Ya iba a ser su quinto año en la escuela de hechicería y magia de Hogwarts, siendo el un excelente alumno como era, este año también se la pasaría rápido, y eso es lo que esperaba, ya que sería otro año siendo la burla de cuatro muchachos que le hacían la vida imposible y del cual uno de ellos era del que estaba enfermizamente enamorado.
Siempre le dolía cuando él lo molestaba, cuando lo lastimaba o golpeaba. Se sentía estúpido al repetir lo que su madre vivía, que la persona que amas te haga sufrir de forma física y mental, eso le hacía enojar, ya que en este caso el estaría en el papel de su madre Eileen y su amado en el rol de Tobias.
Él ya estaba en el expreso de Hogwarts esperando a sus dos buenos compañeros y amigos, a los únicos les tenía la confianza suficiente como para confesarles que le gustaba uno de “los merodeadores” y como respuesta recibir una cara de susto de Regulus y un desmayo de su dramático amigo rubio,Lucius.
Severus esperaba sentando en uno de los compartimientos del tren al par de Slytherin’s mirando la ventana intensamente pensando en el hombre que le había, inconscientemente, regalado su corazón y hermano mayor de su amigo Regulus, nada más ni nada menos que en el pulgoso de Sirius Black.
Aun se preguntaba ¿Por qué el? ¿Por qué el y no Regulus que es mucho más amable? O ¿Por qué ese chucho y no el elegante Lucius Malfoy? No! Tenía que ser el más pedante, mujeriego, bocón, orgulloso y atractivo Sirius Black.
Soltó un suspiro y cerro sus ojos, siempre le dolía la cabeza cuando pensaba en el animago. Sintió unas manos suaves tapando sus ojos y ser jalado por ellas hasta dejar su espalda sobre el pecho de alguien.
_ ¿Quién soy Sev?_ pregunto meloso el atacante
_ Lucius, deja de hacer esas bienvenidas tan cercanas, por favor_ dijo el peli-negro quitando de sus ojos las manos del oji-plata.
_ Ay! Pero si sabes que te he extrañado mucho!_ dijo aferrándose al cuello del oji-negro y dándole un beso en la mejilla.
_ Lucius, quítate de encima de Severus que yo también lo quiero saludar_ dijo un tercero desde la puerta del compartimiento un castaño de cabellos largos y ondulados hasta los hombros y con una sonrisa orgullosa en su rostro.
_ Regulus, no te lo quiero prestar!_ dijo el rubio apretando más el agarre, haciendo que el slytherin menor se asfixie y desespere por quitarse a Lucius de encima.
_ Malfoy, lo estás matando, suéltalo ahora_ dijo serio el Black haciendo que el rubio de voltee a ver a un Severus parcialmente azul y con la boca entre-abierta tratando de capturar algo de aire, asustando al oji-plata y soltándolo rápidamente.
Severus se sintió tocado por un ángel, dio grandes bocanadas de aire mientras que con sus manos agarraba su propio cuello.
_ G… gracias Regulus… justo a tiempo_ dice el menor tratando de regresar a su antigua postura.
El Black se acercó a Severus y así como lo hizo el rubio lo beso en la mejilla suavemente para luego sentarse al frente del par de chicos. Pasaron las horas charlando de lo que habían hecho en las vacaciones, comieron algunos dulces del carrito que pasaba por allí y se cambiaron la ropa cinco minutos antes de llegar a su destino. Regulus se puso al frente del grupo junto a Lucius y detrás de ellos un tímido Severus.
No estaban así por mero azar ya que el castaño y el rubio estaban posicionados en forma de defensa, dispuestos a proteger al menor a toda costa este año, empezando por evitar a los merodeadores, en especial al hermano de Regulus y el más cruel de los cuatro, a Sirius. Lo que sabían del grupo era que sus integrantes eran:
_James Potter: uno de los líderes, apodado como “cornamenta”, de cabello corto y de un color marrón claro. Sus ojos eran del mismo color que su cabello he iban enmarcados por un par de gafas redondas. Buscador de Gryffindor en Quiddich. Él era el que casi siempre planeaba las bromas, la mente maestra, pero eso no quiere decir que no haga algunas.
_ Peter Pettigrew: seria el “lame-culos” del grupo, su apodo era “cola-gusano”. Tiene el cabello rubio. Parece un roedor, tiene una actitud un tanto inquietante, es tartamudo y hace todo lo que le pidan.
_ Remus Lupin: es la parte inteligente y racional del grupo, en el grupo lo llaman “lunático”. Su cabello caoba y sus ojos miel le dan un aspecto encantador, según los comentarios de nuestro rubio amigo Lucius. Es educado, muy a lo contrario de sus amigos, no forma parte de las bromas del grupo, solo está en el por qué sus amigos lo están pero siempre que puede trata de que los leones entren en razón y que frenen su conducta, y más si sabe que se van a “pasar de la raya”.
Y el último pero no por eso el más inofensivo: Sirius Black, o mejor conocido como “canuto”. Es igual a su hermano menor Regulus pero más alto y fuerte, de cabello oscuro y ondulado que le llega a los hombros. Sus ojos de color zafiro hacen derretir a cualquier “presa” que desea capturar. El ejerce la mayoría de las bromas, este león es muy cruel con sus víctimas, tanto física como verbalmente. Tiene un carácter infantil, también participa del Quiddich, por lo que es peligroso llegar a tener una disputa física con él ya que probablemente salgas perdiendo, la prueba viviente de esta, Severus Snape.
Ambas serpientes pensaban dar todo este año para ayudar al menor ya que tenía suficientes problemas con su padre muggle y no volverían a permitir que le pongan una mano encima otra vez. Al ver la actitud incomoda y protectora que tenían sus compañeros el peli-negro se puso tenso.
_ Lucius… Regulus… ¿Qué sucede? El tren freno hace tres minutos y ustedes no se mueven e impiden mi paso_ dijo Severus llamando la atención de ambos chicos haciéndoles salir de su trance.
_ Severus, te protegeremos este año_ dijo serio y sin voltearse el castaño haciendo sobresaltar al más bajo.
_ Asi es Sev, te ayudaremos esta vez_ dijo el rubio esbozando una sonrisa confiada.
_ No es necesario… saben que me puedo cuidar solo chicos_ dijo casi bajo Severus haciendo que los mayores de voltearan a verlo.
_ Lo siento, pero sabes que no te haremos caso_ dijo Regulus pasando su brazo por el cuello de Severus y acercándolo a su cuerpo en señal de sobre-protección.
_ No te preocupes por nada Sev, ahora tienes gente a tu lado y te queremos sano y salvo este año_ dijo el rubio pasando una de sus manos por el sedoso cabello del oji-negro haciéndolo suspirar resignado.
_ Hagan lo que quieran dementes, yo solo quiero acabar con esto_ dijo el menor cansado de tanta atención haciendo sonreír de forma divertida al par.
Aun con el brazo del Black en su cuello, salieron del tren y a la lejanía divisaron el castillo haciéndoles erizar la piel al trio.
_ Y aquí vamos de nuevo_ dijo el rubio al voltear a su derecha y ver a unos quince metros al grupo dorado de leones observando también el castillo con sonrisas en sus rostros.
Sería un largo año en Hogwarts para los Slytherin’s, pero las sorpresas siempre están presentes en todo momento y en todo lugar.