Era un día muy lluvioso, se podían apreciar las nubes negras al mirar el cielo, había estado lloviendo desde la madrugada, pero al ser Londres era algo muy normal, ya que el clima allí siempre había sido húmedo. Ciel se encontraba bajando las escaleras para ir a desayunar, entonces vio a Sebastian el cual estaba preparando el desayuno, ¿Que tipo de buen despertar sería si no pudiera molestar un poco a su padre?.
-Oh buenos días, veo que estas preparando el desayuno, ¿Sera tu especialidad?.-le preguntó con burla.
-Ja no mocoso, tu tío me enseñó a realizar un par de comidas, ahora estoy preparando hot cakes con miel y capuccino con crema y chocolate rayado.-Le contestó mientras seguía cocinando.
Ciel debía admitirlo, lo que estaba haciendo Sebastian olía demasiado bien, le impresionó bastante que este se estuviera esforzando por aprender a cocinar...Para el.
-Bueno a tu favor, debo decir que lo que cocinas parece tener buena pinta-Dijo mientras miraba por sobre el hombro de Sebastian.
-¿Que te esperabas?, soy yo el que esta cocinando.-Le contestó con arrogancia mientras se giraba con dos platos.
-Tsk no te creas tanto papá.-Le cuestionó mientras agarraba los dos vasos con capuccino.
-¿Que hace ese maldito oso en mi silla?.-Preguntó mientras señalaba al oso que Ciel había ganado en la feria.
-Lo traje conmigo, es mi oso, no me pienso despegar de el-Respondió mientras se sentaba al lado del oso.
-Ah con tus caprichos envejeceré mas rápido.-Declaró a la ves que apoyaba cada plato en su lugar.
-¿Mas viejo de lo que estas?.-Contestó mientras le sonreía burlonamente.
-Oye mocoso, yo no estoy viejo, tengo veinticinco, ni mas ni menos.
-Eso ni tu te lo crees.-Contestó tomando de su capuccino.
-Enserio, es mas ¿Por que crees que tantas mujeres se me acercan? y ahora que me acuerdo, quiero hacerte una pregunta...¿Porque ayer hiciste lo que hiciste cuando me viste a punto de ligarme a una mujer?-preguntó mientras le sonreía pícaramente.
-No se de que hablas-Dijo desviando el tema de conversación.
-No mocoso, a mi no me cambies de tema, ¿Acaso estabas...celoso?-Preguntó mientras reía burlonamente.
-¿Celoso yo?, ¿De que cosa Michaelis?, ¿De esa cosa fea que te pensabas ligar? wau tu encanto atrae a cada mujer, te felicito-Le respondió con ironía.
-Bueno prefiero que se me acerquen tantas mujeres como quiera a que no se me acerque ninguna.-Insinuó mientras comía.
-¿A que te refieres con eso?.-preguntó enojado.
-A tu edad yo ya salía con chicas y no veo que tu atraigas a ninguna.-le dijo con burla.
-Eso es porque no se me da la gana, perdón por no ser un galán como tu.-Le dijo mientras le miraba serio.
-No es que no quieras, lo que pasa es que eres demasiado tonto para conquistar a alguien.-Contestó mientras se le reía en la cara.
-¿Así que no me crees capaz de seducir a alguien?-preguntó pícaro.
-Eso es lo que digo, un mocoso como tú no sabría ni siquiera como poner nerviosa a una mujer.-Le contestó mientras terminaba su desayuno.
-Te lo probare-mientras se acercaba a el.
-¿Que haras?-preguntó confundido.
-Sebastian desde que llegue a esta casa, no hago mas que pensar en ti-le susurró al oído.
-¿Eh?-preguntó nervioso.
-Eres mi padre y se que esto es prohibido, pero no puedo hacer nada, mi mente me lo ordena, te necesito-Le susurró mientras rozaba su boca con el cuello de Sebastian.
-Ci-ciel, ¿Que haces?-preguntó entrecerrando los ojos.
-Sebastian-susurró ya sobre sus labios.
Comenzó tratando de herir el orgullo de Sebastian, pero el ver a su padre, así de esa manera, tan nervioso, con los ojos entrecerrados, respirando agitado, de verdad iba a besarlo.
-¿Pero que rayos hacen?-preguntó enfadado.
Ambos de separaron rápidamente, no esperaban esa interrupción de parte de Claude.
-Y...¿Me van a contestar que estaban haciendo?-preguntó mientras levantaba una ceja.
-Una pestaña.-dijo Ciel como si fuera lo mas obvio del mundo.
-¿Eh?-preguntaron confundidos ambos pelinegros.
-Sebastian tenía una pestaña debajo del ojo, yo solo quería sacársela para que no le molestara, eso es todo-dijo serio.
-Ah...De acuerdo.-Contestó Claude.
Ciel solo suspiró cansado, entonces escuchó como su celular sonaba, lo atendió ante la mirada de ambos pelinegros.
-'¿hola?'.
-'Ciel soy yo, Undertaker'.
-'Ah Undertaker, ¿Como estas?'.
-'bien y tu'.
-'Bien'
-'Escucha, ¿Recuerdas que te dije que iba a ir a visitarte?'.
-'Si, me había olvidado'.
-'Bueno pensaba ir ahora, ¿Pero puedo?'.
-'Espera que pregunto'.
-Hey Sebastian, ¿Dejas que Undertaker venga?-preguntó dudoso.
-Ni loco mocoso, ya te tengo a ti para mi desgracia, no soportaré a otro mocoso mas.-dijo enojado.
-Sebastian no seas así, deja que su amigo venga-le dijo Claude enojado.
-No es no, ahora corta y termina tu desayuno mocoso.-Le dijo mientras señalaba el desayuno sin terminar de Ciel.
-'Tsk el ¡idiota! de mi papá no me deja'.-Le contestó a Undertaker por teléfono mientras miraba a Sebastian acusadoramente.
-A quien le dices idiota mocoso maleducado-Respondió enojado su padre.
-'Así que tu padre no te deja...bueno sube a tu habitación'.
-'¿Que,para que?'.
-'Solo sube Ciel'.
-'Ya, de acuerdo'.
-Me voy a hablar arriba-Dijo Ciel mientras salía de la cocina.
-Tsk, mocoso bastardo-dijo enojado.
-Que te dije de decirle así-Le dijo Claude enojado mientras le pegaba en la cabeza.
-Auch, ¿Desde cuando tu me levantas la mano?-Le respondió enojado mientras se sobaba el lugar golpeado.
-Tendrías que haber dejado que trajera a su amigo-dijo enojado.
-Es mi casa y son mis reglas-Le respondió Sebastian mientras le miraba serio.
-Es tu hijo, debe tener ciertos privilegios ahora esta también es su casa.
-Tsk me da igual.-Respondió mientras miraba la puerta por donde se había ido Ciel.
...
-'Undertaker, ¿Porque haces que suba a la habitación?'.
-'ya veras'.
Ciel una ves en la habitación se sentó en la cama todavía hablando con Undertaker.
'Abre la ventana Ciel, hace frío'.
Ciel un poco aturdido abrió la ventana y con la sorpresa que se encontró, Undertaker estaba parado sobre una viga, a punto de saltar a la ventana.
-Undertaker, ¿Que haces?, te vas a matar.
-No te preocupes, hazte a un lado Ciel-Pidió mientras se preparaba para saltar.
Ciel solo obedeció y vio como su amigo tomaba impulso, en menos de lo que dura un parpadeo Undertaker estaba dentro.
-¿Undertaker que haces aquí?-preguntó dudoso.
-Sospeche que tu padre no dejaría que yo viniera, así que...me metí y ya-Le contestó mientras reía.
Ciel solo rió con el, su amigo estaba loco.
Entonces los dos se quedaron callados, observándose, hasta que Ciel notó que Undertaker estaba todo mojado.
-Undertaker, estas todo mojado, ven.
Undertaker se sentó observando cada paso que Ciel realizaba. Ciel sacó del placard una remera con uno de sus pantalones. Tardaba tanto que Undertaker apoyó la cabeza en la almohada quedándose dormido.
-Bueno creo que con esto basta...-No terminó de hablar al ver a su amigo dormido.
-Undertaker, despierta, ¿Hey tanto sueño tenías?.-preguntó divertido mientras zarandeaba a su amigo.
-Disculpa Ciel, anoche no dormí mucho-Se disculpó mientras se sentaba y bostezaba.
-Ahora toma la ropa y cámbiate.-le pidió mientras le daba la ropa.
-No Ciel, yo estoy bien así-Le dijo mientras volvía a acostarse.
-Oye vamos no seas así, cámbiate-Pidió mientras comenzaba a forcejear con el.
-Que no-le dijo riendo.
Ciel terminó sentado sobre la cadera de Undertaker mientras ambos reían.
-Bien si tu no te cambias lo haré yo-mientras apoyaba sus manos en el pecho de este.
-Anímate-le dijo burlón.
-¿No me crees capaz?-Le dijo mientras reía.
Ciel comenzó lentamente a sacar la remera de Undertaker, una ves que lo hizo, se quedo embobado mirando el pecho blanco de este y entonces se detuvo al ver un tatuaje a un costado de este.
-No sabía que tenías un tatuaje, ¿No eres demasiado pequeño para eso?.-preguntó con una ceja alzada.
-Me lo hice cuando salí del orfanato, no es para tanto.-Le respondió mientras volteaba los ojos.
Ciel sin saber lo que hacía comenzó a repasar el pecho de Undertaker con su mano, logrando estremecerlo.
Cuando llegó su mano a la cara de Undertaker, ambas miradas se quedaron fijas y de nuevo comenzaron a acercarse lentamente. Ciel estaba a unos centímetros de besar a Undertaker hasta que...
-Mocoso, Claude me hizo recapacitar y te voy a dejar que traigas a tu ami...-se quedó callado al ver la escena que tenía delante. Ciel sobre Undertaker, este sin remera, a punto de besarse.
-¡Pero que es esto!-gritó indignado.
-Yo lo puedo explicar-dijo Ciel nervioso.
-Que me vas a explicar mocoso, ahora si te voy a castigar-dijo enojado.
-Que son todos esos gritos Seba... oh- dijo Claude sorprendido al ver lo mismo que Sebastian.
-Yo...yo-repetía Ciel nervioso.
-Yo vine a visitar a Ciel y el solo me quiso ayudar a cambiar mi ropa mojada.-respondió Undertaker por Ciel.
-Tu te puedes cambiar solo, ya estas grandecito, y tu, mocoso,ahora te las veras conmigo.
-Espera Sebastian, aclaremos esta situación, primero, tu vete-Dijo Claude mientras señalaba a Undertaker.
-Pero tío Claude-reprochó Ciel enojado.
-Pero nada Ciel, vete-mientras volvía a ver a Undertaker.
-Nos vemos el lunes Ciel-Le dijo mientras saltaba por la ventana.
-¿Tu amigo sabe que hay puerta?-preguntó Sebastian dudoso.
-Tsk.-Dijo Ciel mientras se sentaba en la cama.
-Mocoso, quien te crees que eres para entrar a un chico aquí sin mi permiso, y encima estaba semi-desnudo, y tu estabas sobre el- le decía acusadoramente Sebastian.
-Solo estaba ayudándolo a vestirse.-dijo Ciel enojado.
-Ciel tu sabes que yo siempre te cuido y protejo de Sebastian-dijo Claude comprensivo
-Oye-dijo Sebastian enojado.
-Pero esta ves te pasaste, y no me digas que no porque estabas a punto de besarlo por la posición en la que estabas, eres demasiado chico para eso. Aceptaras cualquier castigo que te ponga tu padre esta ves.-dijo serio.
-Oíste eso mocoso, yo gano-Dijo Sebastian mientras reía burlón.
-Me da igual, ¿Ahora que harás?-pregunto Ciel serio.
-Te pondré el peor castigo, pedirás perdón de rodillas ,querrás acabarlo cuanto antes, suplicaras piedad-decía sádico.
-¿Cual sera?-dijo asustado Ciel.
-Nunca castigué a nadie así que...Claude ayúdame.-dijo dudoso Sebastian.
A Ciel y a Claude les salió una gotita estilo anime en la cabeza.
-Bueno viendo que Sebastian es un completo idiota para imponer un castigo, yo lo haré. Te quedaras toda la semana sin tu teléfono y no podrás volver a salir hasta el próximo fin de semana.
-¡Que!, ¿No te parece que estas exagerando?-gritó enojado.
-Para nada, ahora dale tu celular a Sebastian-Pidió mientras le miraba serio.
-Tsk toma.-Dijo enojado mientras le tendía el celular a Sebastian.
-Bien yo ya debo irme, adiós Sebastian y adiós Ciel, cumple tu castigo-Le pidió mientras se retiraba de la habitación.
-Así que el mocoso, estaba por dar su primer beso-dijo Sebastian burlón.
-No iba a ser mi primer beso, yo ya he besado a muchas personas-Dijo mientras desviaba la mirada. Tratando de que no descubriera su mentira.
-¿Tu? jajaja no me hagas reír, eres un mocoso, ni debes tener experiencia en besar.-dijo burlón
-¿Crees que no?, ¿Quieres que te lo demuestre?-Preguntó mientras se acercaba a el.
-Haber si te atreves mocoso-dijo burlón.
Ciel ya sacado de sus casillas agarró la cara de Sebastian entre sus manos, y sin pensar lo que estaba por hacer a su propio padre, lo besó.
Sebastian estaba con los ojos abiertos por la impresión, iba a alejarse, es decir, era su hijo al que estaba besando, pero algo en su interior se removió, el calor en su pecho aumentó y solo cerró los ojos.
Ciel comenzó a mover sus labios junto con los de Sebastian, logrando una combinación perfecta de movimientos, Sebastian se dejó llevar y con su lengua repasó los labios de Ciel pidiendo permiso, Ciel no tardo ni un minuto en saberlo y se lo concedió. Ambos jugaron con sus lenguas haciendo ese beso cada ves mas apasionado. Sebastian tiró a Ciel sobre la cama haciendo que este quedara de espaldas a la cama. Ambos comenzaron a descontrolarse, su respiración estaba agitada. Sebastian acarició las piernas de Ciel haciendo que este se estremeciera, Pegó su pelvis a la de Ciel. Sus cuerpos se friccionaban entre si, buscando un roce mas satisfactorio, jadeos comenzaban a salir de sus bocas. Sebastian bajó una mano hasta la entrepierna de Ciel, entonces Ciel al sentir esta caricia volvió a la realidad.
-¡Pero que estamos haciendo!-gritó Ciel eufórico.
Sebastian estaba con los ojos abiertos por la impresión, sentado en la cama se preguntaba, ¿Que acababa de hacer con su propio hijo?.
-No se como pasó esto Ciel, en serio discúlpame, no se como logré que, que...
-Yo, tu eres mi padre, ¿Como pude besarte?, esto no tendría que haber pasado.
-¡Por Dios!, somos hombres, tu eres un niño y encima mi hijo, como fui capaz de seguir con esto-dijo histérico.
-Sebastian, esto pasó porque pasó, ni mas ni menos, nos dejamos llevar por nuestros impulsos, solo olvidémoslo, ¿De acuerdo?-Preguntó mirándolo dudoso.
-Si tienes razón, olvidemos esto-Dijo mientras salía de la habitación.
Ciel solo se sentó en la cama a pensar en lo que paso, ¿Como es que dejo que pasara eso con su padre? entre duda y duda se quedo dormido.
...
Ciel despertó y se dio cuenta que era de madrugada, las cinco y media de la mañana, no tenía mucho sueño así que mejor, se levantaba y comenzaba a prepararse para el colegio
Primero entró al baño a bañarse, luego se vistió y cepilló su cabello, acomodó lo que llevaría en la mochila y bajo, encontrando a su padre dormido en el sillón, esta imagen le enterneció un poco, Sebastian estaba dormido a lo largo del sillón con sus ojos cerrados, tan tranquilo, y de pronto las ganas de besarlo le invadió, sabía que lo que pensaba estaba mal, pero por otro lado, estaba dormido, sería algo así como una recaída.
Lentamente se acercó a este, estaba hipnotizado por la belleza de ese hombre, y el perfume de este que inundaba sus fosas nasales. Estaba a punto de besarlo cuando, escuchó algo que le causo gracia.
-Mmm, maldito mocoso, hice pasta-decía Sebastian entre sueños mientras se movía en el sillón.
Ciel se cubrió la boca para no largar una carcajada y se dirigió a la cocina.
Desayunó lo que había quedado del día de ayer hasta que vio como su padre entraba medio dormido a la cocina, este ni se percató de la presencia del menor, entonces comenzó a beber un poco de agua y se quedo pensando en vos alta.
-Ese mocoso hoy debe ir al colegio, no he podido dormir nada por pensar en el maldito beso de ayer, ese mocoso me volverá loco-Dijo mientras tomaba un poco de agua.
-¿Quien te volverá loco papá?-dijo Ciel con burla.
Sebastian se atragantó con el agua al escuchar a Ciel.
-Mocoso, ¿Desde cuando estas ahí?-Preguntó nervioso.
-Desde que entraste a la cocina.-dijo burlón.
-Tsk, ¿No debes ir al colegio?-preguntó tratando de evitar el tema de lo que había sucedido.
-Si, ahora en unos minutos voy a ir al colegio-Le contestó mientras terminaba su desayuno.
-¿Quieres que te lleve?-preguntó dudoso.
-No, prefiero ir caminando, tu auto es muy ostentoso.-dijo desinteresado.
-Encima que quiero hacerte un favor me sales con eso-Le respondió mientras limpiaba su remera mojada.
-No necesito ningún favor.-dijo con burla-bueno yo ya debo irme sino llegaré tarde, adiós papá-Le dijo Ciel mientras le daba un beso en la mejilla y salía de ahí.
Sebastian se impresionó un poco ante esto, ¿Porque?, porque cuando Ciel le llamó papá, esta ves lo hizo sin una pizca de burla, eso le hizo por alguna razón sentirse bien, el que de alguna manera ese chiquillo lo aceptara como su padre le hacía feliz. Dejando de pensar en esto se dirigió a su habitación a vestirse para ir al trabajo.
...
Ciel iba caminando hacia el colegio, cuando comenzó a sentirse observado, comenzó a mirar para todos lados, tratando de encontrar ese alguien, pero se encontraba solo en la calle, al ser tan temprano muy pocas personas salían a la calle. Trató de olvidar estos pensamientos y seguir caminando tranquilo, pero comenzó a escuchar pasos atrás suyo, de nuevo se giró y no vio a nadie, comenzaba a desesperarse y de la nada comenzó a correr, cuando divisó a lo lejos el colegio, corrió rápido y llegó, veía como todos los chicos entraban y divisó a sus amigos, estos al verlo corrieron a verlo.
-¡Ciel!, nos contaron lo que pasó, no tienes idea como lo siento, si quieres puedes venir a vivir conmigo, ¿si?-preguntó Elizabeth mientras le abrazaba.
-Lizzy, me asfixias.-dijo de color azul.
-Oh cuanto lo siento-Le dijo mientras se separaba de el.
-Escuchamos lo que paso Phantomhive, de enserio lo sentimos-le dijo william serio como siempre.
-Gracias will, igual ahora estoy viviendo con mi padre-dijo como si nada.
Todos se quedaron callados ante esto, ¿Ciel tenía un padre?
-¿No era que no tenías padre?-preguntó confundido William.
-Ah yo creía lo mismo, es una larga historia, al final mi padre biológico si estaba vivo, pero después les cuento, ahora entremos al colegio que se nos hace tarde.
Todos entraron al colegio y como siempre, discuciones entre Ronald y William, una Lizzy enamorada, un profesor pelirrojo bailando, un Undertaker riendo tétricamente y haciendo dibujos de calaveras, esencialmente normal.
Ciel se sentía a gusto estando en la escuela, ya que le hacía pensar en la vieja vida que llevaba, el día pasó sin mas y llegó el momento de irse a casa.
Ciel de nuevo en el trayecto a casa sintió que lo seguían, pero evitó todos esos pensamientos y llegó al departamento.
-¿Mocoso, ya llegaste?-preguntó Sebastian mientras salía de la cocina.
-No, soy un holograma, claro que si-dijo Ciel con burla.
-Hablame bien mocoso, soy tu padre, merezco mas respeto-dijo enojado.
-De acuerdo, De acuerdo, no te enojes.-Le dijo mientras dejaba su mochila en el clóset con los abrigos.
-¿No debes hacer tarea?-preguntó serio.
-Si-le contestó mientras se sentaba a mirar t.v sin interesarle lo que decía Sebastian.
-¿Piensas hacerla?-preguntó Sebastian serio y con sarcasmo.
-Si, pero mas tarde, ahora quiero ver t.v, así que no molestes-dijo Ciel con cansancio.
-A mi no me hablas así mocoso-le dijo mientras se sentaba a su lado.
-Como quieras-Le contestó mientras cambiaba los canales, dejando una película de terror.
Ciel comenzó a ver feliz su película hasta que Sebastian la cambió.
-¿Oye, que haces?-preguntó enojado.
-Ya me aburrió, voy a ver otra cosa-dijo serio.
-Dame el control.
-No.
Ciel comenzó a forcejear con Sebastian por el control remoto, ambos de alguna manera se divertían y comenzaron a reírse.
-Ja lo tengo-dijo Ciel triunfante con el control en la mano.
-No por mucho-Dijo Sebastian comenzando a hacerle cosquillas.
-Jajaja, ya papá, basta-Dijo Ciel mientras reía sin parar.
-Dame el control mocoso, o te seguiré haciendo cosquillas-le dijo con una sonrisa.
-Jamás-exclamó Ciel exagerando.
ambos siguieron riendo, hasta que Sebastian quedó sobre Ciel, en ese momento ambos de detuvieron y se vieron a los ojos.
Ambos se sonrojaron levemente ante la cercanía del otro.
-Mocoso, te odio-dijo enojado.
-¿He? ¿y ahora que te pasa?-preguntó Ciel con enfado.
-¿Que me pasa?, por primera ves en mi vida, siento que me estoy encariñando con alguien, y ese alguien eres tu, por alguna razón me gusta la idea de ser tu padre-confesó enojado.
Sebastian al darse cuenta de lo que dijo trató de excusarse.
-Yo lo que quiero es decir es que esto yo...- decía nervioso. Pero Ciel lo sorprendió con un abrazo, que hizo que su corazón se detenga.
-Se que es difícil para los dos, pero yo también siento que me estoy encariñando contigo, a pesar de que me llames mocoso todo el tiempo y que peleemos sin parar, me siento orgulloso de ser tu hijo y haber caído en tus brazos, antes de caer en brazos de alguien que me lastimara, gracias a pesar de todo por cuidarme y darme todo lo que necesito para vivir bien.-confesó en un susurro.
Sebastian solo sintió su corazón lleno de orgullo al escuchar esas palabras, ese niño lo estaba cambiando, ahora se sentía realmente orgulloso de tener a Ciel como hijo.
Sebastian solo lo abrazo también, no supieron cuanto tiempo pasó, envueltos en ese abrazo, el mundo no existía, eran tan solo ellos dos y nadie mas, querían quedarse así por siempre.
Sebastian vio como Ciel se había dormido en sus brazos. Y sin despertarlo lo llevo a la habitación donde lo dejo en la cama. Y antes de salir depositó un beso en su frente.
-Te quiero hijo-dijo antes de salir de la habitación.
Ciel que se hizo el dormido todo el tiempo abrió un poco los ojos y vio que ya estaba solo en la habitación.
-Yo también te quiero papá-dijo con una pequeña sonrisa mientras caía en un profundo sueño.
Ambos sabían que algo había cambiado ese día, su relación no iba a ser igual, ambos sabían que se necesitaban, y se querían por ser padre e hijo.
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