Capítulo 02: Debes Cuidar Las Cosas Que Están Cerca De Ti
Naruto aún seguía comiendo junto con Hinata… Sasuke aún seguía ahí observando de manera molesta lo que ante sus ojos pasaba, hasta que notó que la sonrisa del rubio era diferente de la usual… Normalmente sentía una enorme calidez en el pecho al ver la sonrisa que mostraba todos los días mientras decía alguna estupidez como era su costumbre, pero en ese momento era diferente, no sentía nada, era como si esa sonrisa fuera completamente falsa. Obviamente eso no le agrado en lo más mínimo, la campana que anunciaba que el segundo receso estaba por terminar se hizo presente en el lugar
- Vaya, es la primera vez que un receso se me hace tan corto – Dijo Hinata después de soltar un largo suspiro.
- Si, tienes razón… - Esa sonrisa que desagradaba a Sasuke se volvió a hacer presente en los labios del rubio
- Tengo que ir a clase de nuevo… - Se puso en pie un poco sonrojada, ella no notó la diferencia entre la sonrisa falsa de Naruto y la auténtica, hizo una pequeña reverencia en dirección al Uchiha quien la ignoro completamente, estaba feliz de que se fuera
- ¿No irás a clases? – Preguntó de modo serio a Sasuke, quería estar solo y la presencia del otro le incomodaba de un modo que no podía explicar con palabras, le causaba emociones que no había experimentado jamás… Y no se sentía muy cómodo con ellas
- No - Serio y cortante “¿Quieres que me vaya maldito dobe?” Se molestó todavía más, ahora menos se iría
- ¿Por qué? – Se sorprendió… El y el pelinegro no solían pasar mucho tiempo juntos, por lo tanto pensaba que para el otro sería más molesto
- La doctora me dijo que me quedara contigo – Sabía que eso era mentira, pero no quería decir algo como <quiero quedarme contigo> No, antes moriría que decir eso en voz alta.
- No tienes por qué hacerlo… Puedes irte, yo diré que tenías algo más que…
- ¡Que voy a quedarme, estúpido dobe! – no supo porque el tono de su voz se alzó tanto, pero en ese momento se estaba desesperando de que el otro quisiera alejarlo tanto
- Teme… ¿A quién llamas dobe? – Lo miró molesto, bastante enojado.
Se miraron de manera intensa hasta que los dos apartaron la vista con gesto infantil, de verdad podían encontrar cualquier cosa para pelear. Así pasaron una hora ninguno sin hablar y con una enorme tensión, pero por alguna razón el pelinegro sabía dentro de sí que si en ese momento se iba de ese lugar y regresaba al salón lo más probable es que su mal humor volviera… Ya que a pesar de la tensión que se sentía en ese lugar, estaba cómodo y tranquilo con la presencia del otro cerca de él, justo cuando estaba por profundizar en el porqué de esos pensamientos la puerta se abrió dejando ver a una rubia con cabellos recogidos en dos coletas y un escote enorme que dejaba ver sus “atributos” de manera clara
- ¡Naruto! – Grito entrando en la habitación y mirando al rubio, al ver que estaba consiente suspiro tranquila – Shizune me dijo que estabas aquí, ¡¿Por qué no pones más atención en lo que haces?! – Había salido disparada de su oficina al saber que algo malo le había pasado al otro
- Lo siento… - Se puso nervioso, hacer enojar a Tsunade era retar a la misma muerte
- ¡Cómo sea! ¡Ve a descansar a tu casa! – Su vista de pronto se posó en otro lugar y de inmediato puso su atención en el otro chico que se limitaba a mirarla se sorprendió un poco, ese color de pelo y ojos… - ¿Te apellidas Uchiha? – Preguntó de golpe, olvidándose se Naruto por un momento
- Si – De nuevo con la voz fría, su atmosfera de calma se arruinaba cuando se acercaba otra persona que no fuera Naruto
- Vaya, esto si es una sorpresa… ¿No deberías estar en clase? – De verdad, eso le había tomado por sorpresa, no esperaba que un Uchiha estuviera cerca del Uzumaki, eso debía ser un juego del destino. El otro no contesto, pero la rubia no hizo caso, después de todo si era un Uchiha – Ve a casa, Naruto… Es una orden – Y dicho eso salió del cuarto
El rubio se puso en pie dispuesto a partir a su hogar pero se detuvo en el momento en que el otro también lo hacia
- ¿Qué demonios haces teme? – Sin saber la razón, se puso nervioso y por un momento sintió como el corazón le daba un brinco y una emoción extraña invadía su estómago.
- Voy a llevarte a casa… Si algo te pasa me echaran la culpa a mí, no quiero ser regañado por alguien como tú, baka – Desvió la mirada y fingió una sonrisa arrogante… Quería ver que llegara bien a su casa, no le importaba lo demás.
De igual manera ambos fueron en silencio por los pasillos de la escuela, a pesar de lo incomoda de la situación, ambos se sentían tranquilos de estar de esa manera, uno junto al otro, Era algo un poco extraño
- ¡Sasuke kun! – Grito cierta peli rosa que cargaba las cosas del pelinegro – Traje tus cosas – Agrego con una sonrisa
- Ah, gracias – De modo seco. No le causaba emoción alguna aquella chica, pero su atención de pronto se volvió hacia el otro lado, donde estaba Naruto, quien estaba con Hinata ya que al igual que la peli rosa le había llevado sus cosas.
- No debiste molestarte, tebayo – Dijo el rubio dedicándole una sonrisa
- N-no fue molestia, Naruto kun – Tímida y sonrojada, de verdad que lo hacía con gusto.
La molestia en Sasuke volvió a crecer, no le gustaba que el rubio le sonriera a esa chica, porque desde esa tarde Hinata no era de su agrado en lo absoluto.
Los cuatro salieron por la puerta de la escuela, Sakura a un lado de Sasuke y Hinata junto con Naruto, cuando estuvieron afuera el rubio se quedó parado de pronto y su vista se quedó al frente, mientras que su rostro se quedaba completamente impactado… Ahí estaba el hombre del día anterior “No fue un sueño… Después de todo…”
- Debo irme – Anunció de modo serio y se dirigió a ese hombre con paso lento… El sentimiento del día anterior se regresó a él con más intensidad… Sus malos sueños eran verdad. Cuando llego con Jiraya este paso su brazo por los hombros de Naruto con gesto cariñoso mientras que el otro estaba serio y no había sonreído ni una sola vez.
Esto no paso por alto ente los ojos de Sasuke… “¿Ese hombre es la razón de su extraño comportamiento?” Su mirada se tornó envenenada ante aquel hombre, eso no se quedaría así.
- Sasuke kun, ¿Irás a casa? – Pregunto la ojiverde
- No
- ¿Ah? ¿Dónde irás?
- Eso no te importa – Se alejó, su voz sonaba más fría de lo que había sonado en años, comenzó a avanzar en una dirección opuesta a la que se encontraba su casa, puesto que ahora tenía algo que hacer.
Mientras caminaban por la calle Naruto iba serio y callado, algo no muy común en el
- ¿Qué tal la escuela? – Se aventuró el otro intentando abrir una conversación con el menor
- ¿Eh? ¿La escuela? ¿Cómo podría ser? ¡Odiosa! – Exclamó, haciendo reír al otro - ¿De qué te ríes?
- Nada, nada
- ¿Puedo hacer una pregunta?
- Adelante
- ¿Cómo has sabido donde estudio?
- Te dije que estaría cuidando, ¿No es así? – Sonrió y se sorprendió al ver que el otro lo hacía también discretamente – Además… Hay algo que quiero comprobar contigo si me lo permites
- ¿El qué?
- Quiero saber si tienes alguna de las habilidades de tus padres – Trato de decirlo despacio y noto que el otro se quedó parado y lo miraba al tiempo que pestañeaba continuamente
- ¿Crees que tengo alguna de sus habilidades? – Sorprendido, esa idea no se le había cruzado por la cabeza
- Es un fuerte presentimiento que tengo hacia ti.
- ¡Sería fantástico! – Ahora estaba emocionado, “¡tener una de las habilidades de mis padres!” Hasta ese momento se dio cuenta de que no estaban avanzando hacia la casa del rubio, iban por otra dirección, también estaba un poco solo el lugar ya que no había ninguna casa en la cercanía, hasta que vio una enorme al final del camino, tenía muchas ventanas y también algo similar a un arroyo cerca - ¿Dónde estamos? - Preguntó de pronto
- Esta en mi casa, Naruto… Y tuya de ahora en adelante – volvió a sonreír
- ¿De qué hablas? – Se detuvo y lo miro sorprendido
- Ya te lo había dicho, ese lugar en el que vives, no es lugar para un adolecente como tú, así que me tome la libertad de traer tus cosas e instalarlas
Naruto no contesto de alguna manera estaba feliz, muy feliz… Pero no sabía que decir, ambos entraron en la casa, y por dentro era aún más hermosa que por fuera, el rubio la miro fascinado por todo lo que había en ella. Jiraya subió a su cuarto y bajo con una caja de madera con un extraño símbolo que jamás había visto grabada en ella.
- ¿Qué es eso? – Pregunto acercándose
- Hay más cosas que debes saber, Naruto… - Sacó de ahí una banda con una placa de metal en la que estaba gravada de nuevo aquel extraño símbolo - Esta es la banda que tienen todos aquellos que son parte de la organización de Konoha, la aldea oculta entre la hoja
- ¿Konoha? ¿Cómo la escuela? – Confundido, ¿eso era parte de la escuela?
- Es cierto que la escuela a la que perteneces es parte de nuestra organización… Pero somos algo aún más grande… - Suspiro, aquello sería un poco largo de contar – Konoha es, en pocas palabras, la organización encargada de mantener el “orden” dentro del país, ya que somos los más fuertes nos encargamos de que las otras personas con poderes especiales respeten las reglas
- ¡¿Hay más personas con poderes especiales?! – Por un momento pensó que solo sus padres y unos cuentos más tenían esas habilidades
- Un montón, no solo somos los más fuertes sino que también los más numerosos, es más, algunas personas en tu escuela lo son y los de los últimos grados son candidatos a entrar
- ¡¿Es como una mafia?! – Con estrellas en los ojos, la idea se le estaba haciendo completamente fantástica
- Puedes pensarlo como algo así – sonrió ante el entusiasmo del otro y eso lo llevó al otro tema que quería abordar – Lo cual me lleva a contarte algo más, nosotros tenemos un jefe absoluto al cual obedecemos sin cuestionar y con el mayor respeto del mundo… Lo llamamos Hokage
- Debe ser estupendo ser el Hokage y ser reconocido por todos… - De solo imaginarlo, una emoción recorrió sus venas, estaba por preguntar qué era lo que se necesitaba para volverse uno cuando…
- Tu padre, Minato, fue nuestro cuarto Hokage – Sonrió ante el recuerdo de uno de sus mejores alumnos – Y si me permites decirlo, fue uno de los mejores…
- M-mi padre… - Se quedó un poco en shock, eso había sido una gran noticia.
- Así es… Eso te pone en línea directa para ser el siguiente Hokage, el sexto – Sonrió cuando vio que el otro se había quedado sin palabras y con la boca abierta por completo, de verdad esperaba que Naruto se volviera Hokage, ya que podía verlo con claridad, a pesar de no haberlos conocido era igual que sus padres y eso era lo que más falta le hacía a Konoha en esos momentos – Pero, eso no te hace el siguiente de golpe, deberás enfrentarte al candidato de la aldea oculta entre la arena(1) y no será nada fácil – Eso le preocupaba un poco
- ¡No hay problema! ¡Acepto la herencia de mis padres! ¡¡Yo seré el próximo Hokage!! – Ahora estaba decido a cumplir con eso, eso le causo una enorme sonrisa en el rostro, nunca pensó que el hijo de Minato y Kushina, fuera la combinación de ellos dos.
Jiraya sacó un papel de un color bastante extraño, era como uno de esos pergaminos viejos
- Ponlo sobre tu mano y cierra los ojos, Naruto – Indicó y el otro lo hizo, por alguna razón aquel hombre ahora era de su completa confianza. Escucho un pequeño siseo por lo que abrió los ojos y se sorprendió un poco el papel estaba cortado a la mitad, esto dejó sorprendido al rubio - ¡Sorprendente! ¡Naruto, tienes la naturaleza aire que tenía tu padre! – El otro sonrió ante eso – De igual manera, también hay algo de naturaleza agua en tu interior - Tomo otro papel, este estaba completamente quedado y a punto de romperse – Quiero que hagas lo mismo con este – Se lo entregó y de la misma forma lo puso en sus manos al tiempo que cerraba los ojos, cuando los abrió se dio cuenta de que el papel estaba como nuevo y del mismo color que el otro
- ¿Qué…? – No entendía el porqué de aquello
- Heredaste la naturaleza curativa de Kushina… - Hasta él estaba sorprendido por eso, lo había sospechado, pero verlo de verdad… Era algo que no se imaginaba – Escucha, Naruto… Yo voy a enseñarte a usar tus habilidades, ambas… El aire y la curación pero hay algo que debo advertirte, así que escucha con atención – Espero a que el otro asintiera – Solo ciertas pocas personas sabemos que tú eres el hijo del Hokage anterior, por tu seguridad más que nada… Pero se hará público en la organización cuando sea el momento de luchar contra el otro candidato de la arena… Así que tendrás que mantener esto en secreto por ahora - Dudó por un momento antes de volver a asentir – Y también, no debes usar en público las habilidades de curación
- ¿Eh? ¿Por qué?
- Incluso dentro de nuestro “mundo” de gente de habilidades, casi no hay nadie con habilidad aire… Pero es todavía más extraño que haya alguien con habilidades de curación, eres un uno en un billón, eso te pone en peligro – Le preocupaba que alguien quisiera usar las habilidades al igual que lo habían intentado con Kushina
- De acuerdo – Entendía que debía ser muy prudente
Después de unos momentos Jiraya decidió salir para ir por algo de comer y le dejo la primera actividad de entrenamiento al otro, que era poder crear una onda de aire alrededor de sus manos, lo cual se le complicaba mucho. Tardaría en dominarlo, lo cual le daba tiempo de cocinar algo bueno para ambos como celebración de que empezaba el entrenamiento del otro, claro que había omitido decirle al chico que él había sido también el maestro de Minato. Estaba tan sumergido en esos pensamientos hasta que sintió que había alguien detrás de él, se puso tenso, no esperaba que supieran de Naruto tan pronto
- ¿Qué quieres? – Pregunto deteniéndose pero sin darse la vuelta
- Vaya, supiste que estaba aquí – Aquel chico salió de detrás de la pared de un edificio, se veía serio y molesto
- ¿Quién eres y qué quieres? – Se giró a verlo, tenía el cabello negro y los ojos de ese mismo color
- ¿A dónde te has llevado a Naruto? – Preguntó de pronto, sin contestar ninguna de las preguntas anteriores… Había estado buscando al rubio sin encontrarlo por toda la ciudad, hasta que vio a ese tipo que se lo había llevado de la escuela
- ¿Qué relación tienes con él? – Ahora estaba un poco sorprendido
- ¡No desvíes el tema! – Se lanzó sobre Jiraya poniéndolo contra la pared, ahí no había ninguna otra persona - ¡Dónde algo malo haya pasado con él! ¡Pagaras las consecuencias! – Ya estaba nervioso, ese rubio era tan estúpido y fácil de engañar que comenzaba a preocuparle
- Él está bien – Empujo a Sasuke hasta dejar una distancia prudente – Sus padres me encargaron cuidar de él hace tiempo – No diría nada más que eso, ya que no sabía quién era el otro
- Oh… - Ahora se sentía estúpido, se había dejado llevar por sus emociones irracionales y ahora estaba avergonzado – Yo
- Esta bien… Gracias por preocuparte por el – Comenzó a avanzar de nuevo
- ¿Podrías no decirle nada sobre esto a Naruto? – No quería que Naruto supiera algo como eso, antes de eso preferiría dejar la tierra
- Dalo por hecho.
Ambos se fueron por lado en ese momento. Jiraya llegó a casa y noto que Naruto seguía concentrado en lo que le había dicho, así que se dedicó a hacer la cena, por alguna razón Naruto se sintió verdaderamente feliz, por primera sentía que veía lo que era tener una familia de verdad y eso le alegraba de sobre manera.
Por su parte Sasuke estaba en su casa, con la vista en el techo… ¿Qué diablos le estaba pasando con Naruto? ¿Por qué ese rubio imbécil lograba despertar ese tipo de cosas en él? ¿Por qué no podía dejar de preocuparse por él? Desde el incidente en la escalera de ese día no quería que nada malo le pasara al otro y ahora eso le invadía el pensamiento de una manera un tanto irracional… Pero no lo demostraría, jamás lo haría… Significaría perder ante aquel dobe que tanto le fastidiaba, lo ocultaría lo mejor que pudiera hacerlo, aún si eso significaba que tuviera que fingir indiferencia hasta que pudiera matar esos sentimientos que en el empezaban a nacer.
By:
[~Sora Jigoku~]