La luz entraba plena y completamente dándole en la cara, se froto los ojos molesta, maldiciendo por haber olvidado su antifaz para dormir… se dio la vuelta intentando volver a conciliar el sueño pero vio algo que se lo quito totalmente. Minjung a su lado, removió sus largos cabellos azabaches para poder admirar bien su adormilado rostro, tenía el sueño demasiado ligero así que se despertó y solo se le quedo mirando.
- Es muy temprano, Bonnie, volvamos a dormir…- la atrajo hacia si para abrazarla y Gwiboon solo rio ante eso.
- Ya no puedo dormir, amor
- ¿Por qué no? – La más alta acariciaba el sedoso cabello castaño de su novia, esta suspiro estruendosamente, se soltó del abrazo y se levantó.
- Vamos, levántate ya, debemos ir con Taeyeon.- entro al baño a ducharse y escucho un quejido por parte de Minjung, solo rio ante la imagen que paso por su cabeza, la chica era demasiado floja.
Mientras se encontraba en la ducha muchos recuerdos vinieron a su cabeza, recuerdos de hacía un año… un año, todo había pasado tan rápido, recordó hasta el más mínimo detalle de ese último año en el colegio, la confesión, las peleas, el beso y finalmente lo que las tenía ahora juntas, el noviazgo.
De una forma así resumida no parecía tan malo… pero realmente lo fue. Sufrió mucho, tantas cosas que aún le dolía pensarlas.
Pero no tenía tiempo para ponerse nostálgica, iría con su novia y su mejor amiga a escoger su regalo de cumpleaños, Taeyeon había insistido tanto en dárselo antes de irse que no le quedó más que aceptar. Y ahí vamos de nuevo, el cumpleaños…
Termino de bañarse y salió lista, la otra chica estaba hablando por teléfono y le hizo una seña para que la esperara.
- Era Eunsook, dice que la semana que entra vendrá a vernos.- La castaña asintió y se sentó a su lado – Minju… ¿Recuerdas cómo empezó todo?- la morena la miro curiosa, realmente no sabía porque preguntaba eso.
- Si, no podría olvidarlo jamás.- acerco a la chica a ella y deposito en sus acorazonados labios un corto beso, todo lo que omitió de su vida en algún momento, volvió.
El día más ansiado del año, el 23 de septiembre. El cumpleaños de Gwiboon, esa mañana despertó feliz… se había ido el fin de semana a su casa, no le apetecía estar en el colegio.
Regalos, cartas, regalos y más regalos.
De sus familiares, de los colegas de sus padres y gente interesada que buscaba llamar la atención de la chica.
- Bonnie ~ - una vocecilla chillona la llamo mientras ella se cambiaba
- Yoogueun, entra de una vez.- El pequeño entro corriendo con otra chica detrás suyo, su otra hermana, ambos se acercaron y le entregaron una cajita rosa con un listón del mismo color.
-Es para ti… sabía que lo querías- La chica abrió la caja y vio un hermoso anillo de oro que vio en una joyería hace unos meses, le llamo la atención porque tenía una linda corona con un diamante en medio.
-Hyewon, Yoogueun es el regalo más bonito que he recibido hoy – Al decir esto giro la cabeza viendo su cuarto lleno de bolsas de regalo y sonrió.
Era típico de todos los años recibir muchos regalos costosos y cosas bonitas, pero ella quería llegar ya al colegio, quería estar con sus mejores amigas.
Empaco las cosas que llevaría, haciendo caso omiso de lo que su madre le dijo… Que se quedara en casa de ahora en más.
Gwiboon estaba en un internado desde los trece años, se debía a que tenía una conducta muy mala y en palabras de su padrastro era “Mala influencia para sus hermanos”.
Le dolió mucho tener que irse, aun no superaba que su madre se casara un año después de que su padre muriera, solo tenía cinco años cuando eso paso. La mano derecha de su padre se quedó al mando de la empresa Kim, que de Kim ya no tenía nada porque lo cambiaron por Jung, cosa que a ella no le parecía nada, otra cosa que afecto demasiado su bienestar, fue cuando nació su hermana, Jung Hye Won, pero era también algo que le faltaba era compañía, sus padres se la vivían fuera de casa sin prestarles atención pero se tenían la una a la otra y eso importaba.
Años después su madre se embarazo, ella cumplía los trece y fue cuando su mundo se viro de cabeza, convirtiéndola en una niña caprichosa y terriblemente berrinchuda, si no se le daba lo que pedía hacia un escándalo, ese fue la gota que derramo el vaso, la paciencia de su padrastro era nula a estas alturas y tomo una medida que a ella jamás le agrado.
Bajo las escaleras de la gran casa que tenían, y busco a su madre, estaba recibiendo a un colega importante y ni siquiera la volteo a ver.
- Madre me voy al colegio – dijo en un tono frio, la mujer la ignoro totalmente y llevo al invitado a la sala de estar.- Madre he dicho que me voy…- Sin respuesta alguna se cansó y decidió irse llevando consigo todos los obsequios, paso frente al despacho de su padrastro y este iba saliendo.
- Gwiboon, ¿A dónde vas con todo eso?- la chica no se giró solo siguió su camino con un impresionante sequito de mucamas que cargaban su equipaje.- ¡Te estoy hablando! – el hombre grito furioso y pidió bajaran todas las cosas, la castaña solo veía con el ceño fruncido.
- ¿A dónde se ve que voy?, No por algo llevo el uniforme del colegio.
- ¡No me hables así!
- Te hablo como quiero, no eres mi padre para darme ordenes.- Hyewon se asomo al oír el escándalo que su hermana armaba y bajo a toda prisa para calmarla, no quería que pelearan, no de nuevo.
- Padre, el señor Cho está esperando en el estudio – Los interrumpió la chica, ganándose una mirada furiosa por parte de la mayor, su padre solo le dedico una última mirada a Gwiboon, una de total desaprobación y se fue.
- Me voy, ya que a nadie le interesa.- Llevo sus maletas hacia afuera y las empleadas las metieron apresuradamente al auto.
- ¡Gwigwi no te vayas!
Solo escucho a lo lejos a su hermana porque ya estaba montada en el carro, odiaba mucho que no le prestaran atención, pero eso acabaría en cuanto llegara al colegio.
Llego a los dormitorios, que compartía con las chicas, abrió y vio todo apagado, se alarmo un poco… esperaba que ya todas estuvieran ahí, Pero un no llegaba nadie.
Un poco molesta, llevo todo a la habitación que compartía con su mejor amiga JungHee, y para su sorpresa, ella ya estaba ahí.
- ¡Bonnie! – chillo emocionada la chica corriendo a abrazarla, esta solo correspondió el abrazo con una enorme sonrisa, no era un gran regalo lo que ella esperaba, si no la atención que le daban.
- ¡Oh dios!, Este año son más…- la soltó y vio que a sus pies andaban un montón de cajas y bolsas de regalo.
- Si… este año son más, pero no me importa.- dijo fría, ya que recordó que muchos de estos eran por parte de su padrastro, que intentaba comprar su amor con materialismo.
- ¡Cómo no! A ti te encantan los regalos.- escucharon el sonido de la puerta de entrada del dormitorio, para después ver llegar a las tres faltantes.
- ¡FELIZ CUMPLEAÑOS! – salto sobre ella la más pequeña de todas… Taeyeon, la abrazo y vio de reojo a Eunsook y a Minjung entrando con unas bolsas en mano y sonrió para sus adentros.
Esperen…. ¿Minjung le había traído un regalo?
No lo creía… no porque a su adoración, a su Yeonnie, no le había obsequiado nada… y a ella con la que la mayor parte del tiempo se estaba peleando le traía un regalo.
Se soltó del abrazo y rápidamente fue ansiosa hacia la más alta, esta le sonrió dulcemente y le entrego lo que tenía en manos.
- Lo abriré más tarde, ahora quiero pasar tiempo con ustedes, más tarde tenemos clases.- dijo algo apagada en la última oración, esto era lo que le gustaba… estar con las que ahora consideraba su familia, prefería estar encerrada en el colegio, que escuchando las peleas de su madre y su padrastro.