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Abs por Hikaridesu

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Notas del capitulo:

Algo que tenía que sacarme de la cabeza para poder continuar con mi vida(?).

—Yoseob, de nuevo alabaron tu nuevo físico —comentó Doojoon de camino a casa.


—Sí, últimamente es algo recurrente en los programas de variedad y en las entrevistas.


—Es porque es todo un acontecimiento para las fans —comentó Hyunseung, divertido.


Yoseob, preocupado miró a Junhyung. Parecía molesto, y ese poco habitual estado de humor se repetía en él muy a menudo últimamente, y le preocupaba.


—Tu apariencia de niño tierno contrasta mucho con tu nueva imagen. —comentó Kikwang.


— ¿Cierto?, yo pienso lo mismo —agregó Dongwoon—, pero a la vez es muy cool.


—Gracias.


—Yo creo que se era mejor como eras antes —ese fue el único comentario que hizo Junhyung, y el resto del camino estuvo en silencio.


Llegaron al departamento y todavía seguían hablando del mismo tema, pero Junhyung no había hablado en todo el camino, y el resto no pareció notarlo, atribuyéndolo a que estaba cansado. Apenas entraron por la puerta principal Junhyung se encerró en el dormitorio que compartía con Doojoon, sin siquiera ir a comer, actividad que solía ser la primera  que todos  hacían.


Doojoon fue tras él para preguntarle si iba a comer, pero Junhyung alegó estar cansado, y eso bastó para que el líder decidiera dejarlo descansar para luego llevarle algo de comer.


Todos habían notado los cambios de humos en su compañero de grupo, pero nadie sabía realmente cómo reaccionar ante ello, porque Junhyung no era de los que se enojan, él era serio y un poco tímido, pero no de mal carácter, por eso era tan raro ver esa mirada de querer matar en ese chico.


 


—Junhyung —habló Yoseob, al tiempo que entraba en la habitación del mayor—.Junhyung ¿estás despierto?


—Sí, ¿Qué pasa?


—Ven por favor a mi cuarto, quiero hablar contigo.


— ¿No podemos hablar aquí mismo? —preguntó con los ojos cerrados y las manos en el rostro.


—Doojoon me pidió que habláramos en otro lado porque él quiere dormir, y Dongwoon me dijo que no había ningún problema con que fuera en nuestra pieza. —esperó a ver alguna señal de que se movería y luego salió del cuarto.


— ¿Qué pasa? —preguntó Junhyung, una vez ambos estuvieron en la habitación que el menor compartía con el maknae.


—Eso es exactamente lo que quiero saber yo, ¿qué es lo que te pasa?


—Estoy cansado, ya sabes… hemos tenido varios conciertos y apenas hemos tenido tiempo para dormir.


—Sí. Y también hemos  ido a varios programas de variedad y siempre que salimos de uno tú estás todo huraño y enojado. Supongo que te das cuenta de que eso es algo muy raro en ti. —Yoseob tomó asiento en su cama e invitó a Junhyung a que se siente en la cama de enfrente.


—No sé de qué hablas.


—No me pases por idiota —Yoseob sonrió—. Me he dado cuenta de que en los programas estás bien, y llega un momento en el que ya no. ¿Me lo contarás o dejarás que adivine?


Junhyung se puso nervioso, no sabía qué decir. Comprendía sus sentimientos, pero no sabía si Yoseob sería tan abierto de mente como él cuando se aceptó a sí mismo, y aceptó que estaba enamorado de su compañero de grupo y vocalista principal. Por eso no sabía qué era lo que debía decir…


—Yo en serio no sé de qué hablas…


—Bien, entonces tendré que adivinar.


Antes de que Junhyung se diera cuenta Yoseob se estaba retirando la polera por encima de la cabeza.


—No te molesta que me cambie de ropa ¿cierto? Ya es tarde y después de que terminemos de hablar me voy a acostar así que…


Junhyung no respondió y solo asintió, con la mandíbula desencajada y los ojos ligeramente abiertos; una expresión de total asombro.


Yoseob terminó de sacarse la polera y luego de tirarla al canasto de ropa sucia volvió a sentarse en la cama sin siquiera cubrirse el torso.


— ¿No piensas ponerte pijama? —preguntó Junhyung, impaciente.


— Ah, no importa, estoy mejor así. Y bien ¿me piensas decir qué te pasa?


«Otra vez con lo mismo», pensó Junhyung. Bien, si tanto insistía, él le diría la verdad.


—Es por tu culpa —dijo sin más. Dando espacio a todo tipo de interpretaciones y malos entendidos.


—No entiendo, ¿Qué es mi culpa? —preguntó con verdadera curiosidad.


—Es tu culpa que yo me moleste cada vez que vamos a algún programa.


— ¡¿Por qué?! —Preguntó exaltado— ¡Deja de hablar misteriosamente y dime todo sin que tenga que sacarte palabra por palabra!


—Por ti y tu maldito nuevo físico. A cada maldito programa que vamos te andas sacando la polera y mostrando tus abdominales, en el Beautiful Show también lo hiciste. Te sientes tan orgulloso de andarte mostrando…


—Pero si tanto te molesta deberías hacer ejercicio y tener los tuyos propios —atacó Yoseob.


— ¿Crees que es envidia? —estaba enojándose, más de lo habitual— No es por eso… nunca me ha interesado sacar músculos, lo sabes, soy un flojo sin remedio, y el ejercicio definitivamente no es los mío.


—No te desvíes —lo detuvo con la mano en alto—. Si no es envidia, dime por qué te molesta que haya cambiado mi cuerpo.


—Porque antes cuando eras normal no necesitabas andarte mostrando, para eso estaba Kikwang. Pero ahora todos quieren ver tus abdominales y ya prácticamente todo el mundo conoce tu cuerpo. Eso es lo que me molesta. ¡Y además algunos se han atrevido a tocarlos!


—Tú también los tocaste —recordó Yoseob. Aunque todavía estaba tratando de sobreponerse a la impresión que esa declaración le había causado.


Yoseob no estaba seguro si esa declaración correspondía a una de sentimiento o solo a la posesividad de un compañero de grupo, y ciertamente tenía toda la esperanza de que fuera la primera. Se levantó de su puesto y se acercó a Junnie para sentarse junto a él.


—No lo sé —desvió la mirada como si estuviera molesto, pero solo quería ocultar su sonrojo.


—Sí lo hiciste —tomó su mano y la puso sobre su abdomen, haciendo que sintiera cada uno de sus músculos marcados— ¿Por qué estás celoso?


—Porque… No lo puedo decir.


—Sí puedes. Dilo, quiero ver si así dejas de estar enojado y asustar a todos los chicos. Dime Junhyung, ¿Por qué te dan celos de que los demás vean mis abdominales?


—Porque tú me gustas —soltó antes de que pudiera arrepentirse.


Pero cuando se dio cuenta de lo tonto que había sido al confesarlo se paró de inmediato y se fue a la puerta dispuesto a irse a su dormitorio. Claro, si es que la mano de Yoseob sobre su brazo se lo hubiera permitido.


—Si le dices a alguien lo que sientes no puedes salir corriendo —lo regañó—, porque eso lo hace irreal.


—Eso es lo que pretendo…


—Pero yo no quiero eso. Le dije a Dongwoon que durmiera esta noche con Doojoon. Tú te quedas aquí. —lo tomó fuerte del brazo y lo arrastró hasta su cama, tirándolo encima y subiéndosele al regazo.


— ¿Qué… qué haces? —el pobre de Junhyung ya no podía ocultar su sonrojo.


—Repítelo.


Junhyung se quedó callado.


—Repítelo. Dilo de nuevo para que vuelva a ser real.


—Me gustas. Me gustas desde hace mucho, y me gustas mucho. Más de lo que puedo soportar. Y es tu culpa que yo últimamente ande de tan mal humor…


— ¿Es porque los demás han visto mi torso? ¿O porque otros también lo han tocado? —se acercó lo suficiente para susurrarle estas palabras contra los labios, pero sin llegar a tocarlos.


—Es porque no tengo la certeza de que eres mío. —lo tomó de la nuca y terminó de acercarlo a su rostro para besarlo por primera vez. Ese primer beso tan esperado, tan deseado, y tan mágico.


—Tú también me gustas, babbo —Yoseob sonrió y lo volvió a besar. Tomó las manos de Junhyung y las volvió a poner en su torso—. Tócame, para que sepas que solo te pertenezco a ti.


Junhyung se preguntaba cómo había perdido tanto tiempo en la incertidumbre, en vez de arriesgarse y ser feliz con Yoseob.


—De todas maneras creo que prefiero como eras antes —comentó abrazándolo por la cintura.


Yoseob solo hizo un puchero, y escondió su rostro en el pecho contrario.


—Antes eras más blandito y abrazable. Pero creo que a este lado sexy  también pudo sacarle mucho provecho —sonrió seductoramente como solo él podía hacerlo, volviendo a besarlo.


Por primera vez en la noche logró sonrojar a Yoseob, pero planeaba hacerlo muchas veces más esa noche. Si bien todavía le molestaba un poco que todos vieran los abdominales de Yoseob, ya no importaba tanto, porque al menos estaba seguro de que sus sentimientos eran correspondidos.


—Te amo —le susurró al oído.


— ¡Dios! Te tardaste tanto en decirlo que creí que tendría que tomar la iniciativa. Yo igual te amo, idiota.


Bueno, había sido una forma rara de confesarse, pero al menos lo había hecho. Todo gracias a esos apetecibles abdominales.


 


~Fin~

Notas finales:

La verdad no estoy muy conforme con cómo quedó, pero ya que.

Espero les haya gustado y hayan pasado un rato agradable leyendolo c: Que les haya hecho olvidarse por un momento de este  mundo, para entrar en el fabuloso y místico mundo del yaoi(?)

ASdfg desvario >< mejor me voy a dormir :3 bye~


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