Todos los días era igual, Usagi-sensei tenía la mala costumbre de tocarme y de paso hacer esas cosas que no son propias para un chico de 19 años.
Hoy era un día especial ya que era el cumple de Usagi-san, seguro que me iba a pedir tener sexo pero no lo iba a permitir, yo tenia claro que hoy definitivamente le iba a atacar.
No estaba muy seguro de saber hacer todas esas cosas que me hacia
él a mi, pero lo iba a intentar.
De repente se abrió la puerta, Usagi-san había estado trabajando casi toda la noche y daba miedo, siempre se levantaba con mal carácter pero esos Días que casi no dormía eran los peores.
-Buenos días - dijo Usagi-san sentándose en la mesa para desayunar.
Yo le di los buenos días y me senté en la mesa como siempre hacia.
"¿Como le iba a felicitar? pensé"
no había tenido tiempo para comprarle nada, ya sabia que no se iba a cabrear pero me sentía mal, él siempre tenia algún detalle con migo.
-¿Te pasa algo Misaki? - pregunto mirándome con esa mirada suya.
-N-no ¿porque lo dices?- le pregunte.
Usagi-san no me contesto solo había dejado el plato sobre la mesa y se había levantado yendo hacia donde yo me encontraba, le mire confuso, no sabia porque me estaba mirando con esa cara,
"a lo mejor era por no haberle felicitado pensé"
-Usagi-san y-yo q-quería decirte, b-bueno ehhh -dije mirando hacia el suelo. - Felicidades Usagi-san - dije finalmente.
Usagi-san tenia los ojos muy abiertos " ¿le pasaba algo me pregunte confundido"
-Muchas gracias -dijo finalmente abrazándome fuertemente.
Nos miramos y Usagi-san me besó, otros días hubiera puesto resistencia, en cambio hoy le estaba agarrando para que no parase. Nos separamos cuando nos quedamos sin aire, pero no duro mucho, nos habíamos vuelto a besar, sentía su lengua en mi boca, su saliva, sus labios.
Nos separamos unos centímetros para coger el aire que nos faltaba y mirarnos fijamente, yo estaba un poco rojo, como siempre vamos.
-L-lo siento no e podido comprarte un regalo- dije un poco triste.
-No pasa nada, si que me vas a dar un regalo- dijo yéndose hacia el sofá para escribir lo que le faltaba de su historia.
-¿Que es? -pregunte
-Ya lo sabrás más tarde ahora tengo que terminar la historia y no me puedo permitir ese capricho- me contestó.
Yo no insistí más, me fui a fregar los platos, poner la lavadora y a barrer el suelo aunque me estaba muriendo de curiosidad por mi interior.
Cuando termine decidí darme un baño para quitarme el sudor que tenia por el cuerpo, llene la bañera y me metí, parecía un niño pequeño jugando con los patos que había en su interior, también eche mucha espuma que caía sobre las paredes de la bañera, luego lo tendría que limpiar pero valía la pena.
Salí por la puerta con unos pantalones puestos y me encontré que Usagi-san estaba dormido en el sofá, pensé que era normal ya que casi no solía dormir por las noches.
Fui a por una manta a la habitación y le tape,
"que mono esta pensé" aggg como podía decir esas cosas los dos éramos hombres, aunque yo le quería.
Ya era la hora de comer y Usagi-san todavía no se había despertado, fui hacia el sofá donde se encontraba y le di unos cuantos meneos diciéndole:
Ya es la hora de comer, despiértate. Él abrió un poco los ojos y se levanto bostezando.
En la comida hablamos un poco como hacíamos siempre, el me contó que había alquilado comida y bebida para cenar ya que iba a ser una noche especial, yo le conté algunas cosas que me habían pasado ayer dado de que no tuve tiempo de hablar con el porque tenia una reunión.
Cuando terminamos de comer iba a ir a lavar los platos pero no pude debido a Usagi-san, me tenia agarrado por la cintura y me estaba lamiendo el cuello, a veces era una real molestia.
-Para, Usagi-san, tengo que terminar de fregar - dije intentándome librar pero sin conseguirlo ya que era más fuerte que yo.
-Lo puedes hacer mañana - me contestó subiéndome la camiseta.
De repente sonó el timbre de la puerta,
"¿quien podría ser a esas horas?" me pregunte, pero daba igual quien fuese había llegado en el momento oportuno para librarme de Usagi-san
Abrí la puerta y me encontré con Aikawa-san, en sus manos tenia una bolsa muy grande, digo yo que en su interior abría un regalo para Usagi-san
"¿que podría ser? Me pregunté lleno de curiosidad"
-Buenos días- dijo Aikawa-san, que raro de que no preguntara a Usagi-san si había terminado de escribir la historia que estaba haciendo.
Usagi-san la estaba mirando con mala cara, digo yo que seria porque estaba coqueteando con migo.
Aikawa-san se acerco y le entrego esa bolsa tan misteriosa, yo fui a su lado para ver que era y me encontré que solo había unas 2.000 mil hojas para escribir
"que desilusión yo pensaba que iba a ser otra cosa más bonita pensé".
Mire la cara de Usagi-san quien estaba mirando el regalo con odio no me extraño era una mierda de regalo,
"parece que ella solo piensa en que Usagi-san termine sus tareas a tiempo -pensé".
-Aikawa-san ¿quieres tomar una taza de té?- pregunté yendo hacia la cocina.
Ella me contestó que sí, no me parecía bien que le hubiera regalado eso a Usagi-san aunque yo todavía no le abría comprado nada.
"Y si aprovecho y voy mientras Aikawa-san este aquí- pensé yéndome a preparar"
Le di la taza a Aikawa-san cuando había terminado de prepararme.
-¿Dónde vas Misaki? – me pregunto Usagi-san
- Voy a dar una vuelta - le conteste poniéndome el abrigo.
-No tardes mucho- me dijo yendo hacia donde yo estaba y dándome un beso de despedida.
Salí de casa y me dirigí a una floristería que hay cerca,
"¿Qué le compro rosas o margaritas? pensé entrando en la tienda"
Al final me decidí por comprarle rosas rojas, ya que eran más bonitas, según mi estilo.