Era extraño, desde que James había decidido ir a ese bar aquella noche, no pudo dejar de pensar en aquel misterioso músico. Alto, cabello negro, apariencia bastante despreocupada. Todo eso le gusto, ya que él era casi todo lo contrario, cuando salía se vestía muy elegante, siendo corredor de autos, no le gustaba andar mal vestido, todos los detalles eran importantes para él, si no era asi, podría ocurrir un accidente.
Aunque su forma de ser siempre se caracterizo por ser abierta y espontanea, frente a ese músico misterioso, se intimidaba, sus piernas temblaban y le sudaban las manos, era tan imposible para el levantarse e invitarlo a beber un trago con él, cada noche se atormentaba con lo mismo, ¿Como no tener el suficiente valor para solo saludarlo? Algo tan sencillo se volvió imposible. Pero debía luchar contra sus nervios, debía ser más fuerte que la vergüenza y decidirse a dar el primer paso, acercarse, no pasaría mas si él le decía "NO".
¿Podría con ese tipo de rechazo?
Una noche tranquila, bastante lluviosa y sin luna, James espero hasta que todos se fueran del bar, y vigilo con calma al músico, lo miro a la distancia, pero no tenía aun el valor para acercarse. Le gustaba tanto mirarlo, tan talentoso, tan inquietantemente hermoso.
Se mordió un labio.
Cuando este músico levantaba sus cosas y se preparaba para irse, apretando los puños y dándose valor, James se levanto torpemente para intentar acercarse y así hablarle.
-H-hola… Soy James… -Le dijo con una sonrisa no forzada, era sonrisa llena de nervios y emoción.- ¿Te puedo invitar una copa?
El músico lo miro detenidamente.
-Lo siento, no me gusta beber… -Contesto con una voz profunda.
-Bueno… ¿Algo que te guste?
Con una sonrisa traviesa, el músico solo arqueo ambas cejas y bajo sus cosas.
-No creo que tengan de lo que me gusta aquí… Pero puedo quedarme contigo un momento… Creo que a eso te refieres con la invitación.
James se sonrió tontamente, no supo abordarlo bien, pero vaya ya era ganancia que el músico lo acompañara hasta su mesa y se sentaran juntos.
-Soy Adam… -Dijo mientras jugaba con el vaso de James.- ¿Vienes muy seguido?
-Últimamente si… -James se puso nervioso, no creyó que fuera tan fácil hablar con el.- Me gusta tu música…
-Oh vaya… -Se sonrió.- Muchas gracias… Que considerado de tu parte… No recibo muchos halagos… Bueno, es que siempre termino y me voy… Esta es la primer “copa” que le acepto a alguien… -Dijo extrañado.
-Me siento honrado entonces… -James audazmente puso su mano sobre la de Adam y este al sentirla, rápido saco su mano y lo volteo a ver.
-No te recomiendo que hagas eso… No es bueno que este alguien cerca de mi… Ni siquiera mi esposa Evee está conmigo…
James sintió el duro golpe de saber que Adam tenia esposa. Pero recupero rápido la compostura, no debía flaquear en ese momento, ¡por Dios! ¡Estaban en la misma mesa hablando!
-¿Se separaron? –Intento preguntar educado, pero el tema lo había perturbado un poco, más sin embargo considero preguntar para acercarse mucho mas.
-Siempre es así… Vamos y venimos… ahora estamos separados desde hace mucho tiempo… No sé si aun viva… -Adam se acomodo el cabello de modo despreocupado.
-Bueno, entonces, ¿No te hace daño algo de compañía?
-Supongo que no… Pero James… -Adam se puso serio.- No soy buena compañía para nadie… -Hablo como advirtiéndole algún peligro.
-No lo creo… No pareces de ese tipo de gente rara…
-Gente rara… -Adam sonrió y el corazón de James se derritió.
-¿Vives lejos? Traje mi auto y podría llevarte…
-No… Vivo aquí a la vuelta en unos departamentos…
-¿Te acompaño?
-Eres muy necio, ¿verdad?
-Bastante… -James volvió a tomar la mano de Adam, sus intenciones eran muy obvias, pero el músico no se incomodo esta vez, solo volvió a sonreír. La necedad de este rubio lo tendría toda la noche ahí, era mejor aceptar y que de una vez por todas se diera cuenta que realmente él no era la compañía que buscaba, y ya después que se retracte sería muy tarde.
En silencio, sus manos comenzaron a jugar traviesamente, entrelazándose o rosándose con fuerza, era una lucha constante por dominar al otro. Adam miraba con cuidado y trataba de imponerse a James, pero este siempre conseguía librarse bien y someterlo. El músico sonrió y se separo. Extendió su dedo índice y James lo imito, ambos se tocaron en las puntas y se acariciaron con sensualidad, sus yemas al hacer contacto se frotaron con cierto desespero, había energía contenida que ambos desearon liberar con ese contacto, Adam se mordió ligeramente un labio. El mensaje era bastante obvio y James trago saliva al ver directamente a los ojos de Adam, que este comprendió sus intensiones sexuales.
-Mira, dejémoslo para otro día… -Adam intento retroceder después de haber captado el mensaje.
-¿P-porque? –Los ojos de James se llenaron de decepción.- Te prometo no ser una molestia… -Acerco mas sus manos y entrelazo sus dedos.- Quisiera hacerte compañía nada mas… Conocerte un poco más…
-Mmh… -Adam ya no sabía cómo sacárselo de encima, era eso o le gustaba ver los ojos suplicantes del joven y suspiro.
-Anda… Te acompaño hasta la puerta y si quieres, después me voy… No te pido más…
-Más no podría darte… -Aseguro Adam con molestia.
-No te preocupes… -James le pidió a todos los dioses que conocía que el joven de cabello negro aceptara. Tantas noches llevaba deseándolo, que se le hizo injusto que no pudiera siquiera estar a solas un poco mas con él.
-Vámonos entonces… -Adam se levanto y lo jalo del brazo, ahora si parecía muy apresurado.
James apenas podía seguirle el paso, el músico caminaba muy rápido, cosa que sorprendió al rubio, para tener esa apariencia tan desaliñada, era muy raro que tuviera condición para caminar tan rápido.
Siguieron caminando en la banqueta bajo la leve brisa que caía insistente en la ciudad, esta logro mojarlos, aunque parecía que a Adam no le molestaba. En cambio James comenzó a irritarse, su camiseta blanca y su chaleco negro, comenzaron a hacerse uno con su piel.
-Aquí es… -Adam se detuvo frente a un edificio viejo.
El silencio reino un poco cuando miraron el edificio, a James le gusto porque lucia bastante "clásico" en la zona centro de la ciudad, y Adam lo miraba de reojo esperando a que saliera corriendo.
-Que no te engañe su apariencia… -Adam saco una llave y abrió el portón principal, al entrar era totalmente diferente, muy moderno y elegante. James sonrió.-Vamos pasa… Mi departamento es el del fondo…
Con una reverencia, Adam le hizo la invitación para que avanzara hasta el elevador. Ambos caminaron en silencio y los 5 pisos hasta el lugar de Adam fueron igualmente en silencio. Salieron de elevador y el rubio camino detrás del músico, un cierto miedo lo invadió por ver un corredor tan largo y blanco, parecía salido de una película de terror.
-Bien, este es... -Adam se detuvo frente a la puerta con el numero 229.
Sacando otra llave, el músico abre la puerta e invita a pasar a su invitado. Este se maravillo al momento de entrar, era un lugar bastante oscuro, todas las ventanas estaban cubiertas con cortinas negras y habían muchas lámparas con luz a medio tono. Los muebles parecían del siglo pasado y había un olor a incienso que le gusto mucho a James.
-Puedes ponerte cómodo... -Le dijo señalándole la ropa mojada.- ¿Te traigo una toalla?
-Por favor...
En menos de un minuto, Adam fue y vino con la toalla, el rubio sonrió y comenzó a sacarse el chaleco primero, fueron movimientos lentos y sensuales, intentando seducir de una vez por todas a su anfitrión.
Pero Adam no movió ni un musculo.
Después de sacarse el chaleco, lo dejo sobre la silla y fue sobre los botones de su camiseta blanca, uno a uno los fue abriendo y mostro su pecho fuerte y bronceado.
Hubo una reacción de Adam, abrió un poco mas sus ojos, parecía saborearse la piel del rubio. Pero no se movió.
-¿Gustas un té? -Pregunto Adam intentando salir del trance que involuntariamente le provoco ver como se desvestía su invitado.
-Está bien...- James camino hasta el músico y lo acorralo contra la pared.- Este juego ha durado bastante y me comienza a cansar... -Dijo con la respiración entrecortada, se oía bastante excitado como para contenerse más tiempo.
Pero Adam seguía igual de indiferente. Solo sonrió arqueando sus cejas.
-De acuerdo... Vayamos a la habitación, si es a lo que viniste... -La mano del músico se puso sobre la mejilla de James y fue un contacto muy frio. Parecía muerto.
Pero sin importarle eso, James lo levanto en brazos y lo llevo con prisa a la primer puerta que vio. La abre y de igual forma habían lámparas encendidas a medio tono, una gran cama revuelta y muchos libros regados. James solo atino a acercarse con prisa a la gran cama y recostar a Adam para después contemplarlo.
-... -Quiso decirle que lo amaba, pero sus palabras no salieron.
Adam acaricio sus cabellos dorados y analizo con cuidado el fuerte rostro, no llevaba barba y su piel se sentía suave. Comenzó a bajar la mano y toco el pecho de James. Era tan cálido. Extendió la mano sobre el mismo pecho y sintió con excitación el frenético palpitar de su corazón. Toda esa sangre que corría con increíble velocidad por su culpa...
Por primera vez, Adam jadeo y esto prendió mas a James.
El rubio bajo sus labios e hizo el primer contacto. Presiono primero y después se separo para poderse saborear con calma a Adam. Sus labios estaban fríos, pero cooperaban con el ejercicio, se abrieron y dejaron escapar su lengua igualmente fría. La lengua de James era caliente y se sintió congelarse cuando toco la de Adam. Sus salivas iban y venían, aunque había un ligero detalle, la saliva de Adam sabia extraña...
¿Hierro?
Había algo extraño en esa saliva. Pero no intento detenerse, el quería mas de ese exótico sabor y más de ese cuerpo frio.
Estando sobre Adam, James subió su mano derecha para abrir la camiseta que llevaba, rápido descubrió el blanco pecho y se dirigió con prisa a tocar los rosados pezones del músico. Pero una ligera risa se escapo de los labios de Adam. Esto confundió a James.
-¿Qué pasa? -Pregunto James sin dejar de tocar.
-Me haces cosquillas... Qué raro... -Adam subió sus brazos para atraer a su amante.
-Mmh... -Esa respuesta no lo convenció, pero igualmente se dejo de Adam y dejo caer su peso sobre este, pero parecía acostado sobre un bloque de hielo, eso lo hizo rápido levantarse.
-¿Qué ocurre? -Adam se sentó en la cama y extendió su mano.-¿Ya no me deseas?
-P-por supuesto... -Apenado por la reacción, se volvió a acercar al músico y reanudo los besos, aunque ahora se aventuro a bajar su mano para buscar el miembro de su víctima.
Pero no estaba erecto. Arqueando una ceja, James se extraño porque su miembro estaba que reventaba de ansias de penetrar a Adam. Pero el músico...
Otra risa salió de Adam.
-Basta... -Dijo desesperado el rubio.- ¿Qué ocurre? -No dejo de besarlo en el cuello, los labios, le mordió un hombro.- ¿No te excito?
-Mmh... -Adam sonriente se acerco al oído del rubio.- Solo tu sangre me excita... -Le dijo mordiéndole el hombro.
-¿Mi sangre?
-Si... ¿Me dejas probarla?
Eso fue bastante extraño para James, tal vez Adam tenía algunas manías sexuales o era algún tipo de esos que se creen vampiros.
¿Importaba eso?
-Déjame lamerla de tu cuerpo... -Suplico Adam, ahora se oía mas urgido que James.
Sin saber en qué se metía, el rubio le ofreció su hombro izquierdo, del cual Adam al ver a su víctima tan sumisa, corto con una de sus uñas.
Unas pequeñas gotas de sangre salieron de la herida y los ojos de Adam se llenaron de alegría. Toco la sangre caliente con sus dedos y después la puso sensualmente en sus labios. Se saboreo tan exquisito manjar y luego miro a James.
-Tócame... -El rubio se estremeció al ver la excitación que solo su sangre logro en su amante.- Tócame James... -Suplico más necesitado.
Despojándolo de sus ropas, James dejo al descubierto todo el fino cuerpo de Adam, parecía hecho del más hermoso mármol de la tierra, frio, muy frio. Mientras la sangre corría de su herida, James se deleito lamiendo toda esa piel fría, le gustaba mucho y su sangre la manchaba por donde pasaba. Esto parecía ocasionarle un pequeño orgasmo al músico.
-Quiero más... -Jadeo Adam.
Subió una mano y rasguño el hombro completo con sus cinco dedos y de las heridas, la sangre corrió con un poco más de prisa por bañarlo.
-Quiero más... -Solo se limitaba a decir Adam al sentir ese calor de James.- Hazme el amor... James... -Sus jadeos eran atendidos con urgencia por el rubio.
Al sentir más necesitado a Adam, se saco rápido todo lo que le quedaba se ropa y así por fin sus cuerpos hicieron contacto y se revolvían en la cama, la sangre manchaba todo y los ojos de Adam seguían en blanco, las manos de James estaban tan ocupadas tocando todo, cada centímetro era valioso, un regalo del cielo, debía poseerlo, debía controlarse al mismo tiempo, tomarse su tiempo y hacer que el miembro de Adam se levantara, el quería lamerlo y mamarlo con todas sus fuerzas.
-Mmh... -Adam gemía en el oído de James.
Pero el rubio aun no se sentía parte del momento, el quería todo y tal parecía que Adam era el único disfrutándolo. Se acerco al oído de su amante y le dijo.
-Ya sabes donde hay más sangre... -Se escucho muy inquietante la invitación, pero los ojos del músico recuperaron su verde al oírlo hablar.
-Si... ¿Me dejarías...? -La invitación de James fue muy intensa, pero Adam no podía aceptarla, era demasiado todo lo que se le ofrecía.- James... -Se abrazo de él y volvió a lamer el hombro que se desangraba.
Cada gota de sangre que ingería Adam, le daba vida a su cuerpo, tanta que comenzó a sonrojarse. James adoro ver la blancas mejillas por fin tomar ese color rosado tan adorable. Pero no solo las mejillas se volvieron rosas. James bajo la mano y comenzó a masajear el flácido miembro de Adam, el cual comenzó a endurecerse.
Un milagro para el ansioso rubio. Cerró los ojos y apretó con más fuerza, sacándole varios jadeos a Adam.
-James... Ah... Mmh... -Jadeaba mientras apretó las piernas.-No... Mmh...
-Deja que te ame... -Pidió ansioso el rubio y le robo otro beso.
La punta del miembro de Adam se puso rosa también y se sentía tibia. Aprovechando la situación, James bajo su cabeza y comenzó a mamarlo con mucha prisa, de adentro hacia afuera, paseaba su lengua por todo lo largo y mordía por tiempos.
Adam se retorcía como si hubieran pasado años de que alguien le hizo una mamada.
-Nh... -gimió.- N-no... James... -Sus mejillas seguían rosas.- Mmh... Ah.... Ah... -No podía controlar su respiración, pero al rubio eso no le importo, el quería probarlo todo.
Mientras succionaba con pasión el ya por fin erecto miembro de Adam, James se masturbaba con los ojos fijos en el incesante movimiento del cuerpo del músico. Ahora si supo que estaba dominando el momento, supo que Adam lo estaba disfrutando y continuo así. Se saco el miembro de su amante y comenzó a lamerlo lentamente, para darle oportunidad de disfrutarlo.
Los ojos de Adam lo miraron con calma, parecía estar sofocado, pero en sus labios había una sonrisa y en sus ojos deseo encendido.
-¿Que me haces...? ¿James...? -Pregunto sin aire el músico.
-Te doy lo que necesitas... -El hombro lleno de sangre goteo sobre las piernas de Adam y esto le ayudo a excitarlo aun mas. Cada gota, era un jadeo garantizado.
Mientras reanudaba las amplias lamidas al largo miembro de Adam, una mano de James bajo para buscar la entrada y la toco un par de veces, esta se contraía y el dueño también, se retorcía y retrocedía.
-Mmh... No... -Dijo Adam con una sonrisa traviesa.
-Claro que si... Yo quiero darte todo... -James se lamio dos dedos y rápido los enterró en Adam.
-¡UGH! -el grito de dolor de Adam fue ahogado con un dedo que se mordió de inmediato.-Ah... -Pero después, este dolor fue reemplazado con una sensación extraña, los dedos de James entraban con violencia, hacían círculos y de retorcían dentro del cuerpo de su amante sometido.
-No te resistas...
-B-basta... -Suplico, pero era inútil, su cuerpo se movía hacia adelante y atrás, en un leve vaivén.
James lo levanto y lo arrodillo frente a la pared sobre la cama. Bajo la cabeza y la metio entre las nalgas del músico para poder estimularlo, pero eso inquieto mas al amante, que rápido se movió.
-N-no James... -Su mirada tenía algo parecido a unas lagrimas.- No puedo...
-Claro que puedes... -Empujándolo con ternura, el rubio lo recostó y lo beso con ternura, lo acaricio con delicadeza, para controlarlo, debía cooperar, no quería hacerlo sangrar.
-James... Mmh... -Adam aun estaba inquieto y se aferro con fuerza al cuerpo de su amante, sintió las gotas de sangre sobre sus labios al poner su cabeza ahí y como un tierno cachorro, las lamio y se sintió mal.- No lo hagas...
-Debo hacerlo... Lo necesitamos ambos...
Con los dientes llenos de sangre, Adam se sintió tan mal por el rubio, pero no evito que las manos de este volvieran a buscar su entrada, la ultrajaran y le abrieran de piernas.
-Debo hacerlo... -Dijo firme James.- Yo lo necesito...
-¿Por qué? -
-Porque te deseo Adam...
Cerrando los ojos, volvió a lamer la sangre para darse valor y se dejo de los dedos insistentes, ahora la entrada de Adam estaba cooperando mucho mas. Así que no había tiempo que perder. Tomándolo por debajo de las piernas, James lo levanto en el aire y salivo un poco para poderlo lubricar, coloco su miembro en las blancas nalgas y comenzó unas embestidas con fuerza, desgarrando la pequeña entrada.
Adam apretó los ojos, pero no se molesto mas por el dolor.
-Mmh... -James apretó tanto los dientes por el esfuerzo, que sangraron de igual forma, rápido recordó la preferencia por la sangre de Adam, y se apresuro a unirse en un beso con él.
El beso le supo a gloria al músico.
-Um... James... -Los deseos del músico eran complacidos a cada instante, el rubio lo estaba mal acostumbrando, ahora debería hacerlo su mascota privada.
Con las piernas abiertas, Adam recibía a James, quien ya empujaba con más naturalidad entre las nalgas del músico. Estaba listo para continuar moviéndose con fuerza para oírlo jadear y volvería a hacer suaves masajes para que los disfrutara por completo.
-Adam... -Dijo mientras soltaba una pierna y comenzaba a masturbar al mencionado.
-Mmh.... Nh.... -Solo atinaba a decir.- Más...
Mientras James se concentraba en su trabajo, su amante apretó los dientes y dejo ver como sus colmillos habían crecido y lucían radiantes con su sonrisa de excitación. James arqueo una ceja al notarlo.
¿O no se había fijado o era el mejor truco que había visto?
Pero no se dedico a preguntar, el quería partir a su amante, así que aumento la fuerza para rápido tocar la próstata de Adam y así poderlo llevar al orgasmo.
-Más... -El músico atinaba a decir con el poco aire que James le dejaba. La fuera que aplicaba el rubio, le hacía sangrar mas de hombro y Adam deseaba prenderse de él para beber más sangre.
Al intentar acercarse, James lo detuvo poniendo su mano en la boca de este y sonrió.
-Muérdeme... -Le dijo con plena confianza de que Adam así lo haría.
-Ah... -Entre los fuertes movimientos de la penetración, hubo un minuto en que sus miradas se cruzaron, los ojos verdes de Adam se mezclaron con los azules de su amante. Hubo una conexión inmediata, una entrega total.
Ambos deseaban que eso ocurriera y así seria.
Adam con fuerza muerde la mano de James y este solo jadea al sentir como los filosos colmillos logran hacerlo sangrar, al sentirlo como el piquete mortal de un animal, cerro la mano y la apretó contra la boca de su amante sometido.
-Ugh... -El dolor de la mordida lo desquitaba con las fuertes penetraciones en Adam, James lo deseaba tanto que permitió que el músico hiciera lo que deseara con él.
Soltando a James, Adam dejo ver como la sangre corría sensualmente de sus labios y unos sonoros gemidos retumbaron por la habitación.
-Dame todo... -Pidió Adam casi como una orden al joven.-Mmh... Ah... ah... Nh... -Sus jadeos comenzaron a ser gritos, jalaba las sabanas y se retorcía al sentir el duro miembro de James entrar en su cuerpo. Le gustaba y le dolía mucho, pero no podía evitarlo, el placer que James le daba no lo había experimentado, ¿Una victima así de sumisa?
El rubio comenzó a embestir con más fuerza, vio en los ojos del músico que eso necesitaba, toda su fuerza y así podrían terminar.
-Mmh...
La lucha de James por entrar en Adam llego al clímax, cuando el rubio presiono con fuerza el abdomen del músico y comenzó a tensar los músculos, toda su sangre corrió con fuerza y salía con más prisa de sus heridas. El orgasmo venia muy de prisa. Los ojos se fijaron en como el orgasmo también comenzó a asaltar al amante sometido. Sus ojos verdes se pusieron en blanco y estiro sus piernas, la sensación de su piel blanca erizándose bajo sus manos. James comenzó a frotar su vello púbico con más fuerza, hacia el esfuerzo por entrar con más fuerza. Pero Adam parecía tenerlo todo, con poca respiración el músico bajo su mirada y se maravillo al ver como su miembro endurecido comenzó a eyacular.
Soltó una risa al ver todo su semen regarse por la cama y entre ambos cuerpos. Sin entenderlo, James cerró los ojos y comenzó a eyacular dentro del cuerpo frio. El calor de su miembro con tanta estimulación se rego dentro de todo Adam. No pudo ser más perfecto.
Pero James comenzó a ver borroso, su orgasmo parecía estarlo afectando, se mareo y trato de sostenerse de un Adam que se levantaba, claro sin sacar a James de su cuerpo.
-¿James...? -Pregunto extrañado el músico.
Pero las palabras no se articulaban bien en la mente del rubio, escuchaba algo pero no lo comprendía, se fue dejando vencer por esa extraña sensación de pérdida de conocimiento y como un cadáver se dejo caer sobre Adam.
La sangre no dejo de fluir hasta que el músico se levantó a toda prisa por gasas y lo curo.
******
El rubio fue recobrando el conocimiento. Abrió los ojos poco a poco y se dio cuenta de que seguía en la cama de Adam. Una gran gasa cubría su hombro y la mano que el amante le había mordido.
-¿A-Adam...? -Hablo con la boca seca.
-Acá estoy... -Dijo acercándose y le ofreció una copa con vino tinto.- Bebe... Te hará bien...
Sin preguntar nada mas, acepto la copa y la bebió de un solo trago. Le supo muy bien.
-¿Que ocurrió?
Con una expresión divertida, Adam le sonrió y volvió a mostrarle los colmillos. Eran blancos y afilados.
-Nada... Solo te desmayaste... ¿Jamás te había pasado?
-No mientras estoy cogiendo... -Admitió con pena.
-Pues tendrás que acostumbrarte... Me gustaría que vinieras algunas noches... Todo este ritual me gusto y quiero seguirte viendo... Tu sangre tiene un sabor muy peculiar... Muy excitante...
¿Sangre excitante?
-Por supuesto que si... -James se sonrió, había logrado llegar más lejos de lo que pensó.
-Pero debo advertirte...
-¿Advertirme...? -Eso sonó muy extraño.
-No te preocupes... Solo que en cierto tiempo tendré que separarme de ti... No suelo permanecer en el mismo lugar o con el mismo amante por mucho tiempo... El tiempo no pasa igual para todos...
Las palabras de Adam no lograron convencer a James ¿De qué mierda hablaba?
-¿Como que el tiempo? Explícate... -Lográndose sentar, James intenta sonar recio en su exigencia.
-Basta... Te vas a cansar... -Adam le acaricio el hombro y se saboreo de nuevo esa sangre nueva.- Descansa y cuando puedas mantenerte en tus dos piernas, podrás irte... Yo debo dormir...
Sin entender las tonteras de Adam, James se recuesta y su amante lo hace por un lado de él. Le sonríe y cierra los ojos fingiendo dormir. El rubio detecta eso y voltea a todos lados para buscar un reloj.
Había uno grande en la pared que daba a la puerta de entrada, marcaba las 2:16 am ¿Por qué le habría dicho que se fuera? El podría hacerle compañía toda la noche y todo el día si solo se lo permitiera.
-Adam... Si quieres me puedo quedar contigo... -Le dijo acariciando la fría mejilla de este.
-No... Ya pronto saldrá el sol y debes volver a tu vida y yo dormiré... Mañana en la noche nos veremos en el bar si decides asistir de nuevo...
Sonriéndole, James lo besa en la frente.
-Iré todas las noches que me pidas...
-Así será... Yo te diré que noche puedes ir y que noche no... No quisiera que mueras desangrado, tu cuerpo debe descansar y no conviene que por mi apetito puedas perder la vida tan rápido...
-¿Apetito? Hablas como si fueras un vampiro... -Sonrió el rubio incrédulo.
-Es que lo soy... -Adam dijo sin pena.
-¿Un vampiro? -
-Así es... Por eso no podrás venir cada noche, mi apetito será feroz y a la larga te matare... Deseo conservarte varios años hasta que ese fin llegue sin remedio.
El músico se abrazo de su nuevo juguete y este con los ojos casi desorbitados lo abrazo también. ¿Era un vampiro? ¿Cómo era eso cierto? No daba crédito a sus palabras y de igual forma no sabía si estaría dispuesto a servirle de alimento a este engendro del infierno.
Pero Adam no era eso, él no era un monstruo.
Mirándolo con ternura, James se dio cuenta de que lo amaba como para salir corriendo como oveja asustada. No, el no era de ese estilo, vivía al límite jugando con su vida en las carreras y ahora, uniría ese deseo por la adrenalina, al convertirse en amante de este hijo de la noche.
-Por supuesto que vendré todas las noches... -James lo apretó contra su cuerpo, el frio cadáver solo subió sus manos y roso con sus dedos la fuerte barbilla del amante.
-Entiende que una vez que lo aceptas, no hay modo de retractarse...
-Puedo entender eso... Solo quiero estar contigo...
-Me apena que sea así... Que sea yo quien algún día te quite la vida... Pero no podría darte la misma vida que yo llevo...
-¿Vida?
-Si... No quisiera que perdieras el calor de tu alma y te conviertas en un frio cuerpo sin vida como yo...
-Puedes hacerlo si lo deseas o podría pensar que en ese momento mi compañía ya no sería de tu agrado y acabaras conmigo ¿Verdad?
-No... Eres suficiente compañía para mi... El problema es el tiempo que tu lo decidas mantener... Habrá un momento en que digas "basta" y yo no quiera dejarte ir... Ya he probado tu sangre y la deseo consumir toda... Te consumiré hasta que tu corazón deje de latir...
James no sintió preocupación, solo sintió que su corazón que ahora palpitaba con pasión por Adam, algún día lo dejaría de hacer por el mismo.
Tal vez un final justo para este amor tan extraño.