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Lo bueno y lo malo, el porque y la razon por haru_98

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Notas del capitulo:

Se me borro el fic TT____________________TT

Gatos:

Punto de vista Axel.

Los gatos muchas veces pueden ser tranquilos y adorables, pero para cierto pelirrojo son unos demonios encarnados listos para dominar al mundo.

En la cuadra de la casa del pelirrojo había muchos gatos, un infierno. No le dejaban dormir por las noches ya que maullaban hasta el amanecer, los gatos que buscaban gatas se peleaban entre sí para obtenerlas, al hacerlo, gritaban tanto que pareciera que estuvieran en la segunda guerra mundial y aun más cuando reclamaban su premio.

Esas bolas de pelo insufribles orinaban en el piso del departamento de Axel, rompían las bolsas, llenaban de pelo las camas, hacían un desastre con la comida, SU comida que él compra con SU dinero, y a veces se peleaban dentro del mismo departamento destrozando todo a su paso.

Lo peor de todo es que se reproducían como insectos, la cuadra empezó solo con dos gatos en ese entonces y ahora hay un ejercito malévolo haciendo planes para que los humanos sean las mascotas y ellos los amos y señores de todo y todos en el universo, empezando por ser muchos claro, pero esa parte ya estaba hecha y el siguiente paso ya lo tenían previsto: dominar el mundo, o eso creía nuestro pelirrojo preferido.

Ese día Axel iba al trabajo por la mañana y se tenía que levantar muy temprano, por lo cual, lo más probable es que llegase muerto a la hora del medio día. Ese mismo día había quedado con Roxas en la torre del reloj para comer unos helados de sal marina y ver el atardecer, y que este último se quedara en su casa a “dormir” de ser posible.

Sus planes se vieron frustrados cuando, al llegar, encuentra su apartamento hecho un desastre, ya que por descuidado dejo la ventana abierta y los gatos habían hecho de las suyas << “¡Malditos gatos!”>> exclamó Axel a penas vio lo que una vez fue su tan impecable apartamento…bueno, nunca fue ordenado pero si era para Roxas era capaz de viajar a Canadá y bailar como la llama danzante que es, solo para complacerlo, así que esta vez si estaba impecable.

Duro horas ¡horas! Limpiando el piche apartamento, no había almorzado siquiera y ya era hora de reunirse con Roxas, de hecho, iba tarde y aun no terminaba de limpiar.

-          ¡¡Malditos gatos!! ¡Si les llego a poner las manos encima juro que…! – siguió balbuceando un buen rato más mientras limpiaba, sin percatarse de la hora, eso hasta que su teléfono suena…pero el verse interrumpido mientras hacia su labor no fue algo que le agradase mucho que digamos - ¡¿Quién diablos es?! ¡¡Mira que si no es importante te voy a…!!

-          Mmmm…que malas pulgas… ¿te levantaste con el pie izquierdo? – la voz del otro lado era burlona pero también tenia rastro de molestia por semejante trato.

-          ¡Ahhhhhh! – el pelirrojo pega un grito que se escucha en toda la cuadra - ¡¡Eres tú!!

-          ¿En serio?, no sabia…pensé que se trataba de otra persona… - dijo con un toque de sarcasmo en su voz.

-          Jejejej…y… ¿a que se debe tu honorable llamada?...

-          Estoy afuera de tu departamento, abre

-          ¡¡¿¿Qué??!!

-          Solo abre – y colgó.

El pelirrojo corre como si no hubiera un mañana a abrir la puerta, apenas abre la persona del otro lado pasa sin ninguna invitación como si fuese su propia casa.

-          Pasa… – dice con ironía pues el otro ya estaba en la sala.

-          No me vengas con formalidades, ¿Qué paso aquí, se mataron entre sí unos tipos o que?

-          Pues…

-          ¿A quien te cogiste? – le dio una mirada acusadora.

-          ¡A nadie!

-          Y… ¿entonces? – aun dudando del pelirrojo.

-          ¡Fueron los gatos, los gatos! ¡Mal pensado!

-          Me estás diciendo que unos gatos hicieron todo este desastre, si te creo, y después yo soy el que miente.

-          ¡No estoy mintiendo! Esos malditos gatos hicieron de las suyas mientras no estaba, simplemente pasaron por la ventana como si esta fuese su casa.

-          Entonces dejaste la ventana abierta…

-          Bueno…

-          Eso quiere decir que volvemos al comienzo, fue tu culpa…

-          ¡Cállate y ayúdame! Mira que debo ir con Roxas a las 6:00pm y esto está hecho un desastre.

-          Pues no creo que vayas a ir a ninguna parte a esa hora.

-          Claro que sí, si me ayudas terminare antes.

-          Eso es imposible, ya son las 7:15.

-          ¡¡¿¿Qué??!!

-          Que descuidado eres Axel… - dice el peli azul.

-          Ahhhhh – corriendo de un lado al otro, como perro persiguiendo su cola, si esto fuese una comiquita o una comedia de mal gusto ya le hubiese abierto un hueco al piso.

-          Cálmate…

-          ¡¡Ahhhh!! ¡¡¡¡Esos endemoniados gatos!!!! ¡¡¡¡¡Voooooyyyy Taaaaaardeeeeeeee!!!!!

-          Uf…bueno…ve por él y compénsaselo con una “agradable” noche.

-          ¡¿Qué acaso no ves esto?! ¡¡¡¿¿Cómo quieres que lo traiga aquí??!!! – cada vez más alterado.

-          Yo limpio mientras, cuando llegues esto estará presentable.

-          Se que sueles hacer milagros, Saix, pero para limpiar esto necesitaras más que un milagro.

-          Jejjeje ¿Y quien está hablando de milagros?

Una bala, parecía una bala, corría tan rápido sin importarle lo que tumbase o a quien tumbase, que parecía una bala. Al llegar a la torre del reloj no encontró lo que quería…eso lo destrozo ¿Y si Roxas estaba molesto? No podía permitirlo, además ¿Si pensó que lo planto? ¿Si estaba triste por abandonarlo en su aniversario? No, no lo permitiría, como que se llamaba Axel, no lo permitiría, era eso o cambiarse el nombre y lo segundo…no era una opción…amaba su nombre tanto como el ser pirómano…pero no tanto como a Roxas, lo había comprobado el día que dejo el fuego por una semana porque Roxas le agarro miedo al fuego después de que él quemase por accidente su cabello…aun así Roxas le dijo que volviera a tener su adoración por el fuego, porque sino, no era Axel y él quería salir con Axel, las palabras usadas fueron: “Axel, tú amas el fuego y yo no puedo quitarte eso, yo amo a Axel y si este no ama el fuego no es Axel, y yo quiero a mi Axel como suele ser”, después de eso tuvieron una muy entretenida noche y a un Axel feliz como premio.

Debía encontrarlo,  así que se puso en marcha, fue a su casa, dijeron que no había llegado, fue al parque donde suelen pasarse, nada, fue a la estación del tren a buscarlo por las afueras de la torre del reloj, tampoco, estaba desesperado, llamo a uno de sus amigos, hayner.

-          ¡Ey! Tú, si tú mocoso es contigo, ven acá.

-          ¿Qué quieres?

-          ¿Donde está Roxas?

-          Eso deberías saberlo tú – molesto, nunca le agrado Axel.

-          ¡Por favoooor! No lo encuentro, porfaa porfa porfa porfa porfa porfa… - con lagrimones.

-          ¡Ya basta!

-          P-pero

-          No te lo diré

-          ¿Por qué…?

-          Porque lo lastimaste, él estaba entusiasmado y no paraba de hablar sobre ti y su “aniversario” y tú ni te presentaste, lo plantaste.

-          ¡No fue así! Sino no lo estuviera buscando…

-          …

-          ¿O es que acaso no me lo dices para no matar el suspenso? ¡Si es así te lo recompensare!

-          ¡Imbécil! No es por eso, te lo acabo de dejar en claro.

-          Por favor…solo quiero pasarlo con él…hoy es un día especial y no quiero decepciónalo ni lastimarlo hoy, se suponía que seria un día especial…

-          …está en el instituto, en la azotea, me sorprende que no hayas pensado en ir allí…

-          ¡Gracias!

-          Tsk, que conste que es por Roxas – y se retiro.

-          GRACIAAAAS ¡Lo hare feliz ya veras! – gritando a todo pulmón mientras corre al instituto, el otro solo bufa viendo como se va…

El pelirrojo esta angustiado, jamás había pasado algo así ¡Y todo por los jodidos gatos, maldita sea! Llevaba más de hora y media desde que salió a buscarlo, Roxas se había desaparecido, y de no ser por el mocoso anterior no sabría donde buscar ya que había ido a todos los sitios posibles que solía frecuentar el menor. Al llegar se encontró algo que nunca creyó ver…se sintió culpable.

-          ¿Roxas?

-          Dejame solo

-          Tú…

-          ¡Largo!

-          …Roxie… - se acerco a él y lo abrazo lo más fuerte que pudo, dejándolo sin aire, el chico al principio lo empujo, pero poco a poco cedió. Lloraba… Roxas… lloraba… todo por Axel…

-          Lo siento…se que soy un imbécil pero no quería dejarte allí…es que no pude llegar a tiempo…yo…en serio Roxie…lo siento… - Roxas levanto la cabeza y lo observo…no mentía…

-          Pues…tendrás que hacerte responsable – Axel se alegro de que le contestase.

-          Bueno, pues entonces empezare a complacerte mi niño. Vamos

-          ¿A dónde?

-          ¿A dónde crees tú?

-          ¿Estás evadiendo mi pregunta?

-          Jajjaja nunca podría, vamos a la torre del reloj

-          Es tarde – y era así, eran como las 8 pero ya estaba por completo oscuro

-          Vamos

-          Pero…

-          Vamos

-          Ok – resignado. Lo llevo hasta allí y se pusieron a admirar las estrellas, Roxas ya lucia más animado y Axel por fin estaba feliz, iba a besar al más chico pero este volteo la cara.

-          ¿Por qué…? – fingiendo estar dolido.

-          Porque sigo molesto

-          … - volteo la cara por sentirse culpable pero vio algo que no le agrado mucho que digamos.

-          ¡Un gatito! – dijo Roxas. Si, ese engendro del demonio que tantas molestias le causo osaba aparecerse en su presencia

-          Que lindo… - lo acariciaba y el gato ronroneaba, Axel estaba molesto ¡primero le arruina el día y luego le roba a su Roxie!

-          Que adorable ¿no crees Axel? ¿Axel? – Si al principio estaba confudido pues…nada le ganaba a como estaba ahora, Axel se veía molesto - ¿Ocurre algo Axel?

-          …

-          ¿Axel?

-          Suelta a esa cosa

-          ¡¿Eh?!

-          Me escuchaste

-          ¡No le digas cosa!

-          No me gusta

-          ¿Qué?

-          Prefieres a ese engendro del demonio a mi que pase horas buscándote

-          Axel…tú… ¿estas celoso?

-          ¡Nunca estaría celoso de una cosa como esa!

-          Mj – se acerco a él y lo beso, Axel se resistió, estaba totalmente cabreado, esa cosa demoniaca le quería quitar a su Roxie, sin embargo, al poco cedió.

-          Vamos a tu casa…

-          Mmm no creo que sea una buena idea

-          ¿Por qué?

-          Mmm olvídalo, vamos. – fueron hasta allá, al llegar todo estaba limpio y ni rastro de Saix, definitivamente ese chico hacia milagros, pasaron una noche estupenda, el pelirrojo seguía molesto pero con los tratos de Roxas se le paso al tiempo…Los gatos son unos demonios infernales pero cuando se les necesita son más utiles de lo que podría parecer, aunque cierto pelirrojo no lo admita nunca.

Al día siguiente se pararon a las 10 30am ¡10 30am! Debía estar en el trabajo hace horas ¡horas! Aunque cierto individuo no lo dejo irse, por primera vez en toda su vida, el pelirrojo falto al trabajo y todo por tener un increíble día con su mayor adoración, su única droga, Roxas. El problema llego después con su jefe, sin embargo las consecuencias lo tenían sin cuidado, ahora sabia que nunca ¡nunca! Dejaría a Roxas esperar más tiempo del debido, seria puntual, y para desgracia suya Roxas sabia que si quería verlo celoso…solo necesitaba un gatito.


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