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New Boy por unicorntears

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Notas del fanfic:

A yo wudup. Pues, aquí va algo... Nuevo(?). ¡Somos tres chicas escritoras! Yaaaaaaaaaaaaaaaaay. Aquí va nuestra primera fic~. Love ya gurls and boys.

Notas del capitulo:

Va, aquí el primer capítulo

.

.

.

Somos de pocas palabras(?).

 

 

Era inevitable: el olor a cafeína le recordaba siempre a los amores contrariados, su desdichado destino, aquél que le había separado de su hermosa ilusión de adolescente.
─ Pendejo ─ soltó al aire.
Amargas y lúcidas memorias, esas que más de una vez había pensando en ahogar con el líquido carmín que se escurría por la pálida piel cortada de sus escuálidos muslos. Ya no puede empeorar... ¿O si? Todo plan proyectado, idea pensada... Al carajo. La llegada del amor le alborotó por completo, revolucionando una a una sus hormonas, su comportamiento como el de un perfecto idiota. Era tan extraño, pero tan claro; se había enamorado, por primera vez en su vida, de igual forma, su corazón se rompió... Por primera vez.

Al ladear la cabeza, dio con el extenso paisaje de nubes que se apreciaba a través de la ventanilla del avión, sumido en sus tortuosos pensamientos, vívidos recuerdos; la imagen del causante tanto como de sus alegrías, como de sus angustias. Estúpido, olvida, olvida...

Sus párpados descendían, recordando a la vez ese incidente fatal, el error más grande que hasta ahora pudo haber cometido, y esperaba fuese el último.

<Flashback>

─ Estoy seguro... Él me gusta ─ decía para sí mismo, totalmente convencido de que era correcto informarle a sus padres sobre su reciente cambio en el ámbito de su orientación sexual. A decir verdad, no le provocaba tanta extrañeza, ya que ahora tenía una obvia respuesta al por qué nunca había de disfrutar sus relaciones con las joviales chicas a las cuales había cortejado, al hallarle lógica ahora a su dilema, se encontraba tranquilo.

Con decisión, bajó las escaleras hasta llegar al salón principal, donde sus padres se encontraban pasando el tiempo acompañados de algunas cuantas seriales longevas. El ya exagerado ritmo de su pulso, su pecho bajando y subiendo, su más clara muestra de nerviosismo. Clavó sus pies en el piso frente a los mayores, su mirada enfocando los rostros de los que le guiaron toda su vida... ¿Les iba a decepcionar? Nunca lo sabría, si no se los decía. Es ahora o nunca ByungHun... Es ahora o nunca. Tras tomar una gran bocanada de aire, carraspeó con la intención de obtener la atención de ambos adultos, la que ganó al instante; al ser siempre lo que se llama “el hijo perfecto”, tenía siempre la atención que requería, llegando casi a ser un mimado.


─ Mamá, papá.... Tengo algo que contarles ─ dijo por fin el de rasgadas orbes oscuras, rogando por que el nudo en su garganta se desvaneciese. Apenas pronunció esas palabras, se arrepintió al instante. Los mencionados se dedicaron a mirarle con detención.
─ Es algo... Complicado, yo... Es probable que puedan asustarse ─ Ambos adultos se quedaron estáticos al oír tan alarmantes palabras, su hijo único, el niño de sus ojos... ¿Metido en las drogas?, ¿Embarazó a una chica?, ¿Asesinó a alguien? Todas esas cosas pasaban por la mente de los de mayor edad, pero nunca pensaron en lo que escucharían a continuación.
─ ¿De qué tanto hablas, Hunnie? ─ Pronunció la mujer, derrochando en su voz la preocupación.
─ Yo... Uhm... S-soy... Me gustan los hombres ─Liberó de golpe, siendo la última frase apenas entendible para los oídos ajenos. La mujer parpadeó un par de veces, reflejándosele la total confusión en su blanquecino rostro.
─ ¿Qué has dicho, ByungHun? ─ Nuevamente cuestionó, con un tono un tanto más serio esta vez. Incluso, había utilizado el nombre real de su primogénito para llamarle.
─ Hace un tiempo... Me gusta un...─ Una vez más, aclaró su garganta─. Me gusta un chico, le conocí hace un tiempo atrás... Él es realmente bueno conmigo, m-me gusta. Por favor, no me odien... ─ Lágrimas amenazaban ya con inundar los vidriosos ojos del joven, su mirada baja, repleto de vergüenza.

Su padre, exaltado, abandonó su asiento, su amenazante mirada fija en las pupilas cegadas del solo terror de su hijo... Si es que, aún le consideraba de esa forma. Una aberración, eso, eso era el que frente a el adulto se encontraba, ¿Se puede odiar de un momento a otro? Claro que sí, y ByungHun bien lo supo desde aquel momento. Un puño sosteniendo parte de su camiseta, obligadamente encontrándose ambas miradas, y tras un golpe propinado sobre el pómulo derecho de su faz, quedando éste hinchado de inmediato. El hombre terminó por soltarle, y ahí estaba también su madre, ¿Cómo olvidar los desquiciados llantos y sollozos de esa mujer? Tal parecía ser lo único que bien sabía hacer, ya que ni se molestó en extenderle una mano piadosa a su precioso niño quién yacía ahora tendido en el suelo, gracias a una pequeña golpiza; cortesía de su amoroso padre.

<Fin del flashback>

Unos bruscos movimientos lograron sacarlo de su trance, y agradeció aquello. La voz de una de las azafatas avisaba ya que su destino estaba a unos pocos minutos, pensó ahora en su primo ¿Hace cuánto que no le veía? Si su memoria no le fallaba, serían hace un par de años para una de las navidades, teniendo él no más de ocho años, suponiendo así que su familiar tendría nueve. Sintió una vibración en uno de los bolsillos de sus pantalones, un mensaje, el cual le sacó una pequeña sonrisa divertida.
‘Hey niñato, ¿Aburrido en el avión?’ ─Leyó. Se trataba del chico que acababa de pasearse por su mente─.
Sus padres, antes de correrle de la casa, se habían asegurado de proporcionarle el número de su primo, de manera que no se perdiese una vez que llegase a Seúl; ciudad que apenas conocía. Nació en la nombrada ciudad, pero teniendo con suerte unos diez meses de edad, fue trasladado a los Estados Unidos, donde vivió plenamente feliz, sin queja alguna... Hasta ahora.


Deambulaba ahora por el amplio reciento del que era el aeropuerto de la ciudad, tecleando en su teléfono móvil los dígitos correspondientes al número telefónico de su familiar para que viniese a rescatarlo de aquella jungla de turistas; tanto ajetreo se le hacía ya bastante molesto. Suspiró con pesadez, su insistente mirada buscando entre la masa de gente, divisando así a un chico de estatura normal (no habiendo mucha diferencia entre la estatura de ambos) cabellos alborotados; flequillo ondulado peinado hacia un costado, una fina línea dibujándose en sus rosáceos labios de cerezo; el joven se acercaba con un cartel el cual rezaba: “¡Bienvenido ByungHunnie!”. Vaya que estaba seguro de que ese efusivo muchacho sería un bien para él.

Notas finales:

Lamentamos si el capítulo nos quedo algo corto... Peeeeeeeeeeeero, recuerden que es tan sólo el primero, el segundo será mejor, lo prometemos~~~ 

Gracias por leernos, si es que hay alguien ahí LOL. 


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