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MI VIDA... ES A TU LADO por BLACKANGELL77

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Notas del capitulo:

Perdonen la tardanza estaba de vacaciones, mi computadora se viruleo y tuve que hacer hasta lo imposible por arreglarla gracias por su espera aqui esta la continuacion.

¡¡Disfruten y a leer!!

 

 

-dib, quitate la ropa quiero detallarte bien.

­El ojimiel obedeció las ordenes del extraño ser delante de él, no sabia si sentirse avergonzado o asustado. Su ahora vengativo captor lo tenia no solo acorralado sino también dentro de su habitación, no pereciera que se tratase de una venganza como en sus antiguas batallas donde las armas y objetos contundentes no se hacían esperar, la escena que estaba a punto de iniciar no era más que el simple disfrute para el alien, quien intentaba atravesar las oscuras prendas de aquel humano.

El chico quien aun dudaba de quitarse la franela, se sentía realmente atormentado por esa mirada, pero de alguna manera le era excitante la expresión de su rostro irradiaba absoluta sensualidad y le era difícil disimular su vergüenza ya que a cada poco aumentaba el palpitar de su corazón, su mente no le permitia pensar sobriamente, en su mente solo afloraba el deseo salir de allí, huir de aquella habitación, no se sentia preparado para lo que era obvio ante sus ojos.

-¿dib?

-¡ah! ¿Qué?-respondio abruptamente al ser sacado de sus pensamientos

-deja de pensar tanto y quítatelo ya.

-si.. bueno.. yo

-¿que sucede?-pregunto un tanto molesto

-zim, no estoy preparado-dijo seriamente ruborizado

-eso ya lo se.- respondió cruzándose de piernas

-¿Qué?

-esa fue mi venganza, sabia que no podrías hacerlo, por eso te puse en esta situación, tenia la certeza que seria difícil para ti hacer esto.-dijo tranquilamente

-¡waoh! Si que estaba nervioso pensé que hablabas en serio.-dijo mas calmado.

-si bueno dejame ayudarte con tu gabardina.

El irken se levanto de su lugar con la prenda del chico, acercándose con una falsa sonrisa hasta él, eso fue tiempo suficiente para desenguantar su mano izquierda y sin el minúsculo problema rasgar la molesta franela del humano despojando lo automáticamente de ella.

-¿¡Qué demonios hiciste¡?-exclamo sorprendido

-¿no es obvio? me vengo-respondio con una linda sonrisa.

-pero tu..dijiste que no lo harías.

-no te escaparas tan fácil querido- rio burlón tomando lo de la muñeca con su mano enguantada y una mirada cautivadora.

-zim espera, hablo en serio. No quiero no estoy listo.-pateaba luchando bruscamente para liberarse de las garras que atentaban contra su voluntad y cortaban la sana circulación de su muñeca.

-zim por favor no.

-¿que sucede dib? ¿estas asustado o quizás solo me estas provocando?

-claro que no, solo no estoy listo. -titubeaba

-entonces, te preparare para mí. –una sadica sonrisa se dibujo en el rostro de aquel irken, como si disfrutara de la incomodidad por la que obligaba a pasar al humano.

-¿porque lo haces? Esto no es cómodo.

-entonces te pondré bastante cómodo

Y de un empujón arrojo al ojimiel en su cama, se coloco sobre el casi al instante, sin el mínimo de esfuerzo lo beso a la fuerza, acaricio su rostro con su mano desenguantada. Su cautivo apenas y podía moverse debajo del peso de su invasor quien se lo impedía, el cuerpo de dib se estremecía al compás de las caricias que su opresor repartía desde el cuello hasta su abdomen amenazando con desgarrar también su pantalón. Estaba privado de toda libertad y zim estaba dispuesto a arrebatarle todo para volverlo suyo.

-¡NO!

Un ensordecedor quejido escapo de los temblorosos labios de aquel humano, dejando a su opresor sorprendido. Las lagrimas no se hicieron esperar, estaba claro que temía de lo que aquel irken podría hacerle.

 

-el solo hecho de que llores y supliques es lo que más me excita de ti, esos ojos llenos de temor esos labios temblorosos que piden a gritos que no siga y este cuerpo que reacciona voluntariamente a escapar lejos de aquí ¿De verdad te influyo tanto respeto?-rio cruelmente mientras continuaba lamiendo sus tetillas.

Zim se encontraba en un estado de éxtasis, finalmente tenia para si mismo al humano por quien había estado luchando, y nada ni nadie evitaría adueñarse por completo de este tan magnifico ser.

Por otra parte el humano alno encontrar consuelo en las palabras de zim, dib solo se limito a cerrar sus ojos y esperar, era lo que le quedaba, quien le había dicho que lo amaba tomo su cuerpo inexperto y totalmente virgen sin siquiera el ínfimo de gentileza, los ojos cálidos y amorosos que zim tenia pronto se tornaron frivolos y despiadados, la mano que sujetaba sus muñecas le lastimaba cada vez más, las acciones que zim llevaba a cabo eran totalmente desconocidos para dib ¿quién era él? ¿Qué sucedió con el zim que dijo que me amaba?

Todas estas preguntas se alojaban es su mente, pero analizando y buscando alguna explicación lógica por lo cual zim se comportaba con tanta irracionalidad, se convirtió en un enigma en su mente.

La única respuesta que encontró fue que zim realmente no le había perdonado sus actos, y que nada de lo que había dicho anteriormente era cierto, él no había aceptado los sentimientos de dib, solo se estaba aprovechando de su debilidad, la fuerza del joven irken triplicaba la fuerza humana era una batalla perdida para el ojimiel.

                La extraña excitación del irken llego a sus extremos, consistía en infligir dolor a su amado para hacerlo sollozar creando un mar suplicas, su fogosidad aumentaba cada vez que le escuchaba gemir de dolor temblar de terror y poder observar como su mirada suplicaba piedad, para él esto no era suficiente, el irken quería mas de aquel esplendido espectáculo que presenciaban sus ojos, hizo heridas sangrantes por todo el pecho y el abdomen del chico, consiguiendo así su éxtasis personal haciéndole pasar por un infierno a su aun virgen humano que apenas y conocía lo que era amor y el “acto sexual”.

El chico ya no podía pensar más estaba cansado, su mente estaba agotada de darle vueltas al asunto y su cuerpo estaba débil y fatigado ya sin fuerzas suficientes para continuar suplicando o poder llorar.

-¿te gusta dib? Porque pareces estarlo disfrutando mucho. –decia con inmensa malicia

En ese momento el ojimiel se armo de volar y se quito un gran peso de su corazón. -¡eres el ser mas cruel y desalmado que haya conocido en mi vida, jugar con los sentimientos de alguien que de verdad te ama es tan bajo como tu especie!-estas palabras fueron suficiente para que el irken alejara sus garras de aquella piel tan lastimada.

-¿Pero qué?- pregunto desconcertado aun no sabía qué era lo que andaba mal.

-si se que también te hice daño y juro que estoy arrepentido de ello, pero te pedi sinceras disculpas porque no estaba sobrio del todo cuando actué, pero si puedo decirte ahora que jamás volveré a hacer una estupidez como esa, ni a ti ni a nadie más, porque me has hecho ver la realidad. El amor no existe para mí, ni en mujeres ni en hombres porque no soy gay y menos en aliens depravados como lo eres tú. –dijo con suma tranquilidad para no desmayar.

-dib..-pronuncio su nombre con preocupación

El invasor solo se había dejado llevar por lo que conocía, su forma de demostrar “amor” o “deseo sexual” era por medio de cicatrices y el dolor era el método que conocía, pero en vez de crear una dichosa velada para ambos lo que hizo fue agobiar a su pobre amado al punto de desorientarlo por completo creando una escena en la que realmente ninguno de los dos olvidaría, en definitivo la peor situación en la que dib un inexperto en el amor había sido mancillado de la peor manera en su primera relación sexual en la que había sido obligado ha ceder su cuerpo involuntariamente.

-supongo que si hablabas enserio cuando dijiste que te venganrias. Admito que no me lo esperaba, tampoco me di cuenta que mentías acerca de tus sentimientos, me aterra pensar que todo fue una actuación para sentirme en confianza contigo.

El humano comenzó a hablar, su mirada estaba fija en el techo de aquella habitación, el irken se había detenido pero su mano aun no soltaba las del chico. Había absoluto silencio en la habitación, poco después el chico continuo.

-que estúpido fui al declararme, sabía que esto sucedería pero no pude callarme más de verdad quería decirte lo que significas para mí y me deje llevar como ahora, porque quería entregarme a ti por completo-en ese momento se deslizo una delgada lagrima por su enrojecida mejilla- pero temía, si no lo sabes aun es la primera vez que estoy en la cama con un chico al que amo y no sé qué hacer porque temía estropearlo -zim intento secarla pero dib lo evito- por favor, no me toques. No quiero estar aquí, deseo irme ahora.

-dib perdona yo no..-dijo angustiado

-guarda tu farsa para alguien que de verdad te crea, no caeré en el mismo truco dos veces.-Se levanto como pudo luchando contra el peso de su propio cuerpo, hizo cuanto pudo para ponerse de pie, busco con la mirada su pantalón pero estaba hecho trizas. El irken se apresuro en tomar uno de sus pantalones y lo entrego a su  amado, quien intentó tomarlo pero zim no lo soltó.

-de verdad yo no quería esto, dame otra oportunidad.-dijo culpable

-¿si respondo si me darás los pantalones?

-hablo enserio dib-dijo frustrado

-yo también hablo enserio zim. Te perdono mas no te daré mas oportunidades, yo he dejado de creer en ti- se mostro circunspecto ante él tomando el pantalón de sus manos.

Se vistió delante de su angustiado invasor, abandonó su inservible franela y se cubrió con su gabardina para refugiarse del frio de la noche, después de todo ya era tarde y ese día había anochecido muy pronto.

Termino de acomodar su ropa y salió de la habitación del pánico o al menos así era como veía ahora.

-espera dib, te acompañare a tu casa.- dijo colocándose de pie

-no gracias, yo puedo solo.- comenzó a caminar hacia la puerta de entrada.

-no digas estupideces, mira como estas- le siguió

-¿y de quien se supone que es la culpa?-le ignoro para caminar un poco más rapido

-ya me disculpe dib.-dijo serio golpeando la pared delante de su cara para detenerlo, sus miradas estaban fijas en los ojos del otro, pero dib no parecía inmutarse ante aquello.

-lo sé -dijo quitando el brazo irken de su camino -pero unas simples disculpas no arreglaran  mi cuerpo ni repondrán mis fuerzas, y no gracias no quiero ni necesito de tu ayuda, llegue a esta casa solo y llegare a la mía yo solo. Adiós

-¡¡dib!!

                De un portazo abandono la base, mil y un sentimientos se mostraron en su mente, pequeños recortes de las cosas que le había dicho zim, la linda sonrisa que observo cuando le dijo que lo amaba, pero no fue lo que esperaba, todo ese recuerdo era tan cruel y amargo, que no lo dejaba en paz, de camino a casa llego a tropezarse mas de tres veces con sus pies, estaba agotado y sus heridas aun sangraban.

Pudo finalmente llegar a casa subió las escaleras como pudo y se encerró en el baño, quito su gabardina con cuidado, la sangre de las heridas se habían secado en ella, era doloroso e incomodo el intentar despegarlo de su cuerpo. Hizo varios intentos en vano hasta que finalmente lo obtuvo, la gabardina cayo al suelo liberándolo de aquella tortura quitó los pantalones prestados que tenia y se metió a la ducha inmediatamente, el dolor era intenso reguló la temperatura del agua hasta que pudo encontrar alivio, lavo y desinfecto las heridas con cuidado después de todo no era la primera vez que se hacia una herida, sin embargo, había perdido fuerza y sangre ya que eran múltiples, finalmente pudo encontrar alivio en su apesadumbrado cuerpo y supo que era hora de salir de allí. Tomó una toalla seco su cuerpo y camino hasta su habitación con una toalla en su cintura evitando que esta también se adhiriera a sus heridas, en ello se encontró con su hermana quien le veía indiferente, pero al instante cambio su mirada en una de asombro y comenzó a reir con malicia.

-veo que finalmente has dejado de ser virgen ¿no? Por lo que veo zim de verdad es una bestia en la cama aparte de ser un celopata de primera-finalizando comenzó a reir a carcajadas.

-deja de molestar ya tuve suficiente con el dia de hoy ¿también vas joderme la noche?

-tranquilo hermanito ¿sabes? también quisiera encontrar a alguien igual a ti, que me ame sin importar cuanta tortura le imponga. Después de todo, tu amas a zim aun cuando él tiene una manera muy distinta de demostrar sus sentimientos. Es lindo.-dijo honesta con una sonrisa

-no seguiré escuchando idioteces, buenas noches.

El joven se encerró en su habitación abandonado a su hermana en el pasillo, una mirada furtiva escpo del rostro de aquella maligna chica, quien parecía saber más de la cuenta.

-tranquilo hermanito, esto apenas y acaba de empezar.-dijo para sí misma.

*Habitación Dib*

 Sus heridas comenzaron a arder necesitaba vendarlas, busco los materiales y se miro en el espejo de su alcoba con la vendas ya esterilizadas y antes de empezar a vendar se percato de que tenia escritos en su cuerpo.

“Me perteneces”- pecho.

“No puedo vivir sin ti”- abdomen

Estaba shokeado, no podía entender que se supone que debía hacer, sus sentimientos querían odiar pero otra parte de él pedían una explicación de lo que quería decir con esas palabras grabas en su cuerpo. Son cicatrices y no se borraran nunca, con un cuerpo maltratado jamás podría encontrar pareja a menos que…. fuese el mismo autor de este acto.

Se miró con asombro una última vez al espejo, tragó en seco y comenzó a vendar con pesadez y confusión su torso, ese mar de emociones las encerró en ser y tragarse el dolor y la amargura que le había provocado su ser amado, una vez terminado se dejo caer en la cama y se entrego al sueño profundo que le haría descansar finalmente.

 

 

****

 

 

Tres días más tarde a las 12:00pm

La oscuridad predominaba en la habitación del joven chico de ojos brillantes, quien estaba sumergido en un profundo sueño, un extraño sonido proveniente de la ventana de frente a su cama interrumpió cuan glorioso descanso. Se levanto con apatía en su cuerpo para cerrar la ventana que dejaba entrar la helada brisa de la noche.

-se supone que yo te había cerrado con el seguro.-Antes de poder cerrar la ventana, se percato inmediatamente de la presencia que se ubicaba a un lado de su cama.-¿sera posible que algún dia dejes de infiltrarte a mi habitación?-exclamo sin siquiera voltear a ver a esa presencia.

-no hace mucho tu también hacías lo mismo en mi base ¿o ya no lo recuerdas?-dijo sereno

-si pero eso se acabo para mí.- Volteo a darle la cara cruzándose de brazos

-¿que sucede humano te cansaste de proteger a los tuyos?-dijo sarcástico

-¡maldito te destruiré!-dijo airado

-lo siento no vine a molestarte, es la costumbre.-dijo con sinceridad

-¿y a que has venido entonces? Porque siempre me ocasionas molestias innecesarias

-lo sé. Solo vine a despedirme.

En ese momento los ojos del humano se abrieron tanto que no sabía si era una táctica para despistarlo de sus planes de invasión o solo una broma de mal gusto, pero aunque fuese esto ¿cual era su verdadero objetivo?

-Di lo que quieras no te creo, aunque si eso es cierto felicidades porque finalmente has tomado una buena decisión, después de todo he anhelado este día desde el momento en que llegaste, manda saludos de mi parte a tus altos.-dijo socarrón

El invasor vio la seriedad en la que el chico tomaba las palabras acertadas para sacarlo de sus casillas y molestarle al máximo.

-¿para qué viniste a decirme eso? No necesito que anuncies tu partida mejor vete ahora no quiero retrasarte, y no te preocupes esta vez no entorpeceré tu plan, puedes irte cuando gustes.-dijo burlón

El chico de ojos magentas se irritó al escuchar las palabras que su amado pronunciaba, no era normal que zim se molestara a sus extremos, normalmente la mayoría de sus amenazas y conflictos entre dib solo eran patrañas y ocurrencias que improvisaba en el momento más oportuno.

- ¡Vamos! este no es el dib que conozco ¿qué te sucede?-estallo en cólera cuando dib amenazaba con ir más lejos con su sucia juagada.

-oh! Lo siento zim ¿que sucede estás molesto? -bromeó

-dib, te lo advierto humano ingenuo, no me molestes. Tú realmente no me conoces.- respondió severo con una mirada sombría y sofocante.

El ojimiel palideció se sentía perturbado ante aquella silueta entre la oscuridad que le miraba de entre las sombras era tétrico ver como los ojos magentas de aquel ser brillaban al ser iluminados por la tenue luz que entraba por la ventana.

Escalofriante, no había palabras para el sentimiento de temor que tenía al recordar el trato que recibió de parte del irken hace apenas tres días atrás. Sus pies y su cuerpo quedaron inmóviles ante el peligro que claramente estaba a punto de desatarse delante de sus ojos. Definitivamente no conocía al alien que tenia de frente, 3 años de una guerra constante y ese no era el ser que aparentaba ser ¿Quién demonios es él?

La atmosfera era pesada y ninguno de los dos separaba la vista del otro siquiera para pestañar, el temor de que el irken se le acercara era infinito y ni siquiera sabía cómo escapar de allí si su cuerpo no obedecía sus ordenes.

-quien eres en realidad-dijo con dificultad su vos era casi inaudible y temblorosa.

Al irken se le dibujo una sonrisa siniestra, sabía que era una guerra tan fácil de ganar que en si era una pérdida total de tiempo ponerse a discutir con una basura como lo eran los humanos, tan delicados y escasa resistencia que con solo chascar los dedos los tendría a todos bajo su dominio, pero le eran inservibles a cualquier demanda que exigiera, morirían en tan solo horas.

-te lo diré lo más fácil y entendible posible dib-humano, yo soy zim y me desterraron de la inmensa por haber asesinado a todos los irkens de la ruina inevitable II, amigos y camaradas fueron seleccionados junto conmigo a participar en esa misión y yo mate a todos y cada uno de ellos.

El humano sintió su corazón saltar a su garganta, le era imposible respirar y pensar, la atmosfera en la que se encontraba era pesada. ¿Zim asesinar a su propia raza? Debia estar bromeando ¿no? El sería incapaz de dar la espalda a los suyos. El irken continuo hablando.

-Habíamos abordado las naves, al hacerlo sentí un escalofrío; algo no parecía estar bien pero no le di importancia pensé que era mi imaginación, pero fue un error haber pensado eso, al momento de partir mi tropa perdió el control y comenzó a disparar a nuestra armada, intente tomar el control y minimizar daños, en ese instante vi que lo ojos de mis compañeros se volvieron grises, entonces entendí que era lo que ocurria con mis compañeros, las naves estaban infectadas por una peligrosa larva bacteriana que se aloja en el cerebro y crea alucinaciones, luego de ello pierdes la memoria y no recuerdas lo que ocurrió mientras estabas en ese estado de trance. Esta rara bacteria es procedente del mismo planeta que crearon nuestras naves para la misión, pero las habían saboteado los mismos trabajadores que se hicieron pasar por nuestros cómplices durante décadas pero eran secretos aliados del planeta que se destruiría ese día. No pude hacer nada para evitarlo puesto que pronto perdí la conciencia desperté con una insoportable jaqueca. Había sobrevivido pero mis compañeros no, tal fueron mis acciones que logre asesinar a todo mi personal aquel día.

Dib estaba confundido, la actitud de zim había cambiado por completo la mirada de odio que tenia se había transformado en una de aflicción, la escalofriante sonrisa había desaparecido y ya la atmosfera había cambiado, era lamentable lo que había ocurrido. Él sabía que el irken había sido exiliado de la inmensa mas no la verdadera razón de ello. Sin embargo…

-¡que idiota! Te duele haber asesinado a los tuyos pero ¿no te duele asesinar a gente inocente?-exclamo con odio

-¡TU NO SABES NADA! Alguna vez te has preguntado ¿porque vivimos en una nave y no en un planeta?-exclamo con coraje.

En ese momento dib lo entendió a la perfección y lo demostró en sus ojos.

-exacto, los planetas que atacamos son los mismo malditos bastardos que alguna vez nos arrebataron todo lo que teníamos, asiéndonos pensar que con su ayuda saldríamos de nuestra miseria pero no fueron mas que falsedades para robarse nuestras riquezas, éramos un planeta con habitantes pacíficos y bondadosos con valores como cualquier planeta, y gracias a esa ingenuidad que tuvimos fuimos pisoteados una y otra vez por mas de 200 años creyendo en calumnias y promesas falsas de todos los planetas vecinos, hasta que nuestro planeta hogar se volvió inservible y murió por la contaminación en la que vivíamos, no había comida ni elementos vitales para sobrevivir y el dinero era inservible, todos estábamos llenos de odio y rencor hacia aquellas personas muchos de nosotros habíamos fallecido bajo las ordenes de los tiranos que nos venían a gobernar. Pero eso se acabo hacen muchos años atrás y en menos de 3 décadas hemos vengado a nuestros ancestros destruyendo todos los planetas que tuvieron algo que ver en la explotación de nuestro planeta hogar. Nosotros no estamos en busca de otro planeta sino en busca de venganza.
¿ahora entiendes? Pase años entrenando para vengarme, pero ya esa oportunidad a escapado de mis manos de la manera más atroz.

Dib estaba impactado y avergonzado por haberle acusado sin saber con exactitud la razón de sus guerras, y ahora entendía los sentimientos confusos que sentía zim. Pero aun estaba lleno de dudas.

-¿porque no dijiste la verdad del accidente a tus altos?

-porque no había pruebas ni argumentos suficientes para probar mi inocencia, la larva luego de cumplir su reducido tiempo de vida en el cerebro muere y es expulsado del organismo generalmente como una común toxina y es posible darse cuenta de su presencia, pero en cuerpo irken esta larva  es vomitada en liquido y al estar en contacto con el ambiente esta se evapora al instante, no pude hacer nada para mantenerla conmigo estaba bajo una pila de escombros mis daños no eran graves pero mis compañeros todos habían muerto. No me quedo más que resignarme y aceptar los homicidios que cause bajo el efecto de la bacteria.

-entonces, ¿por que aun conservas ese odio hacia ti? tu no tuviste la culpa de tus actos estuviste en un estado de inconsciencia, no puedes aceptar ese peso cuando otros fueron los responsables.

-pero fue mi maquina quien los aplasto y destruyo, yo debi haber tenido mas precaución al sentir esa sensación de inseguridad en el momento en que me subí a mi nave, yo… debi prevenirles o almenos…-Zim cubrió su cara con su mano, el dolor que sentia aun no había sanado y la profunda herida emocional que le causo la muerte de sus compañeros no planeaba cicatrizar nunca.

-pero zim…

-dib, yo planeaba destruir este planeta para agradar a mis altos y perdonaran mis errores pero, ellos no aceptaron y me prohibieron hacer contacto con ellos, la única razón por la cual no destruí este planeta fue porque al día siguiente te conocí a ti… vi algo en tus ojos que me hizo sentir especial, pensé que si te mantenía a mi lado llenarías el profundo vacio en el que vivo diariamente. Es por ello que vine aquí.

-¿a despedirte?-pregunto algo ingenuo

-no dib, me quería despedir de ti pero no quiero no puedo irme si tu no me acompañas. Vine a pedirte disculpas por cómo me comporte contigo, te di un trato inhumano porque quería saciar esta intensa necesidad de tener a alguien a mi lado, alguien que me comprenda y me sienta vivo otra vez.

-zim-dijo algo preocupado- yo te espié hace poco, conecte una cámara espía en tu laboratorio y precisamente ese dia habías tenido una calurosa conversación con tus altos ¿puedo saber de que se trataba?

-sabes que odio que espíes en mi base.-dijo con seriedad.

-lo se lo siento. Pero ¡he dejado de hacerlo lo juro!-dijo apresurado

-no te preocupes. La conversación fue una vieja oferta que mis altos me hicieron hace algún tiempo luego de que me advirtieran de no llamarlos otra vez, pero esta vez ellos se habían contactado conmigo dándome una ultima oportunidad, debía destruir el planeta junto con todos sus habitantes. Les pregunte si podía llevarme a uno como trofeo, pero ellos se negaron rotundamente y no pude convencerlos. Me dijeron que me darían tiempo para pensarlo y que luego los llamara, y asi fue llame seis mese más tarde, para negarme a destruir el planeta, les dije que el plan que quería llevar acabo ya había caducado y que no estaba de acuerdo para destruirlo, y me volvieron a repetir sus mismas palabras el dia en que me exiliaron.

-¿Por qué no aceptaste? ¿no era eso lo que querias? ¿Qué sucedió con la tu venganza?

-si dib, lo que mas anhelaba era destruír a los seres que hicieron añicos nuestros sueños y esperanzas, sin embargo me enamore y no quería destruir la raza más perfecta e importante para mí, eres débil y un tanto raro y esas son las cualidades de las que me enamore y no quise destruirte no pude convencerlos de llevarte conmigo ni aun cuando les dije que eras una especie excepcional inteligente y curioso en todos los aspectos que eras diferente de los demás humanos, pero ellos se negaron automáticamente sin poder terminar de hablar.

Dib abrio sus ojos como platos, estaba completamente sorprendido pero a la vez aterrado, zim realmente planeaba destruir la tierra sin importar las consecuencias.

-entonces estabas dispuesto a llevarme contigo… ¿y si me hubiese negado?

-sabia que te negarías, esa fue otra de las razones por las cuales desistí de aquel plan, no te obligaría a amarme yo quería demostrarte que soy distinto y que mi verdadero plan no es conquistar el mundo sino conquistarte a ti, porque eres lo que amo mas en este mundo.-la luz de la luna penetro mas en la habitación resaltando la esbelta figura del irken con una sonrisa cautivadora que armonizaba su esplendor, era inhumano, aunque a decir verdad no es de este planeta.

Dib se sonrojo ante aquellas hermosas palabras que jamás se espero escuchar de su invasor, parecía ser un increíble sueño del cual no quería ser despertado jamas o quizás se trataba de…

-no.-susurro

-¿que?-se pregunto el irken

-¡no caeré esta vez en tu trampa! No después de lo que me hiciste-dijo para quitar la franela que traia puesta y mostrar sus vendajes-o ¿no recuerdas lo que me hiciste?-dijo frustrado

-perdoname dejame ver-dijo con una mirada apenada y movimientos suaves.

-no confio en ti crei ya habértelo dicho-se mostro impotente de no poder hacer nada igual zim era mas fuerte que él.

zim desenguanto su mano derecha y la acerco a las vendas de dib, este observo como este se congelo y su mirada había cambiado en una de temor sus ojos estaban llorosos y una vez mas estaba haciendo lo que se prometió asi mismo no volver hacer.

-perdoname, nunca tomo en cuenta tus pensamientos, no volveré a hacerlo solo quería cortar las vendas no temas no era mi intención.-suspiro resignado enguantando una vez mas su mano.

-no tienes que hacer eso yo puedo solo-en ese momento limpio sus ojos y comenzó a retirar sus vendas poco a poco hasta desnudar su torso por completo.

Alli estaban, las frases que zim había escrito aquella noche, sus ojos se abrieron al ver el cuerpo de su amado humano que tanto le excitaba ver, otra vez esa tentadora necesidad de ponerlo debajo de cuerpo volvió y su semblante cambio a una muy lasciva, pero dib se percato de ello.

-¡ni se te ocurra hacer algo estúpido o te juro que lo lamentaras!-grito en cólera

El invasor rio un poco porque era obvio que no podría hacer nada de lo que tenía pensado hacer pero al menos tenia las esperanzas de que dib le perdonara y aceptara darle otra oportunidad.

-¿quieres eliminar esas marcas?

-¡claro que quiero!

-bien pues tengo la medicación perfecta que es eficaz y quita cualquier cicatriz y hará volver tu a piel a normalidad. Si lo aceptas luego de que cicatrice por completo esas frases se quedaran en tu cuerpo para siempre, si la aceptas ahora desaparecerán ya mismo. ¿aceptas?

-depende en que consista. –se cruzo de brazos

-bien te explicare, los irkens tenemos la facilidad de sanar rápido en cualquier situación de batalla, las heridas no son nada cuando son tratadas al instante antes de que perdamos demasiada sangre y no podamos sanarnos.

-no entiendo.

-debo lamerte para que tus cicatrices sanen y desaparezcan.

-estas bromeando ¿cierto?-dijo serio

-la verdad es que no y te lo demostrare.-desenguanto una de sus manos y rasguño su brazo con severidad al punto de sangrar preocupantemente, el invasor mostro su dolor en el rostro acerco su brazo a la boca y lamio de extremo a extremo su herida y en unos pocos segundos sano dejando asi de sangrar- ¿ves? No mentía-sonrió tiernamente

-esta bien te creo pero solo vas a sanarme no haras ninguna otra cosa ¿entiendes?-se aseguro de dejárselo en claro

-esta bien.

Zim le pidió que se acostara en la cama para ambos estar cómodos, al principio dib se rehusó pero luego accedió, zim se coloco sobre él y comenzó a lamer sus heridas aun punzantes.

-te dolerá pero resiste un poco seré cuidadoso.

Dib asintió con su cabeza y se aferró a la cama para tolerar después de todo eso era mejor que quedar marcado permanentemente, luego de las primeras lamidas ya no era tanto suplicio se sentía mas relajado.

-zim ¿Por qué estas heridas tardan más en sanar? Ya han pasado 3 días y siguen intactas, apenas y fue ayer que dejaron de sangrar.

-es porque las garras irken son armas peligrosas y mortíferas para otras razas, y no sanan con facilidad en otras especies por eso producen dolor y constante ardor en los lugares afectados.-respondio para continuar.

-¿Por qué? ¿Por qué me hicites esto?-pregunto con tristeza

-porque luego de marcarte planeaba hacer lo que estoy haciendo ahora mismo, pero te lastime y no quisiste continuar y no iba a detenerte diciéndote que no sanarían las heridas, es por eso que te deje ir.-dijo melancólico detallándolo mejor.

-ya veo.-dijo mas aliviado

-Nunca había querido causarte daño, jamás me perdonaría perderte por un capricho o un descuido mio, no seria capaz de vivir con esa culpa, no tengo a nadie en quien confiar ni siquiera en quien contar, solo te tengo a ti.

-sabes zim, me gustas desde la primera vez que me dijiste que era un rival digno de pelear contigo, debo decir que me sentí especial, después de todo tu y yo siempre estábamos peleando e insultándonos constantemente era difícil no pensar en ti, temía de que mejoraras tus armas y no poder detenerte…es lamentable que yo solo haya sido un juego para ti porque después de todo para mi tu si fuiste un verdadero rival.-dijo con su mirada fija en la nada.

-dib, solo vine a pedir disculpas por lo que te hice e intento enmendar mis errores, quiero demostrarte que mis sentimientos por ti no han cambiado en lo absoluto después de tres años de arduas batallas, después de todo fue mi manera de llamar tu atención.

-y vaya que lo lograste.-dijo feliz

Ambos comenzaron a reír, al fin y al cabo los dos habían actuado como unos completos pendejos sin reconocer que ambos estaban enamorados el uno del otro y los principales obstáculos que les impedía estar juntos eran ellos mismos.

-Te amo zim- se levanto de su lugar y beso a zim invadiendo su boca con su lengua.-acabo de robarte un beso e invadir tus labios. ¿Dime que se siente?- dijo lascivo con unos ojos lujuriosos.

El irken lo miro fijo y en ese momento son rio liberando calidas lagrimas ¿zim llora? ¿hice algo indebido? Se preguntaba dib. Por el contrario zim sentía una aceptación de la cual tanto esperaba, finalmente había podido hablar de sus sentimientos y podía ser libre de expresarse porque su amado lo había hecho sentir necesario y habían vuelto sus motivos para vivir.

-por mucho tiempo he sentido estar muerto, pero tu hoy me has revivido nuevamente como aquel día en que nos vimos por primera vez, habías despertado en mi el invasor irken para lo que fui entrenado, para luchar por lo que amo el imperio irken, pero ahora me has devuelto la vida que crei perdida y los animos de vivir para ti. Te lo agradezco.-finalizo para secar sus lágrimas.

Dib no soporto aquellas hermosas y honestas palabras que zim decía con tanta felicidad. Este es el zim que desconocía y ahora soy parte de su pasado de su dolor y de su futuro, soy feliz porque ambos vivimos del otro, porque somos el sueño anhelado y lo que pensábamos imposible a sucedido.

-zim, ahora si me siento preparado para hacer el amor contigo.-dijo sonrojado

-me alegro dib, pero ahora soy yo quien no se siente preparado.-dijo colocándose de pie.

-pero.. pensé que..-dijo desconcertado.

-dib, ya son las 4:00 am estas cansado y yo tengo cosas que hacer todavía.

-¿Qué es tan importante?-dijo frustrado

-humano no te alteres no estoy rechazando tu propuesta, al contrario estoy feliz pero todavía no. Dib mañana quiero que vengas a  mi base sin falta a las 3:00pm. Sin falta ¿entiendes?

-s-si allí estare

-Perfecto, come bien y no se te ocurra llegar tarde.-dijo severo juntando demasiado sus caras.

-zim, al menos bésame antes de irte.-suplico

-no.

-¿Por qué?

-porque el dia de mañana cuando vengas a mi base te hare mio tantas veces que suplicaras que me detenga, por esa razón te dejare descansar esta noche porque si por alguna razón te quedas dormido cuando lo estemos haciendo te derretiré la cara mientras llego a mi orgasmo. ¿Ahora comprendes?

-no serias capaz de hacerlo.

-no tientes tu suerte humano.-dijo malicioso y sensual.

-entonces, supongo ya debes irte ¡vete! ¡Vete! Debo dormir si aun quiero conservar mi rostro porque después de todo sin el no podre besarte apropiadamente o ¿no?-dijo tiernamente.

La cara del irken se ruborizo, eso también fue nuevo ante los ojos de su amado humano, pero era tan hermoso que no podía despegar su mirada de él era bastante cautivador.

-adiós, dib.-se despidió con un suave beso en sus labios el cual fue correspondido

-adiós, zim.-lo abrazo con fuerza-te amo, demasiado zim y quiero que lo sepas.

El irken estaba completamente asombrado pero lo asimilo con rapidez-descansa dib nos vemos mañana.

El invasor se subió a la ventana para luego saltar, al momento de caer desplego sus patas mecánicas dejando a dib completamente dormido.

Notas finales:

la espera posiblemente no sea tanta ya que tengo la continuacion casi completa solo me falta acomodar unas partes y pronto la tendran para su disfrute, espero hayan disfrutado de este capitulo y nos leemos pronto.

[BLACK]


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