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El Dovahkiin por PauliBlack

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Notas del capitulo:

Bueno, me tarde... Mucho, pero mejor tarde que nunca.... ¿Verdad?

Queria mandale un saludo especial a Mommo, gracias por darme renovadas fuerzas para continuar, al igual que todos los que estubieron esperando por este fic... No saben lo arrepentida que estoy por dejarlos asi

Hablare de lo que sicedio en la pagina: https://www.facebook.com/PauliBlack-724279637599172/

 

 

_ Bueno, bueno…_ canturreo cierto hombre observando a la criatura vigilante alzar sus alas y montar vuelo, viéndola alejarse mientras Minerva le miraba expectante a sus espaldas_ Dos de los concursantes están en la enfermería ahora mismo, una atacada por el Lazo del Diablo y el otro por la Esfinge al responder incorrectamente, los demás ya están por llegar a la última parada antes de buscar a las criaturas_ el hombre se giró para ver a su acompañante, que le miraba inquieta en su lugar_ ¿Sucede algo, querida Minerva?_

_ ¿No crees que esto es algo… Peligroso?_ la mirada del director le incito a explicarse_ El que tengan que enfrentarse a estas pruebas… Sé que posiblemente han enfrentado cosas peores, pero esto es... Sé que tienen el hechizo, pero-…_

_ Querida, tranquila_ le intento calmar el Gryffindor_ No debes de preocuparte, ellos están bien… Aun no se han enfrentado a lo peor_ un sutil escalofrió recorrió la espalda de la profesora_ ¿Has podido contactarte con el chico?_ la pregunta la exalto ligeramente.

_ Si, de hecho, él estaría encantado de participar también, y dentro de un mes partirá hacia aquí para la final de la competencia… Si aún quedan héroes por concursar_ el receloso comentario hizo reír a carcajadas al amante de dulces de limón.

_ Descuida, estoy más que segura que lo habrán_ su mirada se posó ahora en la fuente llena de agua que reflejaba una nítida imagen, un joven corriendo a velocidad moderada, con armadura nórdica y casco siguiendo el camino que se dejaba ver hacia su próximo destino, sacando una sonrisa enternecida del director al ver su mirada tormentosa, audaz, sin ningún tipo de turbación_ “Y estoy seguro que el llegara, estoy más que confiado en eso”_

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_ ¿Cuánto más crees que falte?_ pregunto un ya adormilado rubio a su pareja, que intentaba quitarse l frio acurrucándose más contra el cuerpo de este_ No sé cuánto más pueda aguantar mi trasero congelándose en esta banca_ el chico de cabellos castaño claro observo su muñeca, contando el tiempo que ya estaban allí.

_ Ya han pasado cuarenta y tres minutos, creo que van a tardar media hora más… Tal vez_ respondió tranquilo, abrazando la cintura d su pareja y acercándolo más de lo que ya estaba, tan cerca como estaban los compañeros de Lucius para protegerse entre ellos del frio.

_ ¿Regulus, estas bien?_ pregunto preocupado el menor mirando a su amigo, el cual le había dado su bufanda al ver como Severus había estornudado y a pesar de negarse, el otro se negó a recibirla de nuevo_ ¿Estás seguro que no quieres que te la devuelva?_

_ No, quiero que la tengas tu_ respondió decidido el Black, pasándose por enésima vez las manos por el rostro para intentar calentarlo_ Me duele la cara del frio_ castañeo con dificultad_ ¿Por qué Dumbledore no coloca alguna cosa para calentarnos? ¿Quiere que sucumbamos de frio?_

_ No lo sé, pero ese viejo se va a enterar con quien se está metiendo_ gruño amenazante el rubio, apretando la mano de Remus para disipar un poco el enojo que tenía_ No puede ser que vayan tres etapas y el viejo no haga nada para que no sintamos frio, pero luego quiere que vengamos a estas cosas, no vemos nada, y nos congelamos; ¿Acaso nos toma de idiotas?_

_ Tranquilo Lucius, seguramente pronto implementara algo para que podamos ver, y no morir de frio_ dijo tranquilo el león, besando la sien de su pareja para calmarlo, dejándolo más sereno que hace unos minutos.

El pelinegro y el Black menor miraron con un deje de intranquilidad la puerta. ¿Los héroes que eran sus amigos estarían bien? ¿Estarían heridos? Sabían que no tendrían mucho frio, menos el cazadragones que podía regular su temperatura a gusto, y que la vestimenta del nativo más su naturaleza le hacía propenso a soportarla sin mucha dificultad… Pero a Severus no le había dejado nada tranquilo ver volar a un par de esfinge sobre sus cabezas y regresar minutos después por donde habían llegado.

No era tonto, sabía que esas criaturas eran usadas para custodiar tesoros a base de acertijos, y algunos eran realmente engañosos con tal de destrozarlos si respondían mal la pregunta, o ya con solo dudar ellas te saltarían al cuello para presionar al infortunado y lograr intimidarlos.

Y no se preocupaba por la inteligencia de Dovahkiin… Pero si le inquietaba demasiado el ser testigo de que el nórdico solo había usado su fuerza y gritos para pelear, y no un plan previamente calculado.

_ Las has visto, ¿verdad Severus?_ cuestiono de repente su amigo, dejándolo perplejo por la seriedad de la pregunta y asintió lento ya sabiendo a que se había referido_ Sé que Connor es muy astuto y que es el más calculador de los dos; pero no debes preocuparte por el grandote, el podrá arreglárselas de alguna forma_ dijo tranquilo el Black, mirándolo de forma conciliadora_ Tal vez la suerte le vuelva a acompañar y alguien lo ayude, ¿quién sabe?_ la sonrisa tranquila de Regulus lo apaciguo notoriamente, tomando la mano que su amigo le estaba ofreciendo para calmarlo un poco más, pero grande fue su sorpresa al sentirla temblorosa y ligeramente sudada, alertando al menor y viendo como Regulus volvía a ver la puerta con seriedad y algo que no había notado antes; miedo.

A pesar de lo inmaculado que podría ser Connor al usar la lógica, de igual manera Regulus temía por su vida.

El corazón de Severus se acongojo fuertemente y apretó la mano de su amigo para trasmitirle confianza.

_ “Regresen pronto, por favor”_

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El desenfrenado palpitar en su pecho solo le impulsaba a correr más rápido, a pesar de que sus músculos se sentir moderadamente resentidos por estar corriendo ya por un largo periodo de tiempo sin detenerse ni bajar la velocidad de la carrera.

Muy en el fondo algo le decía que debía apresurar y terminar con esto pronto, llegar a la meta, y volver a cuidar a la pelinegra serpiente que quería como si fuera sangre de su sangre.

O incluso aún más que eso.

El camino ya se estaba despejando cada vez con más dificultad, y eso solo le indicaba una cosa; ya estaba cerca de su próximo destino.

Y con su ojos destellantes como cual cazador buscando su presa lo pudo divisar, el enorme mármol con runas y la criatura pelinegra esperando su llegada lo hicieron clavar sus pies al piso y deslizarse turbiamente hasta detenerse justo frente a la criatura que lo miraba sorprendida ante la violenta llegada.

Y apenas freno completamente, soltó todo el aliento que estaba reteniendo, comenzando a jadear lentamente para recobrar el oxígeno perdido por la maratón.

_ No sé si ya te lo había dicho, joven, pero no había tiempo límite para llegar hasta aquí_ comento preocupado la criatura alada, sorprendiéndose por la mirada feroz que le lanzo el nórdico que, anteriormente era dulce y amistosa

Como si fuera a lanzarse encima para arrancarle la piel con sus propias manos.

_ Discúlpeme señorita_ se disculpó el jadeante héroe enderezándose en su lugar_ Pero la ansias de terminar esto rápido me ponen algo… ¿Exaltado?_ dijo algo más descansado, viendo a la criatura bajarse de la estructura.

_ Entonces felicidades, porque esta es el último enigma que te daré_ confeso la esfinge alzando sus alas, moviéndose para quedar al lado de la estructura donde se había acostado previamente_ Cuando respondas este último acertijo aparecerá un pergamino sobre esta estructura, y dependiendo si has respondido correctamente o incorrectamente este dictara tu sentencia final… ¿Estás listo para el final, joven héroe?_ el asentimiento del joven caza dragones hizo sonreír a la criatura_ Entonces, que pasen nuestros invitados_

Inmediatamente el cuerpo de Dovahkiin se puso completamente en alerta, agudizando su vista hacia la oscura zona del bosque donde se pudo divisar movimiento, saliendo se ese sitio par de hombres de la misma altura, con una especie de armadura medieval, uno con una especie de hacha de tamaño intimidante sobre sus hombros mientras que el otro tenía dos cuchillas anchas con una base redonda contra su espalda, ambos con un casco de metal que cubría completamente su rostro, ambos colocándose a un lado de la estructura mientras la esfinge se colocaba delante de ella.

Ambos hombres, en sus posiciones, se habían quedado completamente quietos, como si esperaran algún tipo de orden.

_ Bien joven, esta es tu ultimo desafío en esta tercera prueba… ¿Estás listo?_ el asentimiento seguro del joven héroe la incentivo a proseguir_ Un prisionero está encerrado en una celda que tiene dos puertas_ el relato de la esfinge inmediatamente hizo que Dovahkiin se sintiera ese prisionero_ Una de esas puertas conduce a la muerte y la otra conduce hacia la libertad… Cada puerta está custodiada por un vigilante_ Dovahkiin vio como ambos hombres enfundados en metal se pusieron firmes, colocando sus armas frente a sus cuerpos, el del hacha contra su pecho y el de la cuchillas formando una “X” contra su tórax_ El prisionero sabe que… Uno de ellos siempre dice la verdad… Y que el otro siempre miente_ el héroe miro a los dos hombres frente a él, distinguiendo un peligroso brillo verde dentro de uno de los cascos, al igual que un intimidante brillo gris en el restante_ Para elegir la puerta correcta el prisionero solo puede hacer una pregunta a solo uno de los vigilantes_ un ligero escalofrió surco la columna del nórdico  ante la mirada amenazante que lazo ahora la criatura alada_ Dígame joven héroe, ¿Qué pregunta debe hacer para salvarse?_

Dovahkiin gruño por lo bajo, ya sabiendo cuál era su posición en ese enigma y la razón por la cual ambos guerreros estaban frente a él.

Cada uno representaba al uno de los vigilantes, y debía hacer solo una pregunta para salvarse de la muerte.

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Un filo dorado apuñalo a ambos vigilantes, escudriñándolos con atención; ambos hombres eran iguales, a uno apenas más alto que el otro, el brillo de los ojos detrás del casco solo daba una diferencia física con el color de estos, además de las armas que portaban.

Pero luego de eso, nada que indicara cuál de los dos podía ser el mentiroso o el franco.

Desgraciadamente para la competencia, no sabían que él tenía algo oculto entre sus manos.

_ No creas que somos tontos, guapo, ambos están cubiertos para que ninguna mueca o movimiento delate a nuestros muchachos_ soltó con veneno la esfinge_ Así que piensa todo lo que quieras, posiblemente, tu viaje termine aquí_ soltó divertida la criatura, echándose en el suelo para disfrutar de la agonía mental del encapuchado para pensar en la respuesta.

Pero grande fue su sorpresa por verlo caminar hacia uno de los vigilantes, plantarse frente a él y susurrarle algo tan cerca que ni ella podría oírle, removiéndose en su logar, tratando de calmarse y pensar que la pregunta apresurada del joven lo llevaría directo a sus garras para hacerlo pedazos.

_ ¿Esa es tu pregunta?_ pregunto el vigilante, recibiendo un asentimiento seco del chico, y susurrándole de vuelta, el chico retrocedió varios pasos con algo que dejo atónita a la esfinge.

Una sonrisa ganadora.

_ Elijo la puerta que custodia él_ dijo sin miramientos el asesino, señalando al guardián contrario al cual le había preguntado, y con una renovada sonrisa vio como la esfinge temblaba de furia.

Es una lástima para el director que su mejor enigma fuera ya conocido por el joven nativo por ser el mismo el que su maestro le había hecho para poder entrenar con él, con la diferencia de que no tuvo que pasar más de tres horas pensando en la respuesta correcta.

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Un nuevo suspiro volvió a escapar de los labios del guerrero de Skyrim haciendo que la esfinge le mirara con verdadera pena. Ella podía notar el puro deseo del muchacho por poder seguir avanzando y terminar con la prueba, pero no podía ayudarle en nada.

El nórdico volvió a mirar a ambos vigilantes.

_ Uno miente y el otro dice la verdad_ comenzó a razonar en voz alta el héroe de casco_ Así que la pregunta no puede ser directamente cual es la puerta correcta, porque nunca sabré si me dice la verdad o me miente_

_ Buen razonamiento_ alago la esfinge, alegrándose de que el chico comenzara a pensar.

_ Y tampoco puedo preguntarle si su compañero es el mentiroso o no, porque habré gastado la pregunta y no podre preguntarle cual puerta es la verdadera, además de que no sabré tampoco si me está mintiendo o diciendo la verdad_ el asentimiento de la criatura le incentivo a seguir pensando_ Por lo que eso queda descartado… Debo ideal algo mejor_

_ Sé que puedes hacerlo, chico_ soltó de repente uno de los vigilantes, sobresaltando al nórdico y a la esfinge.

_ Draven, silencio_ gruño ahora el otro vigilante, acomodando el hacha sobre su cuerpo mientras el otro resoplaba y giraba sus cuchillas con sus manos para volverlas a cruzar en su pecho.

Y a pesar de que los guardias hayas hablado, esto solo puso algo más intranquilo al caza dragones; ya que ese incentivo por parte del guardia pudo ser verdadero y darle ánimos… O un claro mensaje de que no lo lograría.

Una nueva hilera de conclusiones llegaron a su mente.

_Si no puedo hacer que me digan cual es la puerta verdadera… Tengo que hacer que me digan cual es la falsa_ soltó inconscientemente, viendo como la esfinge le miraba con una sonrisa esperanzada, haciendo que sus neuronas hicieran sinapsis.

Eso es.

_ Porque si le pregunto al guardia sincero cual es la falsa me dirá cual es, y si le pregunto cuál es la puerta falsa, me dirá la cual es la verdadera_ y de pronto, se dio cuenta_... Pero… aún no se cual es cual…_ un entrecejo se frunció y miro hacia al suelo.

Algo le faltaba.

_ Debo hacer una pregunta donde ambos me señalen la misma puerta sin importar si es el mentiroso o el franco_ los tormentosos ojos volvieron a ver a la criatura la cual parecía que quería decir algo, pero no lo hacía.

Aunque la mirada me la chica le indicaba que ya casi lo tenía.

Y de golpe, la respuesta llego.

“¿Por qué no preguntarle que puerta respondiera su compañero que es la correcta? En el caso de que sea el guardia verdadero, le diría que su compañero le indicará cuál es la falsa, y en el caso del mentiroso debería decir cuál es la verdadera pero-…”

_Va a mentir y pondrá en evidencia cuál es la falsa también_ resolvió mirando hacia la nada, siendo sacado de su ensoñación por el chillido alegre de la esfinge.

¡Eso era!

_ ¡SI!_ ambos guardias vieron como el chico saltaba realmente alto con una pose victoriosa, cayendo de forma pesada y con una sonrisa triunfante de oreja a oreja, junto con un brillo alegre en sus ojos_ Ya sé que preguntar_

_ Adelante_ le incentivo la mujer, moviéndose y dejándole el espacio libre para que pudiera elegir el guardia que quisiera.

Y Dovahkiin se dirigió hacia el guardia de grandes cuchillas y se paró en frente de este, haciendo que el otro moviera sus armas y le apuntara con una de las grandes hojas.

_ Dime, ¿Cuál es tu gran pregunta?_ pregunto el hombre dentro de la armadura, mirándole amenazantemente con dos ojos verdes detrás del casco.

_ Dime mi buen amigo, si le pregunto al otro guardia cual es la puerta por la que debo salir y me llevara a la libertad, ¿qué me respondería?_ una gran risa salió del guardia, moviendo sus armas y girándolas.

_ ¿Esa es tu pregunta?_ Dovahkiin asintió seguro_ Bueno, el té respondería que esa puerta es esta de aquí_ dijo confiado señalando la supuesta puerta que cuidaba el, viendo como ahora el nórdico se iba hacia atrás.

_ Y bien héroe, ¿cuál puerta escogerás?_ pregunto casi desesperada la mujer, viendo al joven señalar a uno de los guardias.

_ Elijo la que está custodiado él_ la esfinge, tomando aire, se giró para ver la puerta que había escogido.

Y pudo ver como señalaba al guarda de gran hacha, quedando aturdida por la elección.

_ ¿Esa es tu deliberación?_ el de ojos tormentosos asintió, viendo como el guardia se alejaba de la estructura de mármol varios metros, colocando su hacha hacia atrás y tomando impulso.

Dovahkiin tomo el mango de su espada al ver como el hombre comenzaba a correr hacia él, y dando un gran salto, apunto hacia su objetivo.

En un gutural grito la gran arma cayó contra la estructura de mármol, destruyéndola de un solo golpe y haciendo que partes de la piedra volaran en todas direcciones, haciendo que Dovahkiin se cubriera con sus brazos ante algún impacto del proyectil.

Grande fue su sorpresa al ver como el otro guardia tomaba sus armas y hacia él.

¿Qué significaba esto? ¡¿Acaso lo había hecho mal?!

Sin pensarlo un segundo más saco su espada y se preparó para el impacto, escuchando la risa histérica del hombre de cuchillas dirigirse hacia él mientras el otro sacaba su hacha de la destrozada estructura.

Y cuando estaba ya frente al el vigilante de grandes hojas, este se detuvo de golpe, justo cuando uno de estos enormes filos estaba por chocar contra su espada.

Dovahkiin se quedó completamente quieto, viendo como esos orbes verdes le observaban con algo muy cercano a la locura.

Y de pronto, sucedió.

_ ¡Bien hecho chico, lo lograste!_ grito de golpe el guardia, soltando sus armas y dándole un abrazo al aturdido cazadragones, soltando una risa ensordecedora al sentir lo rígido que estaba el héroe_ ¡Oye tranquilo, que hubiera sido genial si perdías y nos batimos en combate! Ganando yo, por supuesto_ el egocéntrico comentario hizo que el oji-tormenta se calmara un poco, dándose cuenta de lo que había pasado.

Lo había logrado.

_ Entonces…_ la voz del nórdico hizo que el guardia se separara para verlo_ Si tú eres el mentiroso, entonces yo te ganare, porque al decir que me ganas en realidad estas mintiendo_ le tomo un par de segundos procesar lo que el chico había dicho, y al entenderlo, soltó una nueva risa histérica dándole palmadas fuertes en la espalda.

_ ¡Que buen chiste muchacho, eres muy gracioso!_ hablo fuerte el vigilante, viéndose como la esfinge apareció de repente para empujarlo lejos del héroe.

_ Que molesto_ gruño recelosa, ahora viendo con dulzura al joven nórdico_ Lo lograste, joven héroe, has podido pasar la tercera prueba sin problemas_ la criatura se acercó a la destrozada estructura, y luego de mover un par de rocas encontró lo que estaba buscando, dándoselo al concursante_ Toma, esto te será de mucha ayuda para salir y volver a la escuela_ Dovahkiin no dudo en tomar el pergamino algo aplastado y sucio que le ofrecía la mujer.

_ Muchas gracias bella dama, y gracias por tenerme paciencia en toda la prueba_ agradeció el chico, viendo ahora la estructura destruida junto a los dos vigilantes que de habían puesto a charlar_ Aunque… ¿No el pergamino aparecerían en la-…?_

_ Si, así seria, pero con las ansias de matar el idiota de Darius no se contuvo_ respondió molesta la esfinge, mirando mortíferamente al mencionado, volviendo a ver con dulzura al chico_ Debes seguir el camino hasta que este se termine, y al llegar allí leer el pergamino… Espero que puedas llegar a la final del concurso, confió en que lo harás_ 

_ Gracias joven dama_ le volvió a agradecer, inclinándose para darle un beso en la mejilla como despedida_ Caballeros_ saludo también con un movimiento de mano al par de hombres enfundados en metal, que le dieron un pequeño asentimiento, echándose a correr de forma veloz hacia un nuevo camino que se había formado, dejando solos a los hombres y a la criatura.

_ Te lo repito, si no hubieras hablado esto no-…_

_ No le dije nada importante, además si se lo decía no sabía si mentía o no, ¿Qué importa si-…?_

_ ¡Sí importa! ¡Porque de no ser por tu bocata narcisista el tipo este no hubiera pasado y lo hubiera reventado de un hachazo!_

_ ¡Por favor, que no sabes ni siquiera como atarte los cordones de los zapatos sin ayuda! ¡No podrías matar nada sin mí y lo sabes!_

_ ¡OJALA MADRE TE HUBIERA ABORTADO!_

_ ¡OJALA TE HUBIERA ABORTADO A TI, CEREBRO DE PAJARO!_

_ Idiotas_ suspiro cansada de tanto griterío, alzando en vuelo al ver como ambos neandertales tomaban sus armas para enfrascarse en una pelea_ ¿De qué sirve que sean atractivos si son unos brutos?_ resoplo aburrida volando hacia la escuela, recordando las facciones del cazadragones y su amable personalidad_ Ojala existieran más como tú, valiente héroe_ suspiro encariñada, retomando el rumbo hacia su destino.

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Caminando tranquilo término por fin el camino de nieve que se despejaba por sí mismo, dejándolo en una especie de círculo de unos diez metros deshabitado de árboles, siendo apenas iluminado por débil luz solar, con el cielo siendo cubierto por nubes de invierno.

Luego de que la esfinge intentara lanzársele encima a pesar de haber respondido bien el acertijo, los vigilantes le explicaron que debía hacer, dejando marchar mientras controlaban lo mejor que podían a la mujer que estaba prácticamente colérica a pesar de que antes se mostraba seductora y atrevida.

Al parecer era cierto que las esfinges enloquecían luego de que no podían proteger lo que les encomendaban.

Saco cuidadosamente el pergamino que había sido protegido por uno de sus bolsillos, y respirando hondo, comenzó a soltar el pequeño lazo que lo cerraba, pudiendo abrir el papiro que dictaba unas palabras en una pulcra letra en color negro.

_ “Querido concursante, has podido completar los acertijos con sabiduría y un practicado uso de la lógica, dándote mis sinceras felicitaciones por eso.

Al inicio de esta prueba debí haber hablado sobre esto, sobre lo que deberán hacer ahora para poder invocar a una criatura que podrá ayudarles no solo para volver al estadio, sino también que estará a su cuidado a partir de ahora de aquí hasta que termine el concurso, o hasta que de manera desafortunada pierdan o sean descalificados previamente.

Sin más preámbulo, le ritual comenzara luego de decir esta frase en voz alta, apenas termine de dictarse, el hechizo actuara por sí solo, y tú mismo sabrás hacia donde ir para poder encontrar a tu compañero.

Espero que tu alma sea bienhechora y cordial, porque esta decidirá cuál es la criatura indicada para enlazar.

Sigue los latidos de tu corazón, y buena suerte.

Vocat vos anima mea, adiuva me, obsecro… (Mi alma te llama, por favor, ayúdame)”_

A pesar de mostrarse algo cohibido, Connor obedeció lo redactado, leyendo con cuidado y en voz muy clara lo escrito en latín, conteniendo la respiración los primeros diez segundos post lectura, esperando que algo se manifestara o cambiara, haciendo que su entrecejo se frunciera ante la ausencia de reacción.

_ “¿Acaso no lo leí bien?”_ pensó extrañado, suspirando desganado y listo para volver a repetirlo.

Hasta que un latido en su pecho fuera de lugar lo dejo helado, haciendo que su mano dominante fuera hacia su pecho para comprobar que no había sido su imaginación.

Un jadeo escapo de entre sus labios al sentir una segunda percusión golpear contra su palma, igual de fuerte que la primera, siguiéndole una tercera, al mismo ritmo que las anteriores, dejando extrañado al asesino de capuz.

Apenas pudo salir de su asombro pudo recordar los léxicos escritos en el pergamino, soltando un poco de aire y se decidiera a actuar.

Cinco pasos fueron los que dio hacia el norte, ubicado hacia el frente de su cuerpo, sintiendo que esas pulsaciones disminuían de intensidad, decidiendo dar diez pasos hacia el sur, ubicado a sus espaldas, donde ahora los golpes aumentaban de velocidad, pero no de ímpetu.

Decidiendo dar cinco pasos hacia el este, dispuesto a su derecha pudo comprobar hacia donde ir; ya que las palpitaciones cambiaban de energía, siendo estas ligeramente más apagadas que las anteriores.

La dirección Suroeste era su destino.

Ajustando su capucha y observando las ramas de los árboles, no dudo en saltar hacia una de ellas, emprendiendo su amino silencioso hasta encontrar al que sería su compañero.

_ “Debo darme prisa, ya he tardado demasiado estando en este lugar”_ susurro para su interior, sintiendo un ligero apretón en su pecho, esperando que su compañero haya podido terminar bien con los acertijos_ “Sé que Dovahkiin no tendría problema lidiado con la esfinge en forma física… Pero…”_ otro estrujón surco su pecho, intentando moverse más rápido entre las ramas para llegar y encontrar al animal que le ayudaría.

El arrítmico bombeo de su corazón le indico que podría estar cerca, intentando apresurarse para poder encontrar sea lo que sea que le ayudaría a salir de ese lugar. Justo cuando pensó que su cabeza estaba por volverse loca ante el insistente golpeteo en su pecho decidió frenar en un pequeño descampado, intentando calmar el arrítmico latido con respiraciones hondas, pero esto no parecía surtir efecto. Tan acostumbrado estaba al silencio que la turba que parecía ser su corazón ya lo estaba poniendo muy nervioso, algo muy impropio de su naturaleza.

_ Ya tranquilízate, que ni siquiera sé si estoy yendo por buen camino_ gruño molesto, frustrándose al no poder calmarse_ ¿Acaso tenía que ir hacia el Noroeste, donde el latido desaparecía?_ sabía que no recibiría respuesta, pero ya estaba hartándose de esos insistentes estrépitos contra su tórax.

De pronto, algo se oyó.

Un crujido a sus espaldas la puso en alerta, comenzando a mover su mano derecha lentamente hacia su espalda, donde su arco descansaba listo para su uso, mientras que su mano izquierda iba hacia arriba, sintiendo el cosquilleo característico de las plumas en sus dedos hábiles le dejaban una sensación de seguridad; sabiendo que solo debía jalarla, apuntar, y disparar, todo en el mismo segundo.

Y eso fue exactamente lo que hizo.

Un nuevo crujido aún más estoico hizo jalar su arco hacia abajo, su flecha hacia arriba, girarse, llevar ambos objetos hacia el frente y ya acomodar su posición de ataque, donde su mano izquierda tensiono firmemente la sirga de su arco, viendo como algo se movía justo donde la flecha estaba apuntando.

Una risa que ya había escuchado antes hizo que su lengua pasara saliva.

_ No pensé que serias lo suficientemente rápido como para ya estar en guardia, solo necesitaba tres segundos y ya te habría descuartizado, pequeño humano estúpido_ la voz, antes agraciada y aterciopelada se había vuelto una especie de mezcla entre la ponzoña y el rencor, mientras su dueña se movía hacia el frente, dejándose ver a una criatura que realmente no esperaba volveré a encontrar.

Aquella esfinge que había sido dejada atrás junto con los guardias que habían intentado calmarla.

_ Veo que nos volvimos a encontrar_ misturo el asesino, sin soltar el agarre firme de su mano con la munición de su arco, aun con el intenso golpeteo en su pecho aturdiendo continuamente sus pensamientos_ Es extraño… porque en el pergamino claramente decía que-…_

_ No debes preocuparte por eso ahora lindura_ interrumpió con un bufido la criatura, mientras un rápido escrutinio del asesino pudo revelar por su cabello agitado, caminar tenso y ojos completamente ardientes de adrenalina y rigor lo apuñalaban como dagas en una clara señal; “Eres la presa”_ Esto es entre tú y yo, y nada tiene que intervenir en esto_

_“¿Nada? ¿Entonces…?”_ de un rápido vistazo Connor pudo comprobar como el cabello enmarañado de la criatura encubría una nube de sangre, al igual que otras manchas adornando los pasos que daba la esfinge, y al no notarla herida, ya podía sospechar de quien o quienes podría ser_ Debo suponer entonces que los vigilantes-…_

_ Muertos_ respondió con cinismo la bestia, notándose como sus patas delanteras se agazapaban, haciendo que sus ojos brillen en un color casi sanguinario, erizando completamente el cabello de su lomo_ Al igual que tú lo estarás_ siseo con maldad, sin esperar un segundo más para saltar hacia el asesino al grito de un enorme rugido, análogo al de un león. Connor pudo disparar dos de sus flechas rápidamente, dando de lleno en el abdomen de la criatura; pero antes de poder disparar una tercera, ya la tenía a medio metro de distancia.

Solo pudo prepararse para el impacto.

Soltando su arco dejo que la criatura cayera sobre él, y con sus brazos y pierna la alejo lo más que pudo la cabeza de la esfinge de su rostro, siendo cubierto por la larga cabellera enredada, apenas pudiendo ver el rostro desfigurado de la bella mujer en uno completamente pavoroso, completamente arrugando en una mueca salvaje, con ojos dilatados de manera imposible y dientes sobresalientes, amenazando con desgarrar su carne cual cuchilla afilada rasgara sin dificultad un papel.

Y el crónico palpitar de su corazón no estaba ayudando a concentrarse.

_ Ya la estas sintiendo_ mascullo con locura la bestia, refiriéndose a su deceso_ ¿Sientes cómo voy a destriparte vivo? ¡No sirve de nada pelear, insulso mortal!_ el aliento húmedo y fétido solo logro que el nativo luchara aún más para sacársela de encima, sintiendo claramente el hedor a hierro propio de la sangre emanar de la boca de la esfinge.

Si no actuaba rápido, realmente esa desequilibrada bestia cumpliría con su palabra, apretando sus dientes al sentir como su brazos estaban comenzando a flaquear por el increíble peso y fuerza que ejercía la criatura para aplastarlo y poder devorarlo; cuando sus brazos temblaron en resistencia, la mujer sonrió de forma macabra, ya sabiendo que tenía la pelea casi ganada; aun con los intentos de patearla fuera de su alcance, sabía que si hacia un movimiento en falso la bestia no había vuelta atrás. Ya incluso podía sentir la marca en su cuello arder, como si esta supiera que en cualquier momento, el moriría.

Él no podía morir, no ahora, el había ganado la prueba con honestidad, y la promesa que habían hecho con Dovahkiin le dio una fuerza renovada, lo suficiente como para poder alejar con sus brazos todo lo que pudo a la criatura, que se vio desconcertada sin dar crédito a lo que veía.

Su presa aun podía luchar.

_…La… Final_ el bufido del mortal la dejo atónita, sintiendo como la agarraba con fuerza de su costado dejándola aún más perpleja_ V-Voy a llegar hacia ella…_ los ojos animales vieron como un brillo dorado aparecía debajo de ese capuz, haciendo que su instando de lucha se acrecentara para empezar una pelea con el humano; la determinación de este la estaba incitando para batallar_  ¡Y tú no me vas a detener!_ el impetuoso rugido del asesino hizo que ella misma soltar a uno, aceptando el reto que este le estaba proponiendo.

Y de pronto se pudo oír.

En un segundo no pudo sentir más el peso de la criatura que le estaba por devorar, en cambio un aleteo feroz fue lo único que podía oír, acompañado con un graznido irritante que le hizo pensar que podía ser como de un ave, quizás de un águila. Sin desaprovechar la oportunidad lanzo una patada a la esfinge que parecía elevarse en el aire, dándole un impuso que la hizo rugir de pavor al darse cuenta que no era ella misma la que le hacía volar.

Algo la había tomado de su piel para alzarla por el aire.

_ ¡¿Qué es esto?!_ chillo espantada, intentando aletear con sus propias alas para quitarse lo que sea que estuviera agarrándola de su lomo, recibiendo un nuevo alarido de su atacante_ ¡¡Quítame las garras de encima!!_

Connor se paró de inmediato mientras la esfinge seguía luchando contra lo que fuera que la estuviera alejando del suelo, tomando de inmediato su arco olvidado y una de sus flechas que había caído de su sitio en la pelea terrestre, apuntando hacia la bestia; lo que vio lo dejo asombrado.

Las alas de la esfinge contrastaban con otras que estaban justo detrás, largas y gloriosas alas del color del fuego, aleteando furiosas para levantar a la criatura que a pesar de sus intentos no podía sacarse al volador de encima.

Sin pensarlo, apunto hacia las alas de la esfinge, teniéndolas en la mira y rezando por no pegarle a su salvador.

Un nuevo graznido se escuchó, y Connor disparo.

El rugido lastimero de la esfinge le dio nuevos ánimos para volver a cargar y disparar la nueva flecha, dando ahora con una de sus patas traseras. El ave de alas rojas chillo orgulloso por los disparos, y sin previo aviso, soltó a la bestia que sus garras sostenían dejándola caer herida hacia el suelo; donde once metros de caída libre le esperaban.

Y con su ala herida, la esfinge solo pudo esperar el impacto.

Connor cerró los ojos, solo pudiendo escuchar el cuerpo de su atacante estrellarse contra el suelo en un sonido amortiguado por la nueve, abriéndolos lentamente para poder ver a su enemigo tirado allí, inconsciente, con el cabello esparcido por el blanco suelo, cubriendo el rostro de la criatura completamente inmóvil.

Un suspiro salió de entre sus labios, y justo allí fue que se dio cuenta.

Los latidos habían desaparecido.

Los orbes ocultos observaron las alturas, embelesándose con tan bella figura que se mantenía en el aire con un aleteo continuo y selecto, comenzando a descender de manera elegante hasta posarse en una roca cercana al cuerpo inerte, resguardando sus alas para mostrar su figura.

El cuerpo de un ave de color del fuego y el oro parecía brillar, contrastando divinamente con el nevado ambiente. Debía calcular que tenía entre un metro y setenta centímetros de altura, y el gran tamaño de sus alas extendidas debía ser de unos dos metros; casi del tamaño de un cisne. Su plumaje brillante y pulcro embeleso al asesino, donde una gran cola de largas plumas doradas colgaban hasta llegar al suelo frio, un rostro de un color más oscuro, afilado e implacable, con un hermoso y afilado pico dorado, junto a unos hermosos ojos de color nevado. Su pecho era áureo como sus garras, largas y filosas, manchadas de esencia vital perteneciente a la criatura que acababa de atacar.

Era como la entidad más sublime y letal que jamás había visto.

El ave pareció notar como su espectador la escrudiñaba sin moverse, levantando un poco su ala para acicalar debajo de esta unos plumones que a la vista de Connor parecía invitarte a acariciarlas, sabiendo que su textura será exquisitamente suave.

Pero él no se movió de su sitio.

El nativo lo sabía, las aves eran difíciles de domesticar, la libertad de ellas era tan importante como su vida misma, el mal adoctrinamiento de estas volátiles criaturas podría llevarlas a un estado de tristeza tan severa que podría causarles la expiración misma.

El mismo entendía eso, no por nada su pueblo termino como lo hizo; luchando por la libertad, hasta el final de ser necesario.

No sabía qué hacer, algo en su interior decía que se acercara, que no por nada esa criatura le había salvado de un depredador que le doblaba en tamaño, que no le haría nada, al igual que en ningún momento el pensamiento de lastimar a tan hermosa ave había surcado su mente.

¿Pero que le aseguraba que nada malo sucedería?

_ “Solo hay una manera de averiguarlo”_ susurro su conciencia, comenzando a dar pequeños pero seguros pasos hacia la roca donde estaba el dueño de su actual admiración, viendo como el ave dejaba de limpiar su plumaje para verlo moverse en su dirección; la cabeza ladeada del emplumado le hicieron saber que en su mente reinaba la curiosidad_ No voy a hacerte nada_ murmuro el asesino, levantando sus mano en señal de paz_ Solo me acerco a ti… ¿Me ves?_ el suave tono de voz del nativo hizo que la cabeza del ave se ladeara hacia el otro lado, como si quisiera escuchar y entender mejor lo que el humano le estaba diciendo_ Bien, ya casi…_ susurro despacio, ya estando a un poco más de metro y medio del emplumado animal, decidiendo extender uno de sus brazos hacia el frente, como si le ofreciera la mano al ave; su experiencia con la águilas le decía que esta podría tomársela de tres maneras, acercarse para inspeccionar, alejarse, o  atacar, con la posibilidad de arrancarle una falange de ser posible.

De todas las opciones, el ave decidió observar las prolongaciones que le eran ofrecidas, frotando su pico contra estas luego de unos segundos de ver que eran inofensivas.

_ Eso es_ apremio el encapuchado, buscando algo en uno de sus bolsillos; un pequeño trozo de carne seca que siempre se encargaba de guardar antes de un episodio de aventura o de exploración_ ¿Quieres un poco, pequeña?_ el ave observo el alimento con determinación, pero al olerlo, alejo la cabeza ligeramente ofendida, dejando al Connor consternado_ “Que extraño, las aves con este tipo de rasgos normalmente comen carne”_ guardando el alimento decidió acercar su mano nuevamente, como pidiendo algún tipo de disculpa por ofrecer algo que no le había agradado_ Lamento si te ofendí_ hablo tranquilo, viendo al ave frotar su cabeza contra la mano que le pedía perdón, haciendo sonreír a su dueño.

Para su sorpresa, luego de un par de mimos más, el ave de plumaje del color del fuego decidió saltar hacia el brazo del asesino, caminando de costado hasta posarse cómodamente sobre su hombro, dejando caer su elegante cola a sus espaldas y observando el panorama como si no hubiera hecho algo tan grave.

El asombrado asesino solo pudo suspirar encantado antes de acariciar suavemente el pecho plateado, comenzando a caminar tranquilamente hacia el sitio donde había comenzado a buscar a su criatura.

_ Y creo que ya la encontré_ murmuro con un deje de satisfacción, entendiendo ahora el porqué de la repentina aparición y ayuda del ave majestuosa.

Su compañero había venido en su rescate, justo a tiempo para salvarlo de un peligro que él no creía volver a ver.

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Su mentor más de una vez le había dicho “Dovahkiin, sigue a tu corazón, porque en los momentos de duda el siempre sabrá cual es el mejor de los caminos” o también “Si tu corazón se vuelve loco al ver aquello que más anhelas y amas, realmente valdrá la pena”

Pero esto era ridículo.

Luego de leer y dictar el pergamino, un fuerte palpitar se sintió en su pecho, y recordando las frases de su maestro, decidió concentrarse en sentir el ritmo de los latidos, notando como al caminar hacia un lado este se aceleraba, mientras que al lado contrario disminuía, corriendo hacia el lugar donde su pecho parecía querer que su corazón saliera disparado hacia el sitio donde, suponía, su compañero animal lo esperaba.

El vago recuerdo de la charla que había tenido con Connor la noche previa a la prueba que ahora mismo estaba haciendo hizo que una sonrisa divertida se formara.

_ “Si lo que dices en cierto, y tenemos que encontrar a una criatura de esas… ¿Qué crees que te tocaría?_ la pregunta de Dovahkiin dejo pensativo al asesino por unos segundos

_ Realmente no lo sé…_ respondió intranquilo, observándolo ahora a su compañero_ ¿Y tú? ¿Qué crees que te tocaría?_ lo vio dudar para luego ver como sus hombro se elevaban, teniendo la misma respuesta que él; hasta que un pensamiento fugaz le hizo soltar un intento de risa mal contenida_ ¿Un Dragón?_ el animal nombrado hizo que el castaño de ojos tormentosos lo viera sorprendido, soltando una sonora carcajada un par de segundos después_ ¿Qué crees? Las ironías de la vida_

_ ¡Esa sí que sería una de ellas, querido amigo!_ bramo con regocijo, riendo un poco más para alegrar el ambiente previo a otra de las pruebas que se vendrían”

_ Si realmente me toca un dragón, creo que no dejare de reír desde aquí hasta que termine el concurso_ jadeo divertido, sin frenar su marcha para llegar hasta si destino, viendo como luego de que los arboles taparan la ya poca luz existente, algo que parecía ser un descamado, donde la luz nublada por el clima frio se dejaba concentrar un poco más por la ausencia de arboledas, sintiendo su pecho cada vez más entusiasmado, como si lo que fuera lo que tendría que encontrar estuviera llamándolo con tal insistencia que su corazón bombeaba con más terquedad, decidiendo frenar su ritmo, quedando justo delante de unos arbustos. Luego de poder frenar su andar, intento recobrar el aliento perdido por un momento, inspirando hondamente antes de adentrarse entre la maleza para llegar al descampado.

Sus ojos se abrieron de par en par al ver lo que encontró allí.

Un gran montículo de tierra, herbaje y ramas estaba contra un par de árboles, con una forma muy similar a un nido de algún tipo de pájaro, con la forma de un semiesfera hueca, donde se podía ver que habían algunas plumas, hojas y alguno que otro insecto caminando por el borde de las paredes.

Pero la ausencia de criatura o dueño del mismo nido dejo completamente aturdido al caza dragones.

¿Acaso por oírlo correr la criatura se había ido? Eso no tenía sentido, ya que al ser este el hogar, sería el primer lugar que defenderían.

Con un suspiro desanimado, el joven muchacho se acercó para inspeccionar mejor el nido, viendo como el hueco tenía el tamaño como para albergarlo a un animal del tamaño de un caballo, tal vez un poco más grande. Pero la presencia de plumas castañas lo dejaba intrigado; ¿Un ave tan grande anidando en el frio suelo? Eso sí que era extraño.

De repente noto como las pulsaciones comenzaron a desacelerar súbitamente, escuchando a sus espaldas el crujido del follaje que le anunciaba que algo estaba cerca, observándole; posiblemente el dueño del nido al cual se atrevió a acercarse.

Decidió encarar a su espectador, volteándose para ver que estaba a sus espaldas; el brillo de dos orbes doradas lo dejaron impresionado.

Avanzando sin temor una enorme criatura se presentó, mitad caballo, mitad águila, caminando hacia el con paso firme, escudriñándole con severa atención con unos ojos refulgentes, enormes e imperturbables. Poseía el tamaño de un equino, al igual que las patas traseras y la cola que se movía al compás de su andar, pero su parte anterior era el de un ave de rapiña, con sus patas amenazantes y letales, al igual que la cabeza, la cual poseía ojos ambarinos, al igual que su enorme pico, contrastando suavemente con su plumaje castaño; una criatura realmente fascinante.

Quedo más asombrado al ver como el animal le chillo en advertencia, alzando su cuerpo con ambas patas traseras y mostrando territorialmente sus enormes alas castañas, oscureciendo su vista ante la altura que había ganado el animal.

Luego del bramido de la bestia, esta descendió, observando con atención los movimientos del joven cazador de dragones.

_ “¿Está esperando que me haga algo como él acaba de hacer?”_ se preguntó el nórdico sin dejar de ver esos hipnóticos ojos, en los cuales podía percibir los sentimientos que la criatura podría estar mostrando; curiosidad y ansiedad.

Hizo lo primero que se le vino a la cabeza, llevo su puño derecho hacia su pecho, su brazo izquierdo dejo libre su cabeza de casco al llevarlo hacia su espalda, y sin dejar de verlo a los ojos, apoyo su peso en su pierna derecha, mostrando el mejor símbolo de respeto que conocía, dejando en claro que él no era ninguna amenaza y que la invasión a su territorio no debía ser tomada en cuenta.

La cabeza del animal se inclinó hacia un lado cuando su acción fue hecha, pero luego de unos segundos el joven oji-tormenta se vio sorprendido al ver como la cabeza iba hacia abajo mientras su cuerpo retrocedía un par de pasos, dejando sus alas nuevamente expuestas.

El ave había recibido con una inclinación su muestra de paz.

_ Esto…_ el asombro de Dovahkiin se dejó ver a través de su rostro estupefacto, viendo como ahora la criatura se acercaba con ánimo hacia el mientras se ponía nuevamente de pie; un empujón amistoso con la cabeza por parte de la criatura lo hizo reír, llevando sus manos hacia el largo cuello para acariciarle con cuidado, haciendo que la criatura soltara un chillido amistoso_ Veo que no tenía nada que temer de ti_ dijo divertido sin dejar de acariciarle el cuello, recibiendo ahora un cabezazo suave, dándose cuenta de algo nuevo.

El palpitar desenfrenado que tenía antes había desaparecido.

Atando cabos rápidamente, tomo con suavidad la cabeza del animal para que le viera a los ojos.

_ ¿Eres tu mi compañero?_ la cabeza castaña se inclinó, como si no le hubiera entendido_ ¿Me ayudas a llegar a casa?_ pregunto ahora, viendo como la criatura retrocedía un par de pasos y giraba noventa grados, quedando de lado hacia Dovahkiin y exponiendo de sus alas su lomo, dándole un claro mensaje: “Súbete”_ De acuerdo…_ dijo seguro, colocándose el casco nuevamente y subiendo con cuidado al lomo de la criatura como si de un caballo se tratara_... Si puedo montar un dragón, esto se supone que sería más fácil… ¿Verdad?_ dijo ahora vacilante, escuchando a la criatura chillar y alzarse en ambas patas traseras nuevamente, haciendo que de la sorpresa se agarrara de la base del cuello con firmeza.

Inmediatamente comendo a correr a gran velocidad, esquivando árboles y arbustos con maestría, demostrando conocer el lugar con exactitud, llegando a un descampado nuevo, más grande de los que había atravesado o visto hasta ahora en ese bosque.

Y sin frenar o dejar lugar a dudas, se levantó en ambas patas traseras, dio un gran salto extendiendo sus alas, y con dos fuertes aleteos, alzaron vuelo, dando varios aleteos más para poder alcanzar las copas de los árboles y volar con mar rapidez.

Todo mientras Dovahkiin se había aferrado aún más al cuello de la criatura, desistiendo un poco del agarre al ver los arboles a sus pies.

Volar en dragón era asombroso, pero volar en… En… ¿Qué era esta criatura exactamente?

Realmente ahora no importaba; volar es “eso” era increíble.

_ ¡Vamos chico, volemos más rápido y lleguemos a casa!_ le grito eufórico, escuchándole chillar y mover sus alas con más rapidez, accediendo a la petición del caza dragones.

Era hora de volver y mostrar que había ganado, lo había logrado otra vez.

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_... ¿Pero realmente estas seguro que-…?_

_ ¡Que si, James! Maldita sea, que era una maldita esfinge_ rezongo exasperado el Black, conteniéndose para no darle una paliza a su amigo; había visto volar dos esfinges hace unos cuantos minutos, y luego de pensarlo decidió contárselo a Potter; mala idea_ ¿Qué tanto te cuesta creerme? Maldición_

_ Perdón Sirius, es que últimamente me gusta molestarte_ la fulminante mirada del sangre pura le heló la sangre; pero solo por un momento_ Es tan lindo verte enojado_ un golpe en las costillas le hizo quejarse, para luego soltar una carcajada_ Perdón Canuto, es que sin Quejicus tus enojos se han vuelto adictivos para mi satisfacción de maldad_

_Cierra la boca y ve a molestar a la pelirroja mejor_

_ Ni se te ocurra James_ amenazo ahora Lily, haciendo que su novio se encogiera en su lugar.

_ ¿Acaso te esta dominando una mujer, Cornamenta?_ pregunto inquisitivo el león con sorna, viendo a su amigo poniéndose nervioso.

_ Claro que no, Sirius, no seas tonto… Puedo hacer lo que quiera con Lily, y no tengo porque hacerle caso_ soltó orgulloso el de lentes, sintiendo un aura amenazante proveniente de su pareja_… solo si ella me da permiso_

_ Buena elección de palabras Potter_ aprobó la pelirroja, haciendo reír al de bucles.

_ “Y por eso no tengo novia estable”_ se apremió el Black, viendo como su amigo miraba a su novia con pena, para luego fundirla en un abrazo que la chica acepto gustosa, haciendo que el pecho del mujeriego se apretara con una ligera molestia.

Las demostraciones de amor le volvían enfermo, esas cosas eran para débiles… El no necesitaba nada de eso para sentirse bien… ¿Verdad?

Un ligero vistazo a la tribuna contraria en busca de cierto cervatillo de dio la respuesta, viéndole allí, completamente quieto viendo hacia la puerta de entrada del estadio junto a sus amigos; hasta que un abrupto salto por parte del Slytherin lo puso en alerta, vendo hacia donde estaba viendo ahora el chico.

Lo que vio le hizo pasar del asombro a la ira en un par de segundos.

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_ Por dios, ¿esto podría tardarse más?_ pregunto ahora somnoliento el príncipe de Slytherin, ya queriendo volver a la comodidad de su cama junto a su pareja, que parecía dormitar en su lugar por el frio y la inactividad prolongada; acurrucarse junto al Gryffindor le parecía el mejor plan después de que terminase la prueba; decidió inclinarse contra el oído de su pareja para susurrarle dicha planificación, recibiendo un cabezazo mimoso y la aceptación en un ronroneo.

Una arcada por parte del Black logro que una vena apareciera en la frente del rubio.

_ ¡¿Podrías dejar de arruinar el ambiente?!_ el gruñido del sangre pura solo logro hacer reír irónicamente al Black.

_ Si ustedes dejan de exponerse frente a mí, podríamos negociarlo_ estableció con maldad, asustándose al ver que Severus se había levantado de golpe_ ¡¿Sev?! ¡¿Qué-…?!_

_ ¡Por Merlín, ¿Qué es eso?!_ grito ahora Malfoy, saltando de igual forma de su lugar junto a Remus, señalando hacia el cielo, mientras muchas personas comenzaba a divisar lo mismo que los Slytherin’s, parándose de sus lugares y murmurando de que podría tratarse.

Un grito eufórico provino de dicha entidad haciendo que el corazón de Severus palpitara con emoción, reconociendo el timbre de voz del emisor.

_ Merlín… ¡¿Dovahkiin?!_ el nombre del extranjero hizo que sus amigos le vieran con intriga, dándose cuenta de inmediato: El que estaba volando era el nórdico_ ¡Por Salazar! ¡Si es Dovahkiin!_ exclamo sorprendido sin dejar de ver como el héroe estaba sobre volando el estadio sobre una enorme criatura, la cual chillo hacia su dueño, comenzando a caer en picada con sus alas gachas, tomando impulso para caer más rápido.

Una exclamación general de los alumnos lleno el estadio al darse cuenta en que estaba sobrevolando el concursante, mientras el aliento de Snape era abruptamente detenido al ver la mortífera criatura que ahora descendía con más calma, llegando al fin al suelo y dejando que su domador se bajara, no sin antes apremiarle con unas cálidas palmadas en su cuello por el buen trabajo.

El caza dragones soltó un suspiro feliz, volteándose a sus espectadores con sus ojos brillantes de emoción, dándose cuenta que era el primero en llegar.

Su corazón latió con orgullo, dando un salto y alzando sus brazos en victoria,  soltando un feroz grito de pura euforia, siendo correspondido por aplausos y gritos emocionados de la tribuna, felicitándolo por el buen trabajo.

La risa tranquila de una persona hizo que se volteara de repente, viendo al director de la escuela aplaudiéndole con tranquilidad.

_ Querido héroe, mis más sinceras felicitaciones, haz sido el primero en llegar y ganar la tercera de las pruebas_ celebro el hombre, recibiendo la mano extendida que le daba el joven concursante para estrecharla con calidez_ Veo que el Hipogrifo te ha elegido como compañero_ dijo tranquilo el hombre acariciando ahora la cabeza de la criatura que agachaba su cabeza para dejar se mimar.

_ ¿Así se llama?_ pregunto el castaño viendo como la criatura chillaba feliz y agitaba sus alas, contenta por las caricias de Dumbledure.

_ Así es, es una muy buena compañera, sus nidos los hacen en tierra, por lo que te daré un buen lugar para que puedas conservarla, así estará más tranquila y podrá armar un nuevo hogar_ dijo amable, mirando hacia el Hipogrifo que comenzaba a acicalarse las plumas de su ala_ Comen insectos, algunos pájaros y pequeños mamíferos, normalmente ellos las cazan, así que no debes preocuparte demasiado por su alimento_ le aconsejo con amabilidad, recibiendo un asentimiento agradecido del muchacho_ Por poco y casi te ganan, muchacho_ dujo risuelo el hombre, dejando intrigado al caza dragones, pero al verlo alzar sus manos y dirigirlas hacia la gran puerta del estadio, pudo entender a que se estaba refiriendo.

Por arte de magia la puerta de abrió, dejando ver una sombra detrás de ella que comenzaba a avanzar hacia el interior del estadio, escuchando como la gente se enloquecía nuevamente mientras la sombrase dejaba ver por la claridad que había en el lugar.

Un rostro desconocido lo dejo desconcertado.

Un hombre de piel suavemente morena y larga cabellera castaña entro, con el torso al descubierto, una lanza en las manos y montado sobre lo que parecía un caballo… No, estaba viendo mal, el hombre estaba caminando frente al caballo y… No, tampoco.

Un segundo después se dio cuenta: ¡¿El torso del chico estaba pegado al caballo?!

Una mata de cabellos rubios apareció detrás del desconocido, al igual que un brazo agitándose y un rostro que si conocía: era el concursante Cloud Strife… ¿pero en que estaba montado?

_ Joven Cloud, ha sido el segundo en llegar, ¿cómo se siente?_ una vez que estuviera lo suficientemente cerca, pudo ver al concursante Strife bajarse del hibrido, sacudiéndose las hebras doradas.

_ Muy bien, pude pasarlo todo y encontrar a mi compañero.. O bueno, el me encontrar a mí: dijo divertido, dándole la mano al hibrido, que le sujeto la mano con seguridad.

_ Vladimir, cuanto tiempo sin verte_ expreso el director hacia el hibrido, el cual bufo molesto.

_ Igualmente Dumbledore_  dijo con una gruesa voz el moreno, inclinándose ligeramente hacia el mayor.

_ Te ha tocado como compañero a Vladimir, que como debiste ver, es un Centauro_ le explico al rubio_ Normalmente ellos no confían en nosotros ni en los muggles, pero hay algunas excepciones, como pudiste notar_ el centauro volvió a bufar_ No deberás encargarte mucho de él, ya que ellos son muy independientes y posiblemente prefiera irse al boque prohibido_

_ No hables por mí, mago_ experto con enojo el hibrido_ Donde él necesite que este, estaré, y solamente lo hablare con el rubio, no debes meterte en esto_ finalizo serio, tomando su laza con más firmeza de la necesaria mientras que la mano que sostenía la de su compañero la apretó ligeramente.

El rubio le acaricio dicha extremidad con el pulgar.

_ Tranquilo, yo me ocupo de todo_ le aseguró Cloud, dándole nuevamente tranquilidad a la irascible criatura.

Todos los espectadores quedaron sorprendidos, tanto por ver al hipogrifo tan tranquilo como ver al Centauro, normalmente agresivo y salvaje, siendo tan calmo con el concursante rubio.

Y las sorpresas no dejaron de aparecer.

Minutos después apareció el guerrero Hawke, montado sobre un Granian, un tipo de Caballo Alado rucio y particularmente veloz, siendo seguido de cerca por Alex Mercer, siendo acompañado por un Grifo, una criatura griega con cabeza y patas delanteras de águila y cuerpo restante de león que se mantenía realmente cerca del encapuchado. Un imponente Sephiroth apareció volando por su propia cuenta, teniendo enrocado en su cuerpo a un Runespoor, una serpiente de tres cabezas de unos dos metros la cual era conocida por ser la mascota favorita de los magos malignos por su imponente forma, dando una asociación rápida al de cabello platinado con la criatura.

Corriendo aparecieron dos concursantes que parecían haber estado charlando juntos en el camino, Cole Macgrath acompañado de un amigable Tebo, una criatura semejante a un jabalí de color gris ceniza junto a la elfa Aileen, la cual traía en brazos a un Demiguise, un herbívoro pacífico y de mirada triste parecido a un mono de pelo blanco. Un poco más atrás, recibiendo algunas risas por parte de los alumnos apareció una cansada Jill Valentine siendo acompañada de un Ghoul, una criatura un tanto grotesca parecida a un ogro, la cual le estaba gruñendo mientras la seguía, como si le exigiera el porqué de tener que haber corrido hasta aquí.

Todos los concursantes al encontrarse comenzaron a hablar entre ellos, viendo la variedad de criaturas que les habían tocado.

Todos menos unos, Dovahkiin, el cual había recibido un cabezazo preocupado de su compañero viéndolo intranquilo al igual que un joven de bucles en las tribunas, el cual miraba incesantemente la puerta en espera de que alguien más llegara.

Un apretón amistoso de Severus logro anímalo un poco, volviendo a mirar la puerta, con la esperanza a flor de piel.

_ Connor ya debía haber llegado_ murmuro  preocupado el caza dragones, viendo a Hawke acercase a él con el caballo alado siguiéndolo de cerca.

_ ¿Falta Kenway? Que extraño, pensé que el sería el primero en llegar… Era el más inteligente de todos_

_ ¿Me estas subestimando?_ pregunto con diversión cínica el de pelo plata, el cual estaba acompañado de su pareja, la cual tenía enroscado en su cuerpo al Runespoor perteneciente a Sephiroth.

_ Sabes a lo que me refiero_ respondió mordaz el guerrero, viendo cómo el contrario le bufaba con preponderancia, haciéndolo enojar aún más.

_ ¿Creen que le haya pasado algo en el camino?_ pregunto ahora el tranquilo rubio, tratando de evitar que su pareja se metiera en un lio por su egocentrismo.

_ No lo sé… pero Connor no es de-… Esperen ¡Allí esta!_ grito de golpe el caza dragones, señalando hacia el cielo.

Una imagen que congelo a todos de manera aterradora se presentó.

Efectivamente era el mencionado asesino, el cual era sostenido con uno de sus brazos por lo que parecía ser un ave singularmente grande de color fuego, pero eso no era lo que dejo anonadados a los presentes.

Era el cuerpo que sostenía con su otro brazo lo que los había dejado petrificados.

Podía verse como el ve cargaba sin problemas el peso de ambos hombres la cual comenzaba a descender para llegar donde estaban todos reunidos, mientras Connor sostenía como podía la ensangrentada mano del moribundo, el cual fue reconocido por la joven Jill la cual soltó en un alarido el nombre de su compañero mientras un rubio hombre que estaba en la tribuna  salto de su lugar para llegar donde aterrizarían ambos concursantes.

Al estar cerca del suelo los otros héroes corrieron para llegar y sostener a un malherido Chris Redfrield mientras un ensangrentado Connor bajaba con calma, siendo recibido por su amigo nórdico, el cual pudo ver el estado del asesino.

Él sabía que detrás de esa tranquilidad se encontraba la ansiedad y preocupación en carne viva en los ojos del nativo, escondido debajo de la capucha ligeramente machada de sangre del herido.

El director se acercó a la ronda que formaron los héroes para esconder al herido militar, tomándole el pulso de inmediato.

El latido parsimonioso lo dejo tranquilo.

_ Aun esta con vida_ aseguro, sacándole un suspiro a los presentes.

Un rubio movió violentamente a Hawke y a Cole de la ronda para poder ver al cuerpo tirado en la nieva, arrodillándose con dolor y acercando su rostro al del malherido, viendo como también Valentine estaba arrodillada cerca de su pareja, sollozando el nombre de su amigo mientras tocaba con delicadeza el brazo del castaño.

_ Chris… ¿Quién te hizo esto?_ la pregunta cargada de dolor y odio del rubio no fue respondida por el aludido, el cual estaba inconsciente, por lo cual miro a su segunda opción el encapuchado que se hizo paso en la ronda para verlo también_ ¿Tú le hiciste esto?_

_ No_ respondió tranquilo a la amenazante pregunta_ Y te responderé a lo que quieras, pero hay que llevarlo de inmediato para que lo vea un experto_ dijo con sabiduría, viendo como la pareja del castaño asentía con prudencia, volviendo a ver a su castaño que estaba respirando con dificultad.

El director saco un objeto de su túnica y como el brazo del herido.

_ Joven Wesker, si quiere acompañarlo, tome mi brazo y lo llevare a un hospital para que puedan atender al joven Redfrield_ el rubio asintió y tomo el brazo que sostenía a su pareja, y antes de marcharse, el director miro a los héroes restantes _ Ustedes son los que han podido pasar la prueba jóvenes, felicitaciones, ya pueden retirarse ustedes y los alumnos, nos veremos si es posible en el comedor a la hora del almuerzo_ finalizo, desapareciendo de la vista de los héroes junto a la pareja.

Ahí se dieron cuenta del gran murmullo que se formaba por los alumnos, haciendo hipótesis de lo que había sucedido y sorprendiéndose de la falta de dos concursantes más.

Pero si el director decía que eran los ganadores, significaba que solo habían quedado ellos nueve.

Ellos eran los semifinalistas del concurso.

Luego de ayudar a Jill a levantarse, los héroes de formaron en fila junto a su respectiva criatura aliada, mirando a la tribuna que había quedado en frente.

 _ ¿No se supone que el director tiene que decir algo en un momento así?_ pregunto inquieto Cole, mirando como los espectadores parecían esperar algo que no llegaba.

_ No se tío… Deja de picotear mi chaqueta_ regaño Mercer a su compañero, el cual le chillo en desacuerdo, picando su mano en venganza_ Te estas metiendo en un lio_ le amenazo, recibiendo un nuevo picotazo del Grifo.

_ Tranquilo hombre, el solo quiere jugar_ dijo divertido su amigo, recibiendo también un picotazo del compañero de Alex_ ¡¿Pero a mí por qué?!_

_ Esto se esta poniendo extraño_ murmuro Hawke, dejando que la elfa acariciara a su compañero, los cuales parecían llevarse bien junto al Demiguise que le había tocado a la rubia.

_ Dovahkiin, di algo_ le pidió Connor, dejando aturdido al caza dragones.

_ ¿Yo?_ pregunto dudoso.

_ Si… Tu voz puede llegar más alto que nosotros a todos los que están aquí_ definió el asesino, acariciando el cuello de su compañero que estaba posado elegantemente en su hombro.

_ Si hombre, además todos te quieren_ opino ahora Cole, dándole ánimos al caza dragones.

_ Bueno… Lo intentare_ decidió inseguro, avanzando varios pasos para separarse de la línea.

El Hipogrifo lo siguió, haciendo que se sintiera contenido.

Aclarándose la garganta, una potente voz salió.

_ ¡Hola, queridos espectadores!_ los héroes que estaban tan cerca del nórdico se taparon los oídos, al igual que las criaturas que intentaron cubrir el dolor que les provoco escuchar tan seca el grito del de casco; todos le prestaron inmediata atención al héroe_ ¡Como pudieron, el director se fue para llevar a nuestro compañero al hospital, y nos dejó a nosotros aquí! ¡Nosotros pudimos pasar a la cuarta prueba, y esperamos que nos sigan como lo siguen haciendo, porque nos caen muy bien!_

_ A mí no_ gruño el peli-plata recibiendo una codazo por parte de Cloud.

_ ¡Y… Ah…!.... ¡¿Gracias?!_ pregunto dudoso el oji-tormenta, recibiendo un fuerte aplauso y alaridos del público, siendo muy bien recibido por todos con exclamaciones amistosas. El nórdico regreso a su puesto, mirando a su compañeros_ Perdón, no sabía que decir realmente_

_ No importa, igualmente lo hiciste bien: apremio su amigo, viendo como todos habían aceptado cordialmente las palabras de Dovahkiin.

Cuando los héroes comenzaron a salir junto a sus criaturas, todos los alumnos comenzaron a seguirles, habiendo entendido que se había terminado la prueba.

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_ ¿Crees que estén ahi?_ le pregunto nuevamente a Connor, el cual rodo los ojos por debajo de su capucha.

_ Que si, no los he visto llegar, así que siguen en la marea de gente que está llegando_ respondió nuevamente, intentando localizar con su “Vista de águila” a Regulus y sus amigos.

Él estaba seguro que aún no había visto esa mata de bucles incontrolables.

_ Hey, tengo que mostrarte a alguien_ le dijo emocionado el de casco a su compañero, habiéndoselo sacado luego de que el Hipogrifo intentara sacárselo a picotazos_ Pero debes calmarte, él es muy pequeño y no te lo perdonare si le haces algo_

_ No creo que te entienda_ le aviso el asesino sin quitar la vista de la marea de alumnos que estaban entrando al colegio.

Los héroes habían llegado antes que los alumnos que los seguían a varios metros de distancia, y la idea de ver a Severus no había menguado ni un poco desde que siquiera había empezado la tercera prueba, por lo que convenció Connor (que aún tenía la chaqueta manchada de sangre) en que esperaran en el patio delantero a la escuela para poder verlos aunque sea un momento y luego irían a cambiarse para almorzar.

A ninguno de los dos les importo que varios alumnos los miraran extrañados por tener a las criaturas allí, o que vieran el estado de los ropajes del encapuchado; ellos esperarían ahí hasta ver a las respectivas serpientes.

Los increíbles ojos del asesino divisaron al chico de bules junto a la larga cabellera rubia de su amigo, que eran las que más se llegaban a distinguir entre el grupo.

Con la mano señalo la localización exacta, y Dovahkiin solo hizo lo suyo.

_ ¡Pequeño!_ el grito sorprendió a los jóvenes estudiantes que inmediatamente vieron al emisor de semejante alzo de voz; mientras un pelinegro empezó empujar a la gente para poder llegar al dueño de ese grito, siendo seguido por Regulus, Lucius y Remus que estaban a su lado. Pudiendo salir, logro verlo, el gran héroe lo vio con emoción y extendió sus brazos, lo cual lograron acelerar el movimiento de sus piernas y alcázar rápidamente ese pecho cálido, al cual se aferró como si de una balsa se tratase.

Los grandes brazos se cerraron un suspiro aliviado salió de ambos pares de labios: ambos estaban bien.

_ Dovahkiin_ soltó primero el pelinegro, saliendo apenas de su escondite ara ver ese rostro desprovisto de casco, dejando la vista a su rostro varonil y amable, con esos ojos impasibles e hipnóticos, ese cabello rebelde cayendo en su rostro y esa sonrisa tan reconfortante; era bueno tenerlo cerca_ ¿Estas bien?_

_ Mejor que nunca, Severus_ respondió suave, inclinándose para dejar su cabeza sobre el hombro tibio del pelinegro_ ¿Tu estas bien?_

_ Ahora estoy mejor_ respondió calmado, sintiendo como el nórdico se alejaba un poco para verlo a los ojos nuevamente, dándole una nueva sonrisa_ ¿Estas seguro que estas bien?_

_ Estoy bien, no me paso nada... Por suerte_ la mirada azul se volvió algo opaca, dirigiéndose hacia su amigo que veía como las otras serpientes recién podían salir de la marea humana_ Aunque Connor-…_

_ ¡Por Salazar, ¿estás bien?!_ la preocupación por parte del Black salió a flote apenas pudo tener cerca al asesino: ropas machadas de tierra y sangre, en la chaqueta se distinguían algunas zonas rasgadas, y podía ver un magullón en el rostro visible del nativo; podía ver que claramente, no la había pasado del todo bien_ Connor, por favor responde, ¿estás bien?_

_ He estado mejor_ respondió cansado, soltando un suspiro exhausto_ No la he pasado muy bien allí, en ese bosque_

_ Puedo verlo_ dijo preocupado, sacando su vista del asesino para posarla en su hombro: el ave colorida lo escrudiñaba con atención_ Y también lo vi a él, que bueno Connor: te ha tocado un Fénix_

_ ¿Qué?_ pregunto el caza dragones ahora, viendo mejor al ave_ ¿La famosa ave que puede renacer de sus cenizas?_ el asentimiento del grupo le confirmaron lo dicho_ Genial, nunca había visto una_ el Fénix poso orgulloso ante la atención recibida_ A mí me toco este… Esta_ miro al Hipogrifo que estaba echado en el suelo, el cual se había cansado de jugar con el casco de su compañero_ El… ¿Grifo con Hipo?_

_ Hipogrifo, Dovahkiin_ corrigió divertido el pelinegro.

_ Exactamente, gracias_ agradeció el castaño.

El príncipe de Slytherin no podía quitar la mirada de tan fabulosa ave posada en el hombro de Kenway, mientras Remus miraba receloso al hipogrifo, el cual había recaído en su presencia, levantándose y siseando con amenaza.

Dovahkiin vio tal acto y amonesto a su compañero, el cual lo miro incrédulo mientras Remus se alejó prudentemente, él ya sabía que estaba sucediendo; su naturaleza licana era un rival natural de los hipogrifos… Y lo mejor era alejare de semejante animal antes de que alguien se diera cuenta.

Tal acto no pasó desapercibido por Severus.

_ Sev_ lo llamo el nórdico, tomando su atención por completo_ ¿Dónde crees que podamos dejarlos a ellos mientras Connor y yo nos a asear? No creo que nos dejen meterlos aquí y no vi donde fueron los otros_

_ Podemos cuidarlos nosotros_ propuso Regulus, acomodando su brazo cerca del hombro de Connor para que el fénix cambie de lugar, y algo inseguro asilo hizo el ave_ Luego podemos buscar un lugar para ellos_

_ Buena idea... Solo…_ Severus se alejó un poco de su protector, mirando a los ojos al Hipogrifo que lo miro con atención, y recordando lo que un antiguo libro decía, se inclinó sin quitar la vista de los ojos del animal, el cual luego de un momento se inclinó con gracia hacia el Slytherin, haciéndolo suspirar de alivio_ Bien, ahora si_

Dovahkiin miro maravillado como el hipogrifo ahora comenzaba a seguir al pelinegro luego de mostrarle una señal de respeto, justo como él había ejecutado; tenía mucho que preguntarle a Severus luego sobre su compañero.

_ Lucius_ llamo algo alterado el Gryffindor, sin quitar la vista de la criatura castaña_ ¿Podemos ir hacia mi habitación de estudio? Creo que me está dando sueño otra vez_ la clara mentira fue percibida por el mencionado, pero pensando que en otra cosa, asintió con entusiasmo, pensando que en realidad su pareja estaba ansioso de pasar tiempo de intimidad y no que en realidad no quería estar ni cerca del Hipogrifo.

_ Claro que si, Remus_ respondió seductor, besando la tensa mejilla de su pareja_ Ustedes vayan, nosotros nos quedamos cuidando y-…_

_ ¡No!… yo…_ la alterada voz de Remus hizo que su pareja lo viera extrañado_ Yo… ¿te quieres quedar?_

_ Así es Remus, no quiero dejar solos a mis amigos_ respondió firme el rubio, viendo como su pareja se ponía tenso, dejándolo intrigado.

_ E-Entonces yo iré primero… Así podre arreglar algunas cosas para cuando vengas_ dijo apresurado, alejándose un poco de su pareja al ver como el hipogrifo avanzo un paso hacia su posición_ Yo iré primero entonces Lucius_ dijo nervioso, apretando apenas la mano del rubio y alejándose rápidamente, siendo seguido por los ojos del grupo.

Aún más, con las miradas atentas de Severus y Connor observando analíticamente la situación.

_ Estaba algo apurado por lo que veo_ dijo divertido Dovahkiin, aligerando el clima tenso que se presentó hace un momento.

_ Remus se puso muy raro_ dijo preocupado el rubio, mostrando una ligera mirada triste hacia donde se fue su pareja; de igual modo, no dejaría sus amigos solo.

_ Bueno pequeño_ el apodo amistoso de Dovahkiin llamo nuevamente la atención de Severus_ ¿Están seguros que se quedan cuidándolos?_ el pelinegro junto a sus amigos asintieron_ Nosotros no tardaremos en volver_ aseguro, viendo a su amigo el cual acaricio por última vez al Fénix.

_ Pórtate bien con Regulus o te desplumare_ amenazo de forma amistosa el asesino, escuchando un chillido ofendido del ave antes de alejarse y quedarse junto a Dovahkiin, que dando un último saludo y tomando su casco del suelo, dieron marcha hacia el castillo para poder bañarse y cambiarse la fin.

_... ¿Oyeron eso?_ soltó de golpe Regulus, llamando la atención de sus amigos_ Acaba de amenazar a su criatura… Por mí_ los ojos de Lucius rodaron al escuchar la voz esperanzada del Black.

_ Seguramente si el Fénix te ataca lo descalifican_ corto de golpe la ilusión del sangre pura, recibiendo una fea mirada por parte de esta.

_ Déjalo soñar en paz Lucius_ amonesto divertido Severus, riendo junto con el rubio ante la mala mirada que lanzo Regulus hacia los dos; todo mientras el ave comenzaba nuevamente a acicalar sus plumas y el hipogrifo se echaba a los pies de Severus, mirando hacia el lugar donde se iba Dovahkiin… Esperando al igual que el pelinegro que el castaño de mirada tormenta volviera.

Notas finales:

Como siempre, espero que les haya gustado, y espero recibir review con su odio infinito por le abandono xD

Los amo muyayos... Nunca los deje de amar~


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