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El Dovahkiin por PauliBlack

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Notas del capitulo:

Mil perdones la tardanza... pero lo rencompense :D Doble-capitulo... solo para ustedes muyayos n_n

 

ATENCION: Cambie algo de la historia...

como dije, el fic se cambio, ya que las fechas no eran correctas, ahora se asemeja un poco mas a la historia verdadera n_n

Lo otro es que la segunda prueba sera en 1 semana, no en 2... bien... siguamos con la histaria y disfruten los nuevos capitulos n_n 

_... Dovahkiin…_

_ ¿Sí? Dime_

_... puedo caminar ¿Sabias?..._

_ Si, lo sé, pero quiero llevarte yo, pequeño_ decía el sonriente caza-dragones por la escena que montaba: llegado el momento, pensó que ya era algo tarde y el clima se había puesto muy cruel para la pequeña criatura que le acompañaba; a él no le preocupaba u afectaba ya que su cuerpo estaba acostumbrado al frio polar en Skyrim, pero… ¿Severus lo aguantaba? ¿Con esa pequeña anatomía que poseía? ¿Pareciendo tan frágil como lo era? Inaudito; debía llevar de inmediato al menor a un lugar con la calidez que se merecía ahora mismo.

Se entretuvo tanto jugando con el estudiante que se le había pasado de largo, luego de los thu’um, escondidas y la pequeña guerra de nieve que luego realizaron. En un momento Severus cayo rendido de espaldas en el suelo cubierto por el manto blanco, agitado luego del combate, se reía ya que le había dado con una esfera de agua helada de lleno en el rostro del caza-dragones, luego de la fluida carcajada se quedó inmóvil; estaba exhausto.

El sangre de dragón no le pregunto ni aviso nada, solo actuó; lo tomo suavemente en brazos y emprendió el viaje hacia el castillo. Severus puso sus brazos alrededor del firme y fornido cuello del héroe, no opuso resistencia y solo se dejó llevar… el problema fue cuando, ya estando en la estructura de piedra, el seguía sobre los brazos del mayor_ ¿tienes alguna queja para no estar en mis brazos?_ pregunto directo mirándole a los ojos. Severus no pudo contra el intenso océano que tenía por ojos, suspiro rendido y no dijo más nada, solo se dejó a merced del que ahora era su protector.

 

 

Por allí, en las lejanías de Hogwarts, volvían un encapuchado asesino y su acompañante de cabellos oscuros y ondulados que se mecían al compás de la pequeña ventisca que les azotaba; volvían de su acogedora salida por el Callejón Diagon.

Luego de “Las Tres Escobas”, Connor quedo inquieto, ya que quería pagarle de alguna manera al menor por la nueva experiencia que había tenido. Regulus se negó rotundamente a que eso sucediera ya que lo había hecho por su propia voluntad; pero en nativo era directo, y cuando Regulus intentaba evitar ese tema, que de hecho era contante, el mayor le tomaba por los hombros y le hacía “mirarle”. Varias veces se había zafado del agarre, pero este retomaba el ataque: era muy tenaz.

Ya resignado, Regulus le dijo que si quería pagarle, que solo le acompañara a la tienda “Artículos de Calidad para Quidditch” ya que uno de los partidos de Slytherin estaría cerca, y debía comprar algunas cosas ya que era el buscador de su equipo; la responsabilidad caía en el.

 

#Flash Back

 

_ Bueno, entonces pagare lo que vayas a comprar en ese… lugar_

_ Connor, te estoy diciendo que solo seas mi acompañante, ya que puedo pagar esto solo_

_ Pero te estoy debiendo algo y no me gusta que-_

_ Escúchame, Connor Kenway_ Utilización de nombre completo = señal de enojo_ Si osas gastar algo que yo necesito o quiero comprar, te verás en un serio aprieto_ dijo con un tono rotundo y firme.

_ ¿Eso es una amenaza?_ pregunto incrédulo, acercándose al menor en una pose ofensiva, tratando de intimidar con su cuerpo.

_ Si, lo es_ dijo con un aura amenazante ya que noto como el otro trataba de hacerle retractar con una postura atacante, esperando acobardarle mediante su cuerpo; en eso él ya poseía experiencia con su impulsivo hermano mayor, donde este sacaba el pecho hacia afuera y le miraba desde arriba, tratando de hacerle sentir inferior e infligirle temor. Y aunque Kenway poseyera más fuerza, altura e infligiera aún más el miedo que su hermano, él nunca se dejaba vencer; antes muerto.

Al darse cuenta que el muchacho no le temía, y siendo más, le había hecho hacia adelante encarándolo, quedo levemente desconcertado; ¿Qué poseía ese joven que le hizo dar el brazo a torcer? El menor solo necesito una mirada amenazante, cruzar los brazos sobre su pecho y fruncir el entrecejo para darse cuenta que, aun poniendo al joven contra una pared y con su hoja oculta puesta sobre la yugular, el no desistiría; y aun peor, que si seguía con esa postura ofensiva, el joven se enojaría con él en intensidad inmedible.

_... Y… ¿Dónde queda eso?_ pregunto resignado el nativo.

_ ¿Vas a pagarme algo?_ insistió Regulus siendo ahora él el que insistía para conseguir la respuesta que quería.

_ Si te hace enojar… no_ vio como el otro tenía una mueca de satisfacción demostrada en una sonrisa gloriosamente hermosa.

_ Connor_ dijo de forma suave al ver que el otro se había fastidiado; Solo quería devolver el favor_…Connor…_ volvió a llamar de forma sedosa tocando el fuerte brazo del homicida, este le observo por debajo del capuz_ No gastes dinero en algo innecesario_ dijo de forma gentil dándole una ligera y acogedora sonrisa.

_ Pero malgastaste dinero en mi… ni siquiera probaste bocado allí_ dijo señalando el lugar que a unos metros se encontraba de ellos y en el cual habían pasado la tarde.

_ Pero te gustó ¿o no?_ no pudo negarse_ Bien, entonces fue dinero bien aprovechado; en cambio, si tu gastas algo en mi… eso no me va a gustar, en lo absoluto.

El otro dudo por un segundo pero luego de la nueva amenaza en los ojos verde-grisáceos, acepto lo que Regulus le ofrecía, no muy convencido aun.

Antes de que Regulus sacara la mano de su brazo, Connor la tomo entre las dos suyas, sujetándolas suavemente y acercándolas al su oculto rostro.

_ ¿Algún día podre pagarte este favor de una forma digna, como se merece?_ le pregunto con un tono intenso para luego besar los dedos del menor en un acto respetuoso. El mago enrojeció de inmediato, luego pudo articular palabra.

_... algún día…_ dijo tomando conciencia de lo que había dicho, el otro le medio-sonrió debajo de la enorme capucha.

 

#Fin del Flash Back

 

Luego de ir al Callejón Diagon y comprar algunas cosas volvieron al castillo. En cierto momento Regulus perdió de vista al nativo; se espantó, el homicida no conocía la zona, y al estar tan lleno de tiendas, gente y demás cosas pensó que lo había extraviado:

 

#Flash Back

 

_“Si no conocía lo que era un pastel y el chocolate caliente, ni me imagino en que se pudo haber distraído”. Lo busco de forma furiosa entre la muchedumbre, más que furia era preocupación_ “Le dije que no se apartara de mi lado, que no se alejara de donde yo estaba… ¿Por qué no acato mis simples peticiones?”_ pensaba enojado el Black… su enojo se esfumo y se convirtió en alivio al ver al responsable de su ardua y angustiosa búsqueda:

Hincado en un banco, con sus brazos delante de sus flexionadas piernas y cruzándose entre ellas, se encontraba el homicida mirando fijamente algo… penetrante. Estaba completamente inmóvil, podía mezclarse con el aire y nadie lo notaria, podría saltar, correr, e incluso atacar a alguien que con esa cautela que portaba lo ocultaría perfectamente. Estaba acechando algo… se notaba por la postura en la que se encontraba… tan sigiloso y paciente como un lobo… pestañeo y pudo ver la imagen nívea de esa criatura a la cual puede tener pareja una vez en su vida, esa que cuida de sus cachorros con su vida, una de las criaturas más fieles y, si se les provoca, la más peligrosa de todas, con su pelaje de color pardo más puro que pudo haber visto jamás, su peluda cola moviéndose lenta y serena,  y sus orejas achatadas, demostrando que lo que observaba era su enemigo, era causante de odio… un pestañeo más y esa imagen fue transferida al indescifrable nativo que el joven había estado buscando.

_ “¿Acaso mis ojos me engañan? ¿He perdido la cordura ya?”_ pensaba embelesado el oji-claro aun admirando al sigiloso hombre… pero algo le preocupo_ “¿Qué está acechando?”.

Miro a la fuente en la que Kenway estaba hipnotizado y fuertemente concentrado: un hombre con una vestimenta roja, un saco con grandes botones de oro en los dos lados de ella, sobre los brazos también los poseía, y ese enorme abrigo caía por su espalda hasta llegar hasta los muslos aproximadamente. Una camisa blanca con los broches del color del sol que ahora descansaba en las montañas, y al igual que sus pantalones, su claro color llamaba la atención de todos los que allí estaban. El cabello del hombre lo tenía sujeto por una cinta de color negro, en una coleta aristocrática, donde las rubias hebras estaban bien sujetas. Sobre la frente, las raíces de esos cabellos estaban acompañados por machas plateadas, al igual que sus cienes que se veían de perfil, demostrando que el sujeto era un hombre de edad adulta… y en él estaba toda la atención de Connor.

_ “… ¿Qué piensa hacerle?...”_ Pensaba asustado el Black… había sentido un aura sombría alrededor del héroe… _”ganas de ejecutar”_ fueron las palabras que resonaron en su cabeza, espantándolo por completo. Y fue peor al ver que ese hombre estaba pasando por delante del nativo, sin prestarle la más mínima atención mientras que Kenway tenía la mirada apuñalada en el adulto cuerpo, parecía que estaba preparado para saltarle encima y atacarlo, pero justo en ese momento alguien lo saco de su trance al colocar una mano en su hombro de forma suave.

_ Connor, me has dado un susto mortal_ dijo la vos temblorosa del joven, Kenway, aun en cuclillas, volteo su rostro hacia su emisor; Regulus le miraba de forma aliviada y con su mano libre colocada en su pecho, al lado de su pierna descansaba la bolsa de compras_ Por un momento pensé que te habías extraviado entre toda la gente… pensé que me estabas siguiendo_ eso ultimo lo dijo con ironía, ya que claramente él le había dicho que lo hiciera para no pasara lo que acabo por suceder.

Notando su error se bajó del banco y se irguió de forma correcta, agacho la cabeza un poco para después hablar.

_ Mis sincera disculpas… me he distraído_ admitió de forma automática.

Siendo el cómo era, le dio una buena reprimenda verbal sobre el hecho que había sucedido… de una forma apenada así lo acato el nativo, ayudando al menor con lo adquirido recientemente, y luego de tomar el hombro del menor “aparecieron” en los límites apagados del castillo.

 

#Fin del Flash Back

 

A pesar de ese pequeño incidente, la tarde fue magníficamente pacífica y sin inquietudes para ambos jóvenes… excepto por una nueva experiencia vivida, la “aparición”, el cual causo un pequeño mareo en el nativo, pero nada tan terrible que él no pudiese aguantar.

 

 

_ Bajare aquí, iré a buscar algunas cosas y podrás llevarme a mi habitación_ decía el mestizo a un obediente héroe que desde hace minutos le estaba pidiendo cargarlo hasta sus aposentos.

_ ¿Qué vas a buscar?_ cuestiono curioso bajándolo, dejándolo de pie suavemente en el suelo.

_ Un libro, no me tardo_ le dijo sonriente, el otro le respondió con un una mano en su oscuro cabello revolviéndolo de forma cariñosa y una sonrisa done mostraba sus blanquecinos e impecables dientes para luego adentrarse en el lugar.

Quería ir a buscar un libro en especial, uno de pociones, que se podían realizar perfectamente dependiendo de la estación en la que se hicieran, en este caso el frio y cruel invierno.

Se encontraba tan… feliz, y pensar que eso era imposible para él; nadie le había tratado con tanta cordialidad, afabilidad, delicadeza y que le cuidaba tan amenamente como ese hombre nórdico lo había hecho. Se sentía tan protegido entre sus brazos que no le importaba verse como una doncella en apuros en ojos de otros. Le invadía la seguridad, el miedo a ser rechazado o herido se esfumaba… ¿Cómo podía hacerle sentir de esa forma?...  ¡Ahhh! ¿Y esa aura que le rodea? ¿Qué le hace sentir como una colegiala? ¿Cómo un vidrio a punto de fragmentarse en mil pedazos o en un metal fundiéndose en el calor de las llamas? Tan débil, vulnerable y maleable… solo con su presencia

Desde las estanterías lo observo parado de espaldas a la biblioteca, aparentando ser un guardián protegiendo la entrada; rio inconscientemente… le admiraba tanto. Sintió una punzada sobre su pecho ante la palabra “admirar”… definitivamente el héroe le cautivaba de forma incondicional… una admiración a un aliado… solo a un amigo.

Tomo el libro que necesitaba y se dirigió hacia la el exterior, viendo al hombre que le esperaba allí… pero justo, en ese momento de debilidad sintió su cuerpo estrellarse contra otro mucho más grande que él de forma brusca, aunque no lo suficientemente fuerte como para hacerle caer. Estaba acostumbrado a mandar al demonio a todo aquel que se chocara con él accidentalmente, pero no lo hizo ya que esta vez, fue él el distraído.

_ L-lo siento, no me fije_ dijo el mestizo en tono avergonzado mirando el suelo.

_ N-no, descuida, yo fui el-_ y las palabras murieron allí mismo cuando se percató contra quien se había chocado… el mejor día en esa semana… el mejor día en sus años en Hogwarts… y nuevamente él león de mirada zafiro volvía a arruinarlo_ ¿¿Snape??_ dijo de forma dudosa, parecía que había visto un espejismo, que el Slytherin delante de él no fuese real.

El corazón del menor se detuvo de golpe… su rostro se deformo en pavor al ver a su depredador diario… sus ojos empezaron a volverse acuosos.

_No te… había visto desde aquel día_ dijo de forma perversa el Black acorralado a Severus en la estantería de donde había sacado el libro que ahora era apretado con fuerza sobre su pecho. Sentía miedo por el chico que tenía en frente, se veía enojado, cansado, tan agresivo que dudaba salir con vida de ese lugar… había entrado en estado de pánico_ ¿Qué pasa Snivellus? ¿Tienes miedo del león que te acecha?_ decía el delirante animago preso del cansancio, por las dos noches sin sueño con Lunático y Cola-gusano, ira, por no poder molestar en toda la semana al peli-negro…  abstinencia, ante la falta de sexo que había sufrido en días; estaba al borde de la locura e iba a desquitarse ahí mismo, fuera visto por quien fuera, con el vulnerable y delicado Slytherin que tenía rodeado por sus brazos, comenzando por lo que no pudo robarle aquella noche en la enfermería… pero se detuvo en seco al ver mejor al menor.

Sus lágrimas caían libres por sus mejillas, tenía los ojos fuertemente cerrados, su labio inferior era mordido con fuerza como si tratara de evitar soltar palabra u sonido de su boca y estaba temblando con frenesí… como en aquella vez, sobre la nieve, luego del ataque del sauce.

_ ¿Pero que-?_ vio como el cuerpo de Severus caía de rodillas al suelo con libro y todo, temblando aún más fuerte. Sirius dio unos pasos hacia atrás, alejándose del cuerpo caído.

Su garganta ardía, se sentía inmune ante ese león que le había atacado… y del que aún estaba profundamente enamorado. Soltó un gemido lastimero y se puso a llorar en frente del Gryffindor, lanzando quejidos y lamentos leves al recordar aquella tarde en la que fue a buscar la flor para la poción, el día del ataque del Sauce Boxeador. Sirius se quedó sin aire al ver al Slytherin perder el control de sus emociones, alejándose aún más de él.

 

Aun afuera, Dovahkiin esperaba la llegada del menor… y se encontraba inquieto… ¿Por qué se tardaba tan-?... la pregunta murió al sentir un gemido quebrado proveniente de la biblioteca… un gemido… ¡¿Del pequeño?! Inmediatamente se volteo esperando no encontrarse con lo que se imaginaba… palideció.

De rodillas, sentado sobre sus pies, apretando algo sobre su pecho y temblando con ímpetu se encontraba Severus… el asombro paso a ser preocupación en menos de una milésima de segundo; corrió rápidamente a su lado, se arrodillo e intento examinarlo en busca de su mal.

_ ¡¿Pequeño?! ¡Pequeño! ¡¿Qué paso?!_ entre la impotencia de verlo así y la desesperación por ayudarle, perdió el control_ ¡Dime algo! ¡Mírame!_ pedía desesperado, el otro aparto su rostro_ ¡No te ocultes, quiero ver tus ojos!_ volvió a pedir alarmado, el otro solo tiritaba_ ¡Severus, por favor!_ dijo casi quebrado… Severus por fin mostro su rostro para observar el cambio en la voz del mayor: Sus hermosos orbes negros soltaban gruesas y amargas lágrimas mojando su rostro y túnica… se controló de no hacer algo precipitado por la ira que le invadía en ese momento. Con cuidado acomodo algunos mechones oscuros detrás de las orejas de Severus para verle mejor le rostro, con sus pulgares seco las lágrimas de las pálidas mejillas del Slytherin y junto sus frentes para intensificar la conexión tormenta-noche_ ¿Quién… te hizo esto?_ pidió de forma hostil, el otro no contesto, el tono de voz que había usado el caza-dragones le había asustado_ ¿Quién lo hizo?_ volvió a interrogar… el otro negó con la cabeza dando a entender que no diría ni una palabra, aliviando el corazón del joven de Gryffindor que estaba mirando la escena y cuando sintió que le había cuestionado de quien había hecho, más el tono de voz que había utilizado, simplemente palideció ante la idea de terminar muero en la biblioteca por algún ataque del héroe.

Luego de unos largos segundos suspiro… y lo apretó con su cuerpo, abrazándole. Luego de un gemido ahogado este le correspondió de inmediato el apretón largándose a llorar nuevamente. Sirius miraba todo atónito, tomándose los cabellos con fuerza… ¿pero que había hecho ahora? No vio cuando el héroe había tomado en brazos al menor, su mirada desprendía el más puro terror e ira que alguna vez imagino tener escondida. Prendido a su cuello, “Snivellus” llorando a mares y sobre su abdomen el preciado libro.

_ Shh… tranquilo Severus… estoy aquí… estoy aquí para ti…_ trataba de consolar el otro_ Vamos pequeño_ dijo el castaño besando la frente de la quebrada criatura, sin decir más se dirigió a la puerta… pero noto la presencia de un tercero, cuando lo observo  lo reconoció: era aquel joven del pasillo… ahora se veía más enojado y cansado… al borde de la locura. Casi colérico, salió del lugar corriendo cuando Dovahkiin le miro de forma hostil; reacción cobarde, pero muy sabia. Luego de la salida abrupta de aquel chico, y después de mentalmente colocarlo en un lista de “A tener en cuenta”, le toco a él salir por la misma puerta con la hermosa y débil criatura e brazos.

 

 

_ Gracias por acompañarme Connor, ¿estás seguro que no quieres entrar? Podría… darte alguna bebida caliente antes de ir a tus aposentos_ dijo de forma tímida el Black delante de la puerta de su casa; el nativo le había escoltado hasta allí, un acto caballeroso que tomo en cuenta Regulus.

_ Lo siento, pero no debería, tengo que ver cómo y dónde está Dovahkiin… _ dijo, desanimando al menor_… Pero algún otro día me encantaría acompañarte de nuevo_ menciono con una media sonrisa en el rostro, la faz del Black se ilumino ante la oportunidad.

_ D-de acuerdo, esta b-bien_ dijo cordial_ Fue… una linda tarde contigo_ dijo algo sonrosado, el otro asintió.

Luego de la despedida Regulus de había volteado y puso su mano en el pestillo de la puerta luego de haber dicho la contraseña, y cuando estaba dispuesto a irse una mano en su hombro le detuvo, la mano de Connor. Se volvió a voltear para mirar mero se encontró con que Kenway lo de prestaba atención, miraba hacia el final del pasillo, se asustó un poco_ ¿Connor? ¿Qué ocurre?_ pregunto alarmado al ver que este aun ni le observaba, pero tampoco le soltaba. Miro hacia el objeto de sus dudas… palideció:

Hacia ellos venían Dovahkiin, y sobre sus brazos, Severus; el rostro del héroe desprendía antipatía y a su vez preocupación, un brillo bermellón salía de sus orbes si se miraba a lo lejos, tenía fuertemente abrazado al menor, que se escondía en su cuello que a su vez era apretado por sus pequeños y frágiles brazos.

El y Connor caminaron de manera rápida hacia ellos viendo que Severus tiritaba y gemía, Dovahkiin frunció en entrecejo y fulmino todo con su tormentosa y purpúrea mirada.

_ ¡¿Qué paso?!_ pregunto el Black asustado_ ¡¿Esta herido?!

_ No físicamente_ contesto monótono el caza-dragones ganándose una mirada de advertencia de Connor por la actitud hacia el preocupado Slytherin_ Pero de pronto lo vi en el suelo, llorando_ enseguida Severus soltó otro quejido de angustia, Dovahkiin pego su rostro al del contrario_ Shh, tranquilo, ya paso pequeño_ consolaba como podía, ya que si intentaba acariciar su oscura y sedosa cabellera estaría arriesgando a que se cayera de sus brazos.

Regulus entro en un ataque de desesperación, sin saber que hacer primero: balbuceaba cosas, se tomaba los ondulados cabellos y caminaba de aquí a allá tratando de pensar que hacer. Kenway lo tranquilizo tomándolo con, no demasiada, fuerza por los hombros parando el inquietante caminar para que se quedara sosegado, efectivamente lo logro.

_... Llevémoslo a la habitación_ dijo el ahora sereno Black, ambos héroes asintieron.

 

 

Dentro de la habitación el ambiente era distinto: el calor que emanaban ambos cuerpos era abrasador, a pesar de que solo se estaban besando.

Luego del pequeño suceso cerca del lago, de los besos y de la pequeña charla, el frio empezó a causar estragos en el Slytherin, el lobo no lo permitió y se dirigieron al castillo. En una petición muda se trasladaron entre los pasillos casi desiertos del colegio, bajaron escaleras y llegaron a la sala de serpientes, donde se adentraron e ingresaron a la habitación.

El joven rubio llamo a uno de sus elfos domésticos, el cual apareció en frente ellos, y en cuanto lo hizo le pidió té para él y chocolate caliente para el oji-miel, acompañado de algunas galletas del mismo sabor. El Gryffindor lo miro asombrado ya que se acordaba de su pequeña adicción al cacao, así fuese en una golosina, tableta o de forma líquida y/o combinado con crema, como era ese el caso; nada de tiempo juntos y a Lucius no se le “escapaba” ni una. Se acomodaron en la cama del oji-gris y un segundo después apareció el mismo elfo con las cosas que le habían pedido en una fina bandeja, colocándola en la mesa de noche, dar una reverencia y luego desparecer. Lucius la puso sobre el lecho y cada uno con su respectiva bebida empezaron a charlar amenamente. Remus sentado en flor de loto sin sus zapatos y a medio metro de él, el elegante rubio sentado con las piernas estiradas y también sin su calzado.

Terminada la pequeña taza de té la coloco en la mesa de noche, junto a la media vacía taza de chocolate que había dejado el lobo hace unos instantes, gateo de forma sensual hacia el Gryffindor que lo recibo de brazos abiertos y se acomodó sobre las piernas flexionadas del lobo. Quedando de frente rodeo con sus sedosos brazos el cuello de Remus y sonrió con salacidad al sentir las manos del otro recorrerle la espalda y caderas, examinándolo, conociéndolo mejor, mientras que los ojos ámbar penetraban los suyo con fiereza, con hambre. Detuvo sus manos en las estrechas caderas del rubio y lo atrajo de golpe para sí causando un gemido lascivo de Lucius ante la rudeza y ansiedad del lobo que no dejaba de mirarle de forma voraz. El oji-plata se acercó a su rostro con los ojos cerrados y con la punta de su lengua acaricio con deleite el chocolate restante de los labios del deseoso licántropo que entre abrió su boca, esperando a que la juguetona lengua pasar por allí atraparla y cuando lo hizo la enredo con la suya empezando un beso ansioso y pasional a su vez. Podían sentir el sabor de sus digeridas bebidas en la boca del otro; las lenguas danzaban con frenesí, los labios chocaban violentos y los cuerpos creaban una fricción necesitada, queriendo sentirse en profundidad, queriendo fundirse.

_ ¡¿Lucius?! ¡¿Estas allí?!_ Se oyó fuera de la habitación la voz desesperada de Regulus. De inmediato, pero no de forma brusca, separaron sus bocas y se miraron extrañados_ ¡Lucius! ¡A Severus le acaba de ocurrir algo malo! ¡¡Abre la puerta!!_ le gritaba el Black desde detrás de la entrada, que había sido hechizada por Malfoy minutos atrás, y el de bucles no tenía su varita para crear un contra-hechizo. Se separó de Remus de forma rápida y ágil al sentir las palabras “Severus- ocurrir-algo malo” y busco su varita entre la cama, sabiendo que solo con un hechizo verbal como “Accio Varita” le hubiera sido más eficaz, pero entre los nervios no se le había ocurrido.

_ Déjame, yo lo hago_ dijo impaciente Dovahkiin_ Sostenlo_ le ordeno a Connor y antes de que pudiera decir algo ya tenía al ovillo humano sobre sus brazos, y lo acomodo entre ellos, para tratarlo con mayor delicadeza. Sin esperar saco al Black empujándolo con cuidado hacia el costado de la puerta, dio un paso hacia atrás levantando la pierna derecha y con una potente y violenta parada abrió la puerta, Lucius soltó un grito ante el susto ya que estaba de frente a la, ahora abierta, puerta y le estaba apuntando con la varita para des-hechizarla… agradecía estar a una distancia prudente ya que sin duda ese golpe le hubiese matado, Remus estaba a unos pasos detrás del rubio con una mueca fría ante el gran sacudida de la puerta. Se volteo y volvió a tomar a Severus de los brazos del nativo y lo dirigió a una de las camas vacías que allí se encontraba. Casi enseguida se adentraron Regulus con el libro de pociones en las manos y Connor para acompañarlo, Lucius soltó su varita y fue a ver al mestizo sobre la cama junto con un preocupado Remus.

 

Notas finales:

¿Les gusto? Espero que les guste el sigiente n_n 


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