~ 1 ~
A Wufan le pesaba como pocas cosas, que su rostro pareciera hostil la gran parte del tiempo, haciéndole parecer una persona fría y algo insensible. Ambos sabías que todo era cosa de tiempo, sin embargo las manos del rubio se esmeraban en recorrer la piel blanquecina y suave que parecía derretirse bajo su tacto, con cada pequeño roce.
Y le fascinaba, como pocas cosas, que su nombre escapara en susurros ahogados de esos labios delgados, mientras él se encargaba de abrazarle por los costados. Solo por el gusto egoísta de sentirle aún más cerca.
-Junmyeon...
-¿Wufan?
Ambas voces se pierden en la calidez de la habitación, y Kris se encarga de entrelazar ambas manos en silencio. Sabe que Suho está agotado y pronto dormitará sobre su pecho, haciéndole sentir cálido.
-Descansa, te amo.
No hay respuesta, solo se oye la respiración acompasada del castaño y su intento por acercarse un poco más. Wufan sonríe a la nada, a la oscuridad de la habitación, al chico que descansa a su lado, y cierra sus ojos para acompañarle.
A veces es cansador, a veces siente que su lugar no es ser el Líder de Exo M, pero todo se recompensa sabiendo que en su llegada a Corea, Junmyeon habrá hecho lo posible por aparecer en el aeropuerto con una sonrisa de oreja a oreja que iluminará todo.
Porque vamos, el padre y la madre de Exo están hechos para estar juntos.
~ 2 ~
Muchas veces, Huang Zitao se ha replanteado el tipo de relación amorosa que mantiene con Kim Jongdae. Lo tiene claro, gusta del vocalista principal tanto como dar un paseo solitario por las orillas de la playa.
Pero es es otro cuento, y mientras divaga entre sus marañas de pensamientos (Wushu, pandas y otras cosas importantes para un maknae mimado como él) es cuando se da cuenta de lo burda que puede llegar a parecer su relación con Jongdae.
O quizás... burda no, pero si algo especial.
Especial, extraña. Así la definiría Zitao si le preguntaran, o cualquier otro integran de Exo que haya presenciado a la pareja en acción.
Recostado en su cama, se replantea el porqué de muchas cosas, y decide que es hora de recordar otras tantas.
Como aquél día, en que despertó rodeado de grandes y poco amistosas arañas, de patas largas y peludas que -Podría jurar- le miraban con hambre y algo de deseo. Cosa imposible, claro.
De haber habido una lámpara colgante en la habitación, Tao asegura que no hubiera vuelto a tocar el piso. Nunca jamás.
Pero no, había huído dignamente -Sí, claro- hasta el baño más cercano a encerrarse. La risa de Jongdae y Chanyeol resonó por todo el departamento, y fue cosa de media hora más de risas por parte de los otros que despertaban de a poco, para que Minseok se preocupara de llamarle, temiendo que el maknae yaciera ahogado en la tina.
"Tao, ya puedes salir. Es solo que a Chen...ya sabes, las arañas eran de plástico"
Oh, ese fue un largo mes para Jongdae, resumido a abstinencia y frustración sexual.
Y cómo olvidar el cambio en sus botellas de tintura, el panda aún se pregunta qué hizo de mal en su vida pasada para que Chen no tuviera consideración con su cabello. Pero bueno, el sexy rojo cereza que tomaría su cabello, se convirtió en un abrir y cerrar de ojos, en azul lollipop.
Por si eso fuera poco, cómo olvidar la vez que el mayor salió de su armario, en medio de la madrugada, con una máscara y un cuchillo que se agitaba en el aire. Esa noche, y varias otras, Tao recuerda haber irrumpido en la cama de un muy cansado Sehun.
Debido a esto, Chen lloriqueó de celos varias noches.
Sin embargo, el maknae consideraba que era parte de una relación especial. No se aburría, no había tiempo.
Porque no todo era tan cruel como sonaba, y el panda prefiere recordar aquellas veces en las que Jongdae ha hecho gala de su voz y ha cantado Baby Don't Cry mirándole fijo, causándole mariposas en el estómago y un par de lágrimas que no dejó salir, al menos en el escenario. O las veces que el mayor ha buscado sus manos a escondidas de las cámaras, en la radio, los fanmeeting o algún programa.
Zitao sonríe al recordar, que de cualquier manera podrá tener un tiempo a solas con Chen, juntar sus labios con la delicadeza de siempre, y volver a la rutina entre risas bobas y miradas cómplices.
Oh sí, su relación es extraña, especial, rara, infantil & muy entretenida también. Es lo que Huang Zitao considera amor, y Kim Jongdae está gustoso de corresponderle.