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Amor incomprendido por Etsuko Kagayaku

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Notas del capitulo:

Estoy mas que cansada el dia de hoy, xD me pase con la sidra en fin de año, me quede hasta las cuatro de la mañana viendo como quemaban a los muñecos en mi ciudad, por cierto soy de La Plata, xD por eso, el fin de año fue un desmadre, en fin, espero les guste estre cap.

Estaba en la biblioteca de la ciudad, se encontraba leyendo uno de sus libros favoritos ‘Hija de humo y hueso’. Trataba de concentrarse, pero debía releer un párrafo una y otra vez, porque sus pensamientos lo distraían. ¿Cuáles eran sus pensamientos?. Todavía pensaba en que no podía haber ido a visitar el estudio del escribano John Mitcher, el día que tiro junto con Undertaker, el auto de su padre al río, no habían vuelto a hablar del tema, y el necesitaba conseguir información urgente, ya que la muerte de su madre era todavía un misterio, si bien sabía que la habían matado, y encima en la cabaña. Debía saber porque el escribano le mintió. Decidido, saco su celular del bolsillo trasero de su pantalón y llamo a su amigo, espero unos segundos hasta que el sonido de espera desapareció y su amigo le hablo.

-*Hola*.

-*Hola Undertaker*.

-*Oh Ciel, desde que terminamos la escuela no me habías llamado*.

-*Si lo siento, eh estado muy distraído últimamente*.

-*¿Paso algo?*.

-*De hecho, te llamaba para saber si aún tenías los papeles con la dirección del escribano*.

-*Oh claro que sí, el día que saque los papeles, hice unas copias, no me ibas a creer tan descuidado*.

-*Me lo imagine de ti, que te parece si nos encontramos en el parque y me acompañas a buscar un poco más de información*.

-*Jijiji, será un placer Ciel, nos vemos en quince minutos*.

-*De acuerdo, adiós*.

Cerro el libro que tenía en manos, y Salió de la biblioteca en dirección al parque, la verdad estaba agradecido de tener un amigo como Undertaker, él siempre estaba disponible para ayudarlo, realmente, sin él no sería nada. Llego al parque, y se sentó en uno de los bancos, miro el cielo, tan azul como sus ojos, bajo su mirada y vio que hacia el venía caminando Undertaker.

Cuando se vieron, se saludaron con un abrazo, hace bastante que no se veían.

-Comienzo a sentirme ofendido Ciel, no me llamas y cuando lo haces es para que te ayude.-dijo con una fingida cara de enojo el albino.

-Oh vamos Undertaker, sabes que ando con mis ideas desordenadas, me cuesta concentrarme hace días, no te enojes.-le dijo con una cara inocente.

-Tsk, ¿Por qué siempre logras convencerme con esa cara?.-pregunto con una sonrisa.

-Es que soy irresistible.-dijo a modo de broma Ciel.

-Ciertamente lo eres.-dijo con una sonrisa pícara Undertaker.

-Ya, no empieces.-dijo con un sonrojo el menor de los dos.

Ambos sonrieron y comenzaron a caminar hacia el estudio, Undertaker obviamente había traído con él la dirección de este.

-Por cierto Ciel, ¿Tu padre sabes que estas aquí conmigo?.

-Oh me había olvidado, mejor lo llamo antes de que mande al ejército en mi búsqueda.-dijo divertido.

De nuevo saco su celular y marco el número de su padre, quien le contesto al instante, ¡Dios!, que hombre tan sobre-protector.

-*Hola Ciel, ¿Ya saliste de la biblioteca?*.

-*Si, de hecho, de eso quería hablarte, cuando salí, me encontré con Undertaker por ahí, ahora estamos yendo a tomar un helado y seguramente después vaya a su casa para charlar un rato*.

-*¡No me gusta la idea!*.

-*Oh vamos, él ya sabe de nuestra relación, y la respeta, no te pongas celoso, es mi amigo*.

-Hum, de acuerdo, te dejare solo por esta vez, pero cuando llegues a casa, tendrás que recompensarme*.

-*¡Pervertido!*.

-*Jajaja, no te enojes mi vida*.

-*Ya cállate*.

-*Siempre tan romántico mi Ciel*.

-*Tsk, llegare a casa en la noche, nos vemos luego*.

-*Nos vemos mi amor*.

La llamada se cortó y Ciel vio cómo su amigo lo miraba con una sonrisa pícara.

-Más vale que no digas nada, si no quieres que te arranque la cabeza.- dijo enojado mientras adelantaba el paso.

Undertaker solo se mordió los labios, conteniendo una gran carcajada, cuando estuviera a solas se reiría todo lo que quisiera. Tardaron más de media hora en llegar al estudio donde trabajaba el escribano. Este estaba cerrado, ya que solo atendía los lunes, miércoles y viernes. Pero ese no fue un gran problema para ellos, ya que se metieron por una ventana que habían dejado mal cerrada.

Pasaron cuidadosamente por el pasillo, evitando las cámaras de seguridad. Cuando llegaron a una habitación que tenía el nombre del escribano grabado en la puerta. Pasaron sin más y se encontraron con una oficina normal, común y corriente.

-Bien Ciel, tu informe junto con el de tu madre debe estar en alguna de estas gavetas.-dijo Undertaker señalando un mueble de acero lleno de cajones.

Ciel solo asintió y fue en busca de su informe, lo busco por la ‘P’, de Phantomhive, hasta que lo encontró. Pero todo lo que leía era lo que sabía.

-Maldición, este es mi informe falso, el escribano debe haber ocultado el verdadero.-dijo enojado el ojiazul.

Undertaker al escuchar lo que dijo su amigo, con la mirada busco una parte de la habitación, hasta que vio un cuadro, se acercó a este y lo corrió, dejando al descubierto una pequeña puerta de acerco. Sonrió con sorna y miro a su amigo.

-Tal vez este aquí.-le dijo con burla.

-Rayos, como no imagine la opción de una caja fuerte.-se dijo para sí.

-El exasperarte te está haciendo más tonto.-dijo riendo.

Ciel se acercó a la caja fuerte y comenzó a girar la manecilla que tenía, conto un par de vueltas hasta que logro abrirla, adentro había dinero y distintos papeles. Entre ellos, había un informe con distintos datos. Con una sonrisa satisfactoria saco los papeles y comenzó a leerlos.

Entre estos encontró el informe de la autopsia de su madre.

Hoy 20/06/13 se ha llevado a cabo, la autopsia de la señorita Rachel Phantomhive, la fallecida, de veinticinco años de edad, ha sufrido un corte en la yugular, lo que fue el detonante para que se desangrara y …

La autopsia seguía señalando distintos problemas en el cuerpo de su madre.

-Yo lo sabía, sabía que a mi madre la habían matado.-dijo con rabia.-ese escribano encubrió su asesinato, él tiene que ver con su muerte.

-Creo que estas sacando conclusiones de manera apresurada, el escribano así como puede ser un aliado con él asesino, puede no tener nada que ver. ¿No te parece que es un poco improbable que él sea el que la asesino?.

-¿Pero entonces porque me oculto todo?.

-Eso solo lo sabremos si se lo preguntamos, no creo que él sea el que estuvo amenazando a tu madre desde que naciste, me parece un poco improbable.-dijo pensativo.

Ambos seguían pensando hasta que escucharon unos pasos que se acercaban a la oficina, asustados por que los descubrieran, se ocultaron en un mueble que había ahí. Vieron por las rendijas de este, al escribano entrando a la oficina, ¡Maldición!, él no debía estar ahí en ese momento. Undertaker decidido salió apresurado del mueble y golpeo al escribano en la nuca, desmayándolo.

-Gran golpe.-dijo Ciel.

-Gracias.-le contesto Undertaker con diversión.

Ambos subieron como pudieron al escribano en una silla, luego de eso buscaron algo para atarlo, hasta que encontraron en el mueble de limpieza, una soga, con esto ataron de pies y manos a este. No tenían miedo de lo que el escribano les dijera, después de todo, ellos tenían suficientes pruebas para mandarlo a la cárcel por falso testimonio, y seguramente, testigo de asesinato calificado.

Después de unos minutos el escribano se encontraba despertando, no recordaba nada, solo que cuando entro en su oficina, sintió un golpe muy fuerte, y después de esto, todo estaba en negro, aunque sus pensamientos se aclararon al ver a dos personas en frente suyo, mejor dicho niños.

-Hola john.-le dijo Ciel serio.

-Phantomhive.-dijo con asombro al niño.

-Mire, iré directo al grano escribano Mitcher, usted me mintió.-le dijo enojado.-el día que murió mi madre, usted me dijo que había sufrido un paro cardíaco, cuando en realidad, mi madre fue asesinada.

El escribano abrió los ojos como platos al escuchar lo que el niño le decía. ¿Cómo se había enterado?.

El escribano ante esto desvió la mirada nervioso.

-Por favor escribano, mire a mi amigo a los ojos, sino, la pasara muy mal.-dijo Undertaker mientras ajustaba más las cuerdas.

El escribano jadeo de dolor y miro a Ciel.

-¿Cómo se enteró?.-pregunto interesado.

-Estuve en el lugar de su muerte.-le dijo enojado.

-Le diré una sola cosa, tranquilícese, que aquí tanto usted como yo, somos víctimas.

-¿Cómo?.-pregunto Ciel confundido.

-Yo no mate a su madre, ni fui testigo de su muerte, a mí me amenazaron para encubrir su muerte.

-¿Pero usted vio al asesino?.-pregunto desesperado Ciel.

-No, en ningún momento vi su rostro, ya que ante mí, él se presentaba encapuchado, me pidió que hiciera un informe falso, alegando que la muerte de su madre había sido por un paro cardíaco. Yo le dije que no haría tal cosa, y pensé en denunciarlo, pero me amenazó de muerte y tuve que ceder a su pedido. Si recuerda bien, el día que su madre murió, cuando salió para el trabajo, salió con una camisa. Pero cuando usted la vio en el hospital, esta traía una playera de cuello largo, para que no se viera su gran corte en el cuello. Realmente siento mucho todo esto.-dijo arrepentido el escribano.

-Es verdad, no había notado ese detalle.-dijo Ciel sorprendido.

-Yo de verdad hice todo lo posible, pero era de vida o muerte, siento todo Phantomhive, pero yo no puedo ayudarlo, él me ha estado amenazando desde entonces con que no diga nada. Usted no está seguro Phantomhive, ese hombre está completamente loco, está obsesionado con usted como no tiene idea. El día que lo vi, se notaba que tenía muchos desórdenes mentales.

-¿Por qué dice eso?.

-El día que me amenazó de muerte para que hiciera el informe, note como él hablaba con sí mismo, a veces decía incoherencias, ese comportamiento me asusto mucho.-dijo el escribano.

-¿De verdad usted no conoce al asesino?.-pregunto serio Ciel.

-Se lo juro, si supiera se lo diría.

Ciel solo miro a Undertaker, este entendió la mirada de Ciel y desato al escribano, este se levantó y se sobo las manos adolorido y mirando a Undertaker con una cara de muerte.

-Perdón por ajustar las cuerdas, ¿De acuerdo?.-dijo Undertaker con una sonrisa nerviosa mientras se alejaba de esa mirada asesina.

-Más vale que no diga nada de lo que paso aquí escribano, mire que tengo bastantes pruebas para mandarlo a prisión.-dijo Ciel enojado.

-No diré nada, se lo prometo, pero usted debe irse de aquí cuanto antes Phantomhive, el asesino puede estar vigilándonos en este mismo momento, por favor, ande con cuidado, ese hombre es capaz de cualquier cosa.-dijo preocupado.

-Lo tendré.-respondió sin más Ciel.

-¿Qué piensa hacer ahora que sabe todo esto?.

-No es obvio, no me quedare de brazos cruzados, yo hare justicia, vengare la muerte de mi madre, ella me cuido toda la vida de ese hombre, no hay otra manera de agradecerle, en cuanto al asesino. El juego ya comenzó, vámonos Undertaker.- dijo Ciel mientras salía del estudio.

-Espero que no le suceda nada malo.-susurro el escribano cuando ya se encontraba solo en su estudio.

Ciel se encontraba con Undertaker, caminando hacia su departamento, nada andaba bien. Estaba nuevamente en la nada, el necesitaba pistas, pero con lo que le dijo el escribano estaba en cero, por más que supiera que mataron a su madre y demás, si no tenía un poco de información acerca del asesino, la hoja se encontraba nuevamente en blanco.

-Ciel ¿Qué haremos ahora?.-pregunto Undertaker.

-El asesino hizo bien su coartada, eligió bien los horarios y demás, todo el tiempo. El me vigila Undertaker, es más, en este mismo momento nos debe estar observando.-dijo serio.- lo mejor será conseguir información de él, al menos ya tengo una pista, el asesino, tiene algún tipo de desorden mental.

Undertaker solo asintió, y en silencio siguieron caminando, cuando llegaron al departamento de Ciel, se despidieron y Ciel entro. Vio las luces prendidas, por lo tanto su padre ya debía de haber llegado del trabajo.

Un aroma delicioso llego a su nariz y fue hacia la cocina, donde vio a su padre de espaldas cocinando, con un delantal blanco. Cuidadoso y sin hacer ruido se acercó a él. Cuando ya estaba atrás de él, lo abrazó con ímpetu mientras sonreía.

-Ngh, te extrañe.-dijo mientras que con sus manos recorría desde atrás su pecho, sintiendo como su padre se estremecía, estaba comenzando a desajustar la corbata que este traía, hasta que ‘Sebastian’ se dio vuelta. No era Sebastian, era Claude.

-¿Qué haces Ciel?.-pregunto Claude levemente sonrojado.

-Waaaa, creí que eras papá.-dijo Ciel asustado y avergonzado mientras se hacía para atrás, sonrojado como un tomate.

-No, tu padre viene más tarde hoy, por eso me pidió que viniera hasta aquí e hiciera la cena, así tu no tenías que esperarlo.-dijo con una media sonrisa.

-Yo…iré a mirar t.v.-dijo Ciel saliendo rápido de la cocina.

Llego al living y se sentó mientras cerraba los ojos y respiraba profundo. Preguntándose cómo pudo confundirse, pero claro, si su padre y Claude eran bastante parecidos, ambos tenían el corte de pelo parecido y el negro azabache era el mismo. Quería que la tierra lo tragase. Si hubiera dicho algo más, tal vez su tío se hubiera enterado de la relación incestuosa que el llevaba con Sebastian.

Sintió como alguien le tapaba la boca y lo agarraba fuertemente.

-Shh, cállate y sígueme sin gritar.

Ciel solo fue caminando junto con esa persona hasta la habitación, cuando estuvo ahí se deshizo del agarre y lo miro furioso.

-¡Sebastian!, maldito idiota me asustaste.-le gritó enojado.

-Jajaja, lo siento Ciel.-dijo entre risas el pelinegro.

-No que ibas a llegar tarde.-le pregunto enfadado.

-No, le mentí a Claude para que el hiciera la cena, hoy no tenía ganas de cocinar.-dijo divertido el pelinegro.

-Tsk, y haber, ¿para que me trajiste a la habitación?.

-¿Tu para que crees?.-pregunto el pelinegro mientras comenzaba a besar su cuello.

-Ngh, para conversar no supongo.-dijo el niño.

-Jajaja, haremos algo más que conversar.-dijo con la cara más pervertida que pudo encontrar el mayor.

-No, podemos, ah, abajo esta Claude, puede oírnos.-dijo el menor.

-Entonces trata de no gritar.

Sebastian comenzó a besar a Ciel con desesperación, mientras le subía la remera que traía puesta. Ciel también trataba de quitar toda prenda del mayor. Cuando ambos quedaron desnudos, Ciel se sentó sobre el regazo de Sebastian, ambos masturbaban la erección del contrario, sonriendo con complicidad mientras sentían el líquido pre-seminal del contrario en sus dedos.

Sebastian comenzó a succionar unos de los pezones de Ciel, mientras que este gemía por lo bajo acariciando los cabellos pelinegros de su padre. Ambos estaban a punto de venirse, hasta que el mayor tapo el orificiode ambos, impidiendo la eyaculación.

-¿Qué crees que haces idiota?...duele.-dijo Ciel con lágrimas en los ojos.

-Tranquilo mi amor, ahora viene algo mejor.-susurro Sebastian enternecido.

Sebastian levanto las caderas de Ciel y metió su miembro en él de una sola vez.

-¡Ahhh!.

Sebastian espero unos momentos hasta que Ciel se acostumbrara a la intromisión. Cuando Ciel movió sus caderas Sebastian comenzó a moverse rápidamente. Ese pequeño orifico estrujaba su miembro de forma deliciosa.

-Ngh, ahh Sebastian.-gimió Ciel.

-Ah, mmm, Ciel no gimas tan alto o Claude, ah, te oirá.-decía entre gemidos Sebastian.

Las estocadas aumentaron. Ambos ya no podían callar sus gemidos.

-Ciel, ¿Qué está pasando ahí?, me pareció oír unos gritos.-dijo Claude asustado del otro lado de la puerta.

Ambos se paralizaron, y Sebastian con una brillante idea, comenzó a embestirlo más fuerte, tocando su próstata repetidamente y masturbando su miembro a más velocidad.

Ciel lo miró impresionado queriéndolo matar con la mirada. Más se contuvo.

-Na-nada.-dijo Ciel mordiendo fuertemente el hombro del pelinegro hasta hacerlo sangrar, quien quiso gemir ante ese acto salvaje que lo sobreexcito. Si, era masoquista.

-¿Estas seguro?.

-S-si.-dijo Ciel volviendo a acallar sus gemidos.

-De acuerdo, oye, la cena ya está lista, yo debo irme a la oficina, tengo algo importante que hacer.

-De-de acuerdo tío Claude, hablamos después.

Claude se fue y Ciel largo un gemido gatunal que logro excitar más a Sebastian, si es que eso se podía.

-Mal-maldito, que tal, Ahhh, si nos descubría.-dijo Ciel moviendo sus caderas sobre el miembro del pelinegro.

-Mmm, le preguntábamos si quería unírsenos.-dijo en forma de broma el pelinegro.

Ciel se sonrojo hasta las orejas y quiso golpear a Sebastian, pero este agarro su mano y lamio uno de sus dedos sensualmente. Logrando que se sonrojara más y jadeara.

No faltaba mucho para que se viniesen. Sebastian aumento las embestidas a medida que Ciel movía sus caderas contradictoriamente, logrando que el miembro del ojirojo entrara más en él.

Ambos con un último gemido se vinieron, Ciel sobre el pelinegro y este dentro de Ciel. Los dos más que sudados y cansados, se abrazaron, besándose una última vez.

El estómago del menor rugió exigiendo comida, logrando que Ciel se sonrojara. Su padre solo sonrió enternecido.

-¿Te parece si bajamos a cenar?.

-De acuerdo.-dijo Ciel.

Ambos se limpiaron y se vistieron, para luego bajar y encontrar la comida hecha, solo que Sebastian tuvo que servirse ya que Claude se la había servido nada más a Ciel.

Cuando ambos estaban cenando Ciel comenzó a conversar con el pelinegro.

-La próxima vez que vayas a llegar tarde, me avisas.-le dijo enojado.

-Y ahora, ¿porque te enojas?.-pregunto confundido el moreno.

-Cuando llegue, pensé que eras tú el que estabas cocinando, me acerque a ‘ti’, y te abracé, diciéndote que te había extrañado, cuando estaba a punto de quitarte la corbata, ‘tu’, te diste la vuelta, y no eras tú. Era Claude.-dijo desviando la mirada.

Sebastian paro de comer, para paralizarse y luego estallar en risas.

-Oh Dios, enserio le hiciste eso a Claude.-dijo entre risas.-me imagino la cara del muy idiota.-dijo divertido el moreno.

Ciel enojado le tiro con su tenedor, pero el pelinegro lo esquivo, riéndose más fuerte aún.

-No te rías, imagínate que hubiera pasado si hubiera dicho algo que revelara nuestra relación.-le dijo enojado.

-Ya de acuerdo, lo siento, pero sabías que iba a reírme.-dijo divertido el moreno mientras comenzaba a comer nuevamente.

Ciel se tranquilizó y comenzó a comer junto al moreno, ambos hablaron de temas triviales durante la cena, luego fueron a dormir, claro que el moreno no sin antes repetir lo que habían hecho a la tarde.

Se encontraba durmiendo en los brazos de su padre, le había costado dormirse. En un momento sintió el sonido de la vibración de su celular, se dio cuenta que eran las cinco de la mañana.

Se tallo los ojos y con cuidado se separó de su padre. Agarro el celular y atendió.

-*Hola*.

-*Hola Ciel*.

-*Hum, no te parece inadecuado llamarme a esta hora Undertaker*.

-*No hay tiempo Ciel, apúrate, pon el canal siete*.

Ciel extrañado salió de la habitación con cuidado de no despertar a su padre. Bajo las escaleras apresurado y encendió el televisor.

-Noticia de último momento, se ha encontrado muerto al escribano John David Mitcher, del estudio central de Londres, el hombre de treinta años de edad se lo ha encontrado en su estudio a estas altas horas de la madrugada, muerto de un disparo en su pecho, los peritos están recaudando información, pronto se sabrá más de este hecho que…

-*No lo puedo creer*.

-*Ciel, él supo que fuimos a verlo, él lo mato*

-*Esto tiene que ser broma*.

-*¿Qué haremos ahora?*.

-*Cuando amanezca y la policía ya se haya ido, iremos visitar el lugar*.

-*De acuerdo*.

La llamada se cortó. y Ciel siguió viendo el televisor, le parecía increíble el hecho de que la persona con la que hablo hace tan solo horas, se encontrara muerta, realmente el asesino era rápido.



Las horas pasaron y Sebastian ya se había ido a trabajar, encontrándose a Ciel despierto, cosa que lo extraño, pero este se excusó con que no había podido conciliar bien el sueño.

Ciel, una vez que Sebastian se fue a trabajar, se vistió y salió a encontrarse con Undertaker. Ambos se miraron y sin más comenzaron a caminar nuevamente al estudio del escribano. Cuando llegaron ahí, vieron que estaba cerrado y con una cinta de precaución que prohibía el paso, pero eso les importo poco y nada, pasando igual.

Llegaron a la oficina, y era realmente un escenario aterrador.

Las paredes manchadas con pintura y sangre, la figura del escribano dibujada en el suelo, y las luces totalmente apagadas.

Cuando las encendieron, vieron algo que dejo helados a los dos chicos.

La pared, tenía un símbolo, parecía una estrella invertida, y estaba escrito en rojo. ‘Estoy más cerca de lo que crees’.

Ambos no sabían cómo reaccionar ante esto.

-Ciel, el asesino estuvo aquí antes que nosotros.-dijo el albino preocupado.

Ciel se acercó a la pared donde se encontraba esto escrito, y toco esta. Manchándose con pintura la mano.

-Está fresca, lo que significa…que el asesino estuvo hace minutos.

-Ciel.-susurro asustado el albino.

-¡Hay que salir de aquí!.-gritó el niño desesperado.

Ambos vieron una sombra que salía de un closet, y más que apurados salieron corriendo del estudio. No pararon hasta llegar al parque, donde se detuvieron para respirar.

-Estuvo a punto de…

-No lo digas Undertaker.-dijo Ciel.

-¿Qué haremos?.

-Vamos a mi departamento, ahora que recuerdo, hay algo que dejamos pendiente.

Undertaker sin entender muy bien lo que quiso decir su amigo, lo siguió en silencio hasta el departamento. Una vez allí, subió a la habitación junto con el albino y Ciel abrió el maletín que tenía oculto de su madre, ese que había recuperado hace unos pocos meses. Cuando lo abrió saco la carta que su madre le había dejado antes de morir.

-Undertaker, esta carta es la que me dejo mi madre antes de morir, ella hablaba de un instituto, llamado ‘Nuestra señora de la misericordia’. No entendí que quería decir con esto, pero tal vez tenga algo que ver con lo que me dijo el escribano.

Ciel agarró la guía telefónica y busco el número del instituto, hasta que lo encontró en un anunció donde decía, ‘Instituto mental’. Lo marcó hasta que la vos de una mujer lo atendió.

-*Instituto nuestra señora de la misericordia, ¿En qué puedo ayudarlo?*.

-*Hola, quisiera saber una determinada información acerca de un paciente*.

-*Lo siento, pero la información de los pacientes es personal, y se ha dejado de dar hace unos años*.

-*Podría saber el por qué?*.

-*Hace unos años atrás perdimos a un paciente muy importante, desde entonces se ha dejado de dar datos a menos que sea personalmente*.

-*¿Una perdida?*.

-*Si, uno de los pacientes de una sucursal en Alemania escapó y desde entonces no se lo ha hallado*.

-*¿Pero no han dado aviso a la policía?*.

-*Lo hemos hecho, pero dejaron de buscar hace dos años al no encontrar rastro de él, lo malo es que este paciente tenía al parecer bastantes problemas, por lo tanto su búsqueda fue inmediata*.

-*Podría decirme que tipo de desórdenes tenía este paciente*.

-*Lo siento, pero como ya le dije, la información es confidencial, aparte, aunque quisiera no podría decirle, ya que el paciente cuando huyó se robó su expediente, dejándonos sin su información personal*.

-*Bueno, igualmente le agradezco mucho*.

Ciel cortó la llamada y miró a Undertaker.

-Estoy seguro que el asesino estuvo internado en este hospital psiquiátrico, el tema es que él estaba en una de sus sucursales, en Alemania, al parecer escapó y la policía abandonó la búsqueda hace dos años al no encontrar ningún rastro de él.-le dijo Ciel a Undertaker.

-Pero eso no nos ayuda en nada, ¿Cómo haremos para encontrarlo?, el asesino hizo más que un buen trabajo ocultando su identidad.

-Tendremos que hacer algo para atraerlo a nosotros.-dijo Ciel serio.

-Espera Ciel, no me digas que es lo que estoy pensando.-dijo preocupado el peliblanco.

-Sí, tengo que dejar que me atrape…
Notas finales:

Espero les haya gustado, y si quedo mediocre me disculpo. xD

 

Besos mis lectoras :3


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