-Zelo ya puedes bañarte- dice un húmedo Jongup agitando a su amigo quien está acurrucado en ése sofá color crema grande y recubierto de cuero.
-¿Q~ué? Hyung lo hago mañana mejor…- responde en un susurro tierno y se vuelve a tapar con esa cobijita que su madre le ha dado para el frío de Seúl.
-No, tienes que bañarte hoy Junhong. Si lo haces mañana tendrás tus músculos contracturados y no estarás bien- tirando de esa manta color celeste con filos plateados y dejando ver a un maknae solo en camisa sin mangas y shorts azules brillantes hecho bolita.
-Déjalo Uppie… Yo veo que se bañe- dice el líder del grupo consiguiendo que ese menor de cabello rubio-celeste esboce una pícara sonrisa a escondidas.
Y es que el pequeño Junhong a quien todos creen un angelito caído del cielo pulcro y casto posee un lado perverso y caprichoso cuando está junto a su querido novio. Sí, Bang Yongguk es pareja del pequeño desde que debutaron como B.A.P porque ese niño cautivó su corazón y lleno sus pensamientos de una forma pedófila según él ya que cada que ve a su bebé protestar por su turno en la ducha él sabe perfectamente sus intenciones, las cuales no son del todo castas.
-¿Te ayudo a llevarlo a la ducha hyung?- dice el castaño de brillante sonrisa mientras se acerca con los brazos estirados hacia su amigo.
-Sé que soy el mayor pero estoy en buenas condiciones. Si pude cargar a Chan cuando se golpeo el pie en el velador, puedo llevar a Junhong a la ducha- deteniendo a su pequeño Uppie con voz juguetona y traviesa.
-Está bien hyung, voy a la cama entonces. Buenas noches- subiendo las escaleras directo a la habitación tercera del lado derecho.
Choi Junhong observa con los ojos entrecerrados como su querido mejor amigo sube y los deja solos, a él y a su novio. Y es entonces cuando ese posesivo, lascivo y sensual lado emerge. Zelo ahora domina al tierno y cauteloso Junhong. Extiende sus manos en señal de que quiere ser cargado por él, por su Yongguk y piensa en hacerle pagar por confesar haber cargado a la diva del departamento.
-Hyu~ung, estoy muy, muy cansado, ¿me llevas?- susurra en un casi ronroneo que hela y pone los vellos del mayor de punta.
-Si eso quieres..- y sin más lo amarca en su espalda. Haciendo todo lo contrario a lo que su pareja hubiera esperado. Él quería que lo cargue como una niña, no porque sintiera serlo sino porque así estaría más cerca de sus suculentos labios y su pecador cuello.
Ese mayor lo deja en el piso frente a la puerta del baño y la abre para dar una pequeña palmada en el trasero de ese pequeño.
-Vamos ya te he traído, báñate- ese tono seco hace que Zelo quien está necesitado de contacto físico se emperre y quiera darle un golpe a esa hermosa boca.
-Hyu~ung, tengo mucho sueño… Vamos, ayúdame ¿sí? ¿Qué tal que yo abro la llaves y por mi cansancio me resbalo y golpeo?, hyung por favorcito…- esas palabras son expulsadas de sus labios en una forma exagerada y tan aniñada.
-Eres un exagerado Junhong, con el agua te despertarás. Además siempre debes ser cuidadoso en la ducha. Pero bueno solo por esta vez- y lo adentra a ese baño de paredes celestes sentándolo en la taza para empezar a desvestirlo.
Dado que el mayor va detrás de Zelo este nuevamente sonríe ladeado y piensa que su plan va viento en popa. Si todo sigue como está terminarán teniendo sexo en la ducha y eso al maknae pervertido le encanta.
Y así empieza a quedar con menos prendas de las que ya le hacían falta. Se fueron los zapatos y medias, se fue la gorra negra que vestía. Un Yongguk está empezando a darse cuenta de lo que pasa cuando sus manos le retiran esa camiseta sin mangas dejando ver la nívea piel de ese pequeño suyo y confirma sus sospechas cuando por accidente rosa su dedo medio con uno de los pezones del menor soltando este un pequeño gemido traicionero.
- Junhong, dime que esto no es una trampa.. Porque si lo es te juro que no te la vas a acabar- mira serio el rostro de un joven sentado en aquel retrete con las piernas abiertas, él en medio arrodillado. Con ese novio suyo de pecho descubierto, labios entre abiertos por la excitación que él mismo se está induciendo en sus pensamientos perversos.
- ¿Tram-pa?- traga saliva y continúa -Para nada hyung en verdad estoy muy agotado y necesito tu ayuda- ahora ya más calmado y maldiciendo mentalmente a sus putos instintos y pensamientos.
- ¿A sí?- se acerca a su pequeño rosando sus narices –Entonces lo que escuché no fue un gemido ¿verdad?- susurra a los labios de cereza y finos de ese pequeño ahora más tentado y excitado.
- N~no hyung- tartamudea mirando al lavamanos que está a su derecha.
- Entonces si hago esto- y acaricia el mismo pezón de antes con su dedo índice –No te estoy excitando, sería solo un pequeño roce ¿verdad?- esbozando una macabra sonrisa en su rostro. Si el pequeño quiere jugar a ser caprichoso pues él también jugará.
-O tal vez si hago esto- ahora la caricia parte del cuello del menor, ese novio suyo le está lamiendo el cuello tan putamente sexy que Zelo no sabe si ceder y gemir o seguir con lo que él empezó.
-Hyu~ung si haces eso cuanta como esti~estimulo- trata de no gemir, trata con todas sus fuerzas en resistir pero esto se le está zafando de las manos.
-Pero si recién estoy empezando y tú ya estás hablando entrecortado HONGGIE- Mierda, le ha nombrado por ese sobrenombre que es solo para cuando hacen el amor. –Y cuando hablas entrecortado es porque estás excitado, te conozco pequeño. Esto solo fue una vil trampa, pero sabes qué. No me importa, veamos hasta donde sigue tu caprichito-
Y esos gruesos labios bajan por el cuello de porcelana de su bebé y se posan en su pezón derecho ayudado de su mano izquierda para estimular el que falta. Junhong ya no sabe cómo reaccionar, se maldice por no ser fuerte. Si su hyung le logra hacer gemir está acabado, él y su ego. No, no gemirá esta vez. Yongguk al ver la resistencia de su novio le quita los holgados shorts azules brillantes que lleva puesto dejando ver su ya crecida erección.
-Pero que tenemos aquí. Mi pequeño maknae está ardiendo. Pobrecito ¿será que le aprietan sus bóxers?- susurra acercando sus manos al elástico de esa morada tela y lo estira, y lo vuelve a soltar provocando un sonido de choque.
-……..- Junhong no dice nada porque siente que si abre su boca un gemido audible saldrá de esta, solo opta que sonidos guturales salgan desde su garganta.
-Pero que es lo que estoy escuchando. ¿Eso fue un gemido?- dice el mayor de la habitación besando al menor con pasión por primera vez en toda ese tiempo.
-Los sonidos con la boca cerrada no cuentan como ge-gemido hyung- alcanza a decir antes de que sus labios se vean presa nuevamente de esos blancos dientes y esa juguetona lengua que impone ritmo propio.
-Oh, pues vamos a hacer que el pequeño de mis conejos gima como si su vida dependiera de ello- y se carcajea en esa cara tersa, se deshace de su propia camiseta, vuelviendo a besar con pasión a su pequeño.
Bang Yongguk le enseñará una lección a ese pequeño suyo que le ha retado. Acaba el beso así de improviso, igual como lo empezó. Se dirige dando pequeños roses por el torso blanquecino color leche, su legua emerge de esa boca de labios grandes y traza un camino resbaloso por la mitad de esa tableta de chocolate blanco, se hunde en su ombligo semejando pequeñas penetraciones y baja por esos casi invisibles vellos hasta el inicio del elástico blanco de ese bóxer morado. Y Zelo ya no puede quedarse de manos cruzadas, quiere gemir como si no hubiera un mañana pero su ego no se lo permite, muerde sus labios causando una herida que él mismo lame para que deje de sangrar.
-Por qué no desistes de tu juego pequeño. No quiero que te hagas daño- y ese mayor que lo vuelve loco succiona su labio inferior sacando un poco de sangre más y besa castamente.
Junhong no puede con eso, siente que su vida se le va. Pero ante la pregunta prepotente de su hyung piensa y se decide a no dejarse vencer. Niega con la cabeza. Se dejará hacer todo lo que su pareja quiera, pero él no gemirá. No gemidos esta noche. Bang Yongguk ya está lo suficientemente excitado para medir sus actos, resbala ese pedazo de tela por las piernas torneadas y largas de su novio besando el camino que éste recorre. Zelo siente el aire frío en su miembro ya erecto y luego el aire caliente proveniente del aliento de su Guk quien le esta besando el glande. Puto, puto Yongguk, putas hormonas, puta la hora en la que se me ocurrió esta mierda eso piensa. Ya no es nada puro ese niño de cara delicada, ahora es un hombre que está recibiendo sexo oral de otro hombre, de ese hombre que ama.
-Junhong necesito oírte- Un Yongguk necesitado besa el glande de su corazoncito en Tierra.
-N~no- dice ese pequeño con los ojos cerrados y la mandíbula tensa.
-Bien, me voy entonces - ¿Se está levantando el muy hijo de puta? ¿Me va a dejar con una erección sentado en el retrete así como así?
-¡Espera que haces!- grita y sujeta la mano del mayor, ambos ya levantados. Y se miran, y se desean pero es el orgullo que tienen ambos el que les hace pensar “es él o yo” y por supuesto ambos responden “él”.
-¿Qué?- “como puede ser tan idiota” piensa Junhong, la única forma de hacer que se quede se le atraviesa por la mente.
Sienta a su líder en el retrete y él se posiciona entre sus piernas abiertas bajo la impresionada y expectante mirada de este.
-Ahora los papeles se revierten “hyung”- y procede a bajar el pantalón de este hasta sus tobillos dejando ver bajo la ropa interior una eminente erección pidiendo ser liberada y atendida.
-Niño, si tú no lo hiciste que te hace creer que lo haré yo- dice altanero para luego arrimarse en el respaldo del retrete.
-Ya veremos- y sin más baja el bóxer de su novio, hace que caiga y salga junto a su pantalón para perderse bajo el lavamanos.
Hyun idiota, si no lo hice yo él sí lo hará. Ya verá, ya verá. Y sin más que pensar solo toma con su mano el miembro de Yongguk, lo bombea, sube y baja, una y otra vez mirando directa y desafiantemente a ese que está sentado. Ya no quiere verlo solo relamer sus labios por lo que da una lamida desde la base hasta el tronco del despierto pene, lame una y otra vez, y lo bombea y sube y baja su mano. Yongguk quiere más, ese niño descarado lo ha desafiado y quiere hacerlo pagar. Coge de los cabellos al menor hace su cabeza hacia atrás y no dice más que CHU-PA. Y como el pequeño es obediente a su mayor lo hace. Succiona el glande, adentra ese miembro en su boca lo más que puede y lo vuelve a sacar. ¿Qué es lo que escuchan sus oídos? ¿Eso fue un gemido? Sí, lo fue y por ende y como hizo su mayor se levanta y hace el ademan de irse dejándolo ahí a medio gas.
-Te gané, YO GANÉ. Ahora me voy- con la mano en la perilla y mirando la incrédula mirada de su novio.
-Fue solo uno niño tonto, y por esa actitud altanera yo te haré gemir diez veces más- y el Bang Yongguk respetuoso se esfuma dejando camino libre al agresivo Guk quien toma de la muñeca a su bebé, lo pega a la pared, lame su espalda, masajea una de sus nalgas, humedece su dedo índice y penetra inesperadamente al menor quien gime no tanto por la excitación sino por el dolor.
Y lo mueve suave, hasta que mete un segundo dedo y otro gemido sale del pequeño. Ya van dos. Vamos por buen camino piensa. Tres dedos y seis gemidos. Entra en el pequeño sin aviso y Choi Junhong lanza un gran gemido que tal vez escucharon los demás, pero a la mierda porque su hyung se están diviritiendo y eso era lo que él quería. Esboza una sonrisa de satisfacción y ahora sí el orgullo se fue por el caño, gime como nunca y es que la sensación es totalmente cegadora y rica. RICA nada más que eso, es putamente rico lo que su novio le está haciendo, entra veloz y sale lentamente, entra y sale y llega hasta su próstata para luego volver a hacer lo mismo.
Ya no pueden más, viendo esto Yongguk coge el miembro del pequeño y lo masturba, sube y baja, bombea y rasguña suavemente el orificio por donde sale ese líquido pre-seminal que le indica que su niño bonito está por correrse y él también. Una subida, un bombeo y rasguño más. Una, dos, tres estocadas profundas y certeras y ambos se corren a la par.
Se besan tiernamente, lo tierno pasa a ser pasional. Los toques suaves ahora son lascivos y sensuales. Estimulantes para ambos. Y solo una cosa piensan:
"Es él o yo y punto"
Todo vuelve a empezar y la respuesta es siempre "Él"