Ciel se encontraba en el colegio, aunque, había algo que llamaba la atención a sus compañeros y era que este se encontraba mas pensativo de lo normal, había hablado poco y nada, en las clases varias veces le llamaron la atención por no atender, apenas había copiado las tareas que el profesor Grell había puesto. Undertaker, su mejor amigo, tampoco había pasado desapercibida esta actitud y esperó tan solo un rato en el cual lo observó para ir a preguntarle por su estado.
-¿Ciel, te encuentras bien?
-...
-Ciel...Ciel...¡Ciel!.-gritó exasperado ante la actitud del ojiazul.
-Oh perdóname Undertaker, ¿Que sucede?
-Te pregunte que te pasa, estas raro desde que entraste al colegio y me preocupas demasiado, dime, ¿hay algo que te haya pasado?.-preguntó serio.
Ciel lo miró dudoso antes de hablar.
-Ah Undertaker, eres mi mejor amigo, a ti no puedo ocultarte nada, hay algo que hace días viene ofuscándome, es algo que hace que mi cabeza explote, no puedo pensar nada mas que en eso.-dijo seriamente.
-Dime que es Ciel, tal ves pueda ayudarte en ese problema.-Dijo mientras le dedicaba una cálida sonrisa.
-Debo empezar por el principio, primero, ¿recuerdas el primer día que me mude con Sebastian?, ese día en el cual murió mi madre-Preguntó mientras miraba el techo con nostalgia.-Ese día mi madre tenía una entrevista de trabajo importante, iba a entrevistar a la empresa Michaelis Global, la compañía de mi padre.-Dijo mientras miraba a Undertaker de reojo.
-No entiendo a donde quieres llegar con esto Ciel.-dijo dudoso.
-Entonces debo seguir. Mi madre sabía de quien había quedado embarazada años atrás, obviamente de Sebastian, lo que yo me pregunto es, si mi madre que sabía de quien había quedado embarazada y encima me había mentido a mi sobre su fallecimiento, ¿Que es lo que ella iba a ir a hacer en la empresa de mi padre?, es decir, se supone que no quería saber nada del hombre que la abandono con una criatura en su vientre. ¿Que es lo que necesitaba ella en la empresa de mi padre?,¿Acaso iba a ir a decirle que tenía un hijo luego de años?, ¿Le confesaría la verdad?.-preguntaba dudoso.
-Viéndolo desde ese punto de vista, analicemos la situación. Hipotéticamente hablando, si yo fuera una mujer, a la cual dejaron embarazada a temprana edad y encima se de quien es el hijo, lo primero que haría es decirle a esa persona que estoy embarazada y viéndolo desde el punto de vista de tu madre, según ella, te crió solo porque no le dijo a Sebastian que estaba embarazada. Pero entonces la pregunta sería...
-¿Porque no le dijo la verdad desde el principio?.-completó Ciel.
-Exacto, tu madre no tenía recursos, no tenía familia, estaba completamente sola, si yo tuviera un hijo y no tuviera recursos para cuidarlo, le pediría ayuda al padre.-dijo entendiendo la situación.
-Pero no veo porque no le dijo la verdad desde el principio, es decir, se que ella tenía buen corazón, pero pedir ayuda nunca esta demás.-decía entre susurros.
-¿Y si tu padre te oculta la verdad?, ¿Y si en realidad el sabía de tu existencia pero estuvo mintiéndote todo el tiempo?.-preguntó dudoso.
-No Undertaker, mi padre es un paranóico, desde el instante en que me vio no me soportó, si hubiera sabido de mi existencia, hubiera tomado provecho desde el principio y hubiera pasado un poco mas desapercibido.-le decía preocupado.
-Tienes razón, entonces la duda esta en eso, que iba a hacer tu madre en la empresa de Michaelis y porque ocultó la verdad desde el principio.
-El día que mi madre murió, sus pertenencias pasaron a ser parte de mi padre, no solo los objetos personales, sino también el maletín que llevaba al trabajo, donde ella tenía todos los papeles de la entrevista.
-¡Ciel!, tu madre se dirigía al trabajo ese día, por lo tanto obviamente llevaba el maletín, en este seguro hay algún indicio de lo que iba a realizar en la empresa Michaelis, seguramente hay alguna pista en ese maletín.
-Necesito recuperar ese maletín, ¿Pero en donde estará?.-preguntaba dudoso.
-Si los bienes de ella pasaron a ser de tu padre, justo ese día, lo mas seguro es que el maletín este en la empresa de tu padre, debe tenerlos en su oficina.-le dijo serio.
-No puedo decirle a Sebastian que me de el maletín, sospechará de lo que quiero saber y no tengo una buena excusa para eso, aparte si el está metido en todo esto, cosa que no creo y no quiero creer, no puede saberlo tampoco. Necesito que me ayudes Undertaker...Debemos infiltrarnos en la empresa.
-Tienes razón, primero necesitamos que tu consigas los horarios de la empresa, sistemas de seguridad, cámaras, horas de vigilancia y entrada y salida de cada empleado. Una ves sepamos todo esto, veremos a que hora ingresamos y por donde.-Dijo dudoso.
-Veré si hoy puedo ir a visitar a mi padre a la empresa y sacar los archivos por computadora. Sería arriesgad buscar el maletín a plena luz del día con todos los empleados allí
-Bien, entonces nos veremos mañana, trae toda la información que puedas, dile a tu padre que mañana iras a mi casa luego del colegio.
-No me dejará, estoy castigado por lo de la última ves, mejor mañana no entramos al colegio.
-Si tienes razón. Mañana nos veremos no olvides nada.-Pidió mientras salía del colegio.
Ciel recogió sus cosas y se quedo solo en el salón unos minutos, tan solo pensando en lo que iba a realizar.
-Si logro descubrir todo lo que hay detrás de esto, tal ves logre descubrir algo de mi pasado, todas esas pesadillas que he tenido hace días no son por nada, aparte esto esta ligado con esta maldita sensación que tengo todos los días de que alguien me observa, siento que si no me apuro, algo pasará.-pensaba el ojiazul saliendo del salón directo para su hogar.
...
Ciel se encontraba llegando a su hogar, se sorprendió al ver que Sebastian no estaba ahí, es mas, todas las luces estaban apagadas, no se oía ni el vuelo de una mosca, entonces escuchó un ruido que salía de la cocina.
-¿Hola?, ¿Sebastian eres tu?.-preguntó dudoso.
Ciel veía que había una nítida luz en la cocina, se iba acercando lentamente.
-Oh Ciel ya llegaste.-dijo con una leve sonrisa.
-Ah tío Claude, eres tu.-Dijo mientras suspiraba tranquilo.
-Si, oye, venía a decirte que Sebastian se quedará hasta tarde en la oficina trabajando, por lo tanto iba a hacerte algo de comer.
-Bueno viéndolo de ese modo, pero, ¿Claude tu ahora que harás?.-Preguntó ya mas tranquilo.
-Volveré a la oficina ¿porque?, solo salí por unos momentos de allí para decirte lo de Sebastian.
-Tío Claude, ¿Habrá una posibilidad de que tu me lleves a la empresa de papá?.-preguntó curioso.
-Oh...¿Enserio quieres ir?-preguntó dudoso.
-Si, la verdad quisiera conocer el lugar en donde mi padre trabaja.
-Oh entonces te llevare, no creo que haya ningún problema.-Dijo mientras agarraba las llaves del penthouse.
-Entonces vamos.-Dijo con una sonrisa.
Ambos salieron del penthouse y se dirigieron a la empresa, Ciel estaba nervioso, debía hacer bastantes cosas una ves que estuviera en Michaelis Global, encima sin ser visto. Entre palabra y palabra Ciel y Claude llegaron a la empresa, donde vieron que Sebastian estaba hablando con la secretaria con unos papeles en la mano.
Sebastian al ver a Claude con Ciel se sorprendió, ¿Que hacía Ciel ahí?.
-Hola papá.-dijo Ciel mientas le daba un beso en la mejilla.
-Hola Ciel, ¿Que haces aquí?.-preguntó dudoso.
Si, ese era su trato desde la última ves que hablaron, desde que se dijeron que ya se estaban tomando aprecio y que se dieron un abrazo diciéndose lo orgullosos que estaban el uno del otro, su relación era mas profunda, se trataban mejor, seguían teniendo peleas como todo padre e hijo y también se burlaban el uno del otro cuando tenían oportunidad, pero al menos por ahora se llamaban por los nombres.
-Es que encontré a Claude en casa, el iba a hacerme algo de comer porque tu te quedarías aquí hasta tarde, entonces le pedí que si podía traerme.-dijo con una media sonrisa.
-¿Que?, ¿tanto me extrañabas?.-Preguntó burlón.
-Ja, extrañaría mas a una roca que a ti.-Dijo mientras reía con sorna.
-Hey mocoso.-le dijo enojado.
Su relación había mejorado, pero cada tanto a Sebastian se le escapaba decirle “mocoso” a Ciel.
-Ok, ok, no te enojes papá, solo quería conocer el lugar donde trabajabas, se ve bien.-Dijo mientras observaba a su al rededor.
-Era obvio que mi empresa sería así de lujosa.-dijo arrogante.
-Tks, no te creas tanto papá.-dijo serio, pero entonces un sonido que salió de su estómago lo hizo sonrojar.
-¿Tienes hambre Ciel?.-preguntó con burla.
-¡Cállate!, es que salí del colegio y al final no comí.-Reveló tratando de borrar su sonrojo.
-Es verdad que no comiste nada cuando llegaste, ¿Que tal si te voy a buscar algo a la cafetería?.
-De acuerdo.
-Yo te acompaño Claude, quiero ir a buscar un café y Ciel si quieres puedes recorrer la empresa, trata de no perderte y no entres a ningún lado y menos llegues a romper algo.-Dijo con una pequeña sonrisa.
-Ya, ya , no soy un niño pequeño.-Dijo mientras daba media vuelta y comenzaba a caminar.
Ciel antes de seguir caminando se giró y registró haber perdido a los dos pelinegros de vista.
-Es hora.-Susurró para si.
Ciel recorría oficina tras oficina, tratando de encontrar una que fuera la mas lujosa que obviamente sería la de su padre por ser dueño de la empresa. Entre puerta y puerta que abrió, en una se encontró con una oficina bastante lujosa, con una vista realmente increíble, en esta también había un piano, lo cual hizo que le saliera una vena en la frente, ese hombre solo compraba pianos para presumir, ni siquiera sabía tocar.
-Bien buscaré los datos aquí-Se dijo para si mientras se sentaba en el escritorio donde había una computadora con una impresora.-Debo apurarme.-susurró nervioso.
Comenzó a buscar un archivo donde estuvieran los datos de la empresa, obviamente este estaba oculto, lo buscó y lo buscó hasta que lo halló entre archivos falsos, obviamente para cubrir la información. En este se encontraban los archivos de los empleados, horarios de salida y de entrada.
-Bien, ahora solo faltan las cámaras de seguridad y entradas de la empresa.
Buscó un poco mas hasta que encontró un archivo en el cual estaban la cantidad de cámaras que había en toda la empresa y encontró un par de entradas principales en esta.
-Rayos, ¿Debo imprimir todo esto?, Debo apurarme, Sebastian y Claude deben estar saliendo de la cafetería.-Se dijo con preocupación.
Ciel comenzó a imprimir la información que había revelado, pero la maldita impresora tardaba demasiado.
-¡Vamos maldición!, ¡Funciona que no tengo tiempo!.-gritó exasperado.
Antes de terminar de maldecir, la impresora comenzó a funcionar de manera mas rápida. Esperó unos segundos mas y ya tenía toda la información en papeles, los cuales guardo en la mochila del colegio que traía consigo.
-Bien esto ya esta, ahora debo volver.
Ciel salió de la oficina y para su suerte no encontró a ese par de pelinegros, siguió caminando hasta llegar de nuevo a la sala principal de la empresa, donde encontró a Claude y Sebastian de espaldas.
-Lo siento mucho, me perdí por la empresa, es realmente grande.-mintió.
-Ciel, te dije que te perderías, mira te traíamos leche con unas galletas pero la leche ya esta fría.-dijo frustrando.
-De verdad lo siento, pero igual recordé que tengo mucha tarea y debo regresar a casa a realizarla, comeré algo allá, adiós papá, adiós Claude.-Se despidió mientras salía de la empresa.
-¿No crees que esta actuando raro?.-Preguntó dudoso.
-No se, tal ves esta cansado eso es todo.
...
Ciel caminaba lentamente pensando en todo lo que debía hacer el día de mañana, iba a ser un día agitado, no solo para el si no para su mejor amigo que le ayudaría con todo esto. Mientras caminaba decidió llamar a Undertaker para avisarle que ya todo estaba listo.
-'Hola Undertaker'.
-'Hola Ciel, supongo que me llamas para lo que estoy pensando'
-'Exacto, he logrado conseguir toda la información'.
-'Genial, mañana no vayas a olvidarla'.
-'No te preocupes, mañana todo estará en orden, descansa bien que lo que vamos a hacer llevará tiempo'.
-'De acuerdo, nos vemos mañana Ciel'.
-'Hasta luego'.
Una ves se despidió de Undertaker llego al penthouse y prendió todas las luces, ahí preparo todo lo que llevaría mañana.
Cuando termino se sentó en el sillón a ver t.v ,obviamente lo de su tarea era mentira, no le habían dado nada, mejor dicho, no había copiado nada, pero eso que importaba después se la pediría prestada a Undertaker. Entre canal y canal que pasaba, el sueño le ganó y cayó dormido en el sillón.
-Hey despierta Ciel, Ciel, ¡Ciel!.-Gritó el pelinegro exasperado.
-¿Que?, ¿Que paso?, ¿Donde estoy?.-preguntó sobresaltado.
-Tranquilo, te dormiste en el sillón, apuesto a que me esperabas.-le dijo burlón.
-Ya quisieras.-entonces de nuevo su estomago rugió.
-¡Ciel!, ¿Acaso no comiste?, No te das cuenta que te hará mal a la salud.-dijo enojado.
-Lo siento es que termine de hacer la tarea y luego estaba tan cansado que vine a recostarme al sofá.-Dijo mientras sobaba sus ojos.
-Te haré algo de comer.-Dijo mientras le miraba serio.
-Oye ya veo porque te quejas por dormir aquí, este sillón es muy incomodo.-le dijo mientras se estiraba.
-Ja, ¿Ya ves lo que paso cada noche?.
-¿Porque no duermes conmigo?.-preguntó como si fuera lo mas normal del mundo.
Sebastian ante esto se impresionó un poco, y mas porque le agarró unas cosquillas en su estómago al imaginarse a el y Ciel compartiendo -¿Rstas seguro?.-preguntó con una ceja alzada.
-Si, después de todo en realidad es tu habitación.-Dijo mientras salía para la cocina.
-Entonces desde hoy duermo contigo-Dijo mientras seguía al ojiazul.
Una ves que llegaron a la cocina, Sebastian se dispuso a cocinar.
-Bien te haré la cena, ¿Que puede ser?.-se preguntaba a si mismo.
-¿Pasta?.-dijo Ciel con sorna.
-Oye, ya dejé eso de la pasta, he aprendido en estos días las recetas que Claude me ha dado. Creo que haré roast Beef con vegetales salteados.
-Hum suena bien, ¿puedo ayudarte?.-preguntó Ciel contento.
-Claro, primero tráeme un huevo para hacer el condimento para los vegetales.-Dijo mientras se ponía un delantal blanco.
Ciel agarró lo que necesitaba del refrigerador para luego dirigirse hacia Sebastian. Este le iba indicando lentamente todo lo que debía realizar.
En una pequeña compotera de vidrio partió un huevo y lentamente y con cuidado separo la yema y coloco la clara en esta.
-Bien, ahora mezcla, sal, pimienta roja , aceite y ...albahaca.-Dijo mientras le pasaba todos los ingredientes.
Ciel siguiendo cada paso de su padre así lo hizo, comenzando a revolver la mezcla, la que ya comenzaba a largar un olor exquisito.
-Bien yo comenzaré a cocinar la carne y cortar los vegetales, tu termina eso.
Ciel perdido en sus pensamientos comenzó a revolver salpicando un poco a Sebastian.
-Oye Ciel, Ciel, ¡Ciel!.-gritó cuando Ciel ya había tirado la mitad del condimento sobre el.
-Oh lo siento yo...-no termino de hablar al ver el rostro de Sebastian, lleno de condimento.
-Estabas distraído y mira lo que hiciste.-dijo fingiendo enojo.
-jajaja es que yo, jajaja lo siento yo jajajaja.-comenzó a carcajearse ante la cara de Sebastian llena de condimento.
Sebastian se contagio por la encantadora risa de Ciel y comenzó a jugar con el.
-Me veo chistoso así, ¿Que tal tu?.-preguntó mientra le tiraba un poco de la mezcla en el rostro.
-¡Oye!.-le gritó con fingido enfado.
Así comenzaron a jugar tirándose comida el uno al otro hasta que Ciel, quien estaba sentado en la mesada, casi se resbala de esta, haciendo que Sebastian rápidamente lo tomara en brazos, haciendo sonrojar al menor.
Ciel se quedo paralizado al sentirse sobre los brazos de su padre, y se le quedo viendo, en ese momento Sebastian estaba con una sonrisa y la cara llena de condimento, entonces al instante pensó.
-”este hombre no puede estarme ocultando nada, no es un mentiroso, es mi padre y el nunca me mentiría, el no tiene nada que ver en todo lo que me pasa”.
Ciel salió de sus pensamientos y se quedo viendo fijamente a Sebastian, estaba tan feliz de tenerlo como padre, que hasta sus acciones lo delataban.
Ciel agarró la cara de Sebastian entre sus manos y le dio un pequeño beso en la punta de la nariz, llenando sus labios de un poco de condimento, que al acto retiro con su lengua.
Sebastian lo miraba con un pequeño rubor en sus mejillas, ¿porque demonios se sonrojaba?, era su hijo , no tenía porque avergonzarse.
Se había formado un silencio realmente incómodo, que fue cortado por Ciel.
-Ya estamos listos para meternos en el horno.-susurro en el oído de Sebastian en broma.
Sebastian solo rió ante la ocurrencia de su hijo y luego lo dejo en el piso.
-Bueno Ciel, creo que deberás hacer el condimento de nuevo.-Dijo con una sonrisa.
-Si tienes razón papá.-Le dijo mientras se dirigía a la heladera.
Sebastian se le quedo viendo, ese “papá” que antes le molestaba, ahora le llenaba de un calorcito placentero en su pecho y una sonrisa en sus labios, oh si, estaba feliz de tener un hijo.
-Oye no me contaste que cosas viste en la empresa.-le dijo con una sonrisa.
-Bueno vi un par de oficinas y también vi la tuya ¡Deja de comprar pianos si no sabes tocar!.-le replicó con enfado fingido.
-Si, si como digas.-Dijo mientras reía distraído.
La noche pasó entre charla y charla ,en la cual ambos reían y comían la comida hecha por ambos. Hasta que llegó la hora de dormir, para la mala suerte de Ciel comenzó a llover, asustándolo.
-¿Le tienes miedo a los rayos?.-preguntó con burla Sebastian.
-No te burles, es que desde pequeño les temo y no se porque.
-Ya, ya, yo te cuidaré, por algo soy tu padre.-Dijo mientras se acostaba a su lado y lo abrazaba.
Ciel se sonrojó levemente ante el abrazo, pero no replicó nada. No solamente estaba nervioso por los rayos, sino también por lo que haría al día siguiente.
-Perdóname por lo que voy a hacer mañana papá.-susurró cuando el pelinegro ya estaba dormido.
Así paso el resto de la noche, trató sobretodo dormir, ya que necesitaría fuerzas para el día siguiente, lo que iba a hacer era ilegal, pero el necesitaba respuestas y las iba a tener costara lo que costara, algo no iba bien en todo lo que había descubierto y todavía faltaba mas por descubrir.
Amor Yaoi
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