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Un Shinigami y un Demonio… ¿jamás podrán estar juntos? por marceKawaii

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Notas del capitulo:

Bueno como dije aquí si comienza bien la historia, y quizás les deje con las ganas de lemon, ya verán a que me refiero…. 

Todos los personajes pertenecen a Yana Toboso ^^

 

Cap 2: Desesperación parte I

-Gritos, lindos gritos de desesperación, ustedes no saben lo que es eso ¡malditos!- se oían los gritos de un destrozado pelirrojo, era la última víctima de la muerte ese día, para él, que aburrido, cuando no habían verdaderas amenazas los Shinigamis de nivel superior trabajaban como cualquier otro- pobre cadáver, no tienes la culpa, pero… ¡te odio, odio a todos maldita sea!- grito y con la motosierra y había destrozado el cadáver de la última alma que acababa de recolectar, una pequeña lagrima se deslizo por su mejilla izquierda, ya habían sido muchos años aguantando el llanto, desde aquella vez, tomando el té, se propuso no llorar, olvidarlo, esa lagrima se escapó, su vida no tenía sentido, miro su motosierra ¡No, no, no! No podía, seguro Ronald lo estaría esperando.

En una taberna cualquiera de Londres.

-Rony, Rony ¿dónde estás?- se oía la voz  del antes alegre del Shinigami, se veía que ya había tomado algo de alcohol, fue muy poco, pero nunca tuvo mucha resistencia.

Estaba mojado, porque estaba lloviendo, su maquillaje estaba arruinado, lo que dejaba ver su rostro natural, estaba pálido, y bajo sus ojos se marcaban unas ojeras que delataban que ya casi no dormía, su cabello estaba mojado y lo llevaba tomado con una coleta muy mal hecha, la chaqueta negra, ni idea en donde estaba, el pelirrojo apenas caminaba e intentaba llegar torpemente hacia el muchacho, quien apenas lo vio fue en su ayuda.

-¿Senpai…?- dijo sorprendido el rubio al ver a su ex instructor en esas condiciones, claro no era lo peor, pero hace mucho que no pasaba que se deprimía tanto para tomar, realmente nunca le gusto hacerlo.

-Ahí estabas… no te escondas, si tú eres muy lindo, mira, mira ¿Por qué eres tan lindo?... Rony…-dijo y si no fuera por el rubio ya estaría tirado en el piso.

-¿Grell-san…?ahhha…-solo pudo decir mientras intentaba quitarse al pelirrojo, que ahora intentaba besarlo, quizás si se le paso la mano con el alcohol, en serio ¿su senpai estaba tan mal?, siempre le dejo muy claro, no le gustan los chicos, y ¿ahora qué?, no podía darle lo que él quería- bien, creo que no puedo invitarte un trago después de todo, se te paso la mano, vámonos de aquí.-

En la habitación de Grell.

-¡Wow…! Estas son las habitaciones de los superiores, sí que tienes suerte, Grell-san-dijo el rubio admirando toda la espaciosa habitación, claro, luego de dejar a su ebrio amigo en su cama con una manta porque aún estaba algo mojado por la lluvia.

-¿Suerte? ¿Yo? Se ve que estas equivocado, Rony ¡La suerte no existe!- grito y se levantó de la cama tomando su Death Scythe y destrozando el primer mueble que vio, una mesita de noche de madera y roja.

-Vamos, vamos, senpai, no te pongas violento, la última vez que estuviste así casi destruyes la habitación ¡Detente!- dijo mientras forcejeaba por quitarle el arma, ya que en este estado Grell era muy peligroso, aunque muy pocos sabían de la verdadera estabilidad emocional del pelirrojo, todos pensaban que seguía siendo el carismático Shinigami de siempre, aunque más reservado, mas todo eso estaba muy lejos de la realidad, a veces incluso había atentado con su vida, pero muy pocos lo sabían, y menos aún lo comprendían.

Solo hubo silencio, Ronald por fin logro quitarle la guadaña, el pelirrojo no soporto, solo abraso a su amigo fuertemente, las lágrimas corrieron al igual que hace unos años atrás, lo apretaba con fuerza, como si al hacerlo su dolor desapareciera un poco, pero eso no ocurría. Sentía  el calor de su acompañante rubio, le ayudaba a no sentirse solo, pero ¿Qué podía hacer para olvidarse? Su vida ya no tenía sentido ¿Por qué no acabo con ella cuando el demonio se fue? ¿Por qué?...

Miro a Ronald por unos segundos, se veía tan lindo, ya ni le importo, necesitaba olvidarse, quizás no quería quitarle la virginidad por atrás a su mejor amigo, el único amigo, pero Ronald no haría nada con el si no lo obligaba, quizás no le perdonaría nunca pero ya ni estaba consciente de lo que hacía. Le beso, Metió la lengua, le exploro.

Ignoro los gritos y los golpes, solo lo arrojo a la cama, ya todo se hacía borroso, ni siquiera veía a Ronald, solo en su mente se dibujaba la imagen de su demonio, pequeñas lagrimas rodaban por sus mejillas, mientras con sus manos ya había desabrochado la camisa del rubio y hábilmente ya le bajaba los pantalones.

Ronald le golpeaba y se movía intentando zafarse, ni siquiera presto atención al su superior, estaba muy asustado y una sensación de asco le recorría el cuerpo.

-¡Senpai detente!- grito, sentía la húmeda lengua recorrer desde su oreja hasta su hombro, intento zafarse y correr lejos de la cama, pero fue en vano, el aliento cálido cerca de su nuca le erizaba la piel, sentía su rostro arder, y ahora  Grell se encontraba sobre él, inmovilizándolo y- ¡No! ¡Ah…!- antes de que se diera cuenta, sus pantalones habían desaparecido, la mano del pelirrojo rozaba indecentemente su pene por sobre la ropa interior, luego de unos incomodos segundos, se detuvo, y a la vez dejo al rubio totalmente desnudo.

-¿Qué dices Sebas-chan? Esta es nuestra noche especial- las lágrimas ahora caían libremente- ¿No me dijiste que me amabas?

-¡Ya Basta! ¡Soy yo, Ronald!-intento patearlo y jalarle el pelo, sin muchos resultados- ¡Soy Ron-ny…  tu amigo! ¡N-No soy ese maldito demonio! Ahh…- la boca de su acompañante devoraba hambrientamente su miembro, un escalofrío recorrió su cuerpo, no se lo creía- ya n-no más- jadeo, ese era sin duda una de las mejores mamadas que le habían dado en su vida, y se la estaba dando nada más y nada menos que Grell Sutcliff, uno de sus mejores amigos, y un hombre, por más que dijera lo contrario. Gemía sonoramente y se maldecía mentalmente por estar disfrutando de eso.

-Te gusta ¿verdad, Sebas?- dijo sacando el pene de su boca, y masturbándolo lentamente.

Esa fue la gota que derramo el vaso, no soportaba lo que estaba pasando, y no soportaba que la causa fuera un estúpido demonio.

-Detente… ¡No quiero! ¡E-Ese demonio no merecería esto! ¡Grell…!-grito, luego ese grito se tornó un susurro, vio al pelirrojo, estaba llorando, se había detenido, estaba bastante lastimado, Ronald se entristeció por eso, no quiso usar tanta fuerza. El cabello del mayor estaba todo desordenado, y se veía que habían jalado de el, ahora tenía una sensación de culpa, pero tampoco podía dejar que grell le hiciera “eso” con él.

Se vistió rápido, sin importarle mucho que aun tenía una gran erección en ese momento y el pantalón le lastimaba, eso no era lo importante.

Por algunos segundos no se escuchó nada, ni siquiera el llanto del Shinigami superior, lloraba en silencio, él solo lo observaba, antes nunca hubiera creído que Grell cambiaria tanto, solo lo veía como alguien agradable, acosador y algo torpe, ante él ahora tenía la escena más triste de toda su vida, y no podía hacer nada para remediarla… ¿o sí?

-¡Vete!... yo, yo no quise… ¡No quiero hacer nada!- grito, se sentía culpable, no quería hacerle eso a su mejor amigo. Señalo a la puerta, ni podía soportar verlo, su rostro estaba siendo demasiado amable con el ahora.

-Puedes hacer lo que quieras- trago -…si eso te hace sentir mejor, Grell-san, pero, por favor, es insoportable verte llorar- y en efecto lo era, era una de las pocas persona que lo veía hacerlo, le abrazo nuevamente, no savia porque aun en el fondo sabía que no pasaría nada, su lógica no concordaba para nada con lo que acababa de pasar, pero por ahora no importaba.

-Ronald… -gimió, ya que el rubio rozo con sus labios delicadamente su cuello mientras intentaba quitarle la camisa, lo logro muy fácilmente- no lo hagas…- el superior ya se encontraba caliente, y en sus mejillas bañadas en lágrimas, ahora se veían levemente sonrojadas, a pesar de prometerse no hacer nada con “Rony”, el tenerlo mentalmente prohibido la hacía más… ¿excitante?

Le aparto rápidamente.

-¡No!- grito-contigo no, Ronald, yo…- no pudo seguir, ya que ahora el novato lamia suavemente sus pezones, ¿desde cuándo la situación se volvió en su contra? ¿desde cuándo cambio papeles? eso no importaba, es por placer después de todo, y de este modo le gustaba aún más… ¡NO! ¡¿En qué rayos estaba pensando?! pero el quería conservar a Ronald como amigo, sino ya no sería lo mismo, el ya no poder hablar abiertamente, no lo cambiaría por una noche de sexo, o al menos intentaría que no fuera así.

De pronto su camisa no estaba, tampoco sus pantalones, y sin aviso, su compañero le robo un beso, se sentía muy apasionado y caliente, puso un poco de resistencia, pero igualmente la lengua entro, exploro totalmente su boca, como la suya hizo a Ronald unos minutos atrás, de algún modo aliviaba lo que en ese momento sentía.

-¿Por qué? ¿Por qué conmigo no? Sutcliff- senpai- corto el beso ligeramente, le provoco, sabía que no le gustaba que lo llamara así, de todos modos algo debía hacer, sabía que Grell era más fuerte que él, y con más experiencia, no podía descuidarse o el mayor tomaría el control, entonces no se detendría, aunque realmente no parecía querer hacerlo.

Intentaba moverse pero apenas podía, de pronto sintió la traviesa mano de Ronald posada en su entrepierna, cortó el beso, no necesitaba aire, pero si alejar al rubio de allí, no pudo hacer mucho para detenerlo, ya sentía la mano de su acompañante bajo de su ropa interior, lo único que aun llevaba, y tomaba su miembro masturbándolo un poco, de su boca escapo un gemido, puede que Rony no tuviera experiencia con hombres, pero sabía cómo volverlo loco, lo observo, aun seguían conectados por aquel hilito transparente boca a boca, su respiración pesaba, mientras lo último de ropa ya se deslizaba lentamente.

-¡Detente! contigo no…- lo empujo- tu eres… eres mi amigo y me prometí… que por más lindo que fueras no pasaría nada… ¡ya basta!- grito, tenía que decirlo, luego lo lanzo con una patada fuera de la cama.

-Bien, sabía que no sería nada- contesto agitadamente-al menos ya volvió a la normalidad- dijo aliviado, al menos el pelirrojo ya estaba consciente de lo que hacía, esto lo tranquilizo, no quería hacerlo, pero el rubio tampoco sabía porque lo hizo, lo único que sabía era traer a Grell de vuelta a la realidad o más pronto posible, aun así fue extraño, por unos segundos creyó que iba a terminar pasando algo, y que por mas no lo negara, le iba a gustar.

-Rony ¿Por qué…? tu…- susurro mientras limpiaba las ultimas lagrimas e intentaba descifrar porque lo hizo, por suerte no le quito la ropa interior, pero igualmente intento cubrirse, noto algo húmedo ¿En verdad Ronald había logrado hacerlo correrse? eso lo avergonzó, debió darle una lección, haber hecho lo que primero tuvo en mente ¡NO! ¡¿Cómo se le podía ocurrir eso?!

-Porque sé que tú jamás lo harías conmigo estando consciente de eso, y sé que no estás bien, Grell-san, en realidad estaba a punto de vomitar, yo no quería para nada hacerlo, al menos ahora estas mejor- rio, mientras intentaba romper la tensión del lugar, el superior se veía muy mal, pero ahora ya no lloraba, y eso lo tranquilizo un poco, solo tomo la ropa que el pelirrojo le quito, se vistió rápidamente lo que le faltaba, era una escena bastante incomoda, solo mantuvo la sonrisa algo estúpida, se sentía como un bicho raro, se sentía avergonzado.

-Entiendo…- susurro, se sentía cansado, definitivamente ese día había sido uno de los peores, claro que solo haba sido un día mas, no pasaría nada porque ese día se deprimió más que otros, Sebastián no regresaría por eso, siempre seguiría igual, nada cambiaria aunque pasaran otros diez o cien años más. Busco algo que ponerse, tenía frio, además cambiar su ropa interior, se había corrido en ella ya que Ronald ni se dio el trabajo de quitarla, ahora estaba asquerosa. Se cambió rápidamente, el rubio solo miro incomodo, ni le pidió que se fuera para cambiarse, bueno, después de lo que paso no había mucho que ocultar.

-Deberías dormir, al menos ya se te paso el efecto del alcohol, yo me voy- dijo y lo miro con una sonrisa, intentando animarlo un poco, cosa que ahora parecía imposible, desde años que era imposible, además la situación no era de las mejores, aun sentía un bulto atrapado en su pantalón, se hubiera encargado de eso allí mismo, pero ya el momento era demasiado comprometedor para que lo fuera aún más, no quería que nada pasara, o que Grell se volviera a calentar, sería peligroso, y lo peor, el ahora sería la víctima.

-¡No!… aun quiero que hablemos- sollozo, ahora realmente se veía como un niño pequeño, y sin notarlo las lágrimas volvían. Su vida no tenía sentido, aun así seguía, seguía, y seguía, algún día su sufrimiento acabaría, alguna vez quizás en otro mundo… ¿sería feliz? Porque todo en su vida estaba establemente bien, excepto él, y lo peor era que sabía que Sebastián nunca lo quiso, y si el demonio fue solo una obsesión ¿Por qué nunca lo olvido? Frías lagrimas caían de nuevo, no se movía y estaba helado, ni las gruesas lagrimas ahora le proporcionaban calor, ahora eran frías, sin un motivo exacto, solo lloraba por aquellos años fingiendo, y lo peor es que seguirían así, y nunca acabaría, hasta que su vida terminara, y lo que se preguntaba ¿Cuándo se terminaría?

-Claro, pero te estas congelando, no quieres tomar algo caliente, lo traeré enseguida ¿Qué deseas?- pregunto a su superior, lo miro a los ojos, mientras intentaba sonreírle, aunque realmente no podia, no se podía sonreír viendo a su amigo así.

-No importa, mientras no sea… - susurro, no lo quiso ni mencionar, el té, tantos recuerdos, aun veía al mayordomo enseñándole a prepararlo adecuadamente, y luego diciéndole adiós de la misma manera, desde ese día no tomo nunca más té, le traía malos recuerdos, recuerdos muy malos, que por más que quería no podía dejar ir.

-Entiendo, entonces… ¿chocolate caliente? tu piel está muy fría- dijo el rubio mientras posaba su mano en la helada piel del pelirrojo, y le quito las gafas lentamente y luego las limpiaba, ya que estaban empañadas, luego se fue por un tazón de chocolate, esperaba que su amigo se sintiera mejor.

En la cocina de la GRAN habitación de grell.

-Vaya, sí que hace frio, no es obvio, es invierno, haha, y yo hablando aquí solo- dijo un ya cansado novato, era muy tarde y la luna estaba alta, para un Shinigami no era muy necesario dormir, pero últimamente había estado “ocupado” con algunas chicas de la secretaria, claro que lo de esta noche había sido una total y completa excepción, que no quería que se repitiese nunca, al recordarlo aun sentía escalofríos, por suerte todo término de la mejor manera, ya se había ocupado de el “problema” en su entrepierna, se tomó su tiempo, el baño de ese lugar era enorme, o más grande al menos que el de su propia habitación.

Ahora llevaba en sus manos dos tazones de chocolate caliente, y claro las manos limpias, hasta se dio el lujo de probar el jabón de manos favorito del pelirrojo, tenía un olor bueno, y era de color rojo obviamente, le gustaba porque se asemejaba un poco a la sangre.

Se quedaría despierto para escuchar a su amigo, al menos no en la situación de antes. La habitación era realmente grande, parecía un departamento espacioso, que en comparación a una sola pieza que le daban a los Shinigamis de nivel normal, había mucha diferencia.

-Grell-san, oh… se durmió, bueno, lo necesita- susurro intentando no despertarlo, ya que era evidente que el superior necesitaba descansar, lo cubrió, ya que aún hacia bastante frio, realmente era una imagen triste, en su rostro dormido se veía su sufrimiento, aunque su sueño era tranquilo, al menos esta vez no tenía pesadillas, pero se veían los rastros le las lágrimas en las mejillas del pelirrojo, solo lo miro unos segundos-buenas noches, Sutcliff-sempai-suspiro- bueno, me tendré que tomar esto yo solo- observo los tazones de chocolate, quizás no fue tan buena idea hablar, solo le ocasionaría más dolor el recordarlo, luego de acabar, limpio las tasas y se fue.

Al día siguiente.

-… te digo que sí, Will-senpai, estaba realmente mal- comentaba mientras recibía el trabajo de hoy, su normalmente alegre rostro se veía preocupado.

-Porque este peor que antes nada va a cambiar, Knox - dijo un serio Shinigami, William, para ser exactos, pero aun con su indiferencia estaba realmente preocupado, es decir, volvió reiteradas veces con Grell solo para que el estuviera mejor, a pesar de que las primera vez que rompieron le dolió mucho, pero tuvo que afrontar que él no era más que un remplazo al igual que muchos otros, de un demonio que ni sabía en donde rayos estaba, y le dolió aceptarlo, que su relación fue solo para que se olvidara del mayordomo, pero, aun así aun le preocupaba que su expareja fuera a hacer alguna locura, por eso volvió con el tantas veces, aunque no fuera muy verdadero, ahora solo veía al otro Shinigami, como… ¿un amigo? No, ya no podían ser amigos después de todo, no sabía lo que eran, pero aun así le importaba.

-Sabes que no te creo esa, sé que te importa- dijo y lo miro a los ojos, como si la mirada del superior delatara lo contrario de sus palabras- vez, si te importa, tenemos que hacer algo- susurro, realmente debían ayudarlo.

- Si te refieres a eso, yo no estoy dispuesto a…- murmuro- sabes que no va a funcionar otra vez, no si es tan grave como me dices- contesto y luego comenzó a revisar su trabajo mientras evadía cualquier mirada por parte del rubio ¿Porque aun sentía algo por ese demente? Y lo peor es que tenía claro que solo quería a ese maldito demonio ¿Por qué aún conservaba esos sentimientos?

-Había pensado en eso, pero tienes razón, no va a funcionar, para ambos, va a ser malo…- ordeno rápidamente los papeles sobre el escritorio, ya no tenía ideas, tenía que hacer algo por su amigo, y la responsabilidad era mayor ya que era el único amigo del superior, y no podía hacer nada para ayudarlo.

-Tienes trabajo, no querrás hacer horas extras…-dijo inexpresivamente, como para romper el hielo que se había formado tras largos minutos de silencio, porque de pronto sentía nostalgia de las constantes faltas de Grell y sus acosos, de las quejas de Ronald por tener que trabajar más horas, de la extraña cercanía de Eric y Alan que parecía otra cosa, claro antes de que murieran, de los estúpidos chistes de Undertaker cuando aún venía a devolver los Cinematic Record que olvido, de ese anhelado tiempo de años atrás, porque de pronto la nostalgia se mezclaba con desesperación en el ambiente, y si a él le afectaba así, no imaginaba como le afectaba a los demás, claro que para los Shinigami no habían problemas, solo trabajo con seriedad, era una regla, que el cumplía muy al margen, y seguiría haciéndolo.

-Bien, si es así, me voy, pero… piensa en lo que te dije ¿sí?- pregunto mientras fingía una sonrisa, pero por más que quisiera, no podía cambiar nada.

En la biblioteca de los Shinigami.

-…lo siento, lo siento en verdad- susurro- yo no quería- se oían las disculpas de un deprimido ángel de muerte, aunque no escucho la conversación, sabía que hablaban de él, era muy evidente al ver la expresión de Ronald, y la mirada de Will, lo peor es que sabía que su compañero aun sentía algo por él, nunca quiso herir a nadie, pero sabía que desde hace diez años  que lastimaba a las personas que de verdad lo querían, hasta sentía que los miserables humanos eran más felices y tenían más suerte que él, su vida era demasiado horrible hasta para regalársela a su peor enemigo. Llevaba su cabello a un costado, como siempre, recogió con sus manos los mechones que le cubrían el rostro, quería despejarse un poco, olvidarse, ja… ¿como si eso  le ayudara?

Lo peor era que en el poco tiempo que su mente funcionaba, solo lastimaba a los demás, aun recordaba lo que ocurrió esa mañana…

---Flash Back---

-¡Senpai, Grell-senpai!- se oyeron unos gritos alegres a su espalda, volteo.

-Oh… eres tú ¿Qué deseas?- pregunto al ver al muchacho, creía que le conocía ¡Ahh! debía ser el supuesto casi hermano de esa tipa tan fastidiosa de ayer, por suerte aun recordaba el rostro del principiante con el que estuvo saliendo últimamente, castaño, de ojos verdes al igual que todos, recién graduado como Shinigami de elite, ya tenía sus gafas, negras y algo intelectuales, sus ojos eran de aspecto caído, pero muy tiernos, llevaba el cabello bastante desordenado, algo acorde a su personalidad, distante y serio, pero cuando lo conocías muy alegre y tierno, aunque no actuara así con todos. Recordó todo eso, pero además, ni su nombre recordaba, aun así, le daba algo de pena desilusionar al novato tan pronto.

-Grell-senpai, tengo algo que decirle, emm… ya no creo que debamos seguir saliendo, es decir, a Emily no le gusta, yo aún tengo la esperanza de salir con chicas lindas, y nadie casi sabe de lo nuestro, claro que igual yo estoy dispuesto si quiere a “divertirme” con usted, porque creo que… ¡¿me estas escuchando siquiera?!- le miro de una forma quebrante, se veía triste, como si estuviera comenzando a descubrir que realmente no le importaba al pelirrojo.

-Claro que te estoy escuchando- dudo- pero, me preguntaba… ¿Cuál era tu nombre?- pregunto tranquilo, luego le miro a los ojos, no quería herir al muchacho, pero sabía que realmente el chico no quería cortar la relación.

-Como que… lo sabía ¡Maldito pervertido! ¡Sabía que nunca te importo!- rompió a llorar, aunque intentara hacerse el fuerte, lo miraba con odio mientras intentaba secar las vergonzosas lágrimas.

-Y si lo sabias ¿Por qué seguiste conmigo? tú no sabes nada mocoso, nada…- comento casi imperceptiblemente mientras ya sentía esa sensación antes del llanto en su nariz… espera, estaba a punto de llorar y contarlo todo a ese novato ¿estaba tan mal? Y además no podía decirle nada, es decir, entre terminar porque fue solo diversión ya es doloroso, pero… terminar y decir que solo te uso para olvidar a otra persona ¡Eso ya es ser cruel! No había salida, tendría que fingir de nuevo, aunque odiase hacerlo.

-Como que no se nada ¡¿acaso hay algo peor maldito mentiroso?!...- grito muy molesto mientras las lágrimas y los sollozos no se detenían.

Hora del show, pensó, nuevamente mentía, y lo peor mentía a el mismo… casi automáticamente, como si fuera una actriz y el mundo su escenario, el antes pensaba así, no pensaba en que el libreto se acabaría y él continuaría tras el telón, ya no habrían más líneas que decir, y el público siempre le demandaría a actuar, hasta que como marioneta, se rompería, caería, y luego se desecharía, esa era y siempre seria estúpida vida, si tan solo, estuviera allí a quien realmente quisiera actúale, porque así ya no sería una cruel mentira, no sería tan doloroso que le despreciasen como antes, era extraño pero hasta los maltratos del demonio extrañaba. 

-Claro que no, aunque aun así eres muy lindo y mi muchacho favorito- le abraso- ¡Vamos, vamos! nosotros nos podemos divertir siempre que tú quieras, Mike-chan… No me trates así ¡no es forma de tratar a una dama!- luego de eso intento un beso, pero fue empujado rápidamente.

-Mi nombre no se dice así…- se quejo, odiaba los “chan”, no era un pequeño, pero aun así se alivió un poco por que recordó su nombre.

-Pero lo vez… ¡lo ves! ¡Lo recordé! ¿No me merezco un premio? ¡Que cruel!- se quejó falsamente  mientras montaba una escena dramática y lo fastidiaba melosamente, como siempre lo hacía.

-¡No bromees! ¡Ni creas que te voy a perdonar! ¡Saldré con chicas! ¡Estúpido travesti!- dijo lo mando al piso con una patada. Al parecer el teatro si funciono, así el muchacho no lo molestaría más.

---Fin Flash Back---

-Así que… Mike- siempre funciona robarles la credencial de identificación, pensó- luego la devuelvo…- murmuro tristemente para sus adentros, la patada le dolió, le recordaba… su primera batalla… con Sebastián, otra vez ese nombre, si tuviera un centavo por cada vez que lo pensaba o decía seria multimillonario, no más trabajo y una vida estable aunque rodeada de humanos, no sonaba tan mal, o demasiado mal al menos.

¿Por qué lastimaba a todos? ¿Por qué también se torturaba a él con ese nombre? Sebastian, Sebastian, ya no podía más, otra vez ese líquido salado bañaba su rostro, y no se detenía, sabía que los demonios no conocen el amor, y que el mayordomo jamás sentiría nada por él, la realidad era cruel, realmente cruel, aun así, seguía con vida, seguía adelante ¿Con que propósito? Sin ninguno, volver a verlo era imposible, y aunque así fuera, no cambiaría en nada la realidad, nunca le amaría, aun su rostro se reflejaba en su mente con claridad, y esa mirada que le hacía derretirse ahora le causaba tanto dolor, y para mas ahora lloraba solo por los pasillos, que patético era eso, y si alguien lo veía en esas condiciones… ¡No! ¡No sin maquillaje! solo corrió lo más rápido que pudo a su habitación.

En su habitación.

Luego de bastante tiempo con el rostro húmedo, por fin paro, se limpió y arreglo rápidamente su maquillaje, sentía que sus pies le pesaban, que no quería moverse de allí.  

Miro su trabajo, era muy poco, solo recoger las miserables almas que morirían en un baile que sería víctima de un ataque terrorista, que aburrido, aún faltaban algunas horas ¿Qué podía hacer? debía hacer algo si no quería deprimirse de nuevo, no lucia bien, y para alguien que aprecia su estilo, eso es importante.

-Bueno, si es un baile, supongo… ¡que debo verme muy bien!- exclamo fuertemente en la solitaria habitación, que resonó con eco por lo vacía que estaba.

-Rojo, rojo… digno de una bella dama ¿Qué debería ponerme? ¡No tengo nada!- comento al aire, porque nadie lo oía, observo el armario, estaba lleno de ropa linda, entre todo la mitad eran vestidos, muy hermosos y en su mayoría rojos, miraba con desprecio la mayoría; y la otra mitad, no tenía nada que envidiarle a la primera, era ropa con bastante estilo. Luego su vista se posó en una caja al final del extenso guardarropas, una caja blanca adornada con un listón de color rojo intenso, se veía como la caja de un vestido nuevo y recién comprado, pero llevaba allí aproximadamente diez años, claro no exactamente allí, cuando se cambió a esa habitación obviamente lo cambio todo de lugar, pero nunca abrió la caja, aun recordaba cuando lo compro, era una noche de lluvia y estaba muy emocionado.

---Flash Back---

-No podía tener más mala suerte, si no tengo cuidado lo que compre hoy se va a arruinar…- se quejó,  no quería regresar tan temprano, solo quería ir a ver a Sebas-chan, y mostrarle su nueva adquisición, un hermoso vestido negro y rojo, era realmente hermoso, y quería saber la opinión del mayordomo, y claro que ya estaría en la mansión, si no fuera por la estúpida lluvia que se le interponía, el vestido estaba guardado en una caja, muy bonita por cierto, pero si entraba en contacto con el agua, se arruinaría todo su contenido, que injusticia.

Ese día solo volvió a casa, su trabajo ya estaba terminado y no tenía más que hacer, guardo la delicada caja en una esquina de su armario. Se lanzó pesadamente en la cama. Aun no quería estrenar el vestido, solo se imaginó como se vería con él, el pelirrojo fantaseo un rato, que lindo seria estrenarlo en un baile, así todos lo verían, sería una noche perfecta, un vestido hermoso, bailar con Sebastián, y quizás hasta podría llegar a la cama con él. Se detuvo. Eso era imposible, bueno, soñar no cuesta nada, pero aun así, seria horrible que no se llegase a cumplir, pero que importaba, el demonio no se iría a ninguna parte, aun podía seguir intentando.

--- Fin Flash Back---

Claro, no se iría, eso pensaba antes, estaba realmente equivocado, Sebastián se fue, y para siempre, y lo peor es que eso aún lo seguía torturando, realmente le hubiera gustado bailar con él, y lo peor es que jamás podría hacerlo.

¿Con que un estúpido baile? ¿eh?

-¿Bailar?- se preguntó, no supo nada más, perdió toda la cordura, solo tomo algo con que arreglarse el cabello, la caja con el vestido y unos tacones rojos muy lindos de la gran variedad que tenía, luego miro su Death Scythe, en su rostro se dibujó una sonrisa diabólica, si todos en el baile iban a morir, ¿Por qué no divertirse entre los cadáveres? ¿Y por qué no luego terminar con su maldita vida allí mismo? La sonrisa en su rostro se agrando, tomo sus cosas y se fue.

Notas finales:

Se los dije, se quedaron con las ganas, pero no se preocupen, cap 4 con lemon de verdad, y yo no sé, Rony no es gay, pero igual, yo lo veo con William, ¿y ustedes? Díganme si quieren que incluya a esta pareja, y tengan paciencia, ya aparecerá nuestro Sebaschan ^^

Aclaración: con grell generalmente la preferencia sexual es suke, grell se ve sexy dominando, jaja, pasivo kyaaa

Dejen reviews 

porfa ^^

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