Pasé cinco años en este lugar, sin salir, sin apenas caminar, ni tampoco hablo mucho con mi compañero… Es algo mayor que yo, tiene veinte años, y yo diez, él, al principio me hablaba mucho pero después de que lo sacaran del lugar y volviera después de una hora, ya ni me miraba. Ahora si le digo al menos una palabra, o pasa de mí, o empieza a llorar. No entiendo de su comportamiento, pero ahora intento no hacerlo, creo que lo amenazaron.
-¡Ya está lista la comida perras! -al escuchar al guardia, me giré a la parte de la pared cerrando los ojos, no tenía hambre -Tú, rubita ¿Que no escuchaste? Comes ahora o tendrás que hacerle un trabajito a tu guárdia -me levanté, ya sabía que tipo de “trabajito” era, y no quería volver a hacer tal cosa
Caminé hasta la puerta y agarré el plato y me volví a mi sitio, poniéndome cómodo, aunque mi cama no lo era demasiado. Me lo comí rápidamente y lo dejé nuevamente donde lo había cogido.
-S-señor… Choi ¿Quiere que deje su plato también? -asintió y me lo dió
-Gracias -susurró
-De nada -sonreí -Hace como dos años que no me hablaba ¿Por qué?
-D-disculpa, pero no puedo decírtelo, ven, siéntate acá -hice lo que me pidió, empezó a acariciarme la mejilla, yo, al sentir el tacto de alguien después de tanto tiempo, me aparté -lo siento…
-N-no importa
-Oiga, a usted lo amenazaron?
-No, nunca, esto es casi como una cárcel, pero nadie maltrata a nadie -excepto a mí -oye ¿Y esa cara?
-Nada, no importa, iré a descansar
-De acuerdo, que duermas bien
-Muchas gracias -hice una reverencia
Me acosté en mi cama, cerrando los ojos y abrigándome con la fina tela que teníamos. El sueño, me apareció en segundos.
***
Abrí los ojos, y seguía estando en la misma posición, me giré para mirar a mí alrededor y no vi más que a ese hombre estirado durmiendo, ese hombre se parece mucho a mí ya difunto padre…
Me levanté y me fui acercando sigilosamente hacia él. Este giró y abrió los ojos, durante unos segundos, nos estuvimos mirando y luego…
-Venga hermanito, ya no vas a estar aquí más -¿hermanito? -hoy escaparemos
-P-por qué hermanito?
-Es una larga história
Se levantó y se agachó por debajo de su cama y abrió una pequeña puertecita.
-Entra primero -le hice caso agachándome y caminando dentro, dentro habían unas pequeñas lucecitas que guiaban a algun lugar
-Es un portal, corre o se cierra
Gateé rapido, aún sin enteder a qué se refiere con portal. Llegamos a un lugar desconocido para mí, era una ciudad enorme con grandes edificios de muchos colores y los balcones de negro con un tono antiguo.
-En donde estamos?
-En donde nuestro padre quiso que estuviéramos, pero no se esperaba su muerte, así que me pidió que te salvara. Esto es la ciudad del tiempo Jiyong
-Nuestro? Espera, quién eres?
-Soy tu hermanastro, supongo que no me recordarás porque solo tenías 4 años
-Y-yo... tenía 5 cuando murió
-Estuviste un año entero en coma
-Pero porque no me hablabas?
-Porque empezaban a creer que estábamos demasiado felices juntos así, pero si te hacia esperar un años más podríamos escapar aquí
-No lo entiendo...
-Más adelante lo entenderás, escúchame, sé que te es muy confuso pero confía en mí -asentí -ven, vayamos a la casa de papá -empezó a correr y yo le intenté seguir caminando pero lo perdí
Alguien me levantó por atrás y empezó a correr, cuando levanté la vista vi que era ese hombre el cual solo me dijo su apellido.
-Cómo te llamas?
-Seunghyun -me susurró en el oído -veo que perdiste la memoria en aquel accidente
-Y-yo... no perdí lamemoriaa
-Entonces recordarías quien soy yo, y quien fue la única persona que te cuidó y te protegió toda tu vida
-L-lo siento... no lo recuerdo, recuerdo como mi umma le gritaba feo a papá y a mí ni me miraba, durantes mis años de vida con ella... en ningún momento me dio amor y mi appa casi nunca estaba en casa, pero un chico muy parecido a él… -lo miré -eras tu hyung!
-Sí, era yo -abrió la puerta, no supe en qué momento llegamos a casa
La habitación era enorme, con muchos detalles a partir de cosas muy antiguas hasta llegar a ser muy modernas. Este me dejó en el suelo y caminé por toda la sala, esta contenía una puerta la cual estaba cerrada con cadenas y varios candados.
-A dónde lleva esto?
-No lo sé, pero es mejor que no lo abramos -los candados se abrieron por sí solos
-Demasiado tarde -di unos pasos atrás -Esto… se abrió solo -corrí hacía Seunghyun
Cuando la puerta se abrió, salió… nuestro padre.
-¿Me echasteis de menos? -me abracé a Seunghyun -¿No me reconocéis?
-Papá?
-Sí, soy yo llevo aquí cerrado seis años y así me saludáis
-Yo… lo haría, pero no puedo moverme ni siquiera -lo miré y me solté de él
-L-lo siento
-Y ahora viene la pregunta: ¿¡Cómo malditas nos pudiste dejar en ese lugar?! ¡Papá! Él aún es pequeño y ya le hicieron daño!
-Yo no os dejé en ningún lugar
-Claro, lo que pasa es que JiYong se quedó un año en coma y las enfermeras nos mandaron a un maldito orfanato y que ni siquiera era un orfanato, siéntete buen padre!
-Lo siento, no tenía intención, JiYong… qué te hicieron?
-N-nada… -mentí y bajé la cabeza, seung me agarró de la barbilla e hizo que lo mirara
-Estás mintiendo, jiyong, cuenta la verdad
-M-me… violaron, pero no importa… ni siquiera recuerdo casi nada
-¿Cómo es eso? -me miraron
-No lo sé, creo que tengo pérdidas de memoria
-Esto no te deberías de pasar, eres hijo de un señor del tiempo, y nosotros lo recordamos todo… o casi todo
-Lo que sé es que es el guardia de cada día y que dolió mucho
-Hijos… no tardaré mucho en desaparecer -me giré a mirarlo
-¿Qué? ¿Por qué?
-Porque se supone que debería de estar muerto, y esto para nosotros supone un caos, si hay una fecha de muerte y se ha encontrado una persona muerta estando viva, igual me matarán en breves minutos, así que os explico, esta habitación os llevará a vuestra máquina del tiempo, ella os enseñará a controlarla, y espero… espero que crezcan bien y les quiero mucho -salió de la casa, desapareciendo
-N-no entiendo nada…
-No importa, ahora vayamos a dormir en un lugar cómodo -me dió un beso en la frente, el cual gesto hizo que me estremeciera, lo agarré de un trozo de ropa cuando empezó a caminar
-Pu-puedo dormir contigo? -bajé la cabeza, sentía mis mejillas arder y mi corazón palpitar
-Claro, primero ve a ducharte, te buscaré un pijama
-D-dónde está el baño?
-Ven, te muestro, sígueme -caminó hasta una habitación y yo le seguí -esa puerta de ahí, venga ve -se metió a la habitación del baño
Mientras me sacaba la ropa, este rebuscaba entre los armario. Entré en la ducha, esta era caliente, en ese lugar era fría y solo podía estar ahí un minuto a la semana. Tardé menos de 5 minutos en ducharme. Abrí la puerta de la ducha y estaba mi hermanastro con la toalla abierta, con la cual me envolvió.
-Hyung... me da verguenza...
-Por qué? Ambos somos hombres
-N-no es eso... no crees que ya soy un poco mayor para esto?
-Siempre quise hacerte esto cuando sea mayor, no me quites la ilusión mi amor
-No me llames así...
-Te voy a llamar como quiera ahora -me dió un beso en la frente
-H-hyung... n-no seas así
-Era broma pequeño -bostecé -tengo sueño...
-De acuerdo, ponte ese pijama, al parecer alguien compró hace poco, seguro lo planeó papá -me dejó en el suelo
Agarré la prenda, y me la puse. Decidí hacer lo mismo con mi hermanito, agarré su toalla y la abrí y cuando abrió la puerta, yo sonreí.
Este, me devolvió la sonrisa y se agachó para que lo arropara. Luego, me levantó, sentí mi corazón palpitar rápidamente. Nos reímos y me abrazó.
-Eché de menos levantarte y abrazarte
-Hyung... un beso? -me dio un piquito sonoro en la boca
-Eres un amor -sentí un tipo de punzada en mi estómago -me pongo unos bóxer y vamos a dormir
-Siii! -volví a bostezar
-Ve a la cama y ya vengo -me sonrió, yo asentí
Fuí a la cama pero luego escuché unos sonidos extraños que provenían del baño, miré sin que lo notara Seunghyun, este susurraba mi nombre masturbandose. Quise irme pero quería escuchar como pronunciaba mi nombre, incluso quería ayudarle con su problemita... pero no podía. Cuando se corrió en su mano yo corrí a echarme a la cama, él salió y siguió sonriéndome como siempre lo hacía. Se tumbó a mi lado abrazándome. Yo metí mis mano dentro de su bóxer.
-Jiyong... ahh! Qué haces? -empecé a masturbarlo
-H-hermanito... quiero ayudarte -él sacó mi mano de su bóxer
-No, por favor... jiyong, esto no es cosa de niños
-Pero yo quiero ayudarte -acerqué mis labios a los suyos y le di un beso
-Jiyong... n-no quiero hacerte daño, compréndelo
-Pero yo no quiero comprender, no me harás daño, porque yo... ya no soy virgen
-Lo sé, pero eres demasiado pequeño para que te vuelvan a hacer daño, aunque pienses de alguna otra manera, no lo haremos
-Hermanito…
-¿Si?
-Prometeme que cuando sea mayor… te podré ayudar
-Te lo prometo -me dio un beso en mi cabellera
**5 años después**
Estaba tumbado encima de mi hermano mirando la televisión, llevaba nada más un camisón y unos bóxer. Y Seunghyun, como siempre, se ponía una blusa, que solo dejaba ver su pecho y unos pantalones negros.
-Hyung... -giré mi cuerpo para observarlo y el me abrazó la cintura
-Qué pasa enano? -lo pegué
-No me llames así!!!
-No me llames asi, no me llames asi, que quieres?
-Ayud... comer!! -no me atreví a decirselo
-Qué es lo que quieres Jiyong??
-A-ayudarte...
-Ayudarme? En qué?
-C-con... tu... -metí mi cabeza en su pecho -pro-problemita -escuché su risa
-Jiyong... me lo preguntas 2 o 3 veces al año y aún te cuesta decírmelo -me besó en mi cabellera, y me volteó, nuestra posición cambió -y no creo poder negarme ya
-H-hyung… -lo agarré por la camisa -puedo? -este se me acercó
-Puedes hacer todo lo que quieras, yo soy todo tuyo y tu eres todo mío -me susurró en el oído, para acabar besándome
El beso fue corto, pero era algo entre tierno y salvaje. Este me levantó del sofá y me llevó hasta nuestro cuarto. Le empecé quitando la blusa con las manos temblorosas. Y mientras lo miraba, él tenía esa maldita sonrisa en la cara, con esos ojos llenos de vida.
-¿En qué tanto piensas?
-En que eres demasiado feliz
-Si te vas ya no lo seré
-¡Eso nunca! -rió y volvió a besarme
Metió sus manos dentro de mi camisón, paseándose por mi plano abdomen hasta llegar a mis pezones e hizo movimientos hasta hacerme gemir.
-Me ayudas a quitarte el camisón? -asentí y me levanté hasta que me lo quitó
Empezó a repartirme besos en el cuello bajando hasta el pecho llegando hasta mis pezones. No paraba de gemir, ni aunque no quisiera, gemía. Acabó bajando hasta mis bóxer y me lamió por encima.
-H-hyung... aaaaaah! -me sacó los bóxer y me dió un beso en la punta -Por... fa-vor... hyung -rio
Metió mi miembro en su boca y en tan solo unos minutos me corrí en ella.
-L-lo siento -tragó
-Sabes rico -se relamió los labios, y acercó tres dedos a mi boca -chupalos -abrí la boca
Cuando estuvieron los suficientemente lubricados. Los sacó y metió un dedo, con el cual no sentí nada.
-H-hyung... meteme el segundo -me lo metió dandome contra un punto impresionante -A-ahí hyung
Metió un tercer dedo con el que solo podía gemir, y entonces empecé a pedir de su carne y este se quitó sus pantalones junto con sus bóxer y puso su punta en mi entrada y la fue metiendo poco a poco. Yo, cerré los ojos por el dolor, abriendo la boca.
-Grita si quieres -negué
-N-no importa... mu-muévete
Empezó a moverse poco a poco hasta aumentar el ritmo, seunghyun me besaba para ahogar mis gemidos y los suyos. Nuestro ritmo aumentó a uno muy salvaje hasta que llegamos al clímax juntos. Mi hermano salió de mí y se tumbó a mi lado.
-Hyung... estoy feliz
-Te quiero enano -hice un puchero
-No me llames así!!! -lo moví a un lado aunque volvimos a estar como antes, me besó
-Miento, te amo -sonrojé
-Y-yo t-también te a-amo... -metí mi cabeza en su pecho
Esa noche fue la primera en la que los dos nos amamos mucho, pero nunca, pero que nunca, será la última, porque yo sé, que nos amamos...
~Saranghae Hyung~