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El huaso y el geek por Lonxito

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Notas del fanfic:

Bueno ya esta listo lo subire cada 2 dias para su disfrute, espero sus rw, de hay dependera si lo extiendo o no,

A leer!

Notas del capitulo:

espero que sea de su agrado, siempre tenia esto en mente asi que lean y opinen q tal!

El huaso y el geek.

 

17 de Septiembre:

 

-          Pero papa! –le  reclame muy molesto, no podía ser verdad que se le ocurriera hacerme esto –Papa! Te dijo que no quiero ir! No me puedes obligar! –sí,  no podía hacerlo, es algo inaudito…

 

-          Soy tu padre y está decidido, Maykel Esteban Fuentes Parra, pasaremos las fiestas patrias en casa de tu abuela Catalina, así que alista tu maleta que en 2 horas nos vamos, o sino corto tu plan de celular –me dijo con tono amenazante.

 

-          No, eso no…- ¡auch! toco mi punto sensible, mi kriptonita, así que baje mi cabeza como perro apaleado y partí a mi habitación, papa sabe cómo ganar una discusión.

 

Bueno, no es que gustara ver a mi abuela… solo es que donde vive, es en el fin del mundo! No tanto así, pero no llega la señal telefónica y eso es desesperante para un adolescente de mi edad, una semana sin Internet y comunicación con el resto del mundo es mucho, ¡bendito sea este país!, dar tantos días feriados para tener unas mini-vacaciones, yo pensaba que padre se iría solo y me dejaría la casa para mi sola, pero siempre tan suspicaz el, no me dejaría hacer un reventón en mi casa, ¡maldita sea!

Ordene todo para la estancia allá en el campo, solo en esa hacienda enorme con solo la compañía de mi padre y mi abuela, ya que mi otro tío está en Alemania y bueno son ellos dos nomas. Cogí el cuadro de mi difunta madre, ella falleció dándome a luz, papa siempre me habla de ella, dice que herede los verdes que llenan mi iris y los cuales tapo con mis enormes gafas, la coloque en la maleta y luego en el auto, ordene mi bolso con lo indispensable y partimos en el coche.

Poco a poco nos fuimos alejando de la urbanización, de las calles atestadas y llenas de cemento, a lugares con cada vez más verde, el aire se notaba más azul y limpio.

Pero era un largo viaje, eran 7 horas en auto el recorrido aproximado, veía como se observaban los primeros animales, vacas, caballos, todo esos bichos del área rural, no es que me caigan mal los animales, solo tenía un mal recuerdo con un caballo, que me dejo traumado con ellos.

Dormí la mayor parte del viaje, mientras mi padre conducía, cuando desperté estábamos entrando al pequeño poblado que era el último punto antes de llegar a nuestro destino. La hacienda de mi abuela quedaba a 1 hora de este lugar.

Había cambiado mucho el lugar desde hace 6 años, se observaba la urbanización del lugar, de un villa paso a ser un pequeño poblado con los recurso básicos, por lo visto, la vista no era tan mala, jóvenes bastantes guapos con ropa de campo se paseaban por las calles, no me importaría darme una vuelta luego.  Observe como mi padre me miro tras el retrovisor, con cara de “ni se te ocurra Maykel”, por lo cual bufe cruzando mis brazos, en signo de resignación.

Mi padre hace mucho sabia de mi homosexualidad, por lo cual no había secretos entre los dos, eso sí era bastante sobreprotector y celoso, no aguanta que un chico me cortejara. Todo comenzó hace un año, cuando  me pillo con un chico que conocí en un chat, en mi pieza y este encima mío, en calzoncillos, ¡casi lo mata! Desde entonces siempre anda con un revolver en el bolsillo,  por eso sigo virgen, es mi desgracia, ¡no quiero morir señorito!

Luego de la hora restante ya estaba en la entrada de la hacienda, la cual no la veía desde que tenía 10 años, es que realmente me aburre no estar conectado. Soy a lo que llama, todo un geek, ya que ando a vestido a ese estilo y siempre metido en las redes sociales. En la entrada de la casa estaba mi abuela sentada en un sillón de mimbre, mi abue… siempre tan linda amable y cariñosa, es una huasita con una boca… cada vez que se enoja lanza un montón de improperios, es muy hábil con el matamoscas y tiene la fuerza de un buey de carga, pero siempre me dulce y frágil cuando está conmigo, es un amor caído del cielo…

Nos bajamos y corrí directo abrazarla, me acurruque en su pecho  aunque hace dos meses que vino a verme, es tan agradable estar con ella, pero tiene una lengua que escupe acido a veces…

-          Mi niño hermoso, tan lindo mi niñito –va y me agarra una nalga- y han crecido, no? –dijo con voz altanera –esto crece con el uso, ya se te venció el elástico?

-          Abuela!! –dije sonrojado, vi como mi padre me miro con cara de asesinarme –todavía soy casto para tu información –no era necesario que me tirara a los leones, vi como padre se tranquilizaba, sabia por mi tono de voz si decía la verdad o no.

-          Bueno, bueno mi niño pero ahora puede ser tu semana de suerte –dijo guiñándome un ojo, si será esta señora de mala, antes de que papa soltara alguna palabra fue mi abuela a abrazarlo –y aquí está mi hijo, ven acá ingrato –veo como mi abuela me hace la señal de escape, por lo cual cojo mi maleta y voy a mí ya conocida habitación.

Entro a mi habitación, está igual de siempre con su cama, su cómoda y la pared libre con dibujos en el, los cuales fueron hechos por mi madre cuando estaba embarazada, siempre que lo veo, siento que me quiso muchísimo, por lo cual me acuesto a observar, saco mi móvil y como pensé no hay señal alguna, me levante de mala  ya que llamaron para almorzar.

Estaba caminando pesadamente en dirección al comedor cuando escucho voces hablando animadamente, una era mi padre y otra era una voz muy masculina… entro a la sala y me encuentro con un chico alto, moreno de mirada seria, cejas marcadas de manos fuertes y hombros anchos, que se reía animadamente con mi padre, mi padre se levantó y me tomo de los hombros.

-          Aquí estas, Maykel, ven –me lleva y me sienta a su lado –que no te acuerdas de Esteban? Jugaban juntos cuando eran pequeños, eran inseparables, siempre ambos metiéndose en problemas. –decia mi padre sorbiendo su jugo.

 

Yo solo reí tontamente al no poder articular palabra alguna, era realmente el?, bueno cuando lo deje de ver tenía 13 años –es mayor que yo por 3 años- y era flaco, hambriento y muy amable, ahora estaba totalmente cambiado, se veía tan apetecible… Maykel contrólate que tu padre sospechara.

Estuve mirando mi plato, por temor de mirarlo a los ojos, es que el solo al verlo me agitaba entero, me ponía nervioso sentir su aroma, al verlo solo él me observo con una gran sonrisa y unos ojos de “te voy a comer”, ¿en serio? O era mi caliente mentalidad de adolescente que me jugaba una mala jugada.

Mi abuela llego con un enorme platón de pato a la naranja, el cual repartió a cada uno, hay cuando me arme de valor y hable.

-          Y Esteban, porque estas acá? – dije sin analizar nada.

-          Soy tu vecino, y me gusta almorzar aquí, algún problema? –dijo dándole una mordida a la pierna de pato.

-          No tienes casa acaso? ,bueno, no me quites a mi abuela –rayos cuando estoy nervioso, hablo cualquier cosa.

-          Maykel! – dijo mi abuela molesta –compórtate pequeño muerde almohadas –si mi abuela es tan linda a veces… -el solo trabaja aquí de vez en cuando, ayudando a esta indefensa anciana –va y le acaricia la cabeza al chico –así que come tranquilo o sino no quedara nada.

-          Ya abuela –y volví a poner mi atención en mi plato.

 

Despues de esa ventilación de mi orientación sexual, Esteban no dejaba de verme como algo comestible, siempre me sonreía al verlo, mostrando su perfecta dentadura, luego a la comilona que se pegaron ellos, no pude ingerir nada debido al nerviosismo en el cual el me inundaba con sus ojos.

Luego de eso el resto del día me llevo de paseo por el lugar, mi abuela distrajo a tiempo a mi padre, el cual vio con malos ojos como Esteban me tomaba de la mano como antaño, cuando éramos tan solo unos niños.

Me llevo a los prados donde antes retozábamos, paseábamos y nos colocamos al día, ya que no nos habíamos visto hace mucho, así fue cuando pasamos al tema de las relaciones sentimentales.

-          Así que, Maykel… has tenido novia? –me pregunto sin más, estábamos sentados sobre un tronco mirando el estero.

-          Yo no… y tú? –dije algo apenado.

-          Yo tuve 3, pero con ninguna sentí ese algo especial –auch, dolió un poco, lo bueno que las corto.

-          Oh, hay que esperar la indicada, ya llegara –dije sin animos.

-          Si estoy esperando, a mi persona ideal, pero no tendré que esperar tanto… -sentí como coloco su mano sobre la mia, y la acariciaba suavemente, yo al sentir su mano, la saque precipitadamente perdiendo el equilibrio cayendo sobre el estero.

Sentí como me hundía rápidamente, mierda justo ahora lamente las clases de natación que me ofreció mi padre, las cuales rechace… cuando sentí un brazo jalándome a la superficie. Vi todo borroso y todo se apagaba.

Cuando sentí una bocanada de aire que me hizo estremecer y escupir el agua que trague, luego de botar todo el líquido note que me tenía aferrada una mano a la suya.

-          ¿Maykel estas bien? –claro que no, casi muero.

-          Si estoy bien, gracias Esteban –dije recuperando el aliento –puedes salir de mi de una vez –dije sonrojado, mirando en otra dirección.

-          O si, perdóname –dijo nervioso, colocándose a mi lado –ven vamos a cambiarnos, estamos totalmente empapados.

Note como la camisa verde se le traslucía, viendo esos trabajados brazos y ese cuerpo moreno, ¡por Dios! Maykel es tu amigo de la infancia, no puedes verle de otra forma, aunque sea endiabladamente sexy.

Caminamos hasta llegar a la casa donde me dejo y se fue, por suerte somos vecinos asi que luego iría a verlo

Me duche y me cambie rápidamente, había una nota de mi abuela en la cual decía que fue al poblado con mi padre, en busca de víveres para la fiesta de esta tarde. Por lo que opte por darle una visita sorpresa a Esteban.

Fui caminando en dirección a su casa, la cual rodee para entrar a su pieza como lo hacía antes, la cual estaba rodeada de flores, cosmos de tonalidades blancas y lilas, cardenales de varios colores, su madre tenia talento con las plantas. Me acerque y note que estaba la ventana abierta, perfecto pensé para mis adentros cuando me asome y me petrifique por lo que vi, era Esteban, el cual estaba en su cama, completamente desnudo y masturbándose.

No pude evitar tener una erección, la cual se aprisionaba mi pantalón, el rodeaba su falo con ambas manos, las cuales no eran suficientes para cubrir su masculinidad, subía y bajaba sus manos, gimiendo algo que no alcance a oir, susurraba muy despacio, veía como  se acaricia su torso con una mano, mientras con la derecha no dejaba de estimular su falo, sé que estaba mal espiarlo pero al diablo su privacidad, me hubiera gustado echarle una mano… o una boca, Maykel por dios, eres una puta viciosa, dije comenzando a estimularme también sobre el pantalón.

Estuve viendo por 10 minutos, estimulándose, lo cual yo tambien hice, hasta que el acabo en su pecho, derramando su abundante semilla en su six pack en desarrollo. Yo no pude seguir más allí, corrí a casa para acabar yo igual, pensando en el sobre mí, sometiéndome, hundiendo su mástil explorándome por dentro, así acabe mojando mi playera con mi eyaculación.

 

Me estaba gustando mi amigo de infancia, mi mejor amigo… el huaso Esteban.

Pense todo eso jadeando, tratando de recuperar el aliento, estaba muy cansado, por lo que me quede dormido con la mano en mi entrepierna, soñando con el…

Notas finales:

les gusto? dejen comentarios, todos son bien recibidos nos vemos!


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