En un momento de se detuvieron, antes de salir, el peli-oscuro le puso un brazo por detrás de su cuello, y luego volvieron a dar marcha hacia el exterior. Cuando el mismo se colocó debajo del umbral de la puerta observo hacia adelante: casi no podía ver nada, el sol estaba terminando de ocultarse para dar paso a la majestuosa luna llena que se presentaría esa noche para iluminar todo a su paso. Por un momento dudo si seguirlo o no su mente le decía alejarse ya que eran asuntos de ellos, pero su corazón le pedía fuertemente que siguiera a su amor eterno. Inconscientemente dio un paso hacia adelante entregándose a su subconsciente le guiara hacia el chico que tenía total control sobre su cuerpo y alma pero alguien lo jalo hacia el mundo real, tomándole del brazo con la suficiente fuerza para jalarlo hacia la luz del castillo.

Al voltear vio al merodeador faltante, al Buscador de Quiddich, al chico de anteojos redondos; a James Potter. Su rostro no detonaba amenaza, ni burla como siempre destilaba, solo parecía estar sereno ante el platinado rubio, el cual se había inquietado por tal cercanía.

_ Yo que tu no lo haría_ advirtió el Gryffindor con serenidad. Tal advertencia causo estragos en su mente ¿desde cuándo él le advertía algo que no fuera que lo iba a atacar?_ Te lo digo enserio Malfoy, Lunático no me lo perdonaría si te dejo ir_ eso fue lo último que tuvo que decir para convencerle que ese asunto era algo entre los Merodeadores, y entre los Merodeadores que quedaba. El Gryffindor le soltó el brazo y se retiró del lugar, y hacia el lado opuesto se dirigía el rubio.

 

Al llegar a la enfermería se encontró con Severus arrullando a un dormitente Regulus el cual ronroneaba en el hombro del peli-negro mientras este le mimaba el cabello suavemente. Al ver el rostro tan abrumado del rubio Severus le hizo señas de que se sentara a su lado, paralelo a Regulus pero a su otro costado. Este si objetar nada obedeció y apenas se sentó hizo lo mismo que el Black menor: apoyo su cabeza en el hombro libre de Severus y este tomo su mano, la cual empezó a acariciar con sus pulgares relajando al rubio instantáneamente.

_ ¿Qué haríamos nosotros sin ti?_ susurro el rubio ya sobre la somnolencia.

_… no lo sé… cuando ese día llegue, lo sabrán…_ dijo suavemente siendo lo último se escuchó Lucius para caer en los mimos brazos que ya había caído Regulus.

Severus, viendo en la incómoda posición en la que se habían dormido sus amigos fue llevando su cuerpo hacia atrás junto con los de las dos serpientes. Una vez su espalda toco el colchón de la camilla ambos chicos se acomodaron quedando más cómodos sobre Severus, el cual solo les seguía acariciando como si de dos mascotas se tratara.

Los estoy mimando demasiado”_ pensó el peli-negro mientras que sentía como Regulus escondía su rostro en su hombro soltando un ronroneo entre sueños, Lucius solo se acurruco a su lado casi en posición fetal “¿Cómo la camilla es tan grande?” pensó divertido al ver que ninguno de los dos tenía la posibilidad de caerse del lecho.

_ Parecen un par de niños que duermen con su madre_ susurro una voz cerca de la cama, una voz suave y seductora, la cuan ya había reconocido de quien se trataba al sentí el ambiente tan cálido que se había colado de pronto_ Te adoran_

_ No tanto como yo a ellos_ susurro viendo los orbes tormentosos de su receptor_ Voy a tener que pedirte, a ti y a Connor, que los dejen en sus camas luego de esto…_ dijo suavemente al otro que asentía_… con cuidado con Lucius_ dijo recordando como Kenway lo había llevado, según el relato del caza-dragones.

_ Descuida, yo me encargare del rubio, le diré a Connor que el lleve al otro, quero que le cae mejor…_ dijo observando la luna llena que se avecinaba por la ventana del lugar.

_… si, gracias por todo_ dijo observando la misma estructura que Dovahkiin.

Mientras que veían el hermoso satélite natural un aullido se sintió a las lejanías del castillo, lastimero y potente; seguramente de un lobo, que le confianza a la luna su sed y hambre por carne humana, carne del cuerpo de su musa la cual desea poseer dando la vida si fuera necesario.

Notas finales:

* Es el dragon que Dovahkiin quiere destruir. 

** es un saco de cuero donde se lleban las flechas (imagenes disponibles en la pagina)

*** Arma de los nativos, es como un simbolo para Connor, ya que tuvo su infancia en un pueblo indigena.

Muchas gracias por unirse a mi pagina, estoy muy feliz n.n para los que no lo han hecho aun: https://www.facebook.com/pages/PauliBlack/724279637599172?ref=hl 

Es todo por ahora, nos veremos luego muyayos n.n 


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