Nunca sentí tanto miedo , recuerdo cuando era pequeño me sentía solo y triste mis padres trabajaban mucho pero siempre estaba Nani, aunque no era mi abuela ella siempre me hacía feliz, vivía enfrente de mi casa y mis padres a menudo me dejaban a su cuidado fue con ella quien me enseñó a amar la música, tocaba el piano todas las tardes, no importa cuán mal me había ido en la escuela o si algo malo pasaba ella podía borrarlo todo con una sola interpretación
Yo solía bailar y dar de saltos cuando ella tocaba, siempre música alegre para jugar o tranquila para dormir, Nani me conocía, sabia como me sentía aun cuando no se lo dijera, la amaba tanto
Un día mis padres me dijeron que ya no podía ir con ella, me enoje pensé que ella ya no quería cuidarme y la odie por eso un día me escape de casa y fui a la suya, quería saber la razón por la cual ya no quería cuidarme saber si había hecho algo mal o había dejado de quererme, quería preguntarle que podía hacer para que me volviera a querer
Ya no había nada, solo en un rincón estaba su piano… se había ido
Jamás perdone a mis padres por ocultarme su muerte y muy en el fondo siempre les guarde resentimiento, por su culpa había llegado a odiar a Nani y había dicho cosas hirientes en mi enojo
Ella me heredo su piano, a mis padres no les quedo de otra más que llevarlo a la casa, no necesitaba compañía, no necesitaba a nadie porque tenía el piano, podía tocar por horas sin molestar a nadie
Con el tiempo tras una visita de unos amigos de papá, él me dijo que tocara el piano pensó que sería adorable escuchar los intentos para tocar el piano de su hijo de apenas cinco años
Cuando termine de tocar todos ellos estaban callados, mi padre me miraba como si acabara de descubrir que tenía un hijo, después de eso mi vida cambio
Solo era estudiar y practicar, sentía que me asfixiaba, después la crisis y después… después St Vincent, el hospital psiquiátrico donde mis padres me dejaron
En aquel departamento casi en penumbras, en se bañó iluminado solo por una lamparilla se producía ese miedo otra vez, el miedo a la soledad pero más que eso a que él dejara de amarme
-te pregunte qué es esto Shuichi?...son tuyas?
-…- seguí tomando y revisando más frascos de medicamento, uno tras otro, luego pregunto lo que tanto me temía
-porque?- palidecí, mis piernas comenzaron a temblar y las fuerzas se me fueron casi caigo de bruces de no ser por él- estas bien?
-si!
-quieres un poco de agua?
-si, por favor- me llevo a la sala y me sentó con cuidado en un sillón , desapareció en la cocina por un momento y egreso con un vaso de agua, me lo dio y tome un poco, no ayudo mucho pero me dio tiempo de pensar, tenía que decírselo, ya no podía ocultarlo más tiempo
-mejor?- tomo el vaso de mis manos y lo coloco que una mesita cerca de mí, se sentó en el sillón frente al mío, me veía como un padre esperando que su hijo admita su travesura
-si- el silencio se apodero del momento, cada segundo era angustioso y mi corazón parecía querer salir de mi cuerpo, hasta que él lo rompió
-y?! vas a decirme que pasa?
- es complicado y algo largo de contar
-tengo tiempo
-si temía que dijeras eso- tome otro sorbo de agua e inhale profundo- yo… um yo…. -Lo mire, estaba serio pero una leve sonrisa me alentó a seguir- comenzó hace 8 años ya no lo recuerdo, 8 o 9 años, pensé que era normal que la gente podía ver lo mismo que yo después sucedió, mi primer episodio, esa sensación es algo que no logro olvidar, mis padres me llevaron con varios especialista pero cuando al fin le dieron nombre a lo tenía, ellos no lo soportaron pensaron que era mentira y decidieron… ignorarlo! Pero los episodios eran cada vez peores
A veces me encontraban medio desnudo en el patio de los vecinos, gritando e insultando a las personas todo fue de mal a peor, mi madre descubrió que estaba embarazada y mi presencia se volvió un tanto inconveniente en la familia
Mis padres me veían como un peligro, después me llevaron a dar un paseo dijeron que veríamos a un especialista que me ayudaría, la verdad es que me llevaron a un psiquiátrico y me dejaron ahí- reí un poco, pensé que él lo haría pero estaba aún más serio dejo de verme y fijo su vista en un punto muerto en el piso- los medicamentos me dejaban fuera de función y no es hipotético, es como estar atrapado en tu propio cuerpo, tu mente, es… no lo se
Pensé que sería temporal sabes! Pero paso mucho tiempo, según me dijeron después fueron cinco años en fin después de un tiempo dijeron que era candidato para la TEC, es…
-se lo que es, terapia electro convulsiva no?
-sí, bueno fue… difícil
-pero tus padres estuvieron ahí, no?
-ah no, es que tenía a Maiko y solo era una bebé, ella necesitaba mucha atención
-nunca te fueron a visitar
-no, un bebé necesita…
-atención?!
-si- suspire el no parecía feliz por alguna razón parecía enojado- cuando regrese ya no era igual, ellos cambiaron, yo cambie
-y no había espacio para ti
-ellos se preocupan por mi
-tanto como para abandonarte
-ellos no… ellos no saben cómo lidiar con esto
-te dejaron solo Shuichi!
-créeme esto… mi situación no es algo fácil de llevar, las personas como yo…
-las personas como tú?
-los esquizofrénicos, como yo estamos acostumbrados a ser marginados no todos nos comprenden ni siquiera nosotros mismo lo hacemos
-y las medicinas en la gaveta?
-son mi tratamiento
-cómo es que no he visto que te tomes tu medicamento
-yo… a veces no lo hago
No dijo nada solo se levantó y camino hasta el corredor oí como tomaba sus llaves y salía del departamento, me había dejado, pensé que era lo mejor para él sabía que tarde o temprano lo haría pero no dejaba de dolor, dolía tanto
Me levante, camine hasta la habitación comencé a meter mi cosas en mi maleta no me di cuenta cuando empecé a temblar y llorar no podía contenerme, le había perdido
Pensé que sería bueno solo dejarlo pasar y disfrutarlo pero no sabía cuánto me lastimaría, me lleve todas mis cosas no quería molestarlo, no pensé que esto avanzara tanto pero el daño estaba hecho y yo le había causado un daño imperdonable
Me enamore de él, jamás lo había hecho, pero valió la pena aun si muero o el encuentra a alguien o yo lo hago estoy seguro de que no amare a nadie como lo amo a él
Quisiera poder regresar el tiempo atrás y no haberme enamorado, no haberlo conocido, quisiera tanto no tener esto, quisiera tanto no quererlo de esta manera, pero lo hago
Antes de salir veo por última vez el único lugar que considere mi hogar, el único lugar donde me sentía feliz, el único lugar donde solo por una vez contemple mi futuro
Me derrumbe, caí al suelo y comencé a llorar, maldije mi mala suerte porque no podía ser feliz jamás solo quisiera saber que no me odia aunque no me quiera volver a ver solo quería saber si no me guardaba algún resentimiento, llore por un largo rato, llore como jamás lo había hecho y eso me canso tanto, me quede dormido, no descanse
Me desperté por una voz amable y una cálida mano que acariciaba mi rostro, oía mi nombre un y otra vez pero mis ojos me ardían y mi cuerpo se sentía pesado, me costó mucho despertarme pero logre abrir los ojos y tarde en enfocar su imagen, era él estaba aquí
-Shuichi, levántate podrías enfermarte
-Eiri!
-que haces aquí? …Lloraste? Porque?
-me odias
-qué?! No, porque habría de hacerlo?
-te mentí, te oculte lo que soy
-es una enfermedad no es tu culpa, entiendes!
-pero…
-escucha yo te amo, no importa lo demás, estamos juntos en esto
-no mientes
-para nada
-pensé que me habías dejado
-estas de broma verdad?
-es que.. – amenazaba con volver a llorar y él me beso
-no creas que te será sencillo deshacerte de mi señor, créeme jamás lo permitiré
-a dónde fuiste? Pensé, que…
-ah eso, fui a comprar esto- saco de una bolsa un estuche
-qué es esto?
-un pastillero, para que no vuelvas a “olvidar” tomar tus pastillas y de eso me ocupare yo, además quiero conocer a tu psiquiatra
-para qué?
-como que para que! Para ponerme al tanto de tu progreso y saber más de tu estado, no está claro- el me sonrió y acaricio mi mejilla con tanto amor que mis lágrimas salieron sin control- anda vamos a levantarte, el piso esta frio
Me llevo al baño y preparo la tina , que quito la ropa y me metió a la tina, lavando mi cabello y mi cuerpo con mucho cuidado, cada vez que nuestras miradas se encontraban él me sonreía, se levantó y me beso, fue tierno
Me ayudo a secarme y me coloco la bata de baño, seco mi cabello y lo peino un poco, después me llevo al cuarto y preparo la cama me metió entre las sabanas, me arropo y cuando sentí que abandonaba la cama me incorpore rápido, asustado de que se fuera, pero no, él estaba al pie de la cama y me miraba divertido comenzó a desvestirse quedando desnudo delante de mí, camino al otro lado de la cama y levanto las sabanas y se metió en la cama, me abrazo por la espalda besando mi nuca-hueles a fresas- susurro en mi nuca
-no te gusta?- sentí como sonrió
-me encanta- me gire para verlo y me quite la bata dejándola olvidada en algún rincón de la cama, sentí su cuerpo cálido, su piel contra a mía, no, esa noche no me hizo el amor pero fue por mucho la mejor noche de mi vida