Sus habilidades culinarias no eran precisamente las mejores, eso su esposo lo sabía, pero de igual manera sabia que apreciaría cualquier cosa hecha por él, así que puso manos a la obra.
Se colocó el mandil, abrió la gaveta frente a él, sacando la caja de pastel de chocolate, mirando lo que necesitaría, yendo hacia el refrigerador de donde saco tres huevos, leche y mantequilla, bajó un bol donde colocó la masa de la caja, los huevos, la leche y el aceite.
-¡¿Dónde está el globo?!-preguntó al viento no viéndolo en el vaso de metal donde solía ponerlo, lo buscó en los cajones y nada, cuando levantó la vista viéndolo detrás de la caja-esto debe ser una broma de mal gusto-murmuró molesto, tomando el globo comenzado a mezclar todo, una vez lista la mezcla, tomó un molde con forma de corazón, untándolo con mantequilla colocando después harina y vertiendo por ultimo la mezcla.
Sonrió al ver que todo hasta ese momento iba perfecto, volteó su vista hacia la estufa acercándosele, viendo en la caja que tenía que colocar el horno a 180 grados centígrados, entonces volteó a ver de nuevo la estufa que era bastante vieja.
-Vamos KiBum-se ánimo a sí mismo-¿Qué tan difícil puede ser prenderla?
Abrió la puerta de la estufa dejándolo ver el interior abrió la toma de gas y se dio cuenta de que no tenía ni idea de donde estaban los cerillos.
-No es cierto- murmuró levantándose con prisa buscando como desesperado los malditos cerillos, encontrándolos en un pequeño cajón junto a la estufa, prendiéndola rápidamente, pero causando que sus ojos ardieran-¡Maldita sea!-medio gritó tallándose los ojos.
Después de su incidente con la estufa la dejo calentándose, mientras buscaba entre las gavetas el betún de chocolate suizo.
-Estoy seguro que lo compre desde la semana pasada- refunfuñó moviendo de un lado al otro las cosas, cuando de pronto lo vio al final de la gaveta, bastante lejos de su alcance-¡Ahhhhhhhhhhh!-gritó molesto yendo al cuarto de servicio de donde tomó un pequeño escaloncillo el cual llevó a la cocina subiéndose en el sacando el bote del betún.
Después volteó a la estufa abriendo la puerta notando que ya estaba bien caliente, entonces tomó con cuidado el molde lleno de masa metiéndolo justo en el medio, colocando una alarma a los veinte minutos para ver cómo iba.
Sonrió contento, antes de ir hacia su habitación la cual estaba cual estaba impecable, fue hasta el armario de donde saco una bolsa, de la cual extrajo varias velas de diferentes tamaños, comenzando a colocarlas por toda la habitación, para después bajar las cortinas dejando la habitación pobremente iluminada, miró el reloj que tenia junto a la mesita de noche, notando que ya solo faltaba una hora y media para que el mayor volviera a casa, así que bajó casi corriendo hacia la cocina, donde revisó el pastel notando que ya estaba perfecto, así que con cuidado lo sacó del horno colocándolo sobre la mesa.
-Ahora solo falta esperar que se enfríe y decorarlo-dijo viendo que estaba hermosamente esponjado, se quitó el mandil y volvió a subir a su habitación, entrando al baño dándose una relajante ducha, salió colocándose unos pantalones negros con varias rasgaduras a lo largo de las piernas, ese mismo que sabia le encantaba a su esposo, se coloco un playera cualquiera y un poco de colonia y bajó de nuevo a la cocina donde encontró a Kkoming mordisqueando el mandil.
-¡Kkoming mala!-le dijo quitándole el maltrecho mandil, ya mas inservible que cualquier cosa- Aish-murmuró molesto.
Entonces el sonido de un auto estacionándose en la parte de enfrente de la casa, llamó su atención y se asomó por la ventana de la cocina viendo a JongWoon bajando de su auto, miró el bote de betún abriéndolo casi con violencia, viendo que estaba duro.
-Perfecto- murmuró con ironía, antes de meterlo al microondas unos segundos, para después sacándolo, siendo liquido, sonrió y fue a la mesa, sacando el pastel del molde, pero lo hizo tan rápido que lo partió a la mitad-¡NO!
-¿No que amor?-preguntó JongWoon desde el recibidor, donde estaba quitándose los zapatos.
-Nada-le dijo KiBum acomodando el corazón roto sobre un plato rojo, lo medio acomodó para después verterle el betún liquido encima cubriéndolo por completo.
-¿Qué haces en la cocina?-preguntó entrando a la cocina viendo a su lindo esposo, vestido con aquellos pantalones que se le ajustaban como segunda piel al menor, se mordió el labio inferior al verlo, para después ir hasta él abrazándolo con posesividad.
-Bienvenido-le dijo en cuanto sintió los brazos del mayor rodearle- y Feliz cumpleaños.
-¿Lo hiciste tú?-le preguntó comenzando a darle besos en el cuello viendo un hermoso pastel frente a ellos.
-S-si-murmuró sintiendo sus piernas flanquear ante los besos del mayor-¿Quieres probarlo?
-Quiero probarte a ti-le susurró al oído con voz más grave, antes de darle una suave mordida a su lóbulo.
-JongWoon-medio jadeó KiBum- prueba aunque sea un poco.
-Está bien-dijo el mayor alejándose del cálido cuerpo de su esposo, para tomar un tenedor, con el cual quitó un pedazo del pastel llevándolo a sus labios, sintiendo de inmediato el sabor a chocolate inundar su boca, y sin evitarlo dejó escapar un gemido de placer- delicioso amor.
Tomó otro pedazo de pastel llevándolo a los labios de su esposo que lo miró mal, sabia perfectamente que las cosas dulces no eran lo suyo, pero al ver la insistencia del mayor abrió los labios, dejando que el pastel se deslizara dentro, dejando sus labios manchados con el betún.
JongWoon sonrió acercándosele acorralándolo entre la mesa y su cuerpo, tomándolo de la cadera pegándolo a su cuerpo, antes de besarlo de forma hambrienta, lamiendo los restos de chocolate de los deliciosos labios del menor, que soltó un gemido al sentir la acción del mayor, correspondiendo de inmediato el acalorado y por demás sensual beso.
Sus brazos se enredador en el cuello del mayor, mientras este lo subía a la mesa, comenzando a amasar las deliciosas piernas del menor, que sentía miles de descargas recorrer su cuerpo.
Se separaban solo para tomar un poco de aire y de nuevo volvían a unir sus labios con premura, comenzando a explotar el cuerpo ajeno, notando lo estorbosa que resultaba la ropa para ese momento.
JongWoon fue quien rompió aquel beso, quitándole al menor la playera, dejando al descubierto su sumamente apetecible pecho y abdomen, los cuales comenzó a besar, lamer y morder, dejando pequeñas marcas, mientras se deleitaba con los jadeos y gemidos que salían de los labios de KiBum, que enterraba sus dedos entre la melena oscura del mayor.
Cuando llegó a la parte donde iniciaba el pantalón, obligó al menor a levantar sus caderas para así aventar lejos el molesto pantalón dejando al menor desnudo ante su mirada.
-No es justo-murmuró sonrojado, viendo que el mayor aun tenía toda su ropa encima.
-La vida no es justa amor-le dijo acomodándose de nueva cuenta entre sus piernas comenzando a repartir besos húmedos por su rostro y cuello, haciéndolo gemir.
-J-JongWoon~-jadeó apoyando sus manos sobre la mesa, llenándose los dedos de pastel, cosa que notó el nombrado sonriendo, tomando la mano de su amor, comenzando a lamer y succionar los dedos, notando como el ya despierto miembro de su niño comenzaba a gotear.
-Estás algo ansioso amor-le dijo cuando dejó de lado sus dedos, comenzando a pasar sus dedos por su miembro viendo como KiBum se mordía los labios para no gritar-no te reprimas amor, quiero oírte gritar de placer, quiero que grites mi nombre.
-¡Oh Jong!-gimió echando su cabeza hacia atrás, dejándole completo espacio para que atacara su cuello, cosa que el mayor no desperdicio mordiéndolo con cuidado y dándole succiones.
Cuando sintió que el menor estaba ya cerca del orgasmo alejó su mano de KiBum quitándose las ropas que aun portaba y que ya le calaban, dejando libre a su pulsante erección que choco contra la pierna del menor que tembló de anticipación.
-¿Listo amor mío?-le preguntó abriéndole las piernas.
-S-Si-dijo medio jadeando, viendo como el mayor llevaba tres de sus dedos hacia el pastel embarrándose los dedos con betún para después llevarlos a su estrecha entrada, comenzando a dilatarla.
Era incómodamente delicioso, no podía negarlo, sentir aquellos dedos dentro de él y la textura del betún en su interior le ponía bastante.
-Ya-jadeó- te necesito dentro-le dijo tomando el rostro de JongWoon entre sus manos besándolo superficialmente.
JongWoon no se hizo del rogar y remplazó sus dedos con su miembro posicionándose contra la entrada de su esposo, comenzando a entrar en él con sumo cuidado, esperando pacientemente a que su lindo novio se acostumbrara a su tamaño.
KiBum reprimió un gemido de dolor, sin importar cuando tiempo llevara con JongWoon desde que la primera vez que estuvieron juntos en la intimidad, el tamañito que se cargaba siempre le terminaba lastimándole.
Después de unos minutos donde JongWoon se dedico a besar cada parte que alcanzaba del cuerpo de su Bummie hasta que éste le dijo que ya podía moverse, entonces comenzó con movimientos lentos, poco a poco aumentando la velocidad.
Las embestidas eran fuertes y precisas golpeando con fuerza contra el interior de KiBum que gemía sin pena alguna el nombre del hermoso hombre que estaba entre sus piernas proporcionándole el mayor de los placeres carnales.
-¡Más, Más!-gritó enterrando sus dedos contra la piel de los hombros de JongWoon que gruñó como contestación antes de arremeter contra el dulce y adictivo cuerpo del menor con mayor ímpetu, logrando que la mesa rechinara ante su movimiento.
-Oh Bummie-le jadeó al oído, enterrando sus manos en la cadera del menor, sin dejar de jadearle al oído, haciendo que KiBum perdiera la poca cordura que le quedaba.
Las embestidas cambiaban de rápidas y algo violentas a lentas, dando siempre contra aquel dulce punto que hacía que KiBum viera galaxias enteras.
-Y-ya no puedo mas- gimoteó contra el oído de JongWoon.
-Juntos amor-le dijo dando unas cuantas estocadas mas, sintiendo el cuerpo de su lindo esposo encerrarlo mientras un espeso y caliente liquido se deslizaba por su vientre y parte de su pecho, al tiempo que el dejaba salir su semilla inundando el interior de su amor.
Controlaron un poco sus respiraciones entonces JongWoon salió con cuidado del interior de su amor, para darle un beso profundo y lleno de amor.
-En definitiva la mejor parte de mi cumpleaños es tenerte únicamente para mí-le dijo pegando sus frentes.
-Yo había preparado la habitación-murmuró bajito con el rostro encendido, sintiendo de inmediato los brazos de JongWoon cargándolo.
-En ese caso, vamos por una segunda ronda-le dijo besándolo, antes de llevarlo a la habitación, de la cual no salieron hasta bastante entrada la mañana siguiente.
JongWoon bajó a la cocina viendo aun el pastel sobre la mesa y sonrió probando un poco del betún.
-Sabe mejor en KiBum-murmuró sonriente.