Click!
No había razones para que carácteres tan disímiles se encontraran en el mismo camino, en el mismo instante y con las mismas intenciones, sin embargo sucedió.
Un encuentro clásico, para reacciones tan cliché como una película de baja monta, sin embargo era su película, sus clichés y sus futuras reacciones.
Kyuhyun apuntaba su objetivo dudativo, ejemplo mismo de un novato en las lides fotográficas. Jugaba con las una y mil opciones que tenia a su disposición. Era un niño con juguete nuevo, dispuesto a encuadrar momentos que su alma mas tarde atesoraría en la calidez de su habitación.
Siwon con ojo entrenado sabia que esperar de su maquina. Unos ajustes por aquí, otros por allá y una foto más para su bitácora de viajes. Dándose el tiempo de admirar una vez mas la entrañable escena que se desarrollaba antes sus ojos, se perdió en la inocencia misma de las acciones que planeaba plasmar.
Click!
Ambas cámaras sonaron al unísono. Una capturó al pequeño niño que extendía su helado al anciano ciego quien sonreía con infinito agradecimiento. El otro capturó la imagen de un chico pálido que sonreía mientras fotografiaba a unas personas difusas frente a su lente.
Kyuhyun dio la media vuelta ante el murmullo furioso de alguien que estaba a sus espaldas. Su corazón se estremeció ante la vista del desconocido.
Siwon en cambio apenas miro la fotografía que la pequeña pantalla le ofrecia, su momento perfecto arruinado por un descuido. Mas la irresistible sensación de ser observado le desvió de su objetivo, haciéndolo levantar su mirada.
Sus ojos se encontraron con precisión.
Ahí estaban los dos. Mirándose sin decir palabra alguna. Pero en medio de ese silencio es que estaban diciéndoselo todo.
-------------------------
Encontrar a alguien.
Kyuhyun lo hizo esa tarde, aun a pesar de que luego de unos minutos fue incapaz de decir palabra alguna y solo atino a salir corriendo.
Encontrar a alguien que no temía decir cuanto le había extrañado. Alguien que su peor pesadilla fuera perderlo.
Siwon lo descubrió luego de perseguir al chico de pelo castaño, ojos pardos y mejillas ruborizadas. Lo siguió como nunca había seguido a nadie, corrió sin saber a donde iba, sin saber por que lo hacia.
Sin embargo cuando subió al antiguo edificio, cuando toco a la puerta con desespero, cuando creía que estaba cometiendo la locura más increíble de su vida, él apareció.
La puerta se abrió y Kyuhyun le acallo con un fuerte abrazo que sabia a ansias, a melancolía, a un anhelo que su cuerpo y su alma siempre sintieron.
Alguien que sabe que no eres perfecto, pero que trata como si lo fueras.
Kyuhyun se sentía como si fuera de porcelana. Era tal delicadeza de Siwon cuando lo acariciaba, cuando lo besaba e incluso cuando lo miraba que simplemente se sentía como una de esas pinturas que tanto admiraba.
Frágil, infranqueable, hermoso, tan fácil de amar que muchas veces la sensación le abrumaba.
Siwon era su curador, quien lo cuidaba, protegía, quien limpiaba sus imperfecciones con tanto amor que estas ni siquiera importaban.
Kyuhyun era capaz de dar su vida por hacer sentir lo mismo a Siwon. Sus murmullos al dormirse entre sus brazos le aseguraban que así era.
Alguien que le diera su corazón. Alguien que le dijera “Te amo” no solo con palabras, con su ser entero.
Siwon descubriría que Kyuhyun era tan impredecible como alguna vez lo fue su vida.
No había día igual junto al menor.
Kyuhyun le enamoraba con cada contradicción que su carácter voluble le dejaba al descubierto. Estar con el, era enamorarse de varia personas a la vez.
Sus gustos poco comunes, su manera de caminar, su manera de sonreír, de jugar a ser pintor, de cantar cuando nadie le veía.
Pero por sobretodo su especial manera de demostrarle amor. Las palabras nunca hicieron falta entre ambos, puesto que Kyuhyun se encargo de anularlas con solo una sonrisa, una mirada.
El era capaz de ofrecerle el mundo entero con solo un gesto de su mano. Y Siwon decidió que Cho Kyuhyun, era el libro que mas amaba leer en este mundo.
Encontrar ese alguien con quien quieres despertar cada mañana, ver su pelo enmarañado, sus ojos a medio abrir, su voz ronca, su desastre diario, y sin embargo volver a enamorarte una y otra vez.
Ambos lo encontrar en el mismo instante que Kyuhyun acallo las preguntas de Siwon en el umbral de su puerta con un beso tímido, silente y tan lleno de esperanzas compartidas que sus vidas se enlazaron en ese mismo instante.
Paris les dio la oportunidad de empezar todo aquello que siempre pensaron jamás harían. Sus almas estaban destinadas a encontrarse esa tarde.