~Capitulo 1: La llegada a…~
-¡Hey, basura!, ¡por fin encontramos un lugar para ti!- grito un guardia soltando una risa burlona, mientras comenzaba abrir la reja de mi celda, o bueno la celda donde me encuentro-
Me quede inmóvil, no quiero levantarme, aun me siento aturdido…
-¿Qué no escuchaste?, levántate, pero ¡Ya!-
Me levante tambaleándome sin decir nada, el guardia coloco un par de esposas en mis manos, y me arrastro, literalmente, hasta la recepción de la cárcel, donde según predije, me estaba esperando un hombre alto de porte elegante y refinado vistiendo un traje negro, curioso.
-S-señor… -tartamudeo el guardia nervioso, esperando una señal de aquel hombre vestido de negro, que solo le dirigió una mirada expectante- A-aquí está el prisionero solicitado…- volvió a tartamudear, el hombre me miro y sonrió de manera divertida-
Esto me está pareciendo aún más raro.
-Gracias, ahora puedes retirarte- dijo con una voz glacial, pero manteniendo su sonrisa-
El guardia se retiró sin objeción alguna, sin siquiera volver a dirigirme una mirada, si, sin quitarme las estúpidas esposas que están empezando a hastiarme.
-Uhm… Hola Christian, mi nombre es Adriaan Van Veeldvoorde, y soy tu salvación…- me sonrió de manera extraña, una manera tan rara, que no sé cómo describirla, pero sin duda escalofriante-
-¿M-mi salvación?- tartamudeé sin comprender la razón por la cual lo decía, después de todo no me ha dado ningún indicio-
-rió divertido- Tu espera… -
Comenzamos a caminar por el estacionamiento, hasta llegar a un auto negro, y después me invito a subir.
-M-me niego a subir a un auto con, con un desconocido…-susurre de manera apenas audible, pero siendo firme en mi decisión y quedándome parado a unos pasos de este-
-volvió a reír pero de una manera más burlona- ¿Es que acaso tienes otra opción? –
Me quede sin palabras, sin duda alguna tiene razón…
-suspiro- Está bien, mira niño, iremos a un lugar diferente, bien no tan diferente es igual una prisión, solo que diferente, a ver… déjame pensar cómo te lo explico- hizo una pausa de algunos segundos y después siguió hablando- Es para personas como tu…
-¿C-como yo?-
-Sí, así es, con un don…, yo sé que tú tienes uno, ¿o me equivoco?- negué levemente con la cabeza, el sonrió- Bien, ahora sube…-
-P-pero y esto- alce mis manos para mostrar las esposas-
-Sube, yo tengo a alguien que podrá solucionarlo-
Subí, inmediatamente después sentí un tipo de piquete en el brazo…
Despierto algo aturdido, no puedo vislumbrar nada, todo está en penumbra, me tallo los ojos suavemente, mis vista comienza a aclararse, todo está demasiado alejado, no recuerdo como llegue aquí, por cierto… ¿en dónde estoy?; vagos recuerdos llegan a mi mente, todo se puso borroso, una sonrisa, caí, mi vista se nublo aún más, mi sentidos se relajaron… y bueno ahora estoy aquí, donde sea que sea.
-¿Estas bien?...-pregunta una voz femenina se escucha lejana, como distorsionada-
Me incorpore, ahora todo se aclara, estoy en una habitación color azul, sobre una pequeña cama, cubierta por un enredón de un tono más oscuro qué el de las paredes, hay unos cuantos muebles en la habitación y la puerta es de madera…
-¿Estas bien?... –vuelve a repetir la voz femenina proveniente de una chica que se encuentra a mi lado-
-Sí, estoy bien… -susurre observándola, tiene un aspecto raro, su fleco es lacio y largo, teñido de diferentes tonalidades azules, lo demás de su cabellera son rastas, las cuales están recogidas en una coleta hecha con un listón, viste un suéter negro holgado ligero, debajo de este una blusa blanca, lisa, sencilla, un pantalón de pana color gris, muy, muy holgado, yo diría que es como unas 3 o 4 tallas más grande de lo que debería ser, y unas sandalias de macramé sencillas-
-¡Me alegra!, ¿no te duelen las muñecas?, o por cierto… soy Elizabeth, Elizabeth Blake, para servirte… -sonrió amigable-
-Am… Y-yo soy…- comencé a decir antes de ser interrumpido por ella-
-Sí, lo sé, Christian, Christian Woods, Cronoquinesis… ¿me equivoco?-
-N-no, no lo haces… pero… -otra vez me interrumpió-
-rio- No te preocupes, no soy una acosadora ni nada por el estilo, ahí lo dice todo… -dijo señalando un folder amarillo que colgaba sobre la cabecera de la cama- El director… Van lo que sea me ha pedido que cuidara de ti hasta que despertaras, y como no había nada interesante que hacer leí el informe, solo eso, cambiando de tema… ¿Qué tal esas muñecas?, cuando llegaste las tenías bastante irritadas y con una que otra llaga…-
Mire mis muñecas, no me había percatado de ese detalle ya no tenía las esposas, esperen un segundo… ¿en dónde estoy?, los recuerdos asaltaron nuevamente mi mente… soy tu salvación… iremos a un lugar diferente, bien no tan diferente es igual una prisión… … Es para personas como tú… con un don… ¿será cierto?...
-¿Christian?...-
-Am… S-sí, están bien…-hice una breve pausa- Oye am… ¿Ely?, digo si te puedo llamar así…-
-Joder, pequeño, ¡eres muy tímido!, ah, claro, eres mayor que yo… en fin… ¿Qué paso Chris?-
-¿Qué es este lugar?, ¿En dónde nos encontramos?...-
-Tsk… pensé que el director Vannomeimportacomoseapellida ya te había explicado…- contesto un poco molesta-
-Am… No, solo dijo que era una prisión para gente como yo…-
-Bueno, en realidad es así, aquí todos los prisioneros tienen poderes, yo por ejemplo, tengo Magnetoquinesis, es una habilidad que te permite manipular los campos magnéticos y así controlar tanto el magnetismo como todas las sustancias de carácter metálico. Mis poderes también me permiten la creación de campos magnéticos e incluso el control de la energía electromagnética. Esta habilidad de igual manera me permite focalizar el magnetismo que controlo para lanzar fuertes ráfagas magnéticas en forma de rayos e impulsos. También puedo volar usando como canal las líneas naturales del campo magnético de la tierra… -sonrió- Aunque tengo otros poderes, la Magnetoquinesis es lo que me identifica, supongo…-
-No has contestado mis preguntas en realidad…-
-rió- Es una prisión para personas con ‘poderes’ y está ubicada en… bueno, eso no lo sé… su ubicación es secreta-
-Por eso el piquete… -murmure para mí mismo-
-Así es, todos los prisioneros entran inconscientes-sonrió y me miro- Entonces, Bienvenido a WPD…-dijo de una manera algo tétrica sin dejar de sonreír-
Creo que comprendo, este lugar es secreto, nadie puede salir ni entrar, su ubicación es desconocida al igual que sus ‘habitantes’, así que… Tendré que acostumbrarme o no sé lo que podría pasar…