--Mi tortuosa mente--
--Desdichada existencia--
Fue extraño el escuchar la conversación que zim tuvo hace mucho tiempo con sus más altos, se dirigían a él como “exiliado” debo admitir que me sorprendió mucho, hasta pensé que era un completo fraude al llamarse así mismo “invasor”, decidí no darle importancia a lo que había escuchado. Oculté ese secreto para mí mismo, era agradable saber que aunque intentara llamar la atención de sus altísimos estos no le prestaran la mínima atención, pero no entiendo como he desarrollado otros sentimientos hacia él.
No es lastima, no es compasión, no…eso no es.
Un día mi hermana me sorprendió mientras lo observaba por una de mis cámaras espías que había ocultado en su laboratorio, -hermano si no te conociera, diría que es amor lo que sientes hacia él.- dijo mi hermana ante mis actos.
Esas palabras hiso desaparecer mis dudas… “amor” la sola palabra me lo decía, el odio y el rencor que sentía por el irken se habia esfumado, convirtiéndose en lo más preciado en mi vida. Este suceso no solo estaba consumiendo mi cordura, también estaba robando mi paz al igual que mis sentimientos, él se estaba apoderando de todo mí ser.
Imposible, fue lo que pensé, creí que en verdad me estaba volviendo loco, ¿cómo voy a sentir esta serie de emociones hacia él? No es una chica y menos es de mi raza, es un amor sobrenatural, muy lejos de ser normal.
No tenía lógica en lo que sentía, simplemente no hallaba explicación basados en hechos o conceptos para solucionar el problema que padecía en esos instantes.
Pase varias noches sin dormir, esto debía tener sentido -¿de dónde nació esta extraña atracción hacia él?- me cuestioné en voz alta. Al instante mi aterradora hermana dio una respuesta a mí pregunta. –obsesión, eso fue lo que despertó otros sentimientos además de odio hacia él.- dijo respondió sin despegar la vista de su videojuego.
Supongo que eso tenía algo de lógica, después de un tiempo de reflexión comprendí que no sentía estos sentimientos por mas nadie en este mundo, mis expectativas sobre pasaban los límites de la realidad de otras personas, mis problemas eran distintos a la de los demás, mis sentimientos también habían cambiado a la par conmigo, y el único ser que lograba darle sentido a mi vida jugaba el papel de mi peor enemigo.
Existe un dicho “el que se enamora pierde” y yo estaba a punto de perderlo todo en esta vida. Pero ¿qué más puedo perder? Mi cordura a desaparecido al paso de los años, nadie cree en mis investigaciones paranormales, mi padre no me presta la debida atención y a mi hermana le da igual lo que me suceda. Lo que de verdad temo perder es al único ser que se ha interesado de volver añicos mi existencia.
¿Es masoquismo amar a alguien que te desea mal? Porque si es así, me declaro masoquista.
Supongo no vale la pena decir “te amo”, no hace mucho le dije que lo odiaba y que se fuera lejos de este planeta, que me dejara en paz. A pesar de haberlo pensado tanto no había llegado a esta conclusión, y es que si el desaparece de mi realidad ¿Qué voy a hacer? Mis días los invierto en él, mi mente siempre está ocupada pensando en lo que tramará. No puedo dejar de pensar en él, no puedo…dejarlo de amar.
-¿Por qué lo haces tan difícil? Te estás lastimando, afróntalo ¡estás enamorado!-
Esas fueron las últimas palabras que mi hermana me dirigió, aun me sigo preguntando ¿cómo es que ella sabe tanto?
Sin darle mucha importancia, me dirigí a mi habitación a escuchar un poco de música para distraerme mientras hacía mi tarea, pasaron varias horas y antes de dormir consideré lo que mi hermana me había dicho.
Aún tengo la duda en mi mente, pero se lo diré, le hablaré de mis sentimientos a zim el día de mañana, él se enterará de lo que siento.
Pero… ¿cómo me declararé? es un irken, quizás él no le dé importancia a mis sentimientos, posiblemente no le importe en lo más mínimo.
Yo…. Quizás no debería decir nada, sería mejor no sacar a flote estos sentimientos, él igual no siente nada mas que odio hacia mí.