Sueño.
El despertar a la realidad.
Toko chan y yo nos sentamos afuera del gimnasio, ella iba a esperar a que Tsukumo saliera de su club, y yo pensaba regresar con ellos a casa.
-Gracias por acompañarme, Shusei kun-dijo ella balanceando los pies-Así no nos vemos tan sospechosos ¿verdad?
-¿Sospechosos?
-Tsukumo dice que debemos tener días en los que no estemos juntos todo el día… pero me es tan difícil-dijo haciendo un mohín.
-oh no importa, son hermanos y están muy apegados uno al otro, es todo.
-¿y no es eso sospechoso?
-¿por qué habría de?- pregunté, Toko chan me sonrió pícaramente y luego pellizco mis mejillas.
-claro, son más raros tú y Hotsuma kun-dijo en un tonó cantadito que me puso de nervios, a demás de que aunque somos compañeros no nos llevamos de esa manera… aunque todo parecía ser diferente este día.
-No somos raros, somos amigos de la infancia y…
-sí, como sea-replicó ella soltando mis mejillas- ¿Cuándo le darás el “Sí”?
-¿el “sí”?-me sobe las mejillas y la miré con un claro gesto de desconcierto-¿”sí” a qué?
-¡Ahh pobre Hotsuma kun!-exclamó poniendo cara de pena- él siempre detrás de ti y tú haciéndote del rogar.
Repetí esas palabras para mí, pero la interrogación solo se hacía más grande.
-ha pasado días enteros lanzándote indirectas, muy directas y tú… un día se cansará y te cambiara por otro- dijo y luego remarcó maliciosa-por ejemplo, por Yuki.
Enrojecí y me moleste al mismo tiempo, yo mejor que nadie sabe cuánto necesita Hotsuma de Yuki, cuanto él…
-No tienes porque estar celoso-dijo Toko chan poniendo su mano en mi hombro-él siempre dice que lo único que le importa eres tú.
Es verdad, yo lo he escuchado, incluso cuando llegó Yuki, dijo que no le importaba, mientras yo estuviera bien…
-Toko-Tsukumo llegó junto con Hotsuma, ambos llevaban colgando de sus manos una mochila con sus cosas del club, el peliplateado me saludo amigablemente y luego le tendió la mano a su hermana para ayudarla a ponerse de pie. Hotsuma por su parte se quedo un paso atrás mirándonos.
-Es hora de irnos-dijo.
-¿y Yuki chan?-preguntó Toko chan agarrada del brazo de su hermano.
-se quedará-dijo Hotsuma frunciendo el ceño- dijo que iba a preguntarle algo a Luka sensei.
-Ya veo- Toko chan se rió pícaramente e hizo la misma cara que unos momentos antes.
Caminamos hacia la salida, los cuatro. Hotsuma comenzó a hablarme sobre su día en el colegio, en eso, nuestra comunicación no había cambiado, éramos los mismos de entonces. Fue agradable, a pesar de que en el fondo de mi corazón sentía pesar.
-ah-Tsukumo se detuvo-nosotros nos despedimos aquí.
-¿eh? ¿Porqué?-Toko chan lo miró ceñuda-Dijiste que hoy me cocinarías.
-sí, por eso, tengo que comprar algunas cosas-dijo él sonriéndole-además me recomendaron unos nuevo bocadillos que quiero probar.
-Tú siempre comiendo esas cosas-le regaño Toko chan- Pero está bien, ¡vamos!-dijo más animada.
Ambos se despidieron agitando su mano y tomaron otro camino. De esa manera me quedé a solas con Hotsuma.
-¿cocinar?-dije yo- pero si tenemos cocinero en casa ¿por qué Tuskumo…?
-¿cocinero?-Hotsuma me miró desconcertado- Tsukumo y Toko chan no tienen cocinero, sus padres trabajan demasiado por eso tienen que cocinar ellos.
-¿eh? ¿Padres?
-sí, Shusei ¿te sientes bien?
Hotsuma me miró preocupado, ah amaba y odiaba esa mirada al mismo tiempo.
-s…sí- balbuceé.
-oh bueno, por cierto, hoy mi madre me dijo que te llevara a comer.
-¿tú madre?
-sí, vamos. Ya sabes lo molesta que es, si no te llevó seguro peleamos.
-¿tú madre?
-qué sí, vamos- Hotsuma tomó mi muñeca y me jaló con él.
¿Su madre? ¡¡ ¿Qué diablos está pasando?!! Hotsuma aun vive con sus padres… Toko chan y Tsukumo kun también… pero… entonces…
++++
Mi casa y la suya estaban juntas, ¿de verdad siempre habían estado así? Las observé por un largo rato, hasta que él me grito desde la puerta de su casa.
-¡Ya llegué!-gritó desde la entrada mientras se quitaba los zapatos- ¡hey vieja ya llegué!
-¡A quien le dices vieja!- su madre apareció en el umbral de la puerta con una cuchara de madera en la mano y le dio con ella un coscorrón- ¡¿es que nunca aprenderás modales?!
-¡¿a quién le importan los modales?!
-¡a mi maldito niño!
-¡Diciéndole maldito a tu hijo! ¿Qué clase de madre eres?
-¡La tuya por supuesto! ¡¿Tengo otra opción con un hijo como tú?!
Carraspeé y su madre me miró sonriente, cambiando totalmente su rostro enojado a uno cálido y amable, mientras Hotsuma seguía gruñendo palabras ininteligibles.
-Pasa Usui kun, no sé cómo eres amigo de este-dijo dándole pequeños golpecitos en la cabeza a Hotsuma-tú sí que eres lindo y educado.
Me quité los zapatos y entré dando una pequeña reverencia. Su madre me abrazó, aquello definitivamente era completamente diferente a lo que yo recordaba, aun cuando se llevaran mal, eran una madre y un hijo como cualquier otros, eso me alegró.
-llamé a tu madre Usui kun, puedes quedarte a cenar y a dormir.
-gracias- dije mirando por encima de mi hombro como Hotsuma aventaba su mochila al sillón.
-¡No dejes tus cosas por ahí!-le gritó su madre-¡sube a tu cuarto y ahí desordena todo lo que quieras!
-arggg ya voy- se quejó él frunciendo el ceño como acostumbra-vamos Shusei
Me tomó del brazo y me jaló por las escaleras.
-hey Hotsu, ya está caliente el baño. ¡Báñense antes de cenar!-le gritó al pie de las escaleras su madre.
Me llevó a su habitación y ahí sí aventó su mochila en el piso sin reparo alguno.
-deja tus cosas por ahí-me dijo y se agachó para abrir los cajones de su cómoda; poco después sacó una pijama limpia-toma, ¿es la tuya verdad?
-¿la mía?-dije confundido.
-claro, ¿lo es?-miré la prenda y sí, la identifique como mía.
-¿porqué tienes tú un pijama mío?-le pregunté al tiempo que me tendía una toalla.
-¿cómo que porqué?-dijo- tenemos siempre una muda de ropa en la casa del otro, lo que me recuerda… ¡no olvides traer de vuelta el pijama eh!
Lo miré con los ojos muy abiertos, ¿una muda de ropa? Éramos cercanos, ya lo sabía pero no pensé que tanto.
-Anda vamos a bañarnos o la vieja nos gritará…bueno, a mí-dijo y me jaló de nuevo de la muñeca.
-¡e…espera, Hotsuma! ¡Espera!
-¿qué? ¿Qué pasa?
-Báñate tú primero-dije no podíamos bañarnos juntos, si lo hacíamos, él vería mis cicatrices y no era algo que yo quisiera.
Él frunció el ceño-No, ¿Por qué? Siempre nos hemos bañado juntos.
-eso no es cierto-lo corregí- no desde el accidente.
-¿accidente?-Hotsuma me miró perdido- ¿cuál accidente?
-¡¿cómo que cual?! El accidente donde tú…-sin querer me lleve la mano al hombro justo donde estaban las marcas de aquel incendio.
-¡ah ya!-dijo tomando mi mano y arrastrándome al baño-Otra vez soñaste eso ¿verdad? Cuantas veces tengo que decirte que es solo eso un sueño.
-¿qué? No, Hotsuma, espera…
Él abrió la puerta del baño, cuando entramos, cerró con pestillo.
-oye mira- dijo- soñaste eso ¿verdad? Esa historia de los opast y los guardianes Zweilt ¿no?
-¿historia?-lo miré indignado-no es ninguna historia, es la verdad.
-oye, Shusei, es un sueño-dijo y luego ordenó- date la vuelta.
-¿qué?
-qué te des la vuelta.
Me di la vuelta poco a poco sin comprender, un enorme espejo de cuerpo completo reflejó mi propia imagen.
-¿por qué tienen un espejo así?
-siempre ha estado ahí-dijo con voz impaciente- Siempre que sueñas eso, lo haces de forma tan real que olvidas que esta es tu verdadera vida.
Sin que lo esperará me abrazó por la espalda, apoyando su barbilla en mi hombro, me miró a través del espejo y siguió hablando con voz cansada.
-Somos un par de estudiantes de preparatoria, nos llevamos un año y somos amigos desde bebés. Toko chan, Tsukumo kun, Yuki y los demás son personas tan comunes como tú y yo, no tienen poderes ni nada por el estilo. Luego, Takashiro sensei, es el director de la escuela y es un hijo de la fregada, estricto hasta el demonio, y no el líder de un clan. Reiga sensei no es ningún enemigo sino, simplemente el doctor de la escuela y Luka sensei no es más que nuestro profesor de ciencias, y no un opast. ¿Ok?
-Pero…
-y por supuesto que, yo no me he intentado suicidar- a través del espejo su mirada se calvo en la mía con una intensidad que desconocía- como ves, mi madre es una vieja gruñona pero jamás diría que soy un monstruo, además de que no puedo incendiar las cosas. Por la tanto, no tuviste que detenerme y esas cicatrices no existen.
Di un respingo, sin darme cuenta, mientras hablaba, Hotsuma había desabrochado uno a uno los botones de mi camisa y su mano caliente se deslizó hasta tocar mi piel.
-¡Waaa, Hotsuma! ¡Detente!
-¿Por qué?-su voz llegó a mí haciéndome tener escalofríos.
-No murmures en mi oído-refunfuñe y su imagen en el espejo me sonrió.
-Aunque debo admitir que la historia me gusta-dijo- tú salvando mi vida, aun acosta de la tuya, pensando en morir conmigo, eso, definitivamente me gusta. No hay duda de que en un caso así serías tú el único capaz de detenerme.
Sus manos recorrieron mi abdomen lentamente, con suavidad, con apenas la punta de los dedos pero haciéndome temblar.
-eres tú el único por el que viviría-dijo de nuevo murmurando en mi oído- y también, el único por quién moriría.
-Hotsuma
-me gusta la historia, pero no es más que eso-dijo una de sus manos se elevó hasta la altura de mi pecho y tomo la tela de mi camisa, entré en pánico, vería las cicatrices, se sentiría culpable de nuevo.
-¡Espera, Hotsuma! ¡Detente!- Pero no me hizo caso descubrió mi hombro y me sonrió del otro lado del espejo.
-ves-dijo- no hay nada, solo tu piel suave y deliciosa.
No podía creer lo que mis ojos veían, no tenía nada, ni una sola cicatriz, nada, mi piel era un continuó liso y claro. Hotsuma mordió mi hombro muy suavemente y luego, ante mi estupefacción lamió mi cuello a lo largo hasta atrapar con su lengua caliente el lóbulo de mi oreja.
Temblé entre sus brazos y también una extraña voz salió de mis labios. Hotsuma levantó de nuevo su mano, esta vez, hasta mi barbilla, hizo girar mi rostro y sonriéndome, me beso. Su lengua abrazó mis labios, abriéndolos, colándose entre ellos, tocando mi lengua. Mis piernas trastabillaron y mi corazón se desbocó.
Cuando se separó de mí un hilo de saliva permaneció uniéndonos.
-Shusei-dijo- Shusei…
-¿no es un sueño, verdad? - pregunte un poco abrumado, él negó- entonces tú ¿aun me necesitas?
-eres lo único que necesito-dijo firmemente, iba a besarme de nuevo y no había nada que yo deseará más pero nos separaron los golpes a la puerta.
-¡¿Ya se bañaron?!-dijo su madre del otro lado-dense prisa, la cena pronto estará lista.
-¡¡ahhh, ya vamos!!-gritó molesto Hostuma-. Vamos- me dijo- luego continuamos.
Asentí.
++++
+++++
Al día siguiente me sentí como si estuviera flotando en alguna extraña atmosfera. La noche anterior nos apuramos a bañarnos, y tan solo sentí las miradas lascivas de Hotsuma, pero me negué a sus avances por qué su madre estaba por ahí rondando, cenamos, hicimos nuestras respectivas tareas, y nos dormimos. Su madre puso un futón para mí en el piso de la habitación de Hotsuma, y él se acostó en su cama, así estaba bien, al día siguiente ambos tendríamos escuela y no debíamos pensar en nada más, él lo entendió pero a media noche bajo de su cama y se acostó a mi lado ene l futón. Me abrazó por la espalda y así amanecimos juntos.
Me siento muy feliz, pero es muy extraño. ¿Por qué siento que es demasiado bueno? Aunque él no ha cambiado, sigue siendo el mismo que recuerdo de mi vida como Zwelit, una vida que al parecer no existía. Y creo que puedo vivir con ello.
-Shusei kun- Toko chan colocó su mano en mi hombro- ¿puedo hablar contigo?
-s…sí- la miré, parecía preocupada, así que a la hora del almuerzo en lugar de ir a buscar a Hotsuma, la seguí a un lugar apartado del resto de nuestros compañeros.
-¿Qué sucede Toko chan? Luces preocupada.
Ella asintió y sin que lo quisiera las lágrimas comenzaron a resbalar por sus mejillas.
-To...Toko chan ¿qué…?
-Shusei kun, sé que es raro que hable así contigo, pero… no quiero preocupar a Yuki chan con esto, él tiene muchos más problemas y… Shusei kun estoy segura que tú me ayudarás.
-¿Qué sucede Toko chan?- posé mis manos en sus hombros en señal de apoyo-Te ayudaré tanto como sea necesario, soy tu amigo ¿ne?
Ella asintió y se abrazó a mí, dejando que sus lágrimas rodaran libremente. Sollozó largamente hasta que poco a poco estos cedieron.
Más calmada, nos sentamos en el pasto de un rincón rodeado por arbustos. Toko chan se abrazó las rodillas y suspiró. Yo aguardé hasta que fuera ella quien decidiera hablar.
-No sé qué hacer, Shusei kun-dijo-tengo mucho miedo, no sé qué hacer.
-Toko chan, ¿a qué le tienes miedo?
-a lo que Tsukumo me diga-dijo y suspiró de nuevo intentando calmar su voz que se había quebrado de nuevo.
-¿Tsukumo kun? ¿Sobre qué?
Toko chan me miró como los ojos rojos e inundados de nuevo por las lágrimas.
-Shusei kun-dijo- creo que…estoy embarazada.
-¡¿¿Ah??!!
Me le quedé mirando con los ojos muy abiertos, no lo esperaba, maldición, todo menos algo así. Tartamudeé palabras inconexas, no tenía idea de que decir en casos así.
Ella volvió a llorar hundiendo su rostro en sus rodillas. En tanto intenté calmarme a mí mismo. ¿Embarazada? Sí, tal vez tenía miedo de lo que su familia pensará de ello, o de cómo reaccionarían, sobre todo el cómo lo haría Tsukumo kun, era su hermano y siempre habían sido muy unidos.
-Ah Toko chan-dije pasando mi brazo sobre sus hombros para tranquilizarla-calma, estoy seguro que Tsukumo kun como tus padres te apoyarán, cálmate.
Ella negó-tengo miedo-repitió-ellos me odiarán.
-¿por qué?-reflexioné un poco -¿tiene que ver con el padre de tu bebé?
-s…sí-ella asintió soltando un gran suspiro.
-¿quién es?-pregunté, tal vez un maestro, pensé…tal vez…
-Tsukumo –dijo
-¿Tsukumo qué?-pregunté confundido.
-Es el padre
-¡¡¿¿Ah??!!!-esta vez creí que me desmayaría-él y…y… tú…pero… pero son…son hermanos
-¡Shusei kun!-dijo llorando en mi pecho arrugando mi camisa con su manos-¡No me juzgues Shusei kun, yo lo amo! ¡Es mi hermano pero no lo amo como tal! ¡Ya sé que está mal, pero…!
-¿y él te ama?
Ella me miró y se limpió las lágrimas- eso espero.
-¿eso esperas? Toko chan yo creo que sí, debe amarte, de otra forma, jamás habría estado contigo así… Tsukumo kun es un hombre muy tranquilo y amable, no tienes que tener miedo.
-pero… una cosa es lo que sentimos y otra… un hijo, Shusei kun ¿qué debo hacer?
-Pues…-¿diablos qué?-yo…yo pienso que debes hablar con él. Debes decirle, juntos, estoy seguro, tomarán la mejor decisión.
-pero y sí él se enoja conmigo, sí ya no me quiere y luego me odia… ¡tengo miedo, Shusei kun!
-Toko chan, cálmate. Tú lo conoces mejor que yo ¿ne? ¿De verdad crees que él pueda ser tan cruel?
Ella me miró y negó con la cabeza.
-entonces no te preocupes, antes de tiempo. Habla con él, yo haría eso.
-¿Cómo crees que reaccionaría Hotsuma kun?-me preguntó, vaya al parecer ella estaba al tanto de mis sentimientos.
-La verdad es que no lo sé, pero se lo diría.
-independientemente de cómo reaccionara él ¿lo tendrías, Shusei kun?
-claro-dije- porque sería el hijo de Hotsuma, la persona que amo.
Toko chan me sonrió-yo también voy a tenerlo-dijo con decisión- aun su Tsukumo no quiere.
-Entonces, Toko chan, si sabes que hacer-dije limpiando sus mejillas- pero aun así díselo. Estoy seguro de que él no te dejará sola, nunca lo ha hecho ¿o sí?
Ella sonrió más ampliamente y negó.
-Gracias Shusei kun.
-ahora más, importante, ¿estás segura de tu embarazo?
-No, pero tengo un retraso y nunca antes había pasado-dijo.
-bueno antes que nada, debería comprobar eso-ella asintió.
-lo siento, Shusei kun,estoy haciendo un drama antes de estar segura.
-está bien es lógico que te sientas preocupada. ¿Te parece bien si nos vemos después de clases y te acompaño a comprar una prueba de embarazo?
-sí-dijo ella y me abrazó- gracias, gracias, Shusei kun.
++++
++++++
A la hora de la salida, Shusei y Touko se despidieron del resto alegando que tenían algo que hacer juntos. Hotsuma los miró con el ceño fruncido y al voltear a ver a su amigo Tsukumo se dio cuenta que este también estaba molesto.
-es raro ¿no?-dijo el rubio-nunca hacen eso.
-sí-Tsukumo abrió una bolsa de aperitivos y los mordió con verdadera saña-Touko no quisó almorzar conmigo.
-ah Shusei tampoco conmigo-Hotsuma se cruzó de brazos.
-¡Hola chicos!-Yuki llegó corriendo y se detuvo detrás de ellos-¿y los demás?
-ya se fueron-dijo Tsukumo
-¿qué hoy no vas a ver a sensei?
-ah, no-Yuki bajo la vista, algo había pasado pero no dijo más y sonrió- ¿Por qué se fueron sin nosotros?
-Buena pregunta-dijo el peliplateado-me gustaría saber a dónde fueron.
-sigámoslos-propuso Hotsuma.
-de acuerdo-dijo Tsukumo, terminando su aperitivo y arrugando el empaque vació para después dejarlo caer en un bote de basura cercano.
-¿eh? Oigan espérenme…-dijo Yuki corriendo detrás de sus amigos que ya habían comenzado a caminar decididos.
Hotsuma y Tsukumo, sí, adivinaste. Están celosos.