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Amor incomprendido por Etsuko Kagayaku

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Notas del capitulo:

uf m costó pero al fin subí el capítulo.Quiero decirles que ya tengo el capítulo de la declaración de Ciel y Sebastian terminados,pero como soy tan mala no lo voy a subir todavía muajajajaa xD es broma,lo tengo que arreglar un poco y subirlo,así que el lunes que viene lo subi...¿quien diría que un lunes no sería tan malo ?.

No se desesperen que vale la pena la espera.

Ciel se encontraba yendo para el colegio, y para qué negarlo, estaba demasiado nervioso, todo lo que haría definiría las cosas que le estaban pasando, de eso estaba más que seguro. Una vez llegó al colegio, se quedó parado de espaldas a un árbol, esperando a que Undertaker llegara.

-Maldición, Undertaker no llega, si me llega a dejar aquí plantado lo mato.-susurraba para sí mismo.

-Jijiji, ¿A quien vas a matar?.-preguntó divertido su amigo detrás suyo.

-Undertaker.-suspiró.-Al fin llegas, me tenías nervioso, pensé que no vendrías.-dijo más tranquilo.

-Y dejarte hacer todo el trabajo tu solo, para nada, ahora mejor vámonos antes de que toque la campana para entrar.-Dijo mientras se iba por la dirección en la que vino.

Ciel solo lo siguió en silencio.

Una vez llegaron a la casa de Undertaker, Ciel se sentó en la mesa y se apresuró a sacar todas las hojas que había imprimido.

-Increíble, no perdiste el tiempo Ciel, conseguiste cada dato que necesitamos para recuperar el maletín de tu madre.-Se burló mientras reía.

-No fue tan difícil conseguir la información, ya sabes, sacar por unos minutos del camino a Claude y Sebastian no es tan difícil.-Dijo mientras sonreía al recordar a los pelinegros.

-Bien Ciel, lo primero que debemos hacer es buscar la entrada secundaria que nos permita el mas fácil acceso a la empresa.-Dijo mientras miraba las hojas impresas.

-Bien, aquí hay un mapa de la empresa.

-Bien, entradas principales hay cuatro, todas obviamente en la planta baja, entradas secundarias hay una sola.-dijo impresionado.

-¿Una sola?, ¿no es muy poco?, después de todo están las salidas de emergencia, se suponen que llevan a la parte de afuera.-mientras le arrebataba las hojas a Undertaker.

-La entrada secundaria es una escalera que lleva a la terraza de la empresa, donde también hay un helipuerto, en la misma terraza hay una puerta que es la única salida de emergencia de la empresa, por ahí entraremos.-Dijo mientras volvía a recuperar las hojas.

-Bien, segundo, ¿En qué momento la empresa queda totalmente vacía?.

-De acuerdo, empecemos con los empleados secundarios. Los empleados de la cafetería son los primeros que se van a las siete y media, segundo, la oficina de contadores se va a las diez de la noche, en ese mismo momento entran los policías de guardia y se van los que están durante el día.

-Los empleados principales, el dueño o sea mi padre, se va a las nueve de la noche junto con Claude. Y la asistente Ángela se va nueve y media.

-En total, la empresa se vacía a las diez de la noche, y entran los guardias que son solamente tres.-Dijo mientras miraba a Ciel.

-El primer policía de guardia está en la planta baja, custodiando las entradas principales, el segundo esta en el primer piso, custodiando las oficinas y el tercero custodiando las cámaras de seguridad.

-Tercero y último, pero no menos importante. Las cámaras de seguridad que deberemos evadir.-Le dijo mientras veía el mapa.

-Hoy cuando fui a la empresa presté atención, y si mis cálculos no fallan, hay una cámara de seguridad por cada esquina de la empresa, captan cada ángulo de esta.

-Por suerte en la terraza no hay una cámara de seguridad.-Bromeó mientras reía levemente.

-Mira la parte de la terraza, para entrar tendremos que abrir con unas pinzas, ya que solo abre de adentro, obviamente para que nadie se meta.

-Tienes razón, rayos, no imaginé que ademas deberíamos llevar indumentaria.

-Entonces el plan es....-dijo Ciel mirándolo con complicidad.

-Exacto.

-Increíble, deberemos tener cuidado sino queremos que nos atrapen, sino...Estaremos en bueno problemas.

...

Era de noche y Ciel se encontraba en su habitación luego de haber comido con su padre y Claude, con una mochila en su hombro salió despacio de la habitación, tratando de no despertar a su padre quien ahora dormía con él. Una vez fuera del dormitorio a pasos sigilosos salió del penthouse, se sintió un poco intimidado ante la fría noche, pero no había llegado hasta ahí para rendirse, apresurado camino hacia la empresa. Una vez allí vio que su amigo Undertaker estaba parado al lado de una escalera, esperándolo.

-Al fin llegas Ciel.-le dijo con una sonrisa.

-Si, estaba ocupado tratando de escapar del penthouse.-dijo con burla.

-Bien hay unos catorce metros para llegar a la terraza de la empresa, démonos prisa son varios escalones.-Le dijo mientras se subía a la escalera.

-De acuerdo, comencemos.

Ciel y Undertaker subían las escaleras de manera rápida, debían hacer todo de manera apresurada y cautelosa. Nadie les apuraba ,solo que Ciel estaba preocupado por si su padre descubría que no estaba en la casa. Tardaron unos diez largos minutos en llegar, la terraza era verdaderamente amplia, ambos buscaron la puerta de emergencia que ahí arriba había hasta que la encontraron.
Ambos se dirigieron hacia la puerta y Undertaker de la mochila que traía saco unas herramientas pequeñas. Comenzando así a hacer presión para abrir la puerta. Tan solo bastaron unos minutos para lograr abrirla.

Una vez dentro bajaron las escaleras y dieron con una puerta que daba a la parte superior de la empresa.

-Bien, en este ángulo no hay una cámara de seguridad, así que voy a salir para hacer un ruido, el policía cuando lo escuche dejara el centro de vigilancia. Y volveré aquí cuando este salga, en ese momento saldrás tu para las cámaras.-Ordenó mientras le miraba serio.

-De acuerdo, apúrate y ten cuidado.-le pidió preocupado.

Ciel salió y como dijo no había una cámara de seguridad que vigilara ese ángulo de la empresa, rápidamente se acercó a un cuadro que había colgado y con un manotazo lo tiro al suelo, haciendo que el vidrio de este se partiera en pedazos, corriendo se adentró de nuevo en la puerta de emergencia.

Ambos vieron que el policía pasaba de largo de ese ángulo, ya que al estar oscuro no se percató del cuadro tirado. Undertaker salió rápido y fue hacia las cámaras de seguridad.

Una vez en el cuarto de vigilancia, cambio las cintas de seguridad, luego salió de nuevo hacia la puerta de emergencia.

-¿Lograste cambiarlas?.-preguntó Ciel dudoso.

-Claro que si, sabes que soy un genio en estas cosas.-le dijo con arrogancia fingida mientras reía por lo bajo.

Esperaron un poco y vieron como el policía se dirigía de nuevo hacia el cuarto de vigilancia. Esperaron unos segundos y salieron a los pasillos, ya teniendo libre albedrío.

-Bien Undertaker debemos bajar hasta la primera planta, donde se encuentra la oficina de Sebastian.-Dijo mientras caminaban por los pasillos bajando escaleras. Discretamente lograron llegar a la espaciosa oficina.

-Increíble, tu padre no se priva de gastos.-Comentó mientras miraba con asombro la lujosa oficina.

-Pensé lo mismo cuando vi por primera vez la oficina, pero bueno no se puede esperar menos de uno de los empresarios más famosos de toda Inglaterra.-Dijo mientras con la mirada buscaba algún indicio del maletín de su madre.

-Bien, eso no importa ahora, busquemos ese maletín y vayámonos de aquí.-Dijo mientras dispuesto se dirigía a los cajones. Hasta que Ciel lo detuvo.

-Espera Undertaker, ponte los guantes de látex, no podemos dejar huellas en ninguna parte, siempre se corre el riesgo de que nos descubran.-Dijo mientras lo miraba serio.

Undertaker hizo caso y se los puso.

Ahora si comenzaron a buscar por todos lados, tratando de hallar ese maldito maletín, que alguna verdad revelaría.

Ciel ya exasperado de estar buscando por quince minutos exclamó en vos baja.

-Maldición, no lo encontramos, ¿Y si nuestros cálculos fallaron y el maletín no está aquí?.-preguntó enojado.

-No te exasperes Ciel, estoy seguro de que el maletín esta por aquí, lo presiento.-Dijo mientras seguía buscando.

Ciel con la mirada perdida, se percató nuevamente del piano que en esa oficina se encontraba. Entonces notó algo raro, la tapa que el piano de cola tenía, estaba un poco entreabierta. Se acercó lentamente y la abrió por completo, complicándose un poco esta acción al ser la tapa tan pesada.

Con sus ojos impresionados vio lo que había adentro, era ese maletín que tanto buscaban.

-Lo encontré Undertaker.-le dijo con una sonrisa.

-Genial, salgamos de aquí.-Dijo mientras salía de la oficina.

Ambos se dirigieron de nuevo a la parte superior de la empresa, iban sin cuidado imaginando que ya no había problemas. De pronto una luz roja iluminó por completo el pasillo y una alarma comenzó a sonar fuertemente. Se quedaron paralizados, oyeron varios pasos detrás suyo y cuando se dieron vuelta, pudieron ver a mas de veinte uniformados apuntándoles con armas.

-Deténganse ahí.

-Creo que los archivos que bajé eran antiguos.-Dijo Ciel mirando a todos los policías.

-No me digas.-dijo Undertaker asustado y con ironía.

Ambos asustados y apurados salieron por la puerta, llegaron a la terraza y bajaron la escalera, vieron como varios policías los miraban desde arriba y llamaba por un comunicador a sus compañeros, se apresuraron sabiendo que si no lo hacían abajo los esperarían mas de un oficial.

Una vez abajo no miraron atrás y corrieron como el viento hasta llegar a un punto alejado donde ya perdieron de vista la empresa.

-Llévate el maletín a tu casa Undertaker, así mañana de nuevo vamos para haya y registramos lo que hay dentro.-Dijo mientras le miraba serio y tratando de normalizar su respiración.

-De acuerdo, espero que no nos llamen la atención, ya es el segundo día que nos escaparemos.-Dijo mientras reía levemente, tratando de disipar la tensión que se había formado.

-No te preocupes, fácilmente podemos falsificar un certificado de salud.-Le dijo Ciel mientras sonreía.

Undertaker asintió y tomó el maletín mientras se despedía de Ciel con una palmada.

Ciel vio como su amigo se iba hasta que lo perdió de vista y el también se encaminó hacia su hogar.

Una vez que llego al penthouse, con pasos sigilosos y en puntas de pie iba hasta su habitación.

Aunque no alcanzó a llegar ya que una pequeña lámpara se prendió, dejando a la vista a un pelinegro sentado en un sillón individual de cuero negro.

-¿Que tenemos aquí?, al pequeño fugitivo.-dijo Sebastian con el ceño fruncido, aunque un poco divertido ante la expresión del menor, su cara era todo un poema.

Ciel no sabía que excusa poner, su cara estaba desencajada totalmente.

-Y bien Ciel, ¿Me dirás a donde fuiste a estas altas horas de la noche?.-Preguntó mientras le miraba con una ceja alzada.

-Te seré sincero.-Dijo mientras le miraba serio-yo...fui a una fiesta con Undertaker.-Confesó mientras sacaba el aire de sus pulmones por la boca en un ligero suspiro.

-¡Sabes lo preocupado que me tenías Ciel!, no tienes idea de cuál fue mi desesperación al despertarme en la madrugada y no verte a mi lado.-Confesó mientras se paraba de su lugar enojado.

-Es que si te preguntaba si me dejabas ir a una fiesta no me dejarías.-Le dijo mientras le hacía frente, demostrándole que no tenía miedo a su imponente figura.

-Claro que no te dejaría, es día de semana, en menos de dos horas debes ir al colegio y no has dormido nada, y encima fuiste a esa estúpida fiesta con Undertaker “tu mejor amigo”.-Dijo mientras hacía comillas con los dedos y lo decía de manera burlona.

-¿¡Cuál es tu maldito problema con Undertaker!?.-gritó enojado.

Sebastian rápidamente se dirigió hasta Ciel y lo estampó contra la pared, haciendo que este exclamara un gemido de dolor.

-¡Que no te das cuenta maldito mocoso, que me muero de celos!-gritó sin medir sus palabras.

Ciel abrió los ojos sorprendido, ¿Acababa de escuchar bien?, ¿Sebastian tenía celos de Undertaker?

-Olvida lo que dije.-Dijo avergonzado mientras se disponía a alejarse.

Ciel en un impulso sobrehumano, del cual luego se arrepentiría, lo jaló de la parte superior de la pijama, y le planto un beso en los labios.

Sebastian estaba más que confundido y sorprendido con esto, no podía creer lo que su hijo estaba haciendo, lo estaba besando, confundido correspondía tímidamente ante ese dulce contacto, pero a los segundos se dio cuenta de lo que hacía y se separó bruscamente.

-Que demonios fue eso Ciel, eres mi hijo no puedes besarme.-Le dijo serio mientras limpiaba sus labios con 'asco'.

-Yo...yo...-Ciel simplemente no tenía palabras.

-Que no se vuelva a repetir esto Ciel, creo que estas confundido.-Dijo mientras se dirigía a su habitación. Estaba demasiado confundido con lo que hizo Ciel.

Ciel solo se quedo en medio de esa habitación confundido y bastante triste por lo que acababa de pasar, ¿Porqué lo había besado?, ¿Porqué se sintió tan bien hacer eso con su propio padre?. Solo, en la oscuridad se acostó en el sillón, no pensaba volver a la habitación con lo que acababa de pasar.

Lentamente y con una terrible confusión se durmió.

...

Era de mañana y un pelinegro bajaba las escaleras, viendo que su hijo se encontraba dormido en su sillón. Los recuerdos de la noche anterior lo invadieron, haciendo que enojado se aproximara al sillón y bruscamente moviera a Ciel para que se despertara.

-Ciel, tienes que ir al colegio, levántate.-decía serio.


-Mmm cinco minutos mas.-Pidió mientras se daba la vuelta, dándole la espalda al pelinegro.

-Nada de cinco minutos más, esto te pasa por ir a una fiesta anoche, ahora afronta las consecuencias.-le dijo enojado.

Ciel se dio la vuelta de nuevo y miro a los ojos a su padre, el beso de hace unas pocas horas atrás volvió a su mente, sonrojándose levemente. Sebastian notó esto y se alejó.

-Apúrate o llegaras tarde, yo ya me voy a la empresa.-Dijo mientras agarraba su maletín.

Ciel solo vio como este salía sin dedicarle siquiera una mirada o palabra de despedida.

-Adiós papá.-Susurró cuando ya se encontraba solo.

Rápidamente subió a la habitación y se vistió, agarró su mochila y se dirigió al colegio. Cuando llegó ahí Undertaker lo estaba esperando para escaparse nuevamente.

Ambos asintieron con la cabeza en un mudo saludo y se fueron caminando sin mediar palabra hasta la casa de Undertaker. Una vez allí Undertaker trajo el maletín y comenzó a sacar todo, haciendo que Ciel se sintiera bastante nostálgico al notar varias cosas de su madre.

-Ciel, mira eso.-Dijo mientras señalaba varias cartas, que eran dirigidas a la empresa Michaelis Global, para Sebastian Michaelis.

Ciel dudoso miro a Undertaker y agarró una carta.

-Esta es una carta del día que murió.-Dijo mientras miraba impresionado a Undertaker.

-Ábrela Ciel.

Ciel rápido la abrió y comenzó a leer en vos alta lo que ahí decía.

Sebastian:

Ante todo lamento no haberte dicho todo esto antes, y también lamento no decírtelo de frente, ya que seguro no esté viva, espero que esta carta caiga en buenas manos y no equivocadas, caiga en las tuyas. Si mi misión no se cumplió seguramente estas cartas queden en mano de quien menos quiero, si están en las tuyas debo decirte algo que debería haberte dicho hace mucho tiempo...Sebastian tienes un hijo, es un niño hermoso, de ojos azules, es mi mayor orgullo. Lo concebimos cuando estábamos en la secundaria, en ese descontrol adolescente que teníamos, no te lo dije hasta entonces porque surgió un gran problema. Sebastian alguien me amenazó, me pidió que no te dijera nada o me mataría y a ti también, esa persona no quería que tú supieras de la existencia de Ciel, ya que se obsesionó con nuestro hijo. Estuve investigando a esa persona y encontré varios papeles que él tenía guardado, pero no puedo decirte todo ya que deberás descubrirlo tú mismo, yo no llegare a tiempo, esos papeles eran un gran expediente del instituto “nuestra señora de la misericordia”, eso es todo lo que se además de que esa persona es alguien de nuestro instituto, esta persona tiene un gran problema, debes descubrirlo a tiempo, porque sé que cuando tenga oportunidad se llevara a nuestro hijo, hasta el día de hoy vengo lidiando con él y también quiero que sepas que mi muerte no fue un accidente, no creas en nadie Sebastian, apúrate antes de que sea tarde, si tu lees esto Sebastian se que comenzaras a investigar, se como es tu personalidad. Y si eres esa persona, más vale te alejes de mi hijo, el no es ingenuo, se que si algo pasa, o el descubre algo sospechoso, el mismo comenzara a investigar, no por algo es un Phantomhive. Ciel si estás leyendo esto, eres mi mayor orgullo y te amo, se que si estás leyendo esto más tarde a mi muerte ya habrás sentido actitudes sospechosas a tu al rededor, heredaste mi intuición hijo, se que presientes que algo está mal, se que investigaras por tu cuenta y no pedirás ayuda, hazlo rápido, discúlpame por no estar contigo, haz todo lo que puedas. No olvides no confiar en nadie, todos son sospechosos, Ten cuidado mi vida.

Me despido cordialmente, Rachel Phantomhive.

Ciel se encontraba serio ante esto que había leído, sabía que descubriría algo, su madre lo conocía bien.

-Increíble, la muerte de mi madre no fue un accidente, la mataron.-dijo escondiendo sus ojos detrás de su flequillo.

-¿Qué haremos Ciel?.-preguntaba dudoso.

-Primero, mi madre dijo que una persona está obsesionada conmigo, hace días que vengo sintiendo una presencia que me observa, sabía que algo andaba mal, mi madre confiaba en mí, sabía que todo esto pasaría.

-¿Entonces?.-Preguntó mientras le miraba esperando una respuesta.

-Empezó el juego.

...

Sebastian se encontraba serio en su oficina, le habían dicho que habían entrado en su empresa en la noche, pero que no habían podido ver a los ladrones. Lo más desconcertante, es que en la empresa no faltó ni un papel, el revisó todo y en su oficina no faltaba nada. ¿Para que habían entrado entonces?.

Luego de pensar un rato en eso, trató de olvidar el tema y su mente se desvió a lo que había pasado la noche anterior, ese beso que tanto lo marcó, estaba enojado con sí mismo, ¿Cómo pudo permitir que su hijo lo besara de esa manera?.

-Maldición debo olvidar este tema, y ya se de que manera hacerlo.-Dijo mientras miraba a la nada con una sonrisa fingida.

...

Ciel se encontraba llegando al penthouse, pero cuando llegó algo lo dejó en blanco, encima de que venía triste por lo que descubrió de su madre, ahora se encontraba con esa escena.

Sebastian estaba besándose con una mujer.

Sebastian se percató de la presencia del menor y abrió los ojos como platos.

-Ciel.-dijo con sorpresa.

Ciel solo lo miró con ojos llorosos.

-No es lo que tú crees.-es lo primero que dijo, hasta que se percató de la idiotez que había dicho, aparte ¿porque le decía eso?, era su hijo, no tenía porque explicarle nada.

Ciel solo salió corriendo, no podía creer lo que veía. Corrió y corrió hasta llegar a un bosque, se lanzó al suelo de rodillas, hasta hoy no había comprendido cuáles eran sus sentimientos hacia su padre, pero ahora los entendía, le amaba, le gustaba de verdad. Esa escena le partió el corazón en miles de pedazos, se sentía mal...no, mal no era la palabra exacta para lo que sentía, no existía una palabra que describiera el dolor que estaba afrontando, simplemente era demasiado. Lloró como nunca, más que cuando su madre murió, se percató de que comenzó a llover fuertemente, no le importaba mojarse, no le importaba nada, menos le iba a importar si venían a comérselo los lobos, Sabía que lo que sentía era prohibido, pero no podía evitarlo.

Sentía la temperatura subirle al cuerpo, seguramente estaba agarrándole fiebre, encima el tener asma no iba a mejorar la situación. Pasó horas en ese bosque, hasta que la luna salió.

Ya había pasado horas en el bosque, era hora de volver. Ya sabía lo que debía hacer, olvidaría todo, olvidaría que amaba a su padre, olvidaría lo visto, e ignoraría olímpicamente a su padre, le hablaría lo justo y necesario, ni más ni menos. Lentamente se levantó, dándose unos minutos para que sus entumecidas piernas hicieran caso a las órdenes de su cerebro y se encaminó hacia el departamento, cuando llegó ahí, un pelinegro fue hacia el rápido.

-Ciel ¿Dónde estabas?, me tenías preocupado, estas todo mojado, te vas a enfermar, encima tienes fiebre.-Dijo mientras tocaba su frente.

Ciel solo movió el brazo de Sebastian con un manotazo.

-Estoy bien Sebastian-dijo serio.

Sebastian solo lo miró sorprendido y un poco dolido.

-Por favor déjame explicarte lo de hace un rato.-le dijo serio.

-No tienes nada que explicarme Sebastian-dijo con una sonrisa.-se que eres hombre y tienes deseos carnales como cualquiera, y es obvio que buscas la compañía de una mujer, de enserio todo está bien.-Dijo mientras pasaba de largo hacia su habitación.

-Pero no entiendes Ciel.-Dijo mientras se paraba, un poco dolido ante el Sebastian y no el “papá” que solía decirle.

-Entiendo todo Sebastian, ya te lo dije no necesito ninguna explicación, estoy bastante grandecito ya.-Le dijo mientras cerraba la puerta de la habitación en su cara con indiferencia.

Sebastian solo miró la puerta con tristeza, cuando Ciel los encontró a él y a la mujer en la casa él la hecho y comenzó a buscar a Ciel por la ciudad, pero no lo encontró y volvió al departamento. En ese momento se dio cuenta del error que había cometido al tratar de olvidar a Ciel mediante sexo con una extraña.

Se dirigió al sillón y se acostó esperando que se haga de mañana, tratando de que todo haya sido un sueño.

...

Ciel se encontraba durmiendo en su habitación hasta que comenzó a moverse agitadamente.

...Sueño de Ciel...

-Hijo ya no hay tiempo, apúrate antes de que sea tarde, debes hacerlo antes de que el reloj de arena se llene.-Dijo su madre mientras era agarrada por un hombre por detrás y este dirigía una navaja a su cuello.

-¡Mamá! dime quien es por favor, necesito una pista, por favor-le pidió mientras corría hacia ella tratando de alcanzarla pero cada vez el camino se hacía más largo.

-Su nombre es agh.-dijo con dolor mientras caía al suelo ante la cortada que el hombre con capucha le hizo en la yugular.

-¡Mamá!

Ciel despertó agitado viendo como Sebastian ponía un paño frío en su cabeza.

-¿Qué paso?.-preguntaba desconcertado forzando su visión que estaba medio borrosa.

-Tienes fiebre Ciel, estar en la lluvia te hizo mal.-Dijo mientras lo miraba preocupado.

Ciel solo lo miro con tristeza recordando lo que paso horas atrás .

-Hoy te quedarás aquí, no irás al colegio.-Dijo mientras remojaba el paño nuevamente.

Ciel solo miraba sin dirigirle una palabra.

-Me quedaré contigo hasta que se te pase.-Le dijo mientras le miraba preocupado.

-No lo hagas, puedo arreglarme solo, ve al trabajo.-Le pidió mientras hacía un inservible intento de levantarse.

-Pero Ciel...

-Pero nada, ve al trabajo, ya te dije que puedo arreglármelas solo.

-Bien llama ante cualquier inconveniente, en lo que dura un parpadeo estaré aquí.-Le dijo mientras depositaba un beso en su afiebrada cabeza.

Ciel miró como el moreno salía de su habitación y con su mano frotó el lugar donde Sebastian había dejado ese pequeño ósculo, no quería ningún beso de esos labios que hace horas besaban a una desconocida.

Las horas pasaban y Llegó la noche, Sebastian entraba la habitación donde estaba Ciel,durmiendo

Suavemente lo removió hasta despertarlo.

-¿Comiste?-preguntó dudoso.

Ciel solo asintió con la cabeza.

-Escucha Ciel, mañana debo hacer un viaje de negocios, a la mañana partiré hasta New York y volveré en dos días.

-¿Y?.-preguntó con indiferencia.

-Como que ¿y?-dijo enojado-no tengo con quien dejarte y tampoco puedo llevarte.

-Déjame solo, ya estoy grande para cuidarme, después de todo mamá también debía viajar para hacer entrevistas en otros lugares y yo me quedaba solo en casa.-Dijo mientras le daba la espalda.

-¿Estás seguro?, me da un poco de pavor dejarte solo.-Le dijo mientras apoyaba su mano en su hombro.

-Sebastian estaré bien, no tienes por qué preocuparte.-Dijo mientras sacaba sutilmente la mano de su hombro.

-De acuerdo, mañana partiré, que duermas bien.-Pidió mientras salía de la habitación derrotado.

Su relación ahora con Ciel era cortante y fría, no sabía cómo solucionarla, algo se había roto, algo que llevaría tiempo arreglar.
Notas finales:

Espero les haya gustado y por mas que hubo una pelea con Sebastian y Ciel en el próximo se reconcilian de la mejor manera *.*

 

Besos mis lectoras :3


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