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Amor incomprendido por Etsuko Kagayaku

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Notas del capitulo:

Aca llego otro capítulo de este fic xD espero que les guste,perdon si no lo actualize antes,tareas del colegio uf bueno de nuevo les digo que espero que les guste.

Ciel y Undertaker se dirigieron al centro, Undertaker estaba dispuesto a todo para animar a su mejor amigo, obviamente no iba a poder quitarle toda la tristeza como si no hubiera pasado nada. Pero al menos podría animarlo por un rato. Para que olvidara al menos por un par de horas lo que paso.

Ciel y Undertaker se encontraban caminando por la ciudad de Londres mientras reían de lo primero que se acordaban o de cualquier persona que pasara, se compraron dulces hasta que se llenaron los bolsillos, bebidas energéticas las cuales los dejaron sobresaltados como un niño que come mucho chocolate.

Iban y venían de un lado a otro.

Undertaker encontró un gran edificio abandonado, donde había grandes escaleras y no se le ocurrió mejor idea que tirarse junto con Ciel arriba de una bicicleta.

-¿Estas listo Ciel?.-preguntó sonriendo.

-Mas que listo, rompámonos un brazo.-dijo con burla, emocionado.

Ambos largaron una carcajada.

-bien, a la cuenta de tres.-dijo Undertaker.

-Uno...Dos...¡Tres!.

Undertaker se largó junto con Ciel por la gran escalera,

Ambos se reían y gritaban de terror mientras bajaban a toda velocidad la gran escalera. Cuando ya estaban por terminar el recorrido, la bicicleta dio una frenada, lanzándolos a los dos por el aire

-¡Maldición!.-ese grito si era de verdadero terror.

Undertaker cayó de espaldas sobre un colchón viejo, todo andrajoso y Ciel cayó sobre el pecho de Undertaker.

-Esto estuvo genial-Rió, estando aún debajo de Ciel.

-Si hermoso, no nos matamos de suerte.-dijo sarcásticamente haciendo reír a Undertaker.

Ciel levantó el rostro y vio a Undertaker, se avergonzó un poco por estar encima de el, pero entonces algo le llamo la atención.

-¿Sabes que llevamos siendo amigos mas de dos años y tu aún no me has mostrado tu rostro completo?.-preguntó con curiosidad.

-Es que tengo una cicatriz que no me gusta que vean los demás.-dijo desviando la mirada.

-Pero yo soy tu amigo, deberías mostrarme tu rostro.-dijo con un pequeño puchero.

-Ah esta bien.-Undertaker se levanto el flequillo de la cara mostrando unos ojos verdes amarillentos realmente hermosos y en su cara tenía una cicatriz, pero que le hacía ver raramente mas atractivo aún.

Ciel se sonrojó al ver el rostro de su amigo, era demasiado atractivo.

-Te has quedado callado Ciel, ¿Tan mal me veo?.-preguntó un poco decepcionado.

-No es eso...Es que te ves muy...Demasiado bien.-confesó desviando la mirada sonrojado.

Undertaker un poco confundido por esto, por alguna razón en ese momento solo acarició la mejilla de Ciel, haciéndolo sonrojar aún mas.

Undertaker y Ciel iban acercando lentamente sus rostros, estaban a punto de besarse. Hasta que Ciel se dio cuenta de lo que hacía y se separó bruscamente bajando de sobre Undertaker.

-Bien Emmm...Undertaker, ¿Seguimos?.-preguntó con una sonrisa.

-Si vamos.-dijo mientras le sonreía con un pequeño sonrojo.

Undertaker y Ciel iban caminando por la calle, pensando en lo que había pasado minutos atrás. ¿Que había sido eso?, ¿Acaso habían estado a punto de besarse?. La pregunta era, ¿Porque?, si ellos nunca sintieron una atracción de esa manera, o al menos eso era lo que creían.

-Ya se, vamos al cine a molestar a un par de personas.-dijo sonriendo malévolamente.

-Perfecto.-le dijo sonriendo de la misma manera.

Una ves en el cine, compraron todo lo que pudieron. Una ves dentro, ambos miraron a las 3 parejas que había delante de ellos. Y se les ocurrió la mejor idea.

Ciel vacio las gaseosas que habían comprado sobre las parejas y Undertaker les tiro las palomitas acarameladas, dejando a las parejas pegajosas.

-Los voy a matar mocosos.-gritó un hombre corriendo a Ciel y Undertaker.

-Si no corremos mas rápido vamos a terminar hecho pedazos.

-Escondámonos aquí.-dijo señalando otra sala de cine.

Una ves entraron se sentaron tranquilos como otros espectadores, entonces se dieron cuenta que la película era de terror.

Pasó una escena donde una mujer era cortada en pedazos.

-¡Ah, maldición!.-gritó abrazándose a Undertaker.

-Jajaja, Ciel tendrías que haber visto tu cara.-se le burló.

-Cállate tonto.-le dijo enojado.

-No te enojes mi Ciel.-dijo dándole una sonrisa tierna.

Ciel se sintió sonrojar nuevamente.

-Bueno creo que ya es hora de que vuelva al departamento de Sebastian.-Dijo mirando la hora y viendo que iban a ser las ocho de la noche, se habían pasado todo el día molestando y haciendo tonterías al borde de la muerte.

-Deberías decir tu casa Ciel, ahora ya también es tu hogar.

-Me costará acostumbrarme a decir mi hogar a ese lugar, solo necesito un poco de tiempo para tener confianza en todo esto.-le dijo con una sonrisa tranquilizadora.

-Bien Ciel, vamos.-Dijo mientras salía con Ciel de la sala de cine.

Una ves Ciel y Undertaker llegaron al departamento, Ciel se despidió de Undertaker en la puerta del penthouse..

-Debo decir Undertaker, que la pase muy bien, gracias por tratar de animarme.-Le dijo con una bella sonrisa .

-Para eso estamos los amigos, nos vemos Ciel.-le dijo mientras le daba un beso en su mejilla que sin querer se lo dio muy cerca de la boca.

Ambos de sonrojaron y Undertaker se fue a paso rápido del edificio.

Ciel solo con una sonrisa boba en el rostro entró al phenthouse.

Cuando Ciel entró y fue atacado por las preguntas de Claude.

-¿Donde estabas Ciel?, me tenías preocupado, encima no tenemos tu número telefónico para comunicarnos contigo, mira si te pasaba algo allí afuera, ya oscureció y te puede pasar cualquier cosa, en especial a un niño tan bonito como tu, pueden violarte,ultrajarte o algo.-dijo abrazándolo con preocupación.

-Ti-tío Claude, estoy bien, me dejas sin aire.-dijo con la cara color azul.

Sebastian salió bajando las escaleras.

-¿Ya trataste de comunicarte con ...- se quedó callado al ver a Ciel en brazos de Claude.

-¡Mocoso!, ¿Sabes lo preocupado que tenías al estúpido de Claude?, encima si algo te pasa yo tengo que hacerme cargo, ¿Quien te crees que eres para irte así?, ni siquiera te di permiso.-Le gritó enojado.

-¡Tu no me mandas!, ¡Yo ya soy grande para salir cuando quiera y a la hora que quiera!.-le gritó de igual manera.

-Es mi casa y son mis reglas, ahora vete a la habitación a cambiarte y baja para tomar tu maldita cena, la cual como un estúpido te hice pensando que estarías aquí en la tarde. Maldición.-gritó enojado mientras se perdía por los pasillos.

Ciel se impresionó, ¿Sebastian le había estado esperando?, ¿Además le había hecho la cena?, se sintió un poco mal por haberse ido sin decir nada.

-Ciel, aunque Sebastian no lo diga, estaba preocupado por ti.-le dijo Claude seriamente.

Ciel lo miro y asintió, entonces caminó por los pasillos hacia la habitación donde lo vio entrar. Tocó la puerta tres veces y escucho hablar a Sebastian.

-Si eres Claude, ya es hora de que te vayas, mañana debes trabajar y si eres el mocoso puedes irte por donde viniste.-le gritó del otro lado.

-¿Y si soy tu hijo?.-le preguntó con la mirada perdida.

Ciel se quedó callado ante lo que dijo, no había podido reprimir haber dicho eso.

Sebastian también se quedo callado, no sabía que decir.

-Vete.-dijo Sebastian enojado.

Ciel se fue a la cocina donde Claude lo estaba mirando

-Dime, ¿A donde fuiste Ciel?.-le preguntó serio.

-No te enojes tío Claude.-le dijo con carita de perro regañado.

-No me hagas esa cara que me puedes.-le dijo sobándose la frente.

Ciel solo sonrió

-Un amigo investigó la dirección de Sebastian y vino a buscarme para animarme.-le dijo tranquilo.

-¿Ah si?, que buen amigo y... ¿Que anduvieron haciendo?.-preguntó con curiosidad.

-No puedo decirte todo, pero...Hasta nos tiramos por las escaleras de un edificio abandonado.-dijo con una sonrisa.

Claude estaba con la boca abierta y los ojos como platos.

-¡¿Que?!, te podrías haber lastimado Ciel, esto, esto es muy serio, cuando encuentre a tu amigo lo voy a...

-Tío Claude, estoy bien solo quiso animarme y lo logró, ¿Acaso no estas feliz por eso? -preguntó con una sonrisa.

-Ah esta bien, mientras seas feliz, pero la próxima trata de divertirte no de una manera que termines posiblemente en el hospital.

-De acuerdo.

-Bien Ciel, ahora debes cenar, cuando llegamos con Sebastian y vimos que no estabas, Sebastian pensó que habías salido e ibas a volver temprano. Pero nos equivocamos por eso nos preocupamos por ti. Bueno en fin, Sebastian te cocinó su especialidad.-dijo sonriendo.

-Jajaja de acuerdo, a pesar de haber comido dulces tengo hambre.

-No comas tantos dulces que te puede hacer mal, toma come, yo ya debo irme. Nos vemos Ciel.-le deposito un pequeño beso en la mejilla y salió del penthouse.

Ciel comía tranquilo la cena que le había hecho Sebastian, se impresionó al comprobar que tenía muy buen sabor, le daba gracia que fuera lo único que sabía cocinar.

Ciel termino de cenar y se digirió de nuevo a la habitación donde se encontraba Sebastian.

-¿Sigues enojado conmigo papá?.-preguntó con vos triste.

-El que uses ese tono de vos conmigo no me enternece nada y menos el que me digas papá.-Le dijo enojado.

-¿Acaso no eres mi padre?, hay que aceptar la dura realidad, yo soy tu hijo y tu eres mi padre quieras o no. Si yo, que tengo doce años, lo acepte, ¿No crees que es tiempo de que tu también?.-le preguntó seriamente.

-¡no!.-le gritó enojado.

-Si te sirve de consuelo...La pasta estaba muy buena.

Ciel escuchó como Sebastian reía del otro lado, eso le hizo sonreír.

-Eres un mocoso idiota.-le dijo con fingido enojo, mientras abría la puerta.

-Tal ves, solo tengo doce años.-le dijo sonriente. Entonces vio que atrás de Sebastian había un piano.

-¿Tienes un piano de cola?.-preguntó impresionado entrando a la habitación.

-Si...¿Acaso no lo ves?.-preguntó con burla.

-Deja el sarcasmo de lado Michaelis.-le dijo enojado.-¿Sabes tocar?.-preguntó intrigado.

-No.-dijo desinteresado.

-¿Tienes semejante piano y no sabes tocarlo, estas bromeando?.-preguntó enojado.

-Ya, no te enojes. Lo tengo porque es demasiado hermoso.-le dijo con una sonrisa.

Ciel siguió acariciando el piano y se sentó en este.

-¿Puedo?.-preguntó esperando una respuesta afirmativa.

-¿Sabes tocar?.-preguntó sorprendido.

-Mi madre me enseñó desde pequeño a tocar el piano, ella tocaba como un ángel.-le dijo sonriente.-Cuando tenía la oportunidad me llevaba a una cabaña abandonada en una montaña, donde había un piano color blanco muy hermoso. Esa cabaña era de sus padres.-le dijo terminando el relato.

-Eso es increíble, bueno si quieres tocar, puedes hacerlo.-le dijo haciéndose el desinteresado.

(http://www.youtube.com/watch?v=7maJOI3QMu0)

Ciel abrió la tapa del piano y comenzó a tocar una hermosa melodía, era tan suave. Sebastian estaba impresionado al oírlo tocar tan bien. Aparte era la primera ves que escuchaba algo tan suave y dulce.

Ciel seguía tocando esa melodía hundido en sus pensamientos y recuerdos. Recordaba a su madre tocando esa bella melodía que le había enseñado. Sin querer sus ojos comenzaban a lagrimear de nuevo. Una ves termino la melodía. Se dio la vuelta y vio a Sebastian, viéndole impresionado.

Sebastian sin medir las palabras dijo lo primero que se le vino a la cabeza.

-Eso fue realmente hermoso Ciel.-le dijo impresionado.

Ciel se impresionó ante estas palabras y solo se sintió sonrojar.

-Gracias.-respondió apenado.

Sebastian al darse cuenta de lo que dijo desvió la mirada con un pequeño rubor en sus mejillas.

-Bien mocoso, ya es hora de dormir, ahora vete a tu habitación.-dijo cambiante su semblante a uno mas serio.

-¿Querrás decir tu habitación?.-preguntó burlón.

-Cállate y vete a dormir.-repitió enojado.

-Ya, de acuerdo, papi no te enojes.-dijo saliendo rápido del lugar donde estaba.

-Tsk, ese mocoso-dijo con 'asco'.

Sebastian aún no lograba acostumbrarse a que le diga papá, por mas que se lo dijera en forma burlona, no podía escucharlo cuando extrañas sensaciones comenzaban a invadirlo.

...

Ciel comenzó a desvestirse hasta que quedo solo en ropa interior, entonces Sebastian entró a la habitación.

Ciel al verlo se quedo helado y Sebastian se dio vuelta rápido.

-¡no vi nada!.-gritó apenado.

-¡Idiota!, toca antes de entrar.-le dijo enojado.

-Ah quien le dices idiota mocoso tarado, además es mi habitación no tengo porque tocar.-le dijo exasperado.

-Tsk...¿Que quieres?.-le preguntó.

-Yo solo venía a buscar unas almohadas mas para mi, por si no te diste cuenta estoy durmiendo en un sofá muy duro e incómodo.

-Bueno sal y entra cuando me haya vestido.-le dijo enojado.

-Ni de coña, buscaré mis almohadas y me iré.-Sebastian comenzó a caminar con los ojos cerrados, tanteando las paredes con las manos, para encontrar las almohadas.

-Eres la persona mas idiota que he visto en mi vida.

-Primero, mocoso maleducado, no soy idiota y segundo, la primera persona mas idiota del mundo es Claude y luego le sigues tu.-le dijo enojado.

Ciel solo chasqueó la lengua.

Sebastian seguía estirando sus manos para encontrar las almohadas y salir cuanto antes de la habitación. Pero tropezó y perdió el equilibrio, tirando a Ciel a la cama y quedando el sobre el primero.

Sebastian por reflejo abrió los ojos y se percató de que Ciel estaba sonrojado.

-Ya quítate idiota.-le dijo enojado poniendo sus manos en el pecho de este.

Por alguna razón el roce de las manos de ese niño en su pecho le causó un escalofrío placentero. Y sin darse cuenta tomo las manos del niño sobre la cabeza de este.

-¿Que haces idiota?, suéltame.

-¿Que pasa Ciel, estas nervioso?.-le pregunto en un susurro al oído.

-Se-sebastian.-dijo nervioso.

Sebastian acercó su rostro al de Ciel viéndole de cerca, ese niño era hermoso.

-Quien te crees que eres mocoso para irte de esa manera hoy, asustaste mucho al idiota de Claude.-siguió susurrándole.

-¿Tu no te preocupaste?, Claude me dijo que si, ¿Acaso están saliendo tus instintos paternales a flote Michaelis?.-le preguntó con burla.

-¿Que pasa si estaba preocupado por ti mocoso?.-le preguntó con cara de asco.

Ciel se quedo completamente helado, ¿Acaso estaba dándole la razón?.

Sebastian al darse cuenta de lo que hacía se paro rápidamente de Ciel.

-Yo...Lo siento.-agarró algunas almohadas y se fue dejando a un Ciel desconcertado.

Ciel no sabía en que pensar, eso había sido demasiado raro. Decidió no dar mas vueltas e irse a dormir. Le esperaba un fin de semana extraño.
Notas finales:

como habran visto trate de poner un poco de Ciel y Undertaker,no se preocupen que estos dos estaran solo de alguna manera para darle celos  Sebastian ni mas ni menos


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