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Dragónicornio por Song_Mikan

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Notas del capitulo:

Hola (?)

Bueno, avisando, que este es un fanfic tipo "La princesa y el trigre" en realidad, pertenecen a la misma serie, pero ese n es el punto

 

Va para Dahlia, Que sabe que la amo intensamente <3

 

Enjoy

Ven, ven, acércate… un hermoso cuento te voy a contar, vamos a olvidarnos de la princesa de rubios cabellos, del príncipe gallardo, a aquel lugar te voy a llevar, aquel cruel bosque infernal conmigo te has de adentrar, vamos allá, más adentro… más profundo.

 

Observa a los poderosos dragones volar, huye de aquellos crueles demonios, de las hambrientas manticoras, de las tenebrosas brujas, de los envidiosos fuegos funestos. Ven, que el espectáculo va a comenzar, con todo gusto yo te voy a relatar: El cuento del dragón y el unicornio.

 

Había una vez en un reino muy, muy lejano…

 

Un pequeño llano, que en medio de tanta maldad puro se mantenía, en donde los ángeles sus hermosas liricas al cielo elevaban, en donde los fénix por el cielo revoloteaban, donde los unicornios, únicos y felices galopaban.

 

¿Lo ves? Aquel hermoso y pequeño unicornio, el más joven de la familia, el más puro de todos, aquel pequeño es. Su forma animal oculta se mantenía, de momento, solo un apuesto niño era, de cabellos castaños y ojos color chocolate, su hermosa sonrisa humana un hoyuelo escondía, y sus delicadas manos infantiles, con amor y cuidado padres el pelaje cepillaba, ellos, cariñosos a su hijo en el lomo cargaban, muy pequeño como para de forma aprender a cambiar, el pequeño unicornio por el llano caminaba, sin embargo, como todo niño la curiosidad le invadió.

 

-¿Por qué la frontera cruzar no puedo? –Tierno a sus padres preguntaba, mientras su pura mirada al bosque admiraba.

 

-Grandes peligros en aquel lugar acechan- Su madre entre susurros respondía -al bosque nunca debes cruzar, comida fácil que convertirás, si esta regla decides violar.

 

El pequeño, por última vez la frontera observo, antes de entre el cuerpo de su madre acurrucarse, cansado, sus ojitos cerro, en un sueño cayo, soñando con algún día libre ser. De repente, un ruido extraño lo despertó, ¡Oh! ¿Qué era esa llamarada que del bosque se levaba? El niño se pregunto y gateando sigiloso, la comodidad del cuerpo de sus padres dejo.

 

Las palabras de su madre se olvidaron en su joven mente mientras las reglas de la comunidad violaba, pasito a pasito en el bosque se interno, hasta que el sendero de regreso a casa perdió.

 

-¿Dónde estoy? –Sollozante se preguntaba en cada paso que daba. Llevaba la noche entera perdido, ni siquiera el sol en su majestuosidad logro su camino ubicar, pero el pequeñito mala suerte tenia, pues con una escamosa roca fue a chocar, haciéndose daño por el impacto contra dicho lugar.

 

-¡Auch, Auch! –Su cabecita sobo- ¡Que roca tan mala por cruzarse en mi camino! –Infantil, a la roca la lengua la saco, pero asustado segundos después retrocedió, al notar que esa una roca no era, pues con vida se encontraba y cuando la vista elevo, fue cuando por primera vez a esa majestuosa bestia observo.

 

Aquel enorme dragón al pequeño asustado observo, y este un par de pasitos retrocedió.

 

-Vaya, vaya ¿Qué hace tan delicioso bocadillo tan temprano por aquí? –La bestia, hambrienta al infantil unicornio se acerco, aquel puro aroma sus fosas nasales llenaban, abriendo su apetito, siendo su desayuno aquel niño.

 

-No soy un bocadillo, me llamo Lay- El unicornio, orgulloso respondió, pero este poco le duro, pues su voz aguda de volvió de nuevo, dando así a denotar su miedo.

 

-Tú nombre no me importa – el animal respondió- Tú carne dulce y pura a mi familia alimentara, tú piel en mis dientes estará y en este lugar, tú la vida perderás.

 

El pequeño unicornio asustado retrocedió, pero tarde fue pues la llamarada de fuego hacia él se dirigía… sus padres, preocupados, a su pequeño en el llano buscaron y al no encontrarlo las reglas decidieron violar, interponiéndose su padre entre aquella llama y su familia, la sangre de aquel unicornio vapor se volvió y su cuerpo, elevado al viento como cenizas quedo.

 

-Que bien, más alimento… -El dragón con furia, al unicornio más grande se lanzo.

 

La lucha en aquel lugar, cuentan, fue épica. Fuego contra magia hacia que ambas explotaron, pero mis niños, deben de hacer, que el mal a veces gana y aunque a su pequeño la vida le salvo, la unicornio al mundo de las almas se unió.

 

¡Oh! ¡Pobre de aquel tierno bebé que en el bosque vago! ¡Pobre de aquel bebé que asustado! en una cueva se refugio, hasta que el sueño de aquel día cruel lo inundo. Cuando sus ojitos de nuevo abrió, la noche había caído, a su alrededor rápidamente miro, encontrándose sobre una camita de hojas, con una almohada de fango y una cobija de musgo. En medio de la cueva, muchas ramitas estaban apiladas, por lo que de nuevo, el miedo lo invadió.

 

-¿Quién anda ahí? –Pregunto temeroso.

 

-¡Oh! Ya despertaste… -una voz igual infantil por el lugar resonó, al enfocar mejor, con un niño de cabello rubio dio, que mirándolo con una sonrisa desde el otro lado de la fogata la mano le agito- ¡Hola! Me llamo Wu YiFan –Con orgullo se presento- ¿Tienes frío?

 

El pequeño unicornio, con la cabeza asistió y el chico, con ayuda de su aliento de fuego, las ramitas encendió.

 

-¿Cómo te llamas? ¿Eres nuevo por aquí? –El chico inocente pregunto, pero mentía… el niño mentía, el lo había visto, había visto el cielo teñirse de rojo, había visto a los ángeles llorar, había visto la muerte de los padres de Lay, a manos de sus propios papás.

 

-Mi nombre es Zhang Yixing –susurrando respondió- Estoy aquí porque a mis papás caso no les hice y ahora a ellos los perdí.

 

Yixing lloró, lloró su pérdida, lloró su destino, lloró su suerte, pero unos brazos lo reconfortaron, eran los brazos que YiFan que ahora su cabello acariciaban.

 

-No llores Yixing, yo te voy a cuidar hasta que tú solito puedas volar.

 

-Gracias… -el unicornio sus lagrimas limpio y sobre aquel pecho se recargo, dejando que el sueño lo invadiera de nuevo, alejándose de la realidad, alejándose de su personalidad.

 

Con el paso de los días el unicornio olvidó, de su mente, su infancia desapareció, sus amigos y sus padres, el llano de su mente de disolvió, olvido su verdadera forma, olvido que podría galopar, olvido su crin dorada y pelaje blanco, olvido su cuerno, olvido que era un unicornio.

 

Así, el, entre brujas, demonios, manticoras, fuegos funestos y dragones creció, el pensó que un dragón podría llegar a ser, él pensó que podría el cielo surcar y fuego de su boca lanzar.

 

Deprimido, él ya no tan niño Yixing con frustración aquel barranco observaba. ¿Por qué en el cielo no se podía elevar? Se preguntaba frustrado, mientras venia a aquel que él consideraba su compatriota moverse entre las nubes, de forma cariñosa, una sonrisa en su rostro se formo cuando la bestia a él se acerco, se puso de pie para recibirla y segundos antes de que aquellas escamas impactaran contra su cuerpo, su forma cambio, un chico casi de su edad se volvió impactándolo de lleno, haciendo que rodaran por el cómodo suelo.

 

-¡YiFan! –Yixing con una sonrisa a su compañero recibió, sintiendo como el nombrado su rostro acariciaba, mientras sus labios en un beso perfecto se unían, un beso prohibido, un beso oculto, un beso que demostraba que la etapa de niños en sus pasados se había perdido, ahora unos jóvenes dragones eran, un par de machos enamorados que contra la naturaleza y retrograda mente de los mayores luchaban.

 

¿Qué importaba el mundo cuanto tenías amor?

 

Se preguntaban

 

¿Qué importaba el mundo cuando en tus brazos me acurrucaba? Yixing pensaba

 

¿Qué importaba el mundo cuando tú mi obsesión tus labios me regalabas? YiFan divagaba.

 

Y así, abrazados en aquel barranco el descender del sol observaban, el rubio y más grande de ambos nervioso se encontraba, la noche era el dominio de los suyos, la noche dejaba al descubierto su mentira, aquel teatro que con esfuerzo, solo logro alzar.

 

-Hoy tampoco pude volar… -La voz de Yixing era como la piel de las manticoras después de jugar en la lluvia, cálida, eso pensaba YiFan –Tampoco pude fuego lanzar… ¿Qué está mal conmigo?

 

Decir que no le dolía seria mentir, decir que lo ignoraba seria mentir, la decepción en los ojos de su pequeño unicornio observar, hacían el corazón de YiFan de compasión temblar.

 

¿Qué tan egoísta fui como para de sus raíces robarte? YiFan se cuestionaba a si mismo mientras  aquel rostro observaba. Eres tan hermoso que no puedo vivir sin verte… eres tan hermoso que no puedo vivir sin ti. Se decía.

 

Aquella noche YiFan mintió de nuevo, esa noche YiFan al unicornio con besos consoló, este entre suaves muecas aquellos labios rosas con gusto recibió.

 

-Se hace noche- El dragón susurro- Hay que dormir, si mañana de caza queremos ir…

 

Yixing con la cabeza solo se digno aasistir antes de ponerse de pie y de la mano a la bestia seguir.

 

Una cama de hojas y una almohada de fango, una cobija de rubia cabellera con piel de dragón, fueron suficientes para que Yixing los ojos cerrara.

 

“Mañana será un gran día” Kris al oído le susurro, pero eso el unicornio, ya no lo escucho.

Notas finales:

Cualquier comentario, rev o una mention Aqui: @Fool9thstreet

siempre seran bien recibidos. 

 http://fool9thstreet.wordpress.com/ 

¡Bye nyappy!


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