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Amor incomprendido por Etsuko Kagayaku

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Notas del capitulo:

Quiero que sepan que yo tengo una amiga la cual su papá la abandono cuando era chiquita por lo tanto su mamá la crio sola desde entonces hasta el día de hoy.Este capítulo de alguna manera esta dedicado a esas madres que han sobrellevado una situación así completamente solas y han sido las mejores para sus hijos.Si ustedes tienen una mamá así,felicidades tienen como madre a una heroína.

Me llamo Ciel Phantomhive y tengo doce años, yo vivo solamente con mi madre, ya que no tengo papá, por eso llevo el apellido materno. Nunca me importó el no tener un padre, mi madre supo arreglárselas bien sola. Siempre me dio todo lo que necesité, no somos ni ricos ni pobres, simplemente una familia de clase media. Digo que nunca me interesó tener un padre, porque no estoy interesado en conocer al ser que abandonó a mi madre cuando estaba embarazada y no se preocupó por mi ni por ella, aparte mi madre me dijo que el murió hace unos años .En fin, este soy yo.

-Ciel, mi vida, llegarás tarde al colegio, apúrate y desayuna-gritó Rachel en el primer piso.

-Ya bajo mamá- le contestó mientras agarraba su mochila, con sus apuntes.

Ciel bajó rápidamente la escalera y vio a su madre en la cocina, con un delantal. Era tan hermosa, con esos ojos azules y su cabello dorado y ni hablar de su bella sonrisa. Era en esos momentos en que se preguntaba que haría sin esa mujer a su lado. El la idolatraba por ser la persona mas importante en su vida, por haberlo cuidado y no haber cometido una locura como abandonarlo, como haría cualquier mujer joven. No, ella mientras lo cuidaba iba al colegio y trabajaba. Hizo todo por el. Ciel le iba a estar eternamente agradecido a ese ángel que tenía como madre.

-Ya bajaste cariño, rápido desayuna, no quiero que te vayas sin comer al colegio-le dijo con una bella sonrisa.

-Si, si mamá, no te preocupes.

-Bueno hijo yo ya debo irme al trabajo, te dejé el almuerzo preparado en el microondas, hoy volveré un poco mas tarde, debo hacer una entrevista.

-Ya, si mamá, ve antes de que se te haga tarde, yo me encargo de todo.

-De acuerdo, nos vemos en la tarde mi amor-le dijo saliendo hacia su trabajo.

Así es, su madre era periodista, no solamente terminó la secundaria, sino que estudió en la facultad. Era una mujer muy culta a pesar de ser tan joven. Hoy debía hacer una entrevista muy importante. A una empresa muy grande, llamada 'Michaelis Global'. Con esa entrevista conseguiría un aumento de salario y un ascenso.

Ciel terminó de desayunar, agarró las llaves de la casa y salió rumbo a la escuela.

Ciel era una persona bastante popular en su colegio, era muy amistoso y simpático. Por eso tenía muchos amigos, prácticamente su vida era perfecta.

Una ves llegó al colegio, vio como todos sus amigos lo esperaban en la puerta de entrada. No alcanzó a aproximarse cuando ya tenía a una niña colgada de su cuello.

-¡Cieeel!.-le gritó al oído.

-Creo que ya no puedo escuchar muy bien.-dijo mientras se refregaba su oído

-Jijiji hola Ciel.-saludó el extraño niño con una sonrisa tétrica.

-Buenos días Undertaker, y ... Lizzy siento que ya no llega aire a mis pulmones.-le dijo a la rubia con una bella sonrisa.

-Oh lo siento Ciel.

-Hola Phantomhive, ¿Como andas?.-preguntó un niño serio de gafas.

-Bien Will y ¿tú?-le dijo sonriente.

-Bien,... oigan, ¿Han visto a mi hermano Ronald?.-preguntó dudoso.

-Jijiji creo que se fugó de nuevo de la escuela.

-Dios, creo que desaprobara el año si sigue yéndose así, bueno entremos que se nos hará tarde.

Todos entraron al colegio, la mayoría de los niños miraban a Ciel, era uno de los chicos mas guapos del colegio.

Una ves entraron al salón, todos se sentaron en sus respectivos lugares. Ciel ignoró por completo un par de piropos que le mandaban algunas chicas del salón y esperó a que llegara el profesor, que por cierto, era una persona muy rara.

-Buenos días mis niños, hoy empezaremos con clase de arte.-dijo el profesor de larga melena roja y afilados dientes.

William levantó la mano.

-¿Si Will-chan?.-le preguntó con una sonrisa.

-¿No tuvimos clases de arte ayer?.-Preguntó serio.

-Oh si, pero hoy también tendremos, me he inspirado y quiero que cada uno de ustedes, haga una hermosa pintura de lo que mas amen.- dijo dando vueltas por todo el salón, hasta que tropezó y todo los niños se rieron de el. Ese profesor estaba loco.

Grell se acomodó las gafas, ahora rotas, y siguió hablando.

-Comiencen a pintar si no quieren que les repruebe esta materia.-le dijo enojado a todos.

Todos comenzaron a pintar, sabían que ese maestro aunque estaba loco hablaba enserio. Era capaz de reprobar el año a cualquier alumno por una nimiedad.

Ciel comenzó a pintar, hizo lo primero que se le vino a la mente cuando Grell dijo “lo que mas amen”, comenzó a pintar a su madre. Ciel pintaba bien y no era la única cualidad que tenía, era un chico muy inteligente y que aprendía rápido. Cualquiera se sentiría honrado de tener un hijo como el.

Ciel pintaba tranquilo, hasta que la vos de Undertaker lo interrumpió.


-Mira Ciel, ¿te gusta mi pintura?.-le preguntó mientras le mostraba una pintura de ataúdes y calaveras.

-Esta hermoso.-le dijo con una sonrisa, aunque por dentro le dio miedo. Pero bueno, no iba a herir los sentimientos de su mejor amigo.

-Y... ¿El mío te gusta Ciel?.-le dijo mostrándole un cuadro donde estaba el mismo pintado.

-Lizzy , no creo ser yo lo que mas ames.-le dijo dudoso.

-Claro que si, yo te amo, aparte tu y yo nos casaremos y tendremos muchos bebés y ah...

Ciel solo la miro y movió la cabeza divertido, esa niña fue la única que se le declaró hace un tiempo y no tenía vergüenza de decir que lo amaba como si su vida dependiera de ello.

Todos seguían pintando, hasta que el director entro agarrando a un niño de su camisa.

-Mire lo que tenemos aquí profesor sutcliff.-Dijo Arthur mostrándole al niño.

-Ah Ronald Knox, ¿Cuantas veces te seguirás escapando de mi clase?.- le preguntó cansado.

-Jeje , es que tenía mucho sueño y bueno, el armario del conserje se veía muy cómodo para tomar una siesta.-Declaró haciendo reír a todo el salón.

-Ya entra y como te vea nuevamente fuera de clases, te suspendo temporalmente-le dijo enojado Arthur.

-Ah Ronald, ¿Porque no eres mas como tu hermano William?.-preguntó con una mano en su frente.

-Que William no es mi hermano. Solo es medio hermano, no tenemos la misma sangre, aparte, ¿Quien quiere ser como el?, es demasiado serio y tiene cara de estreñido todo el tiempo.

-Ah quien le dices así, ¡vago homosexual!.- le gritó enfrente de todos.

-Ahora ya me sacaste.-gritó dirigiéndose dispuesto a poner en su lugar a Will, pero Grell lo agarró en el aire.

-Ya basta niños, no me hagan mandarlos de nuevo a la oficina del director.-dijo con cansancio

-Ah déjeme que lo mate profesor, por favor, solo un poquito.

-No dejaré que lo hagas, basta, quieto o te pongo una sanción.-le dijo enojado.

-Usted cree que Will es bueno, si supiera que el otro día le dijo cara de piraña.-declaró haciendo carcajear a todo el salón.


-¡Queeee!, ¿yo cara de piraña?, ahora si, los dos a la oficina del director, ¡Ya!.-gritó enojado.

William y Ronald se fueron refunfuñando a la oficina del director, mientras se daban pequeños empujones entre si .

Una ves todo la clase ya estuvo nuevamente en paz, siguieron pintando, hasta que sonó el timbre del recreo.
Todos salieron charlando amenamente, sin ningún problema, mientras el profesor acomodaba las pinturas que habían hecho cada uno.

Ciel se encontraba acostado debajo de un árbol acompañado por Undertaker y Lizzy, los cuales no paraban de hablar entre si. Hasta que se acercó a el, el profesor Ash.

-Niño Phantomhive, el director lo llama urgente.-dijo con vos angustiada.

Ciel se extraño un poco por esto, pero decidió no preguntar.

-Ya vengo chicos.-dijo tranquilamente, saliendo hacia donde debía.

Una ves llego Ciel a la dirección, vio como el director se encontraba mirando por la ventana, Pero cuando cerró la puerta, este se dio vuelta rápidamente. Notó que tenía una cara de preocupación, esto ya le estaba asustando.

-Phantomhive, necesito decirle algo muy importante.-le dijo seriamente.

-Director ¿Que pasa?.

-Sucedió algo muy importante Phatomhive, hubo un accidente.

-¿Pero que paso?, no entiendo que tengo que ver yo en esto.-dijo ya un poco exasperado.

-Tiene que ver con usted, porque su madre estaba en este accidente.-dijo angustiado.

-¡Que!, ¿Mi madre?, ¿Que pasó?, dígame que no le paso nada, por favor.-le dijo ya sin un poco de cordura.

-Lamento decirle Phantomhive, que su madre mientras iba hacia su trabajo, sufrió un ataque cardíaco y bueno, los paramédicos hicieron lo posible por reanimarla, pero no lo lograron. Lo siento Ciel tu madre falleció.-le dijo en un susurro.

A Ciel inmediatamente se le cristalizaron los ojos, no podía creer lo que pasaba. ¿Su madre estaba muerta?, ¿Había escuchado bien?, no podía ser cierto.

-Su cuerpo se haya en el hospital general de Londres. Tiene permiso para recoger sus cosas y retirarse, hasta que puedas volver al colegio.-le dijo nuevamente serio.

Ciel no espero mas y salió apresurado al salón, una ves allí agarró su mochila y vio que Undertaker entraba detrás de el con una sonrisa.


-Jijij Ciel oye no sabes lo que...- Undertaker borró su sonrisa al ver a Ciel con los ojos llorosos.

-¿Pero que te pasó Ciel?.-preguntó preocupado.

-Mi madre.-dijo sollozando.-Mi madre falleció.-dijo rompiendo en llanto.

Undertaker no espero mas y se abalanzó abrazándolo. Su amigo lo necesitaba mas que nunca ahora.

-No lo puedo creer Undertaker, esto no me puede estar pasando.

-Por favor Ciel no llores, vamos te acompañare.

-Pero no puedes te castigaran si sales del colegio.-dijo soltándose de su abrazo.

-Eso no importa, no pienso dejarte así, dime ¿En que hospital está?.-preguntó.

-En el hospital General de Londres.-dijo aún sollozando.

Ciel y Undertaker se fueron por la puerta de atrás del colegio, para que nadie lo viera a Undertaker, una ves fuera , ambos se dirigieron al hospital. Ciel quería llegar cuanto antes, con la remota ilusión de que su madre si estuviera viva. Pero lo que equivocado que estaba.

...

Una ves Ciel y Undertaker llegaron al hospital, Ciel rápidamente preguntó en recepción por el nombre de su madre, el cual le dijeron que estaba en la habitación trecientos sesenta y cinco.

Ciel corrió con todas sus fuerzas a la habitación que le habían dicho. Cuando llegó, lo que vio lo dejó helado. Su madre se encontraba con la ropa que llevaba en la mañana, pero estaba completamente pálida. Se acercó y tocó su rostro, estaba tan fría, sin vida.

-Mamá.-la abrazó comenzando a llorar sobre su cuerpo.

Ciel lloraba desconsoladamente mientras que Undertaker le daba pequeñas palmaditas en la espalda para que se tranquilizara.

Escucharon como se abría la puerta de la habitación.

-Disculpe jovencito, usted debo suponer es Ciel Phantomhive, el hijo de Rachel Phantomhive.-dijo seriamente el sujeto.

-Si soy yo.-dijo secándose las lágrimas.

-Yo soy el Escribano John Mitcher, soy el que va a atender su caso por la muerte de su madre.

-¿Mi caso?.-preguntó dudoso.

-Si así es, su caso, como verá, usted es menor de edad, por lo tanto al verse sin un mayor a su cargo, se le debe asignar uno o llevarlo a un orfanato. Pero hemos descubierto entre las pertenencias de su madre. Un comprobante de paternidad.

-Como que encontraron un comprobante de paternidad...Eso quiere decir que.-Ciel se quedó callado con los ojos abiertos como platos.

-Así es Joven Phantomhive, su padre vive , es mas ya ha sido citado para que tome su custodia.

-No, no puede ser. Mi padre nos abandonó a mi y a mi madre. Mi propia madre me había dicho que el había muerto.-dijo exasperado.

-Temo que su madre no contó la historia verdadera, es mas, tenemos exámenes de A.D.N he información sobre su padre que demuestran lo contrario a lo dicho por su madre.-le afirmó sin dejar de mirarlo.

-No, no lo puedo creer, siempre pensé que mi padre había muerto.-dijo sentándose en una de las sillas.

-Como vera esta vivo, por cierto, mañana en la tarde su madre será llevada a la funeraria “Rosabelle”, ahí estará también su padre y un juez para entregarle su tutoría al ya dicho.-Finalizó mientras salía de la habitación.

Ciel comenzó a llorar de nuevo, todo era tan confuso.

-Ya Ciel, se que no puedo hacer nada para que te sientas mejor, tampoco te lo pediré, no es un suceso que se pueda tomar como si nada. Pero quiero que sepas que me tienes aquí para lo que necesites, para lo que sea.-le dijo abrazándolo.

-Gracias Undertaker, eres un gran amigo.

Undertaker siguió abrazándolo, no quería soltar a su amigo. Para el, era la persona mas importante que tenía en su vida, después de todo, nadie quería acercársele cuando comenzó el colegio. Ciel fue el único que le habló y de ahí se hicieron amigos.

Undertaker era huerfano. A una determinada edad salió del orfanato con una orden del juez que decía que ya podía vivir de por si solo, había estado en un periodo de prueba de seis meses para demostrar que podía tomárselo como un adulto, y lo logró, una ves que paso el periodo de prueba, comenzó a vivir solo con una manutención del estado, ya que aunque quisiera trabajar era para lo único que era tomado como un menor.

-Undertaker, no se que voy a hacer, es todo tan difícil y confuso. Hace unas horas atrás estaba yo despidiéndome de mi madre, imaginando que la vería en la tarde nuevamente y ahora esta será la última ves que la veré. Realmente no puedo creerlo.-le confesó angustiado.

-No estoy seguro como te sientes Ciel, nunca viví algo parecido, por eso no voy a decirte que te entiendo. Solo resta esperar y se que será difícil no tener a tu madre, pero el dolor en algún momento pasara y todo se arreglara. Solo tienes que esperar.

-El tiempo no consuela Undertaker.-le dijo tristemente.

-Tal ves no, pero yo te ayudare a superarlo.-dijo con una pequeña sonrisa.

Undertaker tenía razón, tal ves el tiempo no consuela, pero con un amigo como el, superaría lo que fuera por mas duro que fuera. Las personas a su alrededor lo ayudarían siempre, no importa cual fuera el problema, sus amigos siempre estarían con el.

...

Ciel se encontraba en su hogar acompañado por Undertaker. A las tres de la tarde de mañana debería estar en la funeraria para despedirse por ultima ves de su madre y no solamente eso sino que seguramente conocería a su padre biológico, el que creía muerto, lo único que esperaba es que no fuera un cretino cualquiera.

-Ciel toma, debes comer algo.-le dijo arrimándole el almuerzo que su madre le había dejado en la mañana.

-No tengo hambre Undertaker.-Le dijo con la mirada perdida en la pared de su habitación.

Undertaker entendió a Ciel y decidió callar y no insistir, el nunca iba a comprender el dolor de la pérdida, no tuvo padres y tampoco algún familiar como para llegar a tomar aprecio. Pero se dio cuenta que si tenía a alguien importante, lo tenía a Ciel, un amigo que se hizo muy importante en su vida, que lo quería con todo su corazón.

-De acuerdo Ciel, recuerda que mañana a las tres debemos estar en la funeraria.

-Si, ya se, mientras tanto quiero dormir un poco, no me siento muy bien.-le dijo recostándose en su cama .

-De acuerdo, yo te despertaré cuando sea la hora.-le dijo dulcemente, mientras veía como Ciel se quedaba dormido.

Ciel antes de dormise pensó ”mamá se que no voy a volver a verte, espero que en donde estés ahora te encuentres mejor que aquí, fuiste la mejor madre del mundo, no me podrían haber dado mejor ángel guardián que tu , te amo y siempre te voy a amar”.

Ciel mientras dormía se veía tan tranquilo, como si no hubiera pasado nada. Que lástima que cuando despertara, volviera a ver la oscura realidad que le rodeaba. Su madre ya no estaba para el, ya no iba nunca mas a ver a su ángel, la persona mas importante en su vida. Por quien daría la vida. Realmente era una pérdida muy dura.

Cuando llegó la tarde del día siguiente, la hora en que debían partir, Undertaker y Ciel se dirigieron a la funeraria, Ciel no hablaba ni un poco y Undertaker respetaba su silencio.

...


Una ves llegaron a la funeraria, fueron a la habitación que la recepcionista les dijo, ahí Ciel vio al juez y al escribano con el que había hablado en la mañana en el hospital .

-Veo que llegó Joven Phantomhive.-Dijo nuevamente.

-¿Y que esperaba?, ¿Que faltara al funeral de mi madre?.-le dijo con sarcasmo mientras se acercaba al ataúd donde descansaba su madre.

El escribano entendió que el niño no estaba bien por todo lo que sucedió, así que paso por alto el sarcasmo con el que le respondió.

-Bien joven, Su padre llegará supongo en unos minutos, ya le avisamos ayer a través de una carta.

-Disculpe que interrumpa señor escribano, pero, hace un año yo vivía en un orfanato, por lo cual el juez me dio un periodo de prueba para comprobar vivir solo, el cual superé y ahora vivo con una manutención del estado. ¿Ciel no puede hacer lo mismo?.-preguntó intrigado, el sabía perfectamente por Ciel, que este no quería conocer a su padre, después de todo este lo abandono a el y a su madre.

Ciel al escuchar a Undertaker le brillaron los ojos, el no quería vivir con su padre y menos conocerlo, si podía vivir solo... mejor.

-De hecho no, no se puede vivir solo si se tiene un familiar con el cual poder vivir, solo los menores de edad que no tienen estrictamente a nadie, pueden vivir solos con una orden del juez y la manutención.-le contestó.

Ciel de nuevo volvió a la normalidad, al menos Undertaker lo había intentado.

Ciel se encontraba velando a su madre y esperando con mala cara a que llegara su supuesto “padre”, definitivamente pediría un examen nuevo de A.D.N no se iría así como si nada con un extraño.

Ya de por si el sujeto no le daba buena espina, debía estar a las tres de la tarde ahí y sin embargo eran las tres y media y el idiota no llegaba. Ese sujeto tal ves no era de fiar. Seguía sumergido en sus pensamientos hasta que se abrió la puerta de la habitación.

Ciel se quedo atónito por el sujeto que entró por esta, entonces notó que este también se quedó helado al verlo, ambos estaban perdidos en la mirada del otro.

Ciel lo miro, era un hombre muy apuesto, de cabellos azabaches y ojos rojos como el fuego, una figura delgada pero esbelta, realmente muy apuesto. No podía dejar de mirarle.

Este en cambio no dejaba de mirar al chiquillo, le parecía muy hermoso, aparte esos ojos azules como el océano, lo dejaron totalmente perdido, el tampoco podía dejar de mirarlo.

Pero ambos se dieron cuenta de sus pensamientos y decidieron desviar la mirada.

Ambos sabían que ahí, en ese preciso instante, comenzaban una nueva vida y tal ves no muy buena.

Notas finales:

Espero les haya gustado este capitulo. Un rw? xD para su escritora que piensa actualizar el jueves así que el jueves verán un nuevo capítulo

 

 

 

Besos :3


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