Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

AMORE MIO por fibychan

[Reviews - 193]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

HOLA ^^

Bueno una DISCULPA por no haber actualizado antes, en verdad lo siento, pero como siempre mi excusa es el trabajo, la verdad apenas y pude terminar este capi.

la buena noticia es que apartir de este fin de semana se reanudan las fechas de actualizacion.

sabados: amore mio y experimento 27

domingos: principes de la oscuridad

sin más a leer >.<

pd: el ultimo parrafo de este capi es narrado en la mente de tsuna espero no confundirlos.

 

CAPITULO TRECE: IMPOSTOR

 

No sé qué pensar en estos momentos, me encuentro justo enfrente de mi clon quien con facilidad está engañando a Bermuda de que él es el original y aunque mi corazón grita desesperadamente que no es verdad, las palabras no salen de mi boca, solo me quedo en silencio, observando, mi mente se niega a creer que Bermuda  me traicione, pero para mi sorpresa así es le cree a ese doble, ¿Cómo?, me ata con sus cadenas y me arrastra a su extraña dimensión, entonces ¿Qué pasara ahora?, ¿el ocupara mi lugar?, ¿robara a mi familia?, ¿familia?, tsk, que estúpido soy, ¿Cómo puedo siquiera pensar en que mi familia pueda ser robada cuando yo fui quien los abandono?, es cierto, mi mente esta confundida, mi corazón no sabe en qué dirección latir, ¿Qué hare ahora?, no lo comprendo, ya no tengo a qué lugar llamar hogar, los traicione, hui, todo por mi debilidad, por cerrar mi corazón a quienes no debía, fue mi error no el de ellos y ahora seré encerrado en la prisión Vendicare sin que nadie se dé cuenta de mi ausencia…NO…eso no es verdad debo reaccionar, aún existe alguien en este mundo que me ama con todas sus fuerzas al igual que yo lo amo, si Giotto, él no me abandonara, estoy seguro…

-tsk, ¿Cuánto tiempo planeas seguir durmiendo Sawada Tsunayoshi?-escuchaba a lo lejos la curiosa voz del arcobaleno del chupete transparente.

-…Bermuda.-susurraba un castaño tratando de que a sus ojos regresara la vida.

-hm, me debes una Vongola…-quitándole las cadenas al ojimiel y caminando rumbo a su escritorio, el arcobaleno del chupete transparente ahora con su forma original, miraba con curia al castaño. –tsk, creíste que sería engañado por ese bastardo…

-…entonces….

-claro que no, solo existen en la actualidad tres ilusionistas capaces de engañarme, bueno dos ya que mataste a uno.-hablaba con sorna el extraño ser tomando su lugar tras su gran escritorio de madera con grabados de calaveras en él.

-pensé que…

-no te hagas ideas equivocadas, solo lo hice porque aun te debía una con esta mi deuda queda saldada, ahora dime Vongola ¿debo llamar a Byakuran o a Reborn?

-…a…a ninguno…

-…

-no quiero que nadie sepa que estoy aquí, Bermuda déjame quedarme aquí un tiempo, solo hasta que alguien me encuentre, quiero probar algo…

-quieres ver quien es capaz de saber la verdadera identidad del clon.

-si…

-entiendo, pero en lo que tu dormías alguien ya se ha dado cuenta.

-¿Qué?, ¿Quién?

-hm, Vongola Primo.

-ya veo su súper intuición es más poderosa que la…-sin poder concluir su frase ya que el ojimiel cayo inconsciente frente a los ojos del carcelero.

-tsk, esto ya no entra dentro de mi deuda Vongola, te lo cobrare después.-susurraba el arcobaleno acercándose lentamente al cuerpo inconsciente del menor, quien no soporto todo el estrés de ese día, peleas, frustración, recuerdos dolorosos, todo fue demasiado y más en su aún desconocido estado.

/////////////////////////////////

Con Giotto. (Minutos antes de la conversación de Tsuna con Bermuda)

-Alaude, Deamon.-llamaba el rubio alejándose de la décima generación.

-¿Qué sucede Giotto?-cuestionaban preocupados por la actitud de su cielo.

-quiero que encuentren a mi ángel-ordenaba el rubio afilando su mirada azulina y desprendiendo una poderosa aura asesina, sus guardianes nunca habían visto a su cielo tan furioso como en esos momentos por lo cual sin refutar empezaron su misión de inmediato, si bien sabían que el carácter del cielo era temible cuando se encontraba enojado esto superaba todas sus expectativas, si no fuera porque la maldita copia barata era la única que conocía a ciencia cierta el paradero del castaño jurarían que la destrozaría en ese mismo momento.

-Primo ¿Qué vamos a hacer mientras tanto?-preguntaba un poco nervioso el peli rojo tratando de no enfurecer más a su querido jefe.

-vamos a comportarnos como siempre, no lo vamos a desenmascarar hasta que encontremos a mi ángel, recuerden que ese maldito clon es el único que sabe dónde se encuentra, y por otro lado vamos a tomar ventaja de esta situación.-explicaba el rubio mirando a sus guardianes con una tétrica sonrisa dibujada en su rostro, mientras eran testigos de cómo aquella copia barata engañaba con facilidad a los guardianes del castaño.

-Juudaime, por favor perdóneme, le falle como su mano derecha.-suplicaba el peli plata azotando dramáticamente su cabeza contra el suelo.

-no te preocupes Gokudera-kun ya todo está bien, perdóname tu a mí por haberlos abandonado.-colocando su pequeñas manos en la platinada cabellera de la tormenta dando con ese gesto una sensación de tranquilidad.

-tsk, dame-tsuna no te disculpes acaso no te he enseñado que…

-un buen jefe de la mafia no se disculpa, lo sé Reborn pero me equivoque mucho con ustedes.-mirándolos con aquellos ojos miel, tan puros y cristalinos como los originales, tan inocentes ¿Cómo pensar que se trata de un impostor cuando hasta el aura que desprende es auténtica?, después de todo el ADN del castaño recorre sus células.

-tsk, dame-tsuna, fuimos nosotros los que no cumplimos con nuestro trabajo de protegerte.-mencionaba para sorpresa de muchos el frío Hitman quien al pensar perder la vida de su querido dame-alumno le hizo recapacitar sobre sus acciones arbitrarias en los últimos días, y sin poder controlarse se acercó lentamente al ojimiel abrazándolo tan protectoramente como solo un padre puede hacerlo, porque para el sicario eso era Tsuna, su hijo, un hijo que había visto crecer y madurar hermosa y sabiamente a lo largo de los años, y esta vez solo por única vez en la vida le abrazaría con ese amor de padre, sin embargo el sicario al sentir el calor del castaño oculto su rostro bajo la sombra de su fedora cambiando radicalmente ese sentimiento que embriagaba a todos en el lugar por uno frío y cruel, distante y temible separando bruscamente al castaño de su cuerpo.

-Reborn.-susurraba el castaño al tiempo que ladeaba su cabeza sin comprender la nueva actitud del sicario.

-tsk, es mejor que regresemos a la mansión.-ordenaba con despotismo el Hitman haciendo evidente para todos su radical cambio de humor.

-ma, ma Reborn no seas tan duro Tsuna acaba de pasar por una situación difícil, ¿verdad?-mencionaba el beisbolista tratando de tranquilizar la situación al tiempo que tomaba por los hombros al ojimiel brindándole confianza pero al igual que el sicario su despreocupada mirada ámbar cambio por una afilada, mirada que solo muestra a su presa antes de ser cortada por sus filosas espadas.

-eso es Sawada es extremo.-gritaba el boxeador caminando al lado del peli plata ambos sin comprender por qué el cambio tan repentino de aquellos morenos, por su parte Mukuro al ver al castaño sonreír tan honestamente como siempre frunció el ceño ignorando por completo la situación.

-Mukuro-sama.-susurraba la tímida Chrome al notar el irritante humor de su maestro.

-tsk mi querida Chrome, dime lo que tus ojos ven.-hablaba el ilusionista de forma que solo la peli índigo pudiera escucharle.

-mm.-observando con detalle al castaño hasta que su ojo mostro lo sorprendida que se encontraba. –Mukuro-sama es…

-Kufufufu me sorprendes mi hermosa Chrome, así es…-ambos podían observar y sentir que del cuerpo del menor su llama de la niebla se desprendía casi imperceptible pero ahí se encontraba ya que ellos utilizaron gran parte de su poder al crear el clon.

Sin más la décima generación tomo rumbo a la mansión, durante el viaje los únicos que aun negaban la verdadera identidad del castaño eran el peli plata y el boxeador, ya que los demás habían notado al impostor. Por su parte la primera generación los acompañaba midiendo su distancia aún tenían muchas cosas que aclarar.

Al llegar a la esplendorosa mansión Vongola ya se encontraba la nube esperando a su pequeño hermanito acompañado por un pobre potro con los ojos morados quien cargaba a su pequeña bebe rubia.

-tsk, tardaron mucho herbívoros.-saludaba amablemente el prefecto caminando con cuidado al castaño, la explicación de por qué Dino se encuentra en esas condiciones es muy simple, no lo dejo ir al recate del castaño por lo que se hizo acreedor a que lo mordiera hasta la muerte, pero no le importaba ya que no quería arriesgar la vida de su esposo y de su futuro hijo.

-Hibari-san.-llamaba el castaño al tiempo que colocaba su mano derecha en el abultado vientre de la nube mostrando en ella es poderoso anillo Vongola, sin embargo el azabache sin pensarlo dos veces le dio un fuerte golpe al menor lanzándolo contra el suelo y mirándolo con desprecio.

-bastardo como te atravez.-gritaba furica la tormenta.

-espera Gokudera-kun, Hibari-san tiene razón escape sin decirles nada y no me he disculpado adecuadamente con él.-mirándolo con esos falsos ojos miel. –Me disculpo Hibari-san por huir como un herbívoro.-mencionaba el castaño sobándose su mejilla roja.

-tsk, herbívoro.-con tono frío y levantando su mano ya con la tunfa en mano dispuesto a morderlo hasta la muerte pero su golpe nunca llego al castaño ya que el rubio de ojos azules detuvo el ataque de la nube.

-Kyoya contrólate recuerda tu estado, mejor acompáñame.-ordenaba el primer cielo mostrándole en su mirada azulina todo lo que el azabache necesitaba para seguirlo sin pero alguno.

-Kyoya…-susurraba el potro viendo con qué facilidad el ojiazul logro controlar que la nube mordiera hasta muerte al pobre castaño.

Mientras tanto los demás guardianes y familia se concentraron en ayudar al menor a sanar el labio roto que le dejo el azabache, además que se encontraban más entusiasmados por recuperar a su pequeño cielo y otros en observar las acciones que tramaba aquel falso cielo, por suerte ni Nana ni Iemitsu se encontraban todavía presentes.

//////////

Con Giotto

-tsk ¿Por qué me detuviste omnívoro?-mencionaba el azabache recargándose en el marco de una gran ventana que deba al hermoso jardín de la mansión ubicado en una de las más lejanas habitaciones de dicho lugar.

-¿Cómo te diste cuenta tan rápido Kyoya?-al grano no quería perder más tiempo, sabía que solo él y Tsuna poseían la súper intuición, y los demás lo descubrieron al tocar el cuerpo del castaño pero en el caso de Kyoya a penas y lo toco el menor.

-no tengo por qué darte explicaciones pero en este caso lo hare, en primer lugar Tsuna y yo hablamos en el pasado y nunca se refirió a mi como Hibari-san y en segundo lugar Tsuna nunca se quita a Natsu este herbívoro no tiene su anillo solo el del cielo.-explicaba el prefecto acariciando por inercia su vientre.

-entiendo, Kyoya escúchame con atención aún desconocemos el paradero de Tsuna hasta que no lo tengamos de nuestro lado tenemos que seguir fingiendo no saber nada, por lo pronto mande a Alaude y a Deamon a buscarlo espero tener noticias pronto.-hablaba el rubio con tono serio por lo que el azabache sin protestar acepto el plan del primer cielo. –Además Kyoya con lo que me acabas de decir sabemos que el clon no posee los recuerdos de mi ángel cuando estuvo en mi época, podremos tenderle una trampa con esa información.-hablaba el rubio colocando una mano en su barbilla, tenían un as bajo la manga gracias al descubrimiento de la nube.

-tsk, no son los únicos que saben la verdad.-se escuchaba la gruesa voz del Hitman quien entraba al lugar ocultando su rostro bajo la sombra de su fedora, sorprendiendo levemente a los otros dos ya que no pudieron sentir la presencia del sicario después de todo sigue siendo el mejor asesino del mundo de la mafia.

-entonces ya lo sabes arcobaleno.-decía el primer cielo mirando con desprecio al sicario.

-sí, y también tengo que decirte algo.-mostrando sus afiladas orbes negras. –me equiv…-pero sus palabras fueron cortadas por una espesa niebla que se empezaba a formar en medio de aquel lugar dejando ver lentamente las sombras de los dos guardianes del cielo.

-Deamon, Alaude ¿Qué noticias tienen?-preguntaba de inmediato el cielo al ver a sus guardianes.

-Nufufufu, Giotto ¿Quiénes crees que somos?, por supuesto que ya lo encontramos lo tiene Bermuda…

-tsk, Giotto Bermuda quiere verte de inmediato, al parecer el Décimo se desmayó.-explicaba el cenizo con su típica mirada, por lo cual los dos azabaches y el rubio cambiaron su semblante por uno lleno de preocupación y alivio, debían agradecer al arcobaleno por salvar la vida de su preciado castaño.

/////////////////////////

¿Dónde me encuentro?, la oscuridad no me permite ver nada, mis ojos duelen, recuerdo que estaba hablando con Bermudo ¿entonces que paso?, por más que camino solo puedo escuchar mis propios pasos.

-BERMUDAA.-grito con todas mis fuerzas pero no recibo respuesta alguna, ¿Qué paso?, solo escucho el eco de mi propia voz.

-GIOTTO…-esperaba que el viniera por mí, pero no lo entiendo, la desesperación empieza a invadir mi corazón y mi mente, mis latidos se escuchan con fuerza y mi respiración agitada me desquicia, no me gusta la soledad, no me gusta la oscuridad, el silencio, todo ello es muy difícil para mí, no quiero. –GIOTTOOO…por favor ven por mí…-no quiero estar aquí, no quiero, ¿en qué momento caí en este hoyo negro?

-.....-¿Qué son esas voces?, camino más rápido tratando de encontrar la fuente de aquellos susurros. –mi ángel…-es la voz de Giotto estoy seguro.

-GIOTTOOO…-grito con más fuerza espero pueda encontrarme.

-mi ángel, te amo tanto…-definitivamente es él.

-Giotto yo también te amo.-corro con más fuerzas escuchando cada vez más cerca su voz, por fin un rayo de luz, oh Giotto, por fin te puedo ver, la luz es cegadora pero sus figura está enfrente de mí, ¿eh?

-mi ángel te amo tanto….

-¿Giotto?, ¿Qué haces?-susurro al verlo besando con pasión a mi doble, no, eso no, Giotto jamás caería en su trampa. –NO, GIOTTO.-grito con fuerzas tratando de que se aleje de él, no me traiciones, tu no.

-tsk, ¿Qué haces aquí maldito herbívoro?-Kyoya, no me reconoces, no me mires con esos ojos de desprecio.

-parece que se escapó de Vendicare.-maldito como te atreves a hablarme con mi voz.

-Giotto, no le creas yo soy el verdadero, yo soy tu ángel…-les hablo con desesperación, entonces porque Giotto abraza más a ese doble, porque Kyoya saca sus tunfas, -maldito ¿Qué has hecho?

-yo, nada yo soy Sawada Tsunayoshi el verdadero Decimo Vongola, y tú solo eres una pobre copia confundida por mis recuerdos.

-no, yo soy el original, yo soy Sawada Tsunayoshi, NOOO….

CONTINUARA…

Notas finales:

Gracias por leer

espero haya sido de su agrado 

no se les olvide comentar 

y espero tambien poder subir en la tarde experimento 27 

saludoss y buen fin de semana >.<


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).