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My Kris por A Quick Kiss

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Notas del fanfic:

Hola!

Como todod el mundo está alerta con EXO por Growl decidimos hacer un fic de drama y desprecio, disfruten.

Dejen reviews, si no lo hacen no dejaré que Lay vaya a su cuarto a visitarlas (?)

Autoras: YuleSaku

Nombre del fic: My Kris

Género: Drama

Pareja: Taoris

Advertencias: Lemon, palabras obscenas.

Rating: +18

El amor es solo una palabra que no puede englobar lo que siento por ti

Me alejé de los labios de JoonMyeon con un pedazo del pepero en mi boca, lo mastiqué suavemente y sonreí en mis adentros…Kevin ya estaría echando fuegos internamente y confío en que estaba vez se alejará de mí para siempre.

Dirigí mi mirada hacia él, tenía abajo su cabeza mientras todas las fans gritaban por el pase del pepero de YiXing y SeHun que estaba ocurriendo en estos momentos.

Sabía que estaba mal hacerle esto a esa persona que tanto decía amarme pero yo soy el que controlo mi vida, no él.

Él es solo un estúpido enamorado.

Al acabar el programa, me dirigí al baño del camerino para mojarme la cara y esas cosas que solo yo suelo hacer, me retoqué la cara y ya no sentía esa culpa latiente en mi pecho.

Kevin entró al baño lo pude saber por los sonoros que sus pasos se oían en todo el lugar como si el simple hecho de vivir le pesara y su figura se vio reflejada en el espejo en donde me maquillaba.

-¿Qué quieres? Estoy ocupado-dije fingiendo no mirarlo.

-Por favor, deja de tratarme así…Te amo- agarró mi brazo pero yo lo removí.

Seguí arreglándome, no le iba a prestar atención, no quería otros problemas más con él, ya demasiados tenía con los chicos de la banda con los que a veces tenía roces demasiado fuertes y todos eran culpa de Kevin y su extrema sensibilidad.

-¿Podemos hablar un momento?- me volvió a coger el brazo pero yo hice la misma acción brusca.

-Te estoy hablando- lo removí otra vez-. ¡Te estoy hablando!- me agarró fuertemente del brazo e hizo que me virara quedando frente a sus ojos rojos como la sangre.

Me manché la cara con un lápiz corrector y lo miré con odio.

-¡Mira lo que haces! Eres un idiota y un terco- cada vez me apretaba más fuerte del brazo-. ¡Déjame!...me estás apretando muy fuerte.

-No te soltaré hasta que me digas que mierda pasó allá afuera-aun llorando, su simple presencia me desmoronaba.

No aguanté más su tontería, alcé mi mano y le pegué una cachetada muy fuerte en la cara, una de las muchas que le había dado últimamente.

-¡¿Para qué tienes los malditos celos si ya todo está podrido?!- le grité fuertemente.

-¡Tal vez porque quiero que esto no se acabe nunca!- me agarró de la cara fuertemente, me acercó hasta sus rojos labios y mi corazón volvió a latir.- ¡Nunca!

Chocó mis labios contra los suyos bruscamente mientras su lengua buscaba entrar a mi boca llenando de su saliva mis labios.

-Suéltame- murmuré mientras él me tenía aprisionado en aquella jaula de besos presurosos, le pegué fuertemente en la rodilla y se separó adolorido, me limpié la boca en forma de asco y lo miré con ojos desorbitados.

Sus labios rojos, esos hombros anchos que ahora lucían alicaídos y sus ojos negros que me miraban con tristeza, sentía que él se estaba destruyendo y yo lo disfrutaba.

Cogí mis cosas mientras él me miraba con lágrimas en los ojos, su cara me daba mucha pena pero el hecho de que nuestra relación dependa de un hilo no era mi culpa, sino la de él por amarme de esta manera tan insana.

Las relaciones nunca funcionan porque siempre hay uno que es el estúpido que cree en un para siempre.

Abrí la puerta del baño y antes de eso me dijo:        

-¿Qué nos pasó?- me preguntó con su voz haciéndose añicos.

-Es tan simple: yo no te amo- sentí una opresión en el pecho.

-¡¿Hay alguna razón por la que no me amas?!

-¿Una razón?-torcí mi boca-. La razón no te la puedo decir, me he abierto demasiado a ti y ya no quiero...

-¡¿Qué es lo que no quieres?!- caminó hasta mí mientras más lágrimas caían-. ¿No me quieres amar?

-Púdrete- me giré y salí corriendo del lugar.

Puedo jurar que hasta las gotas de mi cara se evaporizaron del coraje que tenía.

Salí del lugar sintiendo también las ganas de llorar… ¿Qué nos ocurría? ¿Cuándo las cosas terminaron así? Acababa de besar a SuHo y Kevin… ni siquiera me golpeó por haber hecho semejante cosa, eso me enojaba de sobremanera, le hacía tantas tonterías, me acostaba con bailarinas, actrices y cantantes, él se enteraba y lo único que me decía es “quiero hablar contigo” y siempre yo acababa golpeándole, que terminara llorando y que se sienta culpable de algo que solo era mi culpa.

¿Por qué no me hacía nada?

Es que le hacía de todo y él siempre con esa mirada comprensible, con esa mirada que me perdonaba todo y eso me enervaba tanto. Me enojaba que pudiera ver a través de mí.

Me hace quedar como el malo de la historia…

Me subí a la minivan y enseguida entró Kevin, se sentó a lado mío y me miró con esos ojos otra vez, esos malditos ojos.

-Perdóname ¿Sí? No quise hacerte daño, lo lamento, discúlpame. Sé que me amas…

-No quiero, no las acepto, aléjate de mí. Me hiciste mucho daño, piénsalo mejor antes de poner tus estúpidos celos por delante de mí.

Me fui a otro puesto y observé de reojo a Kris llorando otra vez, cada uno de sus lágrimas tenían mi nombre y eso me gustaba.

Los chicos se subieron y SuHo se sentó a lado mío, coloqué mi cabeza en su hombro y el me abrazó, quedé viendo a Kevin y parece que iba a desvanecer.

-¿Quieres ir a tomar a mi cuarto?- me preguntó SuHo-. Tengo una botella de soju que compre hace poco.

-Claro, ¿Por qué no? Yo llevo la música, ¿Los dos no más?

-Por supuesto, ¿O quieres que invite a tu novio? Parece deprimido en esa esquina- su expresión por un segundo dejo de lució picara y se volvió preocupada.

-No, no quiero que ese cascarrabias esté con nosotros, siempre arruina la fiesta, para mi está bien estar solo contigo tomando soju, los dos estamos bien solos.

-Está bien, apenas bajemos vamos a mi piso- le asentí mientras miraba el cielo a través de la ventana, todos los chicos hacían bulla incluyéndome, pero claro que no, el señor Kris inocente nunca hace nada…

Estoy llegando a odiar a ese muchacho…tan bueno…tan perfecto.

Después de juegos y gritos llegamos a nuestro departamento, entramos un poco cansados, yo y SuHo fuimos los primeros en subir al piso de él, claro, diferente al de Kris.

Sentía su  gélida y triste mirada sobre mí, a esos ojos malditos paseándose por mi cuerpo mediante subía las escaleras.

Entré al pequeño cuarto, me saqué los zapatos y me acosté en la cama boca arriba, ante mi SuHo se quitó los zapatos también y se subió gateando hasta mí, su nariz rozó la mía pues estaba muy cerca de mí y supuse que me iba a besar entonces cerré los ojos esperando pero nada pasó.

A los cuatro segundos abrí mis ojos encontrado una extraña mirada en sus ojos, supe que había confundido lo que iba a suceder.

Me sonrió, se acercó otra vez y susurró seductoramente:

-¿Pensaste que te iba a besar?

Asentí lentamente.

-Pues tenías mucha razón- y dicho esto atacó mis labios, presuroso invadiendo mi boca con su lengua.

No pude ni siquiera corresponderle pues era muy raro besar a una persona con la quien convivías y que era tu líder.

Se sentía demasiado extraño que tuve que detenerlo.

Coloqué mis manos en su pecho y lo empujé suavemente.

-Vamos despacio…

-Como quieras - se levantó y sacó debajo de su cama un par de botellas de soju, me la extendió y yo me senté en la cama feliz.

Sería la primera vez en la que tomaría licor pero no me importaba. A mí nada me importaba.

Abrí la botella lentamente mientras la mano me temblaba pero si quería deshacerme del pesado de Kris debía aprovecharme de SuHo.

Después de todo esto no está tan mal- pensé observando su torso que lucía apetecible aún debajo de la negra camisa…era un torso que seguramente Kris nunca tendría por flojo y mal líder.

Volvió hacia mí con una sonrisa a medias y se sentó a lado mío mientras colocaba su blanca mano en mi rodilla.

-Espero que tu noviecito no te esté buscando por toda la casa- se mordió el labio-. Debes odiarlo mucho para hacerle esto.

-¿Y qué si lo está haciendo? Ahora estoy contigo y no lo odio…solo es algo demasiado extraño para que tú lo entiendas - le dije golpeándolo en el hombro.

-Claro… ¿Cómo entenderlo?- agitó lentamente la botella.- ¿Hoy discutieron?

-Tú también…- le respondí-. La verdad es que ese idiota me reclamó por haberlo hecho.

Como un fogonazo vino a mi mente la imagen llorosa de Kris.

-Kris puede llegar a ser tan sensible a veces.

- Diablos, ¿Por qué lo conocí?- hice un puchero.

-Por reclamar por la estúpida piedrecilla que te lanzó, ¿No lo recuerdas?

Ahora que SuHo me hizo acuerdo, hace tiempo que no recordaba cómo nos habíamos conocido de trainees, cuando él recién entraba a la empresa.

-¿Qué te pasa? ¿Por qué me tiraste esa piedra? ¿Quién eres? Molestoso, aléjate de mí- lo observé con desprecio, ni siquiera lo conocía, qué le pasaba.

-Ya, ya, ya, lo siento- cogió la pequeña piedrecilla y se la lanzó contra su propio brazo-. ¿Contento? Ya no eres el único a que le lancé esa piedra.

Eso me había parecido tan tierno que no dudé en sonrojarme mucho y mirar hacia otro lado.

-Soy Kevin Wu- me extendió la mano-. ¿Y tú?

-No te conoceré y no me interesa saber tu nombre, estoy esperando a que esta estúpida fila avance-mire hacia abajo a su número de turno colgado en su largo cuello.

-Entonces… ¿Crees que es mejor quedarte aquí parado como idiota? Aburrido y sin nadie con quien conversar, tienes un gusto muy raro, ¿Para qué crees que te lancé aquella piedra? ¡Es porque me aburro!- alzó los brazos de forma dramática.

-Tao, Tao, ¿me escuchas?- me decía SuHo moviéndome-. Reacciona.

-Amm ¿qué?- le dije moviendo mi cabeza-. Lo siento.

-Aquí alguien parece que está recordando tiempos buenos- esbozó una sonrisa muy brillante.

-Idiota, solo estaba pensando en que mi vida hubiera sido el doble de lo mejor que es ahora si no lo hubiera conocido. Zeus, es tan difícil tener novio. Tener que cumplir con la fidelidad, las citas, los aniversarios…es estresante.

Seguimos conversando sobre aquel asunto, y mediante pasaba el tiempo nos acabábamos las botellas de licor, sabía que Kris odiaba que me creyera un adulto…el sabor de esa cosa tan fuerte no me gustaba mucho, pero era solo para molestarlo y verlo derrumbarse ante mí otra vez.

Ya empezaba a ver todo borroso y SuHo cada vez se me acercaba. Me tomó de la cintura y esa cara pícara me hizo saber que estaba igual que yo…sin control total de mis acciones.

-Debes dejar de hacerle eso a Kris, mejor acaba con todo esto y nadie saldrá herido.

-Ha, muy gracioso… - le sonreí y él me besó.

Abrí mi boca deseosa de los labios de SuHo, ésta olía a alcohol pero no importó pues seguramente mi boca olía igual. Los besos de él eran presurosos, me mordía y su lengua se paseaba  por todos mis labios, o eso parecía, no lo sé, estaba demasiado ebrio.

Le arañaba la espalda mientras él me seguí besando con lujuria, eso era lo que sentía.

Engañaba tanto a Kevin y eso me encantaba, saber que nunca se podrá ir de mi lado porque él me amaba sinceramente.

Que me iba a amar siempre y me aprovecho de eso.

Siempre está el tonto que cree en un para siempre.

Todo esto era tan brusco.

-¿Te gusta?- me dijo en susurros sexys, o eso parecía.

-Me fascina- me agarró del cabello y lo tiró hacia atrás-. Déjame marcas.

Estiré mi cuello y el empezó a besarlo salvajemente, mordiéndo esa fina piel para después succionarla.

Nunca lo había hecho con ninguno de los integrantes, incluyendo Kris. Ese era otra cosa, yo había tenido tanto sexo, con tantas personas y con mi novio por 2 años, nada.

El simplemente no es material para sexo…

-Abre las piernas…- me dijo jadeando.

Lo hice, y él quedó en medio de ellas. Me sacó la molesta y ridícula camisa que siempre nos ponían en los programas, siguió con su camino de besos por todo mi abdomen.

Y cuando me estaba preparando para ser tomado por completo por SuHo, como recuerdo de lo bajo que había llegado…sucedió algo extraño.

Subió a mi cara y me miró con ojos tristes, se dirigió a mi oreja y me dijo lo siguiente:

-Cuando la SM te trajo a EXO no mencionaste en tu currículum que eras una completa puta. Sabes lo que le haces a Kevin…eso no es bueno para nosotros. Le estás haciendo daño.

Me quedé helado.

-Su...Su…ho- se levantó y me miró de pies a cabeza.

-No mereces el cariño de las fans, contigo he tenido que tomar esta loca estrategia, o te comportas como se debe o terminarás en la calle.

-¿Sabes que es lo peor? Que Kris no queda en ridículo, sino tu por tu comportamiento patético que tienes, esto es algo inmaduro.

-Pero tú…

-¿En serio creíste que iba a tener sexo contigo? Solo tenía que decírtelo de la manera en la que me escucharas. Basta, Tao.

Me levanté pesadamente aún con los estragos del licor en mí.

-¡No voy a detenerme porque quiero que Kris sufra! ¡Si él dice amarme tanto no debería importarle lo que haga!  

Y luego el sonido de mi mejilla siendo impactada por la mano de Suho retumbó por el cuarto.

-Quiero que arregles esto ahora…-me agarró de los hombros y me sacudió-. Ve a hablar con Kris.

Salí del cuarto de JunMyon con lágrimas en los ojos y temblando pues no se siente bien que de repente te dieras cuenta de muchas cosas.

La razón por la que no puedo amar a Kris es…

Entonces Kris apareció en frente mío con sus ojos hinchados y el cabello rubio enredado.

-Tao…-me abrazó.

-Suéltame-susurré.

-¡No te voy a soltar!

La razón por la que no puedo amar a Kris es…

-Eres tan necio, tan odioso…-mis lágrimas salían a borbotones.

-¿Amas a Suho?- sus ojos cafés se encontraron con los míos-. Si lo amas yo te pido- se arrodilló en el piso mientras las sombras del lugar le daban un aspecto lúgubre-. Te ruego que lo olvides…

-No lo amo…-su mirada se alzó esperanzada-. Pero tampoco te amo a ti.

-¿Por qué?- apretó con impotencia mi pantalón-. No te escondas de mí.

La razón por la que no puedo amar a Kris es…

-¡Ódiame, Kris! ¡Vamos, golpéame!- exclamé con la voz ahogada.- Hazme ese favor.

-No te puedo odiar.

-Si puedes y eso es lo que necesito de ti. Eres una carga demasiado grande y ya no te soporto.

La razón por la que no puedo amar a Kris es que no soy suficiente para él.

No te soporto porque te amo.

Ódiame para que me puedas dejar.

Suéltame, te lo imploro.

Deja de amar pues soy nada…no merezco tu amor

-Deja de amarme y ya todo estará bien…

-¡No quiero!- gritó y lloró con más fuerza-. ¡No quiero dejar de amarte! Y si lo llego a hacer… ¿Por quién vivo y soy feliz? ¡Eres la razón por la que estoy aquí!

-Si me terminas en este mismo instante todo va a estar bien, te lo prometo, ya no te haré cosas malas y seguiremos siendo amigos.

-¡¿Por qué ya no quiere estar a lado mío?! ¡Y si es que así lo quieres termíname tu!- se me acercó.

-No puedo, yo… no tengo la valentía de hacerlo… Kris

-Eso ya lo sé- me tomó de la cara y yo no me opuse a nada-. Si ninguna de los dos puede es mejor que lo dejemos como está.

Sus labios se acercaron a los míos y estaban temblando.

-No lo hagas, besé a JunMyeon y huelo a alcohol- dije como último suspiro.

-No me importa- me besó y yo le seguí la corriente, lo peor es que no sabía por qué si lo odiaba tanto.

Me sentía tan vulnerable frente a él que no podía llegar más cosas que solo gritarle y pegarle cachetadas, pero cuando era el momento de cosas “románticas” yo solo me dejaba, ese era uno de los casos.

Me agarró de la cara y la acarició lentamente, yo me agarraba de sus fuertes brazos y me pegaba más a su pecho

 

No hablábamos mucho, mejor dicho no nos habíamos dirigido la palabra desde que terminamos, y yo creía que ya todo iba a estar bien pero he ahí mi error.

Pensé que sin Kevin tendría la vida regalada, sin molestias y estar con cualquier persona que se me antoje, pero no…

Me la pasaba en mi cuarto, acostado en el lugar donde dormía Kris pues él se cambió de cuarto debido a mi petición cuando terminamos, no salía y si lo hacía era para ir a los fatigantes programas, y eso me ponía de malas, odiaba a todos los que me hablaban.

Les gritaba a mis múltiples amantes que no me molestaran, rechazaba cada salida de los chicos a discotecas y sobre todo rechazaba cada noche en un hotel.

Les gritaba a todo el mundo, y a nadie le importaba, pensaron que era otro ataque de diva o algo así, con el único que hablaba era SuHo ya que después de esa “pelea” me ha estado ayudando, algunas veces me regañaba y otras veces me confortaba.

Pero como él era el líder de EXO en Corea tenía muchas obligaciones y ya casi ni pasaba en la casa, mis ojeras se hacían más notables y no me bañaba en días incluyendo el hecho de que no comía y pensar en Kevin me daba ganas de vomitar cosa que hacía como castigo.

Y sobre todo me la pasaba llorando, solo, en ese cuarto que una vez fue mío y de Kevin.

-¡No quiero hacer nada! ¡Haz las tonteras que quieras, no voy a comer!- pegué un fuerte portazo  divisando como LuHan se iba llorando por haberle gritado de esa forma.

No me gustaba gritarla así a nadie, y es que eso lo odiaba, odiaba pelearme con mis amigos, y desde que terminé con Kevin nadie me hablaba y me ignoraban, y mi odio seguía creciendo.

Luhan, lo siento, tú no tienes la culpa de mis desgracias…

Al momento SuHo tocó la puerta igual de enojado como yo.

-¡LuHan, Te dije que dejaras que molestarme la vida!- grité con mi cabeza entre las piernas.

-¡No soy LuHan! ¡Soy SuHo así que ábreme rápido!

-¡No quiero!- le respondí de la misma manera-. ¡Desaparécete de mi cuarto!

-Ábreme o le digo al manager que estás insoportable- no tuve otro remedio que hacerlo.

Al momento de abrirle, él entró con fuerza y me pegó una cachetada, me arrastró hasta adentro y yo me toqué la mejilla adolorido.

-¿Qué es lo que te ocurre? ¿Por qué sigues así?- lo miré con los ojos llorosos y me labio tembló. Mi boca se torció y él abrió sus brazos.

-Lo extraño tanto, SuHo- dije entre gritos y sollozos-. Quiero estar con él.

-Tú mismo quisiste que sea así… Yo no puedo hacer nada para remediar lo que tú hiciste, pequeño- me abrazaba mucho y yo empapaba su camisa-. Lo único que puedo decirte es que deberías estar mejor, porque tu comportamiento está perjudicando al todo el grupo… No me digas que quieres que te haga lo que hice para que entendieras que lo que le estabas haciendo a Kris estaba mal, no tendría ningún problema en eso.

-Tonto…- le pegué y me sequé las lágrimas, sonreímos y me dio un beso en la frente.

-Tranquilo, Tao, yo y los chicos vamos a salir a comprar los regalos de Pascua. Decidí que Kris se quede a cocinar contigo…- me soltó y me sonrió alejándose-.Es otro favor del appa SuHo.

Lo abracé por la espalda y me susurró:

-Mira que moví bastantes cosas para que él quede solo contigo, no lo eches a perder.

-Pro-Promesa, gracias- lo terminé de abrazar y fui a mi cuarto a lavarme la cara.

SuHo me había dado fuerzas, y estaba más o menos feliz, bueno al menos no estaba llorando.

Me puse un poco presentable para Kris, no me importaba la cena de Pascua, solo él. La verdad no sabía si era por el hecho de que quería hablarle enserio o que aprovechara el pequeño favor de SuHo, creo que eran las dos cosas.

Esperé a que todos los chicos se fueran, yo estaba adentro, en mi cuarto pues no quería tener problemas con nadie, solo a SuHo yo le hacía caso.

Cuando escuché a la puerta principal cerrándose, me turbé un poco y salí del cuarto.

Al entrar a la cocina lo vi con un delantal que decía “YiXing” sonreí sin abrir mi boca, me paré frente a la entrada y bajé la cabeza.

-Ohh, Tao, entra, corta esos vegetales- me dijo Kris señalándome la tabla de picar.

Asentí con la cabeza, cabizbaja. Después de todo Kevin no había cambiado en nada, seguía siendo aquel chico comprensible que te obligaba (por así decirlo) a que le pidieras perdón.

Estaba cortando los vegetables, mal supongo, mientras él lavaba las especias solicitadas para la receta del Día de Pascua.

La escena hubiera sido tan romántica si solo, si solo, siguiéramos siendo novios.

No recordaba tener tanto miedo,  mi mano hacía que el cuchillo temblaba y las rodajas cebollas me salían de un tamaño muy grande, y como él era más alto que yo, al momento de coger los platos o ingredientes se ponía detrás de mí para alcanzarlas y así tocar mi espalda con su pecho.

Yo sabía que no lo hacía para molestarme, pero el simple hecho de que su piel tocara la mía me ponía nervioso y con ganas de llorar otra vez.

Respiré hondo y seguí con mi trabajo. Después de casi una hora terminamos de hacer la cena, bueno, lo que KyungSoo dijo que hiciéramos pues sabiendo cómo eran SeHun y JongIn se comerían todo de una.

-¿Quieres ir a ver televisión mientras los chicos vuelven?- asentí silenciosamente.

Me senté en el sillón con las manos juntas, al extremo del sillón, muy lejos de mi se sentó Kris.

Prendió la televisión, y por desgracia estaba en el canal favorito de JongIn, no eran muy bonitas las películas que veía. Daban una de fantasma y ese era mi peor miedo.

Pero yo estaba muy ocupado en observar lo bello que era Kris, es que juro que no había otra persona más apuesta que él.

-Si quieres que cambie, lo haré- me dijo mirándome rápidamente.

-Estoy bien, no lo hagas, no le prestaré atención…- murmuré virando mi cara.

Y por más que lo intentaba no lo dejaba de mirar, era uno de esos día en que lo veía más hermoso de lo usual, cuanto odiaba esos días. Y aunque creo que estoy exagerando era la verdad, Kevin era la persona más hermosa del mundo.

La luz anaranjada del atardecer caía de pleno en su rostro, dejaban ver sus bellos rubios en sus brazos y esas cejas que siempre estaban centradas, esa sonrisa de niño tonto y esos ojos penetrantes, todo, absolutamente todo me gustaba de él.

Las manos me sudaban y yo no dejaba de observarlo de reojo, mi corazón latía a mil por hora, bueno, es que hace mucho que no estamos tan cerca.

Verlo sonreír… Que desesperación tenía por besarlo…

Y de repente me empecé a recordar todo lo que pasamos juntos, los juegos de almohadas, peleas, celos, primer beso, declaración, novios y…

-Tao, Te Amo… Di que tú también lo haces…

Bajé la mirada y no le dije nada, lo dejé solo en la sala de baile.

Ese recuerdo fue como un corto circuito en mis venas, que dolor sentía. Mis ojos de la nada se volvieron aguados y empecé a regar lágrimas.

Mi cara estaba empapada y yo trataba de secar las lágrimas y hacer que paren con mi buzo de magas largas, pero cada vez esos recuerdos se veían más nítidos en mi cabeza, eran como diapositivas violentas en mi cerebro.

Y trataba de hacer que Kris no se diera cuenta de eso, pero no pude resistir más.

De mi boca salió un grito ahogado, empecé a llorar con fuerza, daba espasmos y no me salían las palabras, lo único que podía hacer era tratar de decir su nombre.

-¡Kr-Kr-is! ¡Kr-i-s!- gritaba sin contenerme.

Coloqué mis manos en mi cara y gritaba con la boca abierta, con mi cabeza entre las piernas, me veía tan patético. Me parecía a él cuando yo le hacía todas esas cosas.

-Ta-Tao… ¿Qué te ocurre?- apagó el televisor y se acercó a mi-. Dime que tienes.

Vi su cintura, ese cuerpo parado frente a mi viéndome de manera exaltada, mi boca e torció y abracé su cintura como pude.

Rasgué su camisa y quería fundirme en él y no salir de ahí nunca.

-¿Estás bien? ¿Estás enfermo?- se alteró y yo caí al piso arrodillado a sus pies.

-¡Por favor! ¡Kris! ¡No estoy bien! ¿No ves cómo estoy?- estaba al borde de un colapso mental.

-Dime que te ocurre, por favor deja de llorar así- se arrodilló igual que yo.

Alcé la mirada y agarré su camisa, le estampé un beso en sus labios y me separé enseguida. Sus ojos quedaron muy abiertas y su boca abierta.

Y como supuse me hice otra vez el cobarde y no le dije nada.

Renegué una vez más y me separé de sus brazos, salí corriendo pero no pensé en que su fuerte mano me agarrara de la muñeca. Me viró y en un milisegundo su cara se vio con la mía.

Y no sé como pero actué por mí mismo antes de que él lo hiciera, le agarré el cuello suavemente y lo besé.

Abrí mis ojos y vi que los suyos estaban cerrados, cerré los míos y nos dejamos llevar por ese instinto que teníamos tan guardado entre nuestros corazones.

Él me abrazaba  y yo no dejaba de virar (en el beso) mi cabeza de la emoción que sentía, su mano bajó por mi espalda suavemente y se posó en mi cintura, la otra tocó mi corazón y supuse que sintió todos los latidos que daba.

Algo se despertó en mí, algo que yo no conocía, por supuesto era el amor escondido que sentía por Kris, que ahora recién me vengo a dar cuenta que tenía.

Intersectamos nuestras manos, me dio un último beso al separarnos, nos quedamos mirando fijamente, él son sus labios rojos y con lágrimas avecinándose.

Su mano entrelazada con la mía, mi mano en su tornado brazo y la suya en mi corazón, bajé la cabeza y solté todo de él.

-Te Amo- respondí fuerte con lágrimas.

-Lo siento, lo siento tanto…-  dije sonrojado y sollozando, sonrió y empezó a llorar, me abrazó y me llevó al sillón.

Me sentó y nos besamos otra vez, yo rodeé su cintura con mis manos y él cogió mi cuello. No besábamos con lengua, con mordidas y saliva, y por más raro que era se sentía bien hacerlo con la persona que amas.

No me di cuenta y yo ya estaba recostado sobre el sillón, se alejó de mis labios por unos momentos para contemplarme, sobó mi mejilla y rio.

Dio un último beso fugaz en mi boca y después fueron a mi cuello, besándolo con delicadeza y sin apuros.

Mi cabeza hacia atrás, y Kris sobando mis piernas. Comencé a respirar agitadamente y apenas lo veía pues ya se estaba haciendo de noche y nadie prendía las luces.

Poco a poco me fue levantando la camisa, alcé mis brazos y me la quité, la boté por ahí y seguimos en nuestro trabajo. Le quité la suya también deleitándome con su respiración, delicioso, así era lo que hacíamos.

Bajó con besos por mi torso, yo acariciaba su cabeza, y él bajaba más. Se encontró con mis botones y los desabrochó.

Sus suspiros agitados se pasearon por toda mi entrepierna, pude notar lo sexy que era Kris cuando estaba excitado. 

Un suspiro ronco salió de su garganta cuando descendió lentamente lo que me quedaba de ropa y tomó mi hombría entre sus manos mientras la besaba delicadamente. 

Mis gemidos ahogados en mi garganta quemaban por salir y gritar el nombre de la persona que amo. 

Quiero gritar que te amo, quiero recordar que te amo 

Lentamente abrió su boca y engulló por completo mi hombría mientras yo me mordía los labios y mi sudor mojaba el sillón. 

Simplemente es imposible luchar contra tu perfección 

De a poco mi cuerpo empezaba a dar espasmos de placer mientras Kris metía sus dedos en mi entrada lentamente de un modo endemoniadamente delicioso…tan lento y tan placentero. 

Cuando creí que llegaría al límite, Kris se quitó su ropa de una mientras las sombras de la noche cubrían su cuerpo. 

Sobaba mis piernas lentamente mientras trataba de introducir su miembro en mi entrada muy despacio. 

-…Kris…-gemí mientras me mordía los labios. 

Un gemido recibí por respuesta que denotaba lo excitado que estaba él, un vaivén lento comenzó que me estaba dejando sin respiración. 

Toma mi cuerpo y haz lo que quieras 

Luego su velocidad fue aumentando junto a mi excitación, el enfermizo sonido de su piel chocando contra la mía invadía mis oídos junto a sus gemidos apurados y cada vez más graves. 

Cuando llegó a mi punto dulce grité muy fuerte su nombre junto a un gran orgasmo que fue seguido por el suyo. 

Se retiró de mí con cuidado mientras yo trataba de recuperar la respiración. 

-Kevin, ven junto a mí- asintió con la cabeza y se acercó hasta mi cuerpo quedando él encima. 

Me perdí en sus ojos por unos segundos. 

-Tao, no te amo- sus ojos brillaban. 

-¿No me amas?- sentí un golpe en el pecho. 

-Yo no te amo porque el amor es solo una vana palabra que no puede englobar lo que siento por ti. 

Y me volvió a besar. 

Quiero perderme en tu perfección, en tus labios, My Kris 

Notas finales:

Gracias por leer, las queremos.


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