Pasaron seis años desde su debut y para ellos, la vida era perfecta en su pequeña burbuja. Y aunque tenían poco tiempo libre y siempre estaban ocupados con sus respectivas actividades, los dioses del Este: Hero Jaejoong, U-know Yunho, Micky Yoochun, Xiah Junsu y Max Changmin eran felices estando juntos. Sin duda, podían decir que hasta el 2009 se sentían realizados como artistas y también con sus dos parejas; la YunJae y la YooSu.
Pero como tanta dicha no podía ser eterna y el destino se empeñaba en destruir a los dioses del Este, en el otoño del 2009, los chicos explotaron cuando al revisar sus estados bancarios, notaron que el dinero que su agencia les pagaba era totalmente injusto de acuerdo a los contratos de trece años, que lo cinco tenían.
Una noche, Yunho y Changmin apenas ingresaron al apartamento que compartían como TVXQ, cuando los otros tres integrantes los abordaron con expresiones contrariadas.
–¿Ya vieron el dinero que nos pagarán a pesar de nuestros inhumanos contratos de trabajo? –Cuestionó Junsu impresionado, mientras sostenía un papel que parecía ser el recibo de su estado bancario–eso no es ni la mitad de lo que deberían pagarnos.
–¡No es justo! –Exclamó Jaejoong –Ya habíamos hablado de esto con Lee Soo Man pero finalmente nada cambió.
–Wow –Yoochun tampoco lo podía creer –ganamos millones con el álbum “Mirotic” y “The secret code”… ¿Y esto es lo que nos dan? Además las jornadas de trabajo son inhumanas, a veces pasamos días sin dormir. –Miró a los otros con una expresión decidida– ¿Esperan que nos quedemos callados y continuemos como si nada?
–Y ¿qué podemos hacer al respecto, hyung? –preguntó Changmin.
–Nos vamos de aquí –sentenció Yoochun con evidente indignación –no permitiremos que nos mangoneen como se les antoje, es la decisión final, tal y como estaba acordado; nos vamos de aquí.
–¿Irnos? –replicó el líder: Yunho – ¿Has perdido la razón? ¿Cómo podremos irnos a estas alturas del partido cuando ya firmamos los contratos? Si lo hacemos, Lee Soo Man y Soohyun podrían demandarnos por incumplir el contrato que firmamos.
–No si los demandamos primero, de todas maneras ellos son quienes están incumpliendo.
–Aún así –insistió Jung – el escándalo saldrá en la prensa y eso sería muy malo para nuestras carreras.
–Al diablo con Lee Soo Man, con Soohyun y con la prensa –masculló Yoochun –Soo Man es quien incumple al hacernos esto y su mini-mí Soohyun no se queda atrás. Y no sé ustedes, pero yo me largo, si cambiaron de opinión respecto a lo que hablamos, allá ustedes... Ya hice mi maleta y el viejito ese se puede ir a la mismísima…
–Deberías ser más respetuoso con el hombre que fundó la compañía que te da de comer. –Interrumpió U-know antes de que Mickey dijera la palabrota que tenía pensada –él es el que te ha ayudado.
–Y que también me explota inhumanamente y roba lo que me corresponde por derecho –objetó el menor –se acabó. Además él no me ayuda, si he llegado hasta aquí ha sido por mis propios méritos y por mi talento, él no me está haciendo un favor al tenerme en su agencia. Es todo y definitivamente me largo.
–Deberías reconsiderar eso, hyung –sugirió Changmin.
–Quizás haya otra solución –habló Xiah.
–No la hay –explicó Micky –si nos quedamos, seguirán explotándonos a su antojo. Tenemos que poner límites, y los míos ya llegaron a su punto.
–No creo que pueda soportar esto tampoco –Jaejoong estaba triste y confundido –esto es inconcebible, yo también me voy.
–¿Estás loco? –Preguntó por segunda vez Yunho – ¿Realmente piensas irte?
–¡Ven con nosotros! –exclamó Jaejoong con un chispa de esperanza en sus ojos –Yunnie, –se acercó a él con grandes pasos y lo tomó de la mano –mi amor, podemos irnos todos.
El castaño levantó una ceja, impresionado con la afirmación del mayor y se soltó del agarre con un violento movimiento.
–No me llames “Yunnie” –habló con cierto desdén en esa palabra –y si te quieres largar ¡Lárgate! Vete con este idiota –señaló a Yoochun –pero si se van a ir, no vuelvan.
Jaejoong abrió los ojos como platos, totalmente desconcertado.
–¿Qué… –Tartamudeó –qué estás diciendo?
Los otros tres chicos estaban sorprendidos y Yoochun fue el único que pudo reaccionar.
Se acercó al moreno y le propinó un fuerte golpe en el rostro que lo mandó al suelo al tomarlo desprevenido.
–¡¿Estás loco, bastardo?! ¿Cómo puedes hablarle así a Jaejoong? ¡A tu “Boo”! –Lo tomó del cuello de la camisa y lo puso de pie –levántate, poco hombre –lo golpeó de nuevo –no creí que serías tan despreciable como para tratar de esa forma a quien te ama tanto.
–Dirás lo que quieras –balbuceó Yunho con lo que parecía una pequeña sonrisa burlona en sus labios –pero a mí poco me importa. Yo no lo amo. –Miró a Jaejoong sin percatarse de las lágrimas que amenazaban con brotar de sus ojos –nos divertimos, Jaejoong, es cierto… pero eso es todo, sólo pasamos un buen rato. Ya me aburrí de esto, como todo, siempre me aburro fácilmente.
Kim Jaejoong sintió que el mundo se le venía encima en cuanto escuchó aquellas palabras del líder. Porque lo amaba y para él, Yunho significaba el mundo y aún más que eso.
Un silencio cortante se hizo presente en aquel lugar hasta que la voz iracunda de Yoochun lo rompió.
–¡Maldito infeliz! –Yoochun lo golpeó por tercera vez y nuevamente lo mandó al suelo, esta vez él se subió encima y lo abofeteó repetidamente –eres una basura. Ahora sí que caíste bajo.
Saliendo al fin de su estupefacción, Junsu y Changmin intervinieron para que el pelinegro dejara de golpear al líder o este último terminaría inconsciente por lo fuertes impactos, ya que por alguna razón, este no estaba oponiendo resistencia.
Yunho se puso de pie con la ayuda de los maknaes del grupo y Yoochun lo señaló con el dedo índice.
–Tuviste suerte esta vez pero si te atreves a lastimar a Jaejoong, no tendré piedad. Espera –se detuvo –no habrá segunda vez porque te mataré antes de que lo hagas.
–Tú y tus ridículas amenazas –se burló el mayor rodando los ojos–ustedes dos pueden largarse, ¿quién los necesita? Seguiremos adelante como un grupo de tres –señaló a los menores –Junsu, Changmin y yo. Es perfecto: El pequeño Junsu puede cantar cualquier canción con sus espectaculares tonos altos y el maknae Changmin tiene un registro vocal increíble, yo por mi parte completaré la parte del rap y el baile…
El entonces rubio allí nombrado dio un paso al frente y más que apenado negó con la cabeza mientras jugaba nerviosamente con sus pulgares.
–Lo siento, Yunho hyung. –Expresó Junsu –Pero si TVXQ! se separa, tendré que irme con Jaejoong y Yoochun hyungs.
–¿Qué dices?
–Ya lo he dicho antes: ustedes son como mi familia. Pero no puedo quedarme a ver cómo nos pisotean, ya lo habíamos hablado antes y está decidido.
–Eres un traidor… –acusó el moreno para mirar también a Max – ¿Y tú? ¿También te irás tras ellos? ¡Hazlo, entonces! –gritó.
Todos estaban esperando la respuesta del maknae. Sabía que su decisión afectaría el transcurso de lo que ocurriría pero simplemente apretó los labios y movió la cabeza negativamente.
Repentinamente, Hero se le acercó para abrazarlo.
–Pequeño Changminnie –le dijo al chico de cabello morado –te voy a extrañar mucho. Esto no será un adiós, podremos seguir en contacto –Changmin sonrió débilmente y asintió con la cabeza. Por eso odiaba las despedidas –Los espero en el auto.
Fue lo que les dijo a Junsu y a Yoochun, ignorando olímpicamente al líder de DBSK, para luego salir del departamento con la maleta de viaje que había preparado un par de horas antes en compañía de Xiah y Micky mientras U-know estaba en la casa de sus padres en compañía de Max.
–¿En serio no piensas venir con nosotros? –cuestionó Yoochun a Changmin.
–Lo siento –negó con la cabeza –no puedo irme así. Creo que hay asuntos que debo tratar aquí.
–Entiendo. Es tu decisión.
El pelinegro se acercó a Max y lo abrazó emotivamente para caminar hacia la puerta y ver como Junsu se despedía del maknae también:
–Changmin-ah, mi hermano. –Sonrió con nostalgia – ¿Dónde encontraré a un hermanito como tú? Un hermano menor que actúa siempre como el mayor –sonrió débilmente –te voy a extrañar mucho. No creas que es fácil dejarlos, pero creo que es la decisión correcta. Espero que ninguno de nosotros se arrepienta luego.
–Lo entiendo hyung-nim –contestó Max –no te preocupes. Yo espero lo mismo.
Después de un segundo abrazo, el rubio se acercó a Yunho quien mantenía la mirada perdida.
–Yunho, nuestro líder… no quise que las cosas sucedieran así pero…
–Ahórrate tu discurso barato –lo interrumpió Yunho –eres un traidor. Tú, bastar…
Y antes de que terminara la frase, Yoochun se acercó a él con grandes pasos y lo tomó de la camisa nuevamente.
–Que ni se te ocurra insultar a mi Junsu o te las verás conmigo y no me importaría ir a la cárcel por acabar con un gusano como tú.
–Cállate, maldito idiota. –Espetó enfurecido el líder – ¿Crees que te tengo miedo?
–No se trata de quien le tiene miedo a quien. –Declaró con una chispa asesina en su mirada –Se trata de quien es un verdadero hombre y está visto que ese no eres tú. Cobarde.
–Cálmate –intervino Junsu tomando la mano de su amado Yoochun –no vale la pena pelear así. Somos hermanos ¿Lo han olvidado? –Los miró a ambos ya que había quedado entre los dos–Somos Soulmates.
–¿Soulmates? –Repitió el pelinegro –este imbécil ha olvidado esa palabra. –Miró a Junsu –Vámonos.
Yoochun apretó los labios y soltó a Yunho con un violento movimiento para salir del departamento mientras aún tomaba la mano de Junsu.
Y dolía, dolía que la misma palabra que los había declarado hermanos durante más de seis años, fuese la última palabra que se decían antes de despedirse en malos términos.
–Yo me voy a dormir –declaró U-know mirando al que ahora era su único compañero de grupo una vez quedaron solos. –Deberías hacer lo mismo.
Esa noche Junsu, Yoochun y JaeJoong llegaron al departamento de este último quien lloró amargamente hasta que se quedó dormido en el regazo de su fiel amigo: Junsu. Yoochun tan sólo miraba por la ventana y crispaba los puños con frustración cada vez que recordaba la escena vivida horas antes. Aún le costaba trabajo creer que aquel maravilloso y enérgico castaño que fue su líder por más de seis años, hubiese dicho y hecho cosas tan horribles.
Pero más extraño les pareció a los recién idos, que sus compañeros cambiaran tan repentinamente la decisión que juntos habían acordado semanas atrás acerca de irse juntos.
Para ser exactos, ninguno de los dioses del Este pudo dormir esa noche. Sabían que sus vidas cambiarían después de esa noche, lo que no sabían es que las palabras que habían pronunciado esa noche los perseguirían por siempre y que los recuerdos que valía la pena mantener y atesorar, se encargarían de atormentarlos, convirtiéndose en su peor pesadilla.