CAPÍTULO 11: Un rumbo inesperado.
Kim Jaejoong no podía con la zozobra que lo invadía, ¿y si Yoochun tenía algún accidente, o si la policía lo llevaba preso por manejar después de haber bebido? Pensaba de todo y pensaba lo peor. Y como si aquello no fuera suficiente, aun no podía sacarse de la cabeza aquella horrible escena de celos que le había hecho y la discusión que habían tenido.
Entretanto Yoochun se había quedado en el primer hotel decente que encontró, sin lograr dejar de pensar en su esposo y en el estúpido de Jung Yunho asechándolo con sus sonrisitas encantadoras y sus galantes miradas. Sí, estaba celoso, pero porque le amaba y siempre temía perderlo, sin embargo también se reprendía a sí mismo por no ser capaz de confiar del todo en su esposo, pero las actitudes tan extremadamente amables de éste para con el tal Jung Yunho no ayudaban de a mucho.
Pero cuando Yoochun regresó a su casa, Jaejoong intentó arreglar las cosas, y el mayor, aunque sabía que debía retractarse también por muchos errores cometidos, se limitó a dejar que las cosas retomaran su cauce por sí mismas. Lo que no sabía es que aquello era un verdadero error, porque si en ese momento hubiese dicho que él también lo lamentaba, que él también había hecho las cosas mal, muchas de las cosas que habrían de suceder después jamás habrían ocurrido. Pero como ningún humano conoce el futuro ni puede adivinar ni remotamente lo que sucederá con su vida, Park Yoochun no dijo nada que pudiera mostrarle a su esposo el interés real que tenía por él y por su matrimonio.
Adiós
Trataré de olvidarte
Lo intentaré…
Siempre tranquilo,
Sin nunca tener nada que decir
Tú ni siquiera podrías decir algo que pudiera romper mi corazón.
Era una linda tarde en la que el sol resplandecía sin llegar a lastimar, las aves cantaban y la brisa soplaba con delicadeza. El momento perfecto para que BoA Kwon se encontrara con su buena amiga Niiummy Sarang. La castaña le habló a la menor acerca de su secreto amor por su amigo Jung Yunho, un apuesto caballero que Niiummy solo había visto en un par de fotos que la mayor le había mostrado, y además de eso, le contó de lo mal que se sentía porque ahora sabía que al él le gustaba su nuevo compañero de trabajo, quien además estaba casado.
–¿Y aún así decidiste quedarte a su lado? –Increpó la pelirroja, mirando sorprendida a la mayor, quien lentamente asintió con la cabeza –Vaya, realmente lo amas.
–Me temo que así es –concordó, con una obvia mirada de nostalgia.
–No estés triste, BoA –la menor tomó la mano de la otra chica por encima de la mesa –míralo de esta forma: tu amigo no tiene oportunidad porque su compañero está casado.
–Llegué a pensar en lo mismo, pero me he dado cuenta de que últimamente se da mucho la infidelidad en los matrimonios actuales, y si eso pasara con ellos, estoy seguro de que aunque Yunho es una persona muy correcta, seguramente accedería a convertirse en su amante y mantener una relación secreta, pues he notado que de verdad lo quiere, y nada más parece importarle.
Y aquello hizo que Niiummy recordara a su amigo Changmin y a la aventura extra matrimonial que éste mantenía.
–Unnie… –Soltó tímidamente.
–¿Sí?
–¿Crees que la infidelidad es algo realmente malo?
BoA frunció el ceño y la miró curiosa.
–¿Por qué lo preguntas? ¿Acaso te has enamorado de un hombre casado?
–Oh, no, no. Nada de eso –negó con las manos –pero sí sé de alguien que está teniendo una aventura extra matrimonial.
Boa juntó el entrecejo y la miró preocupada.
–Niiummy, si es así, deberías aconsejar a tu amigo y pedirle que deje esa aventura de una buena vez, porque eventualmente no sólo le hará daño a ambas personas, sino a él mismo.
Niiummy juntó el entrecejo y apretó los labios, desviando una triste mirada.
–Unnie… –Musitó –realmente soy una mala persona.
–¿Huh? –La miró, confundida – ¿Por qué dices eso?
Niiummy Sarang le explicó que aquel amigo suyo no sólo estaba teniendo una aventura extra matrimonial que ella había alcahueteado, sino que además, el esposo de éste, también era su amigo y aun así ella lo había permitido y apoyado.
No te diré “Olvídame” ni “Lo siento”
Sin importar lo que haga
Sin importar lo que diga
Tú no regresarás a mí de cualquier manera…
–Niiummy, tus acciones obviamente no fueron las correctas, pero lo hiciste porque pensaste que ya era hora de que tu amigo pudiera ser feliz junto a alguien más, mucho más después de que su esposo le prestara más atención al trabajo que a su propio matrimonio. –Niiummy Sarang asintió silenciosamente con la cabeza, confirmando lo que la mayor decía –lo importante ahora es que sabes que está mal, por lo que debes decirle a tu amigo lo que piensas. Es ahora o nunca.
–Tienes razón –declaró con firmeza –no puedo permitir que las cosas sigan así, debo hacer que desista de esa idea y deje a su amante.
Boa acarició con ternura la mejilla de su amiga y le sonrió.
–Esa es mi chica. Bien hecho.
Siempre fueron las mejores amigas, compartiendo sus secretos, alegrías y tristezas. Sin duda era una gran suerte para ambas tener una amiga como la otra.
Y ya Niiummy Sarang no perdió tiempo. Fue directa con Changmin, hablándole de manera clara y firme, sentados en los sillones de la oficina del mayor.
–¿Qué sientes exactamente por Cho Kyuhyun?
Changmin frunció el ceño.
–¿Por qué me preguntas eso ahora?
–Respóndeme, por favor.
Y la razón por la cual aquella pregunta lo desconcertaba, era que ni él mismo estaba absolutamente seguro acerca de sus sentimientos por el menor. No estaba seguro de nada en realidad.
–Yo… –Suspiró –No estoy seguro.
–¿Lo amas?
–No… no lo sé.
–¿Qué hay de Junsu oppa, a él sí lo amas?
Changmin suspiró largamente y se sinceró con ella.
–Sabes que siempre lo he amado, sabes que por él he renunciado a muchas cosas, sabes que por casarme con él, nada más me importó.
–Exacto. Recuerdo que dijiste que lo dejarías todo por él de ser necesario, que te rebelaste contra tus padres, que me dijiste que de verdad lo amabas y nunca lo dejarías ir porque era tu verdadero amor.
–Oh, vaya… –Se rascó la nuca, ciertamente abochornado – ¿Fui tan cursi?
–Lo fuiste –lo miró con seriedad –por eso he venido a pedirte algo. –Changmin la miró, confundido, y la chica fue lo más directa que pudo, ya no podía soportarlo más. –Deja de ver a Cho Kyuhyun y recupera tu matrimonio.
No hay… …Ni siquiera la más mínima esperanza
Ya te lo dije… ya lo sabes…
Te amo, a pesar de que es inútil,
Te amo.
Shim Changmin tardó en reaccionar, ¿era en serio? ¿La chica que alguna vez se mofó de su aventura con Kyuhyun, era la misma que ahora le pedía que lo dejara?
–¿Por qué me pides eso ahora?
–Porque es tu obligación dejarlo. Porque estás casado. –Declaró con seguridad. –No puedes seguir con esto, oppa. Tener una aventura es algo terrible, destruye muchas vidas y no puedes hacer eso más.
Changmin reflexionó largamente, sabía que lo que ella le decía era verdad, y que definitivamente lo que hacía no estaba bien desde ningún punto de vista, eso fue algo que la misma Niiummy Sarang le aclaró desde el principio.
–¿Sabes qué? –Contestó al fin –Creo que tienes razón –La miró seriamente –No puedo hacerle esto a ninguno de los dos, no puedo seguir jugando con sus sentimientos. Sé que al final, todos saldremos lastimados y ninguno de los dos merece eso, mucho menos cuando sé que ambos me aman.
La chica suspiró aliviada.
–Me alegra oír eso –le sonrió –temía que no me hicieras caso.
–Aún así, hay cosas que me preocupan. ¿Cómo se supone que se lo diré a Kyuhyun? ¿Cómo podré dejarlo, qué le diré?
–Sé que hallarás la manera. –Hizo un gesto de tristeza –Aunque también sé que esto le dolerá demasiado a ambos, seguramente más a Kyuhyun. Lo importante es que recuperes tu matrimonio, que arregles las cosas con Junsu oppa, y hagas que las cosas vuelvan a ser como antes. Estoy segura de que si ambos ponen de su parte, lo lograrán.
Ahora, después de que abras la puerta y te vayas
No seré capaz de verte de nuevo
Me levantaré primero
No quiero ser abandonada nunca más
No puedo soportarlo.
Yunho llegó de improviso a la sala de profesores, donde Jaejoong se encontraba bebiendo café como de costumbre.
–¿Una taza? –Ofreció el menor.
–Gracias –contestó el más alto.
Y en cuanto Jaejoong le extendió la taza de café, Yunho tocó intencionalmente las manos del menor. Ciertamente ya se había convertido en una costumbre aquel coqueteo del que ambos eran conscientes y en el que ambos participaban de una u otra forma.
–¿Cuándo aceptarás ir a beber una copa conmigo, eh?
–Estoy casado, Yunho –le sonrió divertido aunque las palabras del otro conseguían sonrojarlo –y no creo que eso le haga ninguna gracia a mi esposo.
Ambos rieron.
–De acuerdo –sacó una pluma de su bolsillo y escribió en una servilleta lo que parecía ser un número telefónico –sin embargo, puedes llamarme cuando quieras, para ti siempre estaré disponible –le guiñó el ojo, consiguiendo que se sonrojara aun más –así que cuando quieras, podremos salir a divertirnos aunque sea un rato.
–Bien –sonrió, aceptando la servilleta –lo tomaré en cuenta.
Ninguno de los dos se imaginaba que aquella extraña conexión que los unía, a la larga terminaría siendo algo mucho más fuerte que sólo eso.
No hay… …Ni siquiera la más mínima esperanza
Ya te lo dije… ya lo sabes…
Te amo, a pesar de que es inútil…
Y aunque Shim Changmin estuvo decidido a terminar con su relación con Kyuhyun en el mismo momento en el que se encontraron, aun no estaba seguro de cómo decírselo, y sabía en el fondo que a esas alturas del partido él quería demasiado a Kyuhyun como para dejarlo. Sin embargo, y a pesar de lo que sentía, estaba casado con Kim Junsu, y eso era algo irreversible, algo que se suponía que debía ser así.
–¿Qué estás tratando de decir, Changmin-ah?
El moreno suspiró largamente, tratando de elegir las palabras correctas para acabar con aquella relación.
–Kyuhyunnie, yo… lo lamento profundamente, lamento haberte involucrado en mi matrimonio y hacerte pasar por cosas por las que no debiste pasar. Pero yo… soy un hombre casado, ¿sabes? Y aunque mi matrimonio estaba muy mal cuando te conocí, y te agradezco mucho por haber sido mi fuerza y mi apoyo en los momentos difíciles, sé que mi lugar está junto a Junsu. Y considero que esto es lo mejor para todos.
Cho Kyuhyun se limitó a observarlo en silencio, sintiendo cómo su corazón se rompía a pedazos. Siempre supo que ese momento llegaría, ¿pero tenía que ser tan pronto? Ya no tenía dudas de que se había enamorado locamente del mayor y terminar su pequeña historia en ese momento realmente le dolía, no quería hacerlo, no quería dejar de ver a Shim Changmin, ¡no podía! Ciertamente, Cho Kyuhyun siempre fue un hombre obstinado y orgulloso, pero aquello terminó por completo cuando conoció a Changmin, porque por él se estaba convirtiendo en un hombre de segunda clase, se había convertido en un amante, en la aventura que un hombre casado seguramente querría olvidar más adelante.
Una vez más, solo una vez más
Incluso un solo día, está bien
Las palabras que no podría decir, el amor que no podremos hacer
Creo que seré capaz de dártelos a ti
Te amo…
–Oh, vamos, Kyuhyun –pronunció Changmin, presa de la zozobra que lo invadió después de haber pronunciado tales palabras –al menos insúltame, pero dime algo, no te quedes en silencio.
–¿Qué esperas que te diga, Changmin? Te amo demasiado, simplemente te amo como un loco. –Se sinceró –No es que no pensara que me dirías esto en algún momento, y sé que fui un imbécil al esperar que al menos pudiera durarnos un poco más la felicidad juntos. Pero respeto tu decisión, sé que te casaste con él porque realmente lo amabas, y sé que juraste amarlo para siempre en aquel altar. ¿Yo? Yo sólo espero que seas feliz, porque de verdad te amo y no me importa cómo, sólo quiero que de verdad seas dichoso. Si eres feliz junto a tu esposo, entonces estará bien.
–Kyuhyun…
–Nunca pensé que el amor fuera así, ¿sabes? Mucho menos llegué a imaginarme que yo, el hombre más obstinando y orgulloso le declararía su amor tan abiertamente a alguien.
–Lo lamento…
–No hay nada que lamentar. Ambos permitimos que esto pasara y debemos asumir las consecuencias como los adultos que somos. Sólo recuerda algo –Lo miró fijamente –Te estoy profundamente agradecido por toda la felicidad que recibí estando a tu lado, te amaba, te amo, y es por eso, que aunque duele demasiado, te deseo lo mejor junto a tu esposo.
–Gracias por todo, Kyuhyun –apretó los labios –gracias por amarme tanto aunque no lo merezca.
–Te estoy dejando ir –contestó –pero debes saber, que cada vez que me recuerdes, sin duda podrás encontrarme, porque siempre estaré en el mismo lugar, aguardando por ti en silencio.
A veces, muy ocasionalmente
Si me recuerdas
Fácilmente serás capaz de encontrarme…
Estaré justo aquí.
Oh, sí, no había duda de que Cho Kyuhyun había olvidado por completo su orgullo y que Shim Changmin se sentía profundamente agradecido con aquel joven de mirada sonriente por todo el amor que le brindaba. Por un pequeño momento, el moreno se preguntó qué habría sido de su vida si hubiese conocido a Kyuhyun antes, ¿se habría casado con él y toda esta historia habría sido diferente? Pero, entonces, ¿Qué habría pasado con Junsu? Apenas unos meses atrás, ese mismo Shim Changmin pudo haber asegurado que jamás amaría a alguien como amaba a Kim Junsu, ¿el Changmin de meses atrás pensaba de la misma manera que el actual?
Pero dejó de pensar en todo ello cuando Kyuhyun se aproximó a sus labios para sellarlos, derramando una única lágrima que brilló con el sol que se filtraba a través de la ventana de la oficina del mayor.
–Siempre serás el más lindo de mis recuerdos, Shim Changmin –le sonrió en cuanto se alejó de él.
Fue así como Kyuhyun abandonó la oficina en silencio, dejando a un Changmin más que confundido. ¿Lo que hacía estaba realmente bien? Llegaba a dudarlo. Pero entonces era cuando recordaba a Junsu, al amor sincero y desinteresado que siempre le ofreció. Pensó que todos cometen errores, y que si en el pasado su matrimonio había comenzado a desquebrajarse por las constantes ausencias de Junsu debido al trabajo, sabía que siempre lo hizo pensando en ambos, y en su futuro juntos.
Te agradezco por todo
Fui locamente feliz
Te amaba, te amé
Así que, incluso a pesar de que me hará pasar por gran dolor….
Ahora, sólo le restaba intentar hacer que las cosas junto a Junsu volvieran a funcionar. Pero los planes que el destino nos tiene nunca son lo que uno espera, y sin saberlo, su propia vida estaba tomando un rumbo completamente inesperado.
Adiós…
BoA –Always.