CAPITULO 1
TEMO POR TI
Una patada lo bastante fuerte sirvió para que aquella puerta se partiera por la mitad. Algunos de los mechones de ese oscuro cabello salieron de su lugar, su dueño solo se limito a acomodarlos. Se paro firmemente en la puerta y observo a la persona delante de él sentado tomando una taza de café.
-¿Debo decir bienvenidos? –pregunto un tanto divertido el dueño de la casa.
-Kim Jonghyun –musito levemente. –Estás arrestado –sonrió burlón.
-Oh vamos –miro al detective parado detrás del pelinegro de piel lechosa que le había dicho aquellas palabras tan insultantes “arrestado y estás” no iban bien en una sola frase. –Detective Lee –hablo. –Es un novato ¿Cierto? –siguió hablando con el rubio de atrás sin prestarle atención al pelinegro.
-Es el hijo del jefe –el rubio se encogió de hombros. –Y dice que tenemos suficiente como para encerrarte por lo que te queda de vida –miro al pelinegro. –Y si, es nuevo –sonrió.
-¿Acaso estoy pintado? –el pelinegro se indigno. –Están hablando de mi –se auto señaló.
-Mira, lindo –Jonghyun se levanto del sofá y dejo a un lado su café. –Yo soy Kim Jonghyun, nadie tiene suficiente de nada para arrestarme –sonrió victorioso. –Te perdonare esta vez porque eres nuevo –le dio la espalda al pelinegro. –Pero no quiero que se vuelva a repetir –sintió sus manos ser apresadas.
-Como dije –el pelinegro le había colocado las esposas. –Estas arrestado Kim Jonghyun.
-¿Bajo qué cargos? –Jonghyun preguntó riendo levemente.
-Tienes varios asesinatos en tu lista Kim –fue todo lo que el pelinegro se limito a decir.
El pelinegro tomo a Jonghyun por la espalda y lo metió dentro de la patrulla, se sentó a su lado y al otro lado se sentó el detective Lee.
-Tiempo sin verte JinKi –hablo Jonghyun.
-¿Cuánto fue? ¿Dos años? –JinKi parecía bastante relajado.
-Tres, para ser exactos –Jonghyun miro al pelinegro a su lado. –De no haber sido por el hijo de papi. –sonrió. -¿Cómo te llamas lindura? –le pregunto.
-… -El pelinegro no le contesto, solamente volteo el rostro.
-Su nombre es Kim KiBum –hablo JinKi. –Y odia a los de tu clase.
-¿A los de mi clase? –Jonghyun volvió a ver a JinKi. -¿Sicarios? –Pregunto bajito solo para Onew.
-Uno fue el que mato a su madre. –hablo JinKi. Parecía que pensaban que KiBum no podía escuchar su conversación. –Y dejo a su hermano pequeño sordo.
Jonghyun no dijo nada, solo miro de nuevo el rostro del pelinegro. “Demasiado lindo para vivir en este mundo” pensó.
Al llegar a la oficina KiBum tomo de manera violente el brazo de Jonghyun y lo saco de la patrulla.
-¿Por qué llegan en una patrulla? –un chico castaño les pregunto.
-Hola Woohyun –Jonghyun lo saludo muy cómodamente. –A ti si hace siglos que no te veía. ¿Sigues sirviendo el café? ¿O ahora ya eres de verdad un detective? –le miró burlón.
-Trabajo honestamente –Woohyun le contesto. –Y vivo con mi conciencia limpia, es lo suficiente para mí –le contesto orgulloso.
-Eso quiere decir que sigues sirviendo el café –Jonghyun camino delante de KiBum y JinKi. – ¿Se quedara ahí todo el día? –los llamo. KiBum pudo ver como Woohyun apretaba sus puños.
KiBum y JinKi entraron con Jonghyun a las oficinas de la estación dirigiéndose a la principal. Todos los policías y detectives los miraban atónitos. Jonghyun solo sonreía y saludaba como si fuese una celebridad.
-Padre –KiBum abrió la puerta de la oficina principal.
Su padre se encontraba ablando con un hombre alto y de ojos grandes.
-¡KiBum! –su padre lo llamo con voz fuerte. -¿Cómo demonios te atreviste…? –se acerco a Jonghyun y quito sus esposas.
-¡Papá! ¿Por qué hace eso? –vio a Jonghyun sobarse las muñecas. –El es un delincuente y…
-No hay pruebas en su contra –dijo su padre de golpe. –Por alguna extraña razón lo que tenias en su contra desapareció y su abogado… -señaló al alto. –Hizo acto de aparición.
-Mucho gusto detective Kim –le extendió su mano. –Mi nombre es Choi Minho –KiBum solo miro su mano y apretó los dientes. Minho la retiro.
-Acompaña al… señor a la salida. –dijo el Jefe superior. KiBum hizo una mueca y asintió.
Salieron de la oficina y vio el rostro triunfante de Jonghyun y a su abogado bastante serio. Sintió que los odiaba a ambos.
-¿Cómo lo lograron? –Pregunto mas para él mismo que para todos pero Jonghyun lo escucho y detuvo su andar.
-Te diré un secreto novato –se acercó a KiBum. –Nunca confíes en nadie. Si entiendes eso tendrás una larga carrera en esto –le guiño el ojo y salió seguido por Minho.
KiBum se quedo parado observando como esas dos personas salían con mucha calma del lugar.
-Juro que un día lo atrapare –KiBum susurro apretando los dientes.
-Se vale soñar –le dijo JinKi comiendo una pierna de pollo.
-¡Tú! –KiBum lo señaló. -¿Cómo demonios conoces a ese tipo? –le pregunto indignado.
-Hace como tres años se pasaba por aquí mucho de su tiempo. Tu padre estaba decidido a atraparlo, pero como a ti, siempre le faltaron pruebas. Muchos dicen que Minho es el que se encarga de desaparecerlas –siguió comiendo.
-¿El abogado?
-Ese mismo, ten cuidado con él. En el bajo mundo le apodan vampiro. Hipnotiza a cualquiera y consigue lo que se propone con increíble discreción. Es como si no existiera.
-Que estupidez –dijo KiBum y camino a su escritorio.
-Debes tener más cuidado –Minho habló –Esta vez me costó más que las anteriores. Ese nuevo detective es bueno.
-Nada que no pueda desaparecer –Jonghyun respondió simple.
-Ni te atrevas, en primer lugar es el hijo del jefe y en segundo, estás “retirado” ¿Lo olvidas? Un solo error, por mínimo que seas te llevara a la cárcel. –Minho lo detuvo. –Jura que no tocaras al detective Kim –lo miro amenazante.
-Bien –Jonghyun siguió caminado. –No tocare al niño bonito.
Llegaron a la casa de Jonghyun. El peli plateado pudo ver los destrozos que habían dejado el detective y sus policías.
-Hacia cuatro años que no destruían mi hermosa casa –dijo suspirando.
Era una casa familiar, dos pisos y fachada blanca, tenia chimenea, una sala amplia, cuatro recamaras y dos baños. La cocina estaba más que bien acomodada, soñaba con algún día poder encontrar a alguien que le diera un buen uso.
Jonghyun anhelaba tener una familia, esperaba poder alejarse de ese mundo, deseaba olvidar todo, dejar atrás sus tristezas y rencores pero había algo que se lo impedía, el recuerdo de su hermana.
Se acerco a la chimenea y tomo la foto de su pequeña.
-¿Aun no lo superas? –Minho más que nadie lo conocía bien. Sabía que Jonghyun nunca quiso terminar en lo que era, pero lo que le hicieron a su pequeña hermana lo obligo a tener esa retorcida vida.
-Nunca lo superare –dejó la foto en su lugar. –No hasta que encuentre a ese maldito.
-A Amber no le hubiera gustado que su hermano terminara así.
-Lo sé. Y espero que me perdone –se sentó de nuevo en el sofá y dio un sorbo a su café. –Está frio –Hizo una mueca y dejo la taza donde estaba.
-Me tengo que ir Jonghyun, si necesitas algo, llámame.
-Adiós Minho.
El alto salió de la casa.
-Tengo que reparar la puerta –dijo al vacio y se levanto de su sofá. Odiaba la soledad, pero se había acostumbrado a ella hace diez años.
Minho salió de la casa de Jonghyun y comenzó a caminar. Necesitaba despejar su mente, no le gustaba mancharse las manos de sangre pero no podía dejar que su mejor amigo fuese arrestado.
Iba concentrado en sus pensamientos cuando noto que se le cayó la cartera al chico que caminaba delante de él. La levanto cuando noto que el chiquillo no se había percatado del incidente.
-Disculpa –lo llamo. El chico no volteo.
“Seguramente escucha música” pensó y se acerco al muchacho. Toco su hombro y éste se giro.
-¿Puedo ayudarlo? –el chico pregunto.
Minho no pudo articular palabra, aquel jovencito lo hizo quedarse atónito. Era el chico más hermoso que hubiera visto en su vida, su corazón comenzó a palpitar bastante rápido.
El niño inclino la cabeza esperando respuesta.
-Lo-lo siento –comenzó a balbucear. –Se te cayó esto –le entregó la cartera.
-Muchas gracias –el joven sonrió y tomo su cartera. –Mi nombre es Taemin, mucho gusto –hizo una pequeña reverencia.
-So-soy Minho –se preguntaba por qué seguía balbuceando.
-Permítame invitarle un café para agradecerle.
-No es necesario. –Al fin pudo formular una frase.
-Insisto. Mi cartera es mi vida, si la hubiese perdido no se que hubiera hecho –sonrió. Fue la sonrisa más encantadora que vio Minho.
-Está bien, acepto.
Ambos caminaron hacia una cafetería cerca.
-Te llame antes de tocar tu hombro, pero pensé que escuchabas música y por eso me acerque. Sin embargo, veo que no tienes auriculares -Minho intento iniciar una conversación en lo que les llevaban su pedido a la mesa.
-Lo lamento, venia pensando en algunas cosas –el chico intento evitar el tema.
-No te preocupes.
El mesero llegó con su pedido, un café americano sin azúcar y un chocolate caliente.
Conversaron por un buen rato. Minho se enteró que Taemin tenía 17 años, asistía a una escuela cerca a esa cafetería, tenía un hermano mayor y que le gustaba mucho el baile pero no lo practicaba.
-Me tengo que ir –Taemin se levanto. –Espero que podamos vernos otro día –tomo sus cosas.
-Espera –Minho lo detuvo. –Puedo… puedes… -Minho no sabía como decirlo. – ¿Puedes darme tu número de teléfono?
-Cla-claro –Taemin se sonrojo. Anoto en una servilleta su número. –Mi-mi teléfono está dañado –Taemin parecía nervioso. –No puedo contestar llamadas, solo mensajes.
-Entiendo –Minho sonrió. –Espero que podamos vernos pronto.
-Hasta luego Minho –Taemin salió casi corriendo de la cafetería. No quería que Minho lo viera sonrojado.
Taemin camino rumbo a su casa. Al llegar su hermano estaba cocinando.
-¡KiBum hyung! –abrazó a su hermano por la espalda.
-Alguien está feliz –KiBum lo dijo susurrando. Taemin se paró a lado de KiBum para verle el rostro.
-Hoy conocí a alguien –le dijo a su hermano con una hermosa sonrisa.
-Bebe –Kibum tomo sus manos. –Te he dicho que no hables con extraños –Taemin hizo un puchero.
-No soy un bebe que no conoce los peligros hyung.
-No pero… -KiBum se detuvo antes de seguir hablando.
-Yo sé que soy sordo hyung –Taemin se dio la vuelta. –Pero no soy un inútil, puedo vivir mi vida normalmente –una lagrima escurrió por la mejilla de Taemin.
-No bebe –Kibum hizo que su hermano lo mirara a la cara para que leyera claramente sus labios y limpio el rastro de lagrimas. –Yo sé que no eres un inútil. Es solo que, me da miedo. Yo he visto el mundo real, por eso me da miedo que tú tengas que verlo también, no quiero que sufras Taeminnie.
Taemin se abrazó al cuerpo de su hermano, él también temía por Kibum, sabía que su trabajo era muy peligroso, temía un día llegar a casa y no encontrarlo, vivía con ese miedo constante y por eso comprendía las palabras que Kibum le decía.