Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Once Upon a time por Gtoplover

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

No sé, los lobos de EXO han conseguido mi amor ultimamente. 

Notas del capitulo:

IBA A SER UN KRAY PERO NO SÉ PORQUE HE COMENZADO A ESCRIBIR «CHANYEOL» EN LUGAR DE «LAY» LO SIENTO.

La luz de la luna inundaba toda la estancia de la misma forma en que una cascada bañaría todo el suelo a su alcance al caer, solo un pequeño trémulo de espacio era cortada por la larga sombrada perteneciente a una figura en medio de la estancia. El sonido de la puerta ser abierta atrajo la atención de misteriosa figura, así mismo esta exhaló un suspiro cargado de mitad de molestia, enojo y anhelo. 
 
 

– No te vayas. –Susurró el recién llegado con un tono tan lastimero que hasta el más déspota se habría apiadado, pero no su acompañante, el no mostró síntomas de aquello.- No te vayas por favor. Yo te amo –. La otra figura en la estancia emitió un sonido de disgusto mientras dirigía sus pasos hasta aquel delgado cuerpo que se mantenía en el umbral de la puerta. Sus manos dieron contra las suaves mejillas regordetas de quién le pedía quedarse, acariciándolas con amor, con nostalgia y más sentimientos que su tacto gritaba y sus palabras procedían a negar. 
 

 –Príncipe, por favor vuelva a sus aposentos y descanse, mañana será un largo día y el nuevo guardia real llegará –. El chico en cuestión gruñó ante aquella vaga respuesta; molesto, frustrado y antes de poder frenar el revuelo de sentimientos en su interior ya su mano había impactado contra una de las mejillas de aquel quién le acariciaba. 
 

 –¡Te odio Kris! Te odio. –Gritó desesperado mientras alejaba su rostro de aquel tacto. Quemaba, dolía, cada parte de su cuerpo que fue acariciada por las manos de aquel guardia hervía. Aquella persona le había jurado amor eterno hasta hace algunos días y ahora se iba de su lado, aquel que había repetido infinidades de promesas de un ‘para siempre’ le decía ahora que dejaría su puesto como guardia real a su lado ¿Por qué? No lo comprendía y aquella misma incomprensión solo generaba más dolor a su ya lastimado corazón.
No se había percatado del momento en que sus pies reaccionaron por sí mismo, todo lo que sabía era que se encontraba corriendo por los pasillos del castillo sin ningún rumbo en particular. El sonido de botas a su espalda resonaba cada vez más lejano; de seguro Kris le perseguía, más no se detuvo a analizar aquello hasta llegar al patio de su hogar.
 

La visión de aquel lugar lo horrorizó. Oscuridad a cualquier sitio que posara su mirada, el viento gélido congelaba sus brazos al recordar que salió sin su bata de vestir. Los pies le escocían al estar parado sobre la fría piedra; agachó su mirada, notando algunas heridas sangrantes en sus pies producto de su corrida, pero aquello dejó de serle importarle al oír su nombre ser gritado ¿Quién le llamaba? No lograba identificar la voz; ¿Kris quizás? Le pedían que entrara al castillo ¿Por qué sonaba tan desesperado? 
 

Elevó su mirada y solo fue allí que lo entendió. Una tormenta se avecinaba, las nubes se arremolinaban en su cabeza y la oscuridad era cortada solo por fugaces luces que retumban en sus oídos con el fuerte sonido de los truenos, para cuando quiso regresar era muy tarde. Todo lo que sintió fue un fuerte dolor recorrerle por la espalda, el olor a carne quemada inundar su fosas nasales ¿Su carne? Después todo su cuerpo comenzó a doler, su pecho se contrajo como si miles de agujas se  clavaran en él y por último la oscuridad. Había muerto, el heredero a la corana había muerto producto de un rayo.  
 
 

 

 

El molesto sonido de su despertador lo sacó de aquel sueño, pesadilla más bien que no dejaba de acosarle desde hace algunas noches, trayendo como consecuencia dolores de cabeza cada vez más fuertes. Le tomó al menos unos cinco minutos más reponerse del mal sueño y salir de su cama, aún podía oler el olor a carne quemada como si fuese real, además del hecho de sentir picazón por toda su piel, queriendo rascarse hasta deshacerse de toda ella pero su madre le reprendería nuevamente por dichas marcas. – ¿Kris? ¿Quién es Kris? 
 

Aquella era la pregunta que constantemente se repetía en su cabeza mientras bajaba con cuidado las escaleras hasta la primera planta, más específicamente hasta la cocina donde su madre le esperaba con el desayuno. Él no conocía a ningún Kris, de aquello estaba seguro pero el nombre no dejaba de aparecer en sus sueños y no le abandonaba en toda la tarde, sin embargo nunca era capaz de ponerle un rostro. Al llegar a la cocina su madre le esperaba ya con mesa servida, le otorgó una sonrisa y tomó asiento en el sitio acostumbrado. No pasó mucho tiempo antes de que unos huevos revueltos acompañados de unas tiras de jamón hicieran su aparición frente a él.
 

–No tienes buena cara cariño, ¿No has dormido bien? –Su madre como siempre se preocupada por él de más, ChanYeol negó un par de veces y comenzó a tomar su desayuno con rapidez o llegaría tarde al colegio y BaekHyun, su mejor amigo de toda la infancia se molestaría. –ChanYeol, si no te sientes bien, deberías quedarte en casa–.
 

A su lado, su madre no dejaba de preocuparse más y más por el color (o más bien el carente del mismo) en su rostro. Solo era un dolor de cabeza y un poco de desvelo, los chicos de su edad padecían todas aquellas cosas siempre ¿O no? No dejaba de repetirse aquello mientras ignoraba la mirada preocupada de su progenitora. –Por Dios ChanYeol, tu nariz está sangrando. 
 
Y de pronto la oscuridad, los gritos preocupados de su madre fue todo lo que alcanzó a escuchar mientras su cuerpo se dirigía a una caída irreversible.  
 
 

 

Secundaria Gangman-gu. Aquel era el letrero que se leía al entrar al instituto que sería su nueva ‘prisión’, al menos de esa forma  lo veía la figura en la entrada. Odiaba la escuela, pero no tenía más opción. Las miradas que le otorgaban las chicas no le pasaban desapercibidas, pero él hacía caso omiso de todas ellas, cómo si no le importaran y verdaderamente así era. Sin querer perder más tiempo se dirigió hasta la que sería su nueva clase de ahora en adelante. Ya el director le había puesto al tanto de cual era; abrió la puerta sin ni siquiera haber llamado primero, como era lógico el maestro le reprendió con la mirada pero ignoró aquello y en su lugar extendió el papel con su nombre y traslado al docente. 
 
 

–Muy bien, parece que tendremos un nuevo compañero con nosotros. Por favor, preséntate ante la clase. –Casi de inmediato el docente volvió a centrar su atención en la pizarra, seguro escribiendo más de aquel tema al cual el recién transferido no prestaba atención.
 
 

 –Mi nombre es Wu Yifan, pero prefiero el nombre de Kris.  
 

Notas finales:

Jeje, no sé, me divertí escribiendo y espero que ustedes lo hagan leyendo.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).