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Amor incomprendido por Etsuko Kagayaku

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Notas del capitulo:

Ya se que dije que iba a actualizar mañana,pero decidí hacerlo hoy ya que mañana debo hacer muchos trámites y estaré ocupada,por lo tanto no tendre tiempo para nada

Espero les guste este cap.

Se sentía realizado, el ser que tanto amaba le correspondía y no solo eso, se le entregó completamente. Después de todo no había un amor más puro que el de un padre y un hijo, se amaban por sus lazos de sangre y por la pasión que corría por sus venas. La noche anterior había sido la mejor de su vida, desde que su madre había muerto no había vuelto a sonreír felizmente, pero ese hombre, su padre, había conseguido no solo hacerlo sonreír sino que también conociera el amor. ¿Qué haría ahora?, simplemente disfrutaría su vida, no tan normal, pero si muy feliz.

Se encontraba acostado en el pecho de Sebastian, ya era de día, debía ir al colegio y su padre debía ir al trabajo, ah, pero porque ir al colegio cuando podía quedarse todo el día en cama, observando a su padre dormir, se veía tan apuesto, tierno, tranquilo.

Lentamente se acercó a él y le dio un pequeño beso en los labios, entonces se asustó cuando sintió como alguien lo jalaba, en lo que dura un parpadeo estaba acostado sobre su padre. Este le miraba con una sonrisa.

-Pequeño travieso, desde temprano andas besándome, encima yo estaba dormido, a tu total merced. Pero que pervertido eres Ciel.-le dijo con una sonrisa divertida ante la cara de estupefacción del menor.

-Oh cállate que el único pervertido aquí eres tu.-Dijo mientras desviaba la mirada sonrojado.

Sebastian solo sonrió ante el acto de timidez del menor.

-¿No me darás el besito de los buenos días?.-Preguntó mientras sonreía.

Ciel tan solo se sonrojó mas y le sonrió, se acercó a él y le dio un beso muy corto, pero que demostraba todo el amor que le tenía.

-Buenos días papá.-Dijo mientras sonreía y le daba otro pequeño ósculo.

-Buenos días mi Ciel.-Dijo mientras reía.

-Debemos levantarnos, yo tengo clases y tú tienes trabajo.-Dijo mientras fingía seriedad.

-Oh vamos, soy el dueño de la empresa, puedo faltar cuando quiera, y en cuanto a ti, llamaré a la escuela y diré que estás enfermo, y ambos nos quedaremos aquí en la cama, solo nosotros dos, sin nadie que nos moleste, y haremos lo que queramos.-Dijo con picardía mientras sonreía de manera pervertida.

-¡Eres un degenerado!.-le gritó Ciel mientras reía.

Sebastian de nuevo rió y le dio un beso pequeño en la punta de su nariz.

-Vamos Ciel, por favor, quédate aquí conmigo, lo disfrutarás más que ir al colegio.-le decía mientras acariciaba los cabellos del pequeño

-Eres mi padre, se supone que debes obligarme a ir a la escuela, no rogarme porque me quede.-Comentó mientras lo miraba inquisidor.

-Oh Ciel, ahora soy más que tu padre, soy tu amante, tu único amor, tu más ferviente enamorado.-Confesó sonriendo enamorado.

Ciel solo se sonrojó y escondió su cabeza en el pecho de Michaelis.

-Oh vamos, mañana ya es fin de semana, podremos salir tranquilos, hacer lo que queramos, solo hay que esperar un poco.-Pidió mientras le miraba sonriente.

-de acuerdo, como digas.-Aceptó mientras sonreía.

Ciel ante esto quiso levantarse pero un dolor en sus caderas se hizo presente. por esto, miró a su padre con cara de rabia.

-Jajaja que pasa Ciel, ¿Te duele ahí abajo?.-Preguntó con sorna.

-Como no me va a doler, si anoche un animal me poseyó.-dijo enojado.

-Oh vamos, lo hice con cuidado, pero era obvio que al ser tu primera vez dolería.-Dijo mientras le miraba con una sonrisa.

-Ahora como haré para ir al colegio así.

-Ya se, te haré unos masajes, date la vuelta.

Ciel solo hizo caso y se acostó boca abajo, mientras Sebastian comenzaba a masajear su espalda baja.

-Ah ahí Sebastian.-Gimió cuando sintió que Sebastian había tocado un punto en particular.

-¿Aquí te duele?, entonces aquí haré más presión.-Dijo mientras masajeaba un poco mas esa parte.

-Ah se siente bien.-Exclamó cerrando sus ojos.

Sebastian siguió masajeando, escuchando los gemidos y jadeos complacidos de Ciel, debía admitir que por más que lo intentara su hombría comenzaba a despertar, oír a Ciel gemir de esa manera hacía que se sintiera extasiado.

-Por favor Ciel, no gimas mas.-Dijo con seriedad.

-Ammm...¿Porque papá?.-Preguntó mientras le miraba por sobre su hombro.

-Tsk, sino quieres que vuelva a tomarte aquí en este mismo momento y tu dolor de caderas aumente, tan solo no gimas mas.-Pidió mientras masajeaba más fuerte.

-Que ¡Ah!, ¿Te estoy poniendo caliente?.-Preguntó mientras movía sus caderas contra la mano de Sebastian.

-Ciel para, ya te lo advertí, no hagas que pierda el control el cual ya es poco.-Suplicó mientras levantaba la vos.

-Ah Sebastian, mas fuerte, por favor, dale ahí de nuevo.-Gimió sonriendo con malicia.

Eso solo sirvió para que la poca cordura que Sebastian tenía se perdiera en la nada. De manera rápida dio la vuelta a Ciel y comenzó a besarlo con pasión, introduciendo su lengua en la boca del muchacho. Ciel solo correspondió con gusto. Le gustaba demasiado saber que él era la debilidad de su padre, que solo el lograba que Sebastian estuviera de esa manera.

-Ngh Sebastian.-Gimió al sentir la mordida que su padre hizo en su hombro.

-Te lo advertí Ciel.-Le dijo mientras le miraba extasiado.

Ciel iba a dejarse llevar hasta que observó el reloj de la habitación, ante esto abrió los ojos impresionado, no solo había estado faltando a la escuela estos días, sino que si hoy llegaba tarde lo iban a reprender.

-Sebastian, no hay tiempo, llegaré tarde al colegio.-Dijo mientras intentaba separarse de él.

-No puedes dejarme así Ciel, paga las consecuencias.-Le dijo mientras le miraba con una sonrisa.

-Por favor papá, te prometo que cuando vuelva haremos lo que quieras, pero déjame ir.-le suplicó.

-Ah, está bien, pero cuando vengas me pagarás con creces por esto.

-Dalo por hecho.-Dijo saliendo apurado hacia el baño para cambiarse.

Ciel en lo que dura un parpadeo se preparó para ir al colegio. Bajó rápido las escaleras y vio a Sebastian tomando café, este le sonrió.

-¿Desayunarás?.-preguntó mientras lo agarraba por detrás.

-No, se me hace tarde, adiós papá.-Le dijo mientras le daba un beso en la mejilla.

Sebastian ante esto lo agarró del brazo y le planto un beso en sus labios, haciendo que Ciel se sonrojara.

-Adiós mi Ciel.-Dijo mientras reía ante el sonrojo del niño.

Ciel solo lo miró con fingido enojo y salió corriendo para el colegio. No paró de correr hasta que logró llegar, las puertas ya estaban cerradas, haciendo que maldijera por lo bajo, ¡Oh pero vamos!, no llegó ahí para nada, dio la vuelta al colegio y llegó a la parte trasera, saltó las rejas las cuales ahí estaban más bajas, una vez dentro corrió hasta llegar al salón, vio que el profesor Grell estaba distraído haciendo un dibujo en el pizarrón para que los otros lo copiaran.

Ciel trató de entrar sin hacer ruido, en puntas de pie. Pero una mano en su hombro hizo que se sobresaltara mientras emitía un grito. La mayoría se carcajearon por la cara del menor.

-Hum, Phantomhive, me intriga el saber porque llega tarde y porque anduvo faltando estos días.-Dijo mientras levantaba una ceja.

-Lo que sucedió es que anduve enfermo.-Mintió mientras le miraba con una sonrisa fingida.

-De acuerdo, le creeré por esta vez, y la próxima trate de no llegar tarde, es un muy buen alumno, no quisiera reprobarlo.-Confesó mientras se iba a su banco.

Ciel solo suspiró con pesar y se sentó. Las horas pasaban rápido, el profesor Grell parecía más aburrido que sus alumnos, ya que se encontraba pintándose las uñas de color rojo, cosa rara para ser hombre. Trató de pensar en otra cosa y el recuerdo de lo que había pasado llegó a su cabeza, de la nada una sonrisa se asomó en su rostro, cosa que no pasó desapercibida para Undertaker, quien había estado mirando a Ciel desde que llego sin que este se diera cuenta. Vio esa sonrisa y el también sonrió, ya sabía el porqué de esa sonrisa.

-Esta mañana estas más feliz que nunca.-Dijo mientras reía cómplice.

Ciel salió de su ensoñación y le miró sonriendo

-No se, debe ser porque es un hermoso día, eso es todo.-Declaró mientras miraba por la ventana.

-Puede ser porque es un día muy lindo, oh porque pasó algo que te alegro mucho-Dijo mientras reía.

Ciel solo lo miró extrañado, ¿Acaso Undertaker sabía algo?.

-Oye que quieres decir con es...-no alcanzó a terminar cuando fue interrumpido.

-Por favor joven Phantomhive, no haga que lo mande a dirección por hablar en clase, ahora si presta atención a lo que estoy explicando se lo agradecería.

-Si, lo siento profesor.-Se disculpó mientras miraba al frente.

El timbre de salida sonó y todos se levantaron para salir, pero antes de que Undertaker se levantara fue arrastrado por Ciel, este lo aprisionó contra la pared. Undertaker solo sonrió con sorna y Ciel le miró dudoso.

-Dime que sabes Undertaker y no te hagas el tonto que eres mi amigo y te conozco.-Preguntó mientras le miraba serio.

-Oh yo sé muchas cosas Ciel, se que el cielo es azul, que los pájaros cantan...Que tienes una relación con tu padre, entre otras cosas.-Confesó mientras reía ante la cara de estupefacción de Ciel.

-¿Pero cómo te enteraste de eso?.-Preguntó asustado.

-Los vi ayer en la fiesta, no hace falta que te enumere las cosas que vi o no.

-Seguro querrás dejar de ser mi amigo, pensaras que soy un enfermo-Dijo tristemente mientras se hacía hacia atrás.

-Oh vamos Ciel, no me interesa que tengas una relación con tu padre, cuando el amor llega, no hay edad, sexo o cualquier otra cosa que lo limite, no voy a dejar de ser tu amigo por eso, y prometo que mantendré mi boca cerrada.-Juró mientras sujetaba su hombro con una sonrisa.

Ciel solo sonrió feliz y lo abrazó.

-Gracias por entender Undertaker.-Agradeció mientras le sonreía.

-Eres mi mejor amigo, estaré contigo en las buenas y en las malas-Dijo mientras le devolvía el abrazo.

Ciel solo volvió a sonreír, no podría apreciar más a su amigo.

...

En cuanto se despidió de Ciel y terminó de tomar su café, se dirigió de inmediato al trabajo, entró ignorando a todos y las empleadas y empleados juraban literalmente ver corazones al rededor de Michaelis, este estaba con una sonrisa que nadie acostumbraba a ver, es más, algunos se asustaban al ver esa sonrisa, simplemente no era normal.

-Ángela, hoy no hay mucho trabajo, así que si quieres tómate el día libre.-Dijo feliz mientras pasaba de largo sonriendo.

Si, definitivamente algo no estaba bien, pensó la mujer de blancos cabellos.

Sebastian entró a su oficina y se sentó en la silla giratoria. Sonrió y comenzó a reír solo, miraba el techo, jugaba con sus dedos, comenzó a dibujar corazones en papeles que no solo los habían dejado esta mañana sino que eran sumamente importantes, daba vueltas en la silla, en fin, estaba hecho un completo idiota.

-Michaelis, ¿Como estas?.-Preguntó Claude mientras entraba, se sentaba y le sonreía.

Sebastian ni siquiera lo miró, tan solo comenzó a tararear una canción.

Claude se extraño ante el comportamiento de Sebastian, lo normal era que se enojara por entrar en su oficina sin tocar, pero este estaba completamente ido.

-Sebastian...Sebastian...¡Sebastian!, ¡Maldita sea háblame!.-Pidió exasperado mientras tronaba sus dedos en los ojos del pelinegro

-Oh Claude, estabas aquí, no me di cuenta, ¿Como estas?, es un hermoso día no crees.-Sonrió mientras miraba la ventana.

-Si...Como digas.-Se le quedó viendo raro.

Claude no sabía qué rayos le pasaba a su amigo, entonces lo vio a los ojos, vio sus ojos y se dio cuenta al instante, el conocía esa mirada.

-¡Oh Dios!.-Exclamó mientras se levantaba rápido, sobresaltando a su amigo.

-¿Qué pasa Claude?.-preguntó dudoso.

-¡Esa mirada!, ¡tu mirada!, al fin ah pasado, ¡Dios es un milagro!, creo que se caerá el cielo...¡Mi amigo está enamorado!.-gritó eufórico y con burla.

Sebastian lo miró sorprendido, como rayos se había dado cuenta.

-Oh pero que dices Claude, estas delirando, necesitas conseguirte una mujer pronto.-Dijo mientras fingía seriedad.

-Por favor no me mientas Michaelis, jajaja mira has llenado de corazones tus papeles.-Dijo mientras reía con bula.

-¡Cállate Claude!, o te juro que te cortare la lengua.-Exclamó mientras le miraba enojado.

-Vamos no tienes de que avergonzarte, es normal estar enamorado, aunque quisiera saber quien fue capaz de quebrar esa coraza fría que es tu corazón, debe ser una persona muy valiente.-dijo con burla.

-Te dije que te calles idiota.-le repitió enojado.

-Ya bien, no me burlare mas, ahora dime, ¿Quién es esa mujer?.-preguntó con una sonrisa.

-No te diré nada, ahora a trabajar.-Ordenó mientras trataba de borrar los corazones hechos en sus papeles.

-Esta bien, cuando sea el momento me lo dirás.-Dijo mientras sonreía.

-¡¿Qué parte de que te calles no entiendes?!.-preguntó exasperado.

-De acuerdo, oye, estaba pensando, que tal si vamos hoy al cine, tu, yo y Ciel.-Preguntó mientras sonreía.

-De acuerdo.-Aceptó mientras le miraba extrañado.

-Oye, me olvide de decirte, hoy unos empleados trajeron varias cajas con juguetes y otras con dulces para que los comprobemos, hay nuevos artículos y nos pidieron que los miráramos nosotros minuciosamente.-Dijo mientras jugaba con una lapicera.

-Está bien, los llevaremos a mi casa y ahí los veremos, tal vez Ciel pueda ayudarnos, después de todo el es un niño, debe saber de esas cosas.-Le dijo mientras sonreía al recordar a su hijo, ahora su amado también.

Claude se extrañó ante esto pero no dijo nada.

...

Ciel iba entrando al penthouse, pero con qué sorpresa se encontró. Al entrar vio miles de juguetes por todas partes, había autitos pequeños andando, trenecitos pequeños, una mesa con muchos dulces, juguetes colgando del techo y ni hablar de los bebés de juguete que había por todos lados, los cuales emitían un raro sonido, demostrando que las baterías ya estaban por agotarse...Pero lo mejor fue ver el centro del departamento y encontrarse a Sebastian y a Claude entrelazados, al parecer estaban jugando twister y se habían quedado enredados.

Ciel no pudo más y cayó de rodillas riendo, esa escena era demasiado, simplemente no pudo contenerse. El no era de reír así, pero eso lo superó.

Sebastian al escuchar risas , como pudo giró su cabeza y se encontró con un Ciel por poco, llorando de risa, eso le hizo estar feliz y enojado al mismo tiempo, una personalidad bastante bipolar en el.

-Ciel no te burles, ayúdanos, el idiota de tu tío Claude me convenció de jugar esta basura y hace media hora que estamos tratando de desenredarnos.-Dijo mientras le miraba con súplica.

Ciel solo rió más.

-Hola Ciel y Sebastian, no eres el único enojado aquí, ¿Crees que me agrada tener tu trasero en mi rostro?, el cual por cierto es grandísimo.-le dijo con burla.

-¿Disculpa me estás diciendo gordo?, ya verás cuando logre encontrar mi brazo, te daré una buena golpiza ve preparando tu feo rostro.-le amenazó enojado.

-Agh me conocerás Michaelis.-Dijo mientras comenzaba a moverse frenético.

Ante los movimientos de Claude ambos cayeron al piso, ocasionando un enredo total de piernas, brazos, cabezas y demás, Sebastian terminó con la cabeza en el suelo y Claude con la cabeza entre las piernas de Michelis.

-¿Ciel te quedaras ahí riéndote de nosotros o vendrás a ayudarnos?.-le preguntó con enojo, entonces en ese mismo momento un trencito de juguete que iba andando por todo el departamento choco con su frente.-Auch, maldito tren-dijo con enojo.

Ciel disfrutó un poco mas de esa vista y fue a ayudar al pelinegro, como pudo lo jaló de un brazo, y este se paró mirando a Ciel.

Ciel solo le sonrió, una sonrisa entre ternura y seducción que extasió a Sebastian. Este le devolvió el gesto, se hubieran besado si no fuera porque Claude estaba ahí.

-Claro, ¿y a mi quien me ayuda?.-preguntó Claude con sarcasmo.

Ciel y Sebastian rieron y vieron como el pelinegro de ojos dorados se levantaba y acomodaba sus ropas.

-Papá, Claude, ¿Qué es todo esto?.-preguntó interesado mientras señalaba con sus brazos todo el departamento lleno de juguetes.

-Unos empresarios nos trajeron todo esto para que los verifiquemos y bueno, los trajimos aquí, aparte para que tu nos ayudes, eres un niño sabes de esto.-Dijo mientras le sonreía burlón.

-Yo no soy un niño-le dijo enojado.

Sebastian solo sonrió enternecido.

-Oye Ciel, hoy iremos al cine, ¿Qué te parece?.-preguntó Claude.

-Oh me encantaría.-Dijo mientras sonreía levemente.

-Entonces está dicho, vámonos que el cine hoy cierra a las nueve, se nos hará tarde-Dijo mientras tomaba a Ciel del brazo y lo sacaba del departamento. Sebastian solo suspiró con cansancio, ni un solo beso pudo darle a Ciel.

Después de un viaje por demás incómodo, bueno, para Ciel y Sebastian, quienes no daban mas de las ganas de besarse, pero al estar Claude ahí, hacía que esos pensamiento se borraran de inmediato. Lograron llegar al cine.

-¿Qué película veremos?.-preguntó mientras veía la cartelera.

-Yo quiero ver una de terror, ya se ,veamos La masacre de texas.-Dijo mientras señalaba la cartelera con la foto de la película.

-Nada de películas de terror, después tendrás pesadillas.-le dijo Sebastian serio.

-Por favor papá, déjame ver esa película, te prometo que si me la dejas ver, a la noche me portaré bien.-Dijo mientras disimuladamente agarraba su mano y le sonreía de manera coqueta.

Sebastian al ver esto no solo se estremeció sino que se sonrojó levemente, luego de esto sonrió.

-Oh está bien, veremos esa película.-Aceptó mientras iba y compraba las entradas.

Ciel solo sonrió con orgullo, oh si, le gustaba domar a su padre de esa manera.

-Compremos palomitas.-Eclamó emocionado Ciel mientras corría al puesto de dulces.

Sebastian suspiró y con una sonrisa fue a comprar la palomitas, cuando ambos estaban en el mostrador, la chica que los atendió le sonrió de manera coqueta a Sebastian, este solo sonrió con burla, esa chica no era nada comparada con Ciel.

Ciel que vio esta escena y pensó que Sebastian le sonreía a la chica devolviéndole el coqueteo, le pisó de una manera muy fuerte y cuando digo muy, es muy fuerte a Sebastian el pie, este solo torció su sonrisa y terminó de pagar.

-¿Qué te pasa?, ¿Por qué hiciste eso?.-Preguntó enojado.

-Te enojas si estoy con Undertaker pero bien que coqueteas con mujeres cuando tienes oportunidad.-Le reprochó mientras se metía a la sala de cine.

Sebastian solo miró al menor entrar a la sala y pensó, ¿Cómo es que cabía en ese pequeño cuerpo tantos celos?, volvió a sonreír y se metió a la sala.

Sebastian se sentó al lado del menor, quien no quería ni verlo, y Claude miraba los avances de las distintas películas antes de que empezara la suya.

Sebastian aprovechó el descuido de Claude y se acercó al menor susurrándole.

-No estaba coqueteando, solo me reía en su cara por tratar de seducirme, solo tú me provocas, eres mi todo Ciel, que te quede claro.-Confesó mientras se alejaba sonriendo.

Ciel solo se sonrojo y agradeció que las luces estuvieran apagadas así el mayor no vería el gran sonrojo que cubría su rostro.

La película comenzó y todos estaban concentrados mirándola, Ciel pensó que daría mas terror, pero no daba ni una pizca de miedo, cosa que le hizo enfurecer un poco, miró a su lado, donde estaba su padre, quien estaba concentrado mirando la película, sonrió y agarró su mano entrelazando sus dedos, ante este gesto Michaelis giró su rostro y vio al menor, quien le miraba con una sonrisa que le enterneció, le devolvió el gesto y miró sobre Ciel, rió un poco y con un dedo señalo a Claude, Ciel extrañado se giró y vio que Claude estaba dormido con su cabeza apoyada en su mano, lanzando pequeñísimos ronquidos, eso le hizo reír divertido.

Sebastian con sus manos giró el rostro del menor y le dio un pequeño beso, el cual el menor correspondió con gusto, habían estado esperando todo el día para besarse.

Cuando cortaron el beso volvieron a mirar la película, ¡oh pero que sorpresa!, cuando la vieron justo pasaban una escena de sexo explícito, ambos se sonrojaron ante esto, ¿Acaso tenía que haber sexo en las películas de terror?.

Ambos se miraron y tragaron saliva, en ese momento solo comenzaron a imaginarse a ellos mismos haciendo lo mismo que pasaba en la película, solo esto bastó para que ambos se empalmaran. Ambos sabían que estaban en un cine, trataron de mirar al frente y dejar de imaginarse cosas pervertidas con el otro, pero ¡oh vamos maldición!, la maldita escena erótica no paraba, encima cada momento parecía hacerse aún más erótica. A Ciel volvieron a invadirle los recuerdos, y en ese momento se imaginó a Sebastian, arriba suyo, masajeando ambas erecciones, cada vez más rápido, arriba, abajo, arriba, abajo, sin parar de besarse. Ciel no lo resistió más y largo un jadeo ante esa escena que su cabeza reproducía.

Sebastian escuchó esto y su erección comenzó a dolerle demasiado, no pudo más y comenzó a besar a el menor de manera desesperada. Ciel metió su lengua en la boca de Sebastian quien la aceptó gustoso y entrelazo la suya con la del menor, trataban de hacer el menor ruido posible. Sebastian guió su mano al miembro del menor y sonrió entre el beso al darse cuenta de que su niño estaba igual de empalmado que él, comenzó a masajearla sobre la ropa, Ciel mordió el cuello de Michaelis para acallar sus gemidos de placer, el no iba a quedarse atrás, con su mano también comenzó a masajear el miembro de su padre, mientras succionaba su cuello dejando marcas. Sebastian solo gimió necesitado.

-Vamos al baño.-Susurró en su oído mientras agarraba la mano del menor y salían de la sala de cine.

Agradecieron a la nada que el cine estuviera casi vacío, porque si no verían como caminaban ambos con una erección hacia el baño. Cuando llegaron al baño Sebastian rápido cerró la puerta de uno de los cubículos y se metió con Ciel, lo subió y Ciel enredó sus piernas en las caderas de Sebastian, este bajó el cierre de su pantalón y el del menor, agarró ambas erecciones, y como había imaginado Ciel hace un rato, comenzó a masajear ambos miembros.

-ahh, Sebastian-gimió ante ese toque.

-Ngh ahh.-gimió mientras masajeaba más fuerte.

Sebastian antes de que ambos terminaran, se sentó y puso a Ciel sobre si, bajó por completo el pantalón del niño y lo sentó sobre su erección de una sola vez.

-¡Ahhh!.-gimió de dolor y placer.

-Pronto te acostumbraras ahh ngh.-dijo entre gemidos.

Ciel lentamente se fue acostumbrado y comenzó a cabalgar sobre Sebastian, ambos estaban más que calientes.

-Te dije, ahh, que hoy, me portaría bien, ngh papi.-susurró en su oído.

-Dios ahh-gimió al sentir como su niño le decía “papi” cosa que lo excitaba mas.

Ciel cada vez se descontrolaba mas, cabalgaba mas fuerte sobre el miembro de su padre, haciendo que este gimiera sin control.

Sebastian sentía como esa pequeña entrada apretaba y succionaba su miembro, cosa que hacía que se excitara demasiado.

Ambos estaban descontrolados hasta que escucharon como entraban unas personas al baño.

Ambos abrieron los ojos sorprendidos, eso no se lo esperaban,debían no hacer ruido o se darían cuenta que estaban ahí adentro.

A Sebastian se le vino una idea brillante a la cabeza, agarró las caderas de Ciel y comenzó a embestirlo con fuerza, Ciel solo lo miró con los ojos como platos mientras mordía su mano para no gemir. Lo hizo hasta que Sebastian dio en su próstata, en ese momento no pudo más y largó un gran gemido, tuvieron la suerte que en ese mismo momento los que habían entrado al baño se habían ido.

-E-eres un mal-maldito ahh.-Dijo enojado mientras era embestido de nuevo por Sebastian.

-Mira como estas ahh, no-no puedes ni ha-hablar ahh-Dijo divertido mientras lo embestía dando justo en la próstata del niño, logrando que gimiera mas fuerte aún.

Ambos se movían de forma frenética, sintieron que el orgasmo sería pronto, Sebastian agarró el miembro del niño y comenzó a masturbarlo.

Ciel con un último gemido se vino sobre Sebastian, las contracciones que la entrada de Ciel hacía lograban que el miembro de Sebastian fuera apretado de forma exquisita, con un gran gemido ronco Sebastian se vino dentro de Ciel.

Sebastian abrazó a Ciel mientras lamia de sus dedos la esencia del menor.

-Delicioso.-Susurró en el oído del niño, quien solo jadeó.

Ciel en ese momento vio la hora en su reloj.

-Sebastian, debemos irnos, la película debe estar por terminar.-Dijo preocupado mientras se levantaba de sobre su padre, gimió cuando sintió su entrada vacía.

-Tienes razón, vamos antes de que Claude despierte y se de cuenta de que estuvimos en el baño teniendo sexo desenfrenado.-Dijo divertido mientras reía levemente.

-Pervertido-dijo divertido mientras se vestía.

Una vez que ambos estuvieron listos, salieron del baño y fueron hacia la sala de cine, se sentaron nuevamente y observaron con diversión a Claude quien todavía estaba dormido, la película terminó y todos se estaban retirando.

-Hey, Claude, despierta idiota.-Dijo mientras movía de manera frenética el hombro del de ojos dorados.

-Hum cinco minutos mas-Pidió somnoliento mientras se movía perezosamente sobre la butaca de cine, con esto solo logró caerse al suelo.

Sebastian y Ciel comenzaron a carcajearse con burla en su cara.

-Me dormí toda la película.-dijo con resentimiento mientras se sobaba su espalda baja.

-No te perdiste de nada bueno, la película fue un asco.-Confesó mientras le miraba divertido.

-Pero el final estuvo muy bueno.-Declaró con picardía mientras sonreía seductoramente a Ciel.

Este solo se sonrojo y desvió la mirada con una sonrisa.

-Vámonos tengo sueño.-Dijo Claude mientras caminaba como un zombie.

A Ciel y a Sebastian les salió una gotita detrás de la cabeza, Claude dormía demasiado.

Cuando iban bajando las escaleras alguien tomo a Ciel del brazo.

-Jum pero que hermosura, ¿No quieres venir a divertirte conmigo preciosura?-Preguntó un sujeto que aparentaba unos quince años.

Ciel solo le miró con asco.

-Suéltame idiota-dijo con enojo

-Hum, creo que te enseñare modales.

-¿Acaso no escuchaste?, dijo que lo sueltes.-Dijo Sebastian enojado mientras sacaba el brazo del joven de su Ciel.

-Oh disculpa, ¿Eres su novio?.-preguntó con burla.

-No, soy su padre, y si sabes lo que te conviene, te aconsejo que te vayas de aquí.-Pidió mientras le miraba serio.

-Ja me vale vejete.-Dijo mientras en un movimiento rápido toco la espalda baja del menor, quien se sonrojó y le miro de manera asesina.

-¡Ah no! te lo buscaste.-Dijo mientras le daba un golpe.

Así comenzaron a darse golpe tras golpe, a Sebastian no le importó estar peleándose con un menor de edad, ¡Ese atrevido había tocado a su hijo y amante!, la pagaría muy caro.

-¿Es todo lo que tienes?, eres una nenaza-Dijo mientras lo pateaba en el estómago.

-Me conocerás anciano de mierda.

Ciel estaba angustiado, no soportaba ver a su padre metido en esa pelea, pero Sebastian no hacía caso a sus súplicas de que se detuviera.

Justo en ese momento entraba un guardia del cine, cuando vio la escena, se acercó a ellos.

-Oigan ¿Qué rayos está pasando aquí?.-preguntó enojado el policía.

-Este vejete comenzó a golpearme de la nada-dijo el joven serio.

-Eso es mentira, este depravado tocó a mi hijo.-Dijo mientras trataba de lanzarse hacia el, cosa que el policía no permitió.

-Por favor, ambos acompáñenme.-Dijo enfadado el policía mientras los agarraba a ambos del brazo.

Había sido un día maravilloso, ambos se habían divertido, habían disfrutado de un sexo genial, pero, la pregunta era...¿Que podía pasar en un cine, con un deprabado, un padre pelinegro muy celoso y un Ciel apenado?.

Habría que hacer sumas. Deprabado+pelinegro+Ciel= nos da como resultado, a todos en una comisaría y dos personas llenas de golpes.

-¿Qué demonios paso en el cine?-preguntó el policía cuando todos ya estaban en la comisaría.

-Ya le dije oficial, este joven aquí a mi lado, toco a mi hijo y yo solo lo defendí.

-¿Está consciente de que golpeo a un menor de edad?-preguntó con una ceja alzada.

-¿Usted tiene hijos?-preguntó enojado.

-Si tengo una hija, ¿Pero qué tiene que ver?-preguntó dudoso.

-Imagínese a su hija, una jovencita en pleno desarrollo, y viene este joven, hambriento como un lobo y le toca el trasero a su hija, dígame, ¿Qué haría usted?.-Preguntó serio.

El policía miro a Michaelis luego miro al muchacho quien estaba mirando el techo como si fuera lo más interesante del mundo, no lo pensó dos veces y agarró al muchacho metiéndolo en una celda.

-Usted Michaelis ya se puede ir y tu jovencito te quedaras aquí el resto de la noche, creo que a tu mami no le gustara saber esto.-dijo con burla el oficial.

Sebastian lanzó una sonrisa burlona al joven quien le insultaba en todo los colores y salió del cuarto de interrogatorios.

-Papá, ¿Ya está?, ¿Ya arreglaste todo?.-preguntó preocupado Ciel.

-No te preocupes Ciel, todo está más que bien, vámonos a casa, y tu Claude, ya también puedes irte.-Dijo mientras miraba al de ojos dorados.

-Ah, no te veía golpear a alguien desde que estábamos en secundaria-Dijo Claude mientras salía riendo burlón de la comisaria.

Ambos llegaron al departamento, más que cansados, agradeciendo a Dios que mañana fuera fin de semana. Una vez los dos solos Ciel se ocupó de atender el golpe que tenía su padre en el rostro, el cual ya había tomado color, estaba completamente morado.

-¡Ah! duele-dijo mientras cerraba sus ojos.

-Ah papá, no deberías haberlo golpeado, deberías haberme sacado de ahí y ya.-Reprochó Ciel mientras aplicaba mas hielo en su ojo.

-¿Y qué?, dejar que te toqueteara tan descaradamente, ni loco, si hubiera tenido la oportunidad hubiera terminado de partirle el rostro, no solo eso, el maldito hubiera tenido que juntar sus dientes del suelo.-Dijo mientras le miraba serio.

-Ya, ya, si sigues frunciendo el ceño te saldrán arrugas.-Dijo mientras reía tratando de alivianar el ambiente.

Sebastian solo le miró y rió un poco, era increíble como su humor cambiaba de un segundo a otro tan solo por ese niño.

-Bien creo que ya esta, igual te quedara marca, pero creo que para el lunes ya se te quitara.-Dijo sonriente.

-Eres un amor, ¿lo sabes?-preguntó Sebastian sonriendo.

-No digas cursilerías.-dijo Ciel sonrojado.

-Ven aquí Ciel-Dijo mientras lo sentaba sobre él y lo besaba apasionadamente.

-¡Ah!, ¿no te bastó con lo de hoy?-preguntó sorprendido, al sentir la mano de su padre bajo su playera.

-Mmm, pero estoy adolorido, papi quiere un poco de amor-Dijo divertido en el oído del menor.

Ciel solo sonrió y comenzó a besar a Sebastian, este lo cargo en sus brazos y se lo llevó a la habitación, esa sería una noche agitada para ambos. Sin duda, Sebastian debía ser golpeado más seguido así recibiría los placenteros tratamientos de su hijo.
Notas finales:

Espero les haya gustado,tuvo un poco de humor,no fue tan crucial para la historia,pero vamos,no vamos a poner sucesos trágicos a cada rato,jajaja

 

Quería decirles que las clases ya estan por terminar por lo tanto,tendré mas tiempo para actualizar,ruego a Dios no llevarme nada xD,así que si tengo suerte,pondre una fecha de actualización,si apruebo todo por ejemplo comenzaré a actualizar todos los viernes,entienden?

 

Besos mis lectoras :3

 

 


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