Hola, mi nombre es Nowaki Tetsuya, soy japonés pero no recuerdo haber vivido en Japón ya que me vine a Alemania cuando tenía solo cuatro años. Vivo en un internado para chicos en Alemania. Tengo 16 años y… soy gay. No me avergüenzo de serlo como uno de mis mejores amigos que lo esconde siempre y nunca habla de su novio, aunque claro que tengo excepciones porque no le podría decir a mi abuelo “Hey soy gay, ¿Qué te parece?”.
No soy demasiado lindo ni nada, mi pelo es café claro como el de casi todo el mundo que conozco y mis ojos son verdes, creo que es mi mejor cualidad, soy de tez blanca y no soy bajito pero a comparación con los chicos del instituto si lo parezco.
Gracias a que no llamo la atención me cuesta mucho encontrar chicos a los que les guste, y cuando aparece uno de ellos generalmente a mi no me gustan o cuando salimos me aburren. También a veces quieren ir muy rápido y aun no estoy preparado para el sexo.
La verdad es que hace un tiempo me deje de interesar por los chicos, no por ser hetero ni nada, es solo que conocí a uno que en realidad me gusta mucho. Y creo que lo amo.
Claramente es un amor no correspondido como los que ves en la tele y terminan siempre bonitos y flores, etc. Pero este creo que nunca terminara así ya que el no es muy agradable conmigo.
Su nombre es Mathias Wilder y es bastante distinto a mí, es muy alto… mide 1,87 para ser exactos,- lo leí en su ficha médica- tiene pelo negro azabache y ojos amarillos, son bastante extraños e intimidantes pero fascinantes a la vez. Cada vez que los veo me quedo embobado. Tiene un cuerpo bastante… bueno. Creo que bueno es la expresión más acertada. Pero lamentablemente es bastante popular y extraño y no se acerca nunca a los que no van a fiestas. Y yo claro nunca eh ido a una porque ¿Quién invitaría a un chico que con suerte saben que está en su mismo país? Menos en el mismo grado.
Eh hablado con él solo unas 5 veces y solo ah sido para 2 cosas: mis deberes y para saber cómo se llama el profesor. Y es ridículo que hablemos tan poco ya que nos sentamos al lado.
Su grupo de amigos siempre me hace bromas pesadas, eh tenido que comprarme ya dos bolsos porque los míos desaparecen y aparecen mágicamente en la piscina que usa el equipo de natación. Y sé que soy bastante tonto por no delatarlos, pero no quiero que Mathias piense algo malo de mí. Aunque no es que piense algo de mí ahora, solo soy el chico que le recuerda en que clase estamos.
Bueno le tengo que dar las gracias a Uli por darme la idea de escribirte y como no te conozco me puedo desahogar mejor.
Te volveré a escribir
Nowaki.