Doflamingo tenía el seño fruncido, mirando de forma fija y amenazadora a la pequeña criatura que se encontraba acurrucado y dormido en frente de él sobre su abrigo de plumas.
Esto no estaba resultado como él lo había pensado.
Su plan era brillante, según pensaba, tenía planeado criar a un niñato desde pequeño, con sus ideales y formas de pensar, transformarlo en una máquina asesina y despiadada, frío, sin emociones que él pudiera usar como quisiera, un simple objeto, una pieza más en su tabla de ajedrez que le fuera fiel y obedeciera sin rechistar.
Pero, algo estaba fallando, y no sabía precisamente que era, en la mañana había devastado una isla por completo, y tomado al primer crío que había visto para llevar a cabo su plan pero, desde que llegaron al barco el niño no había hecho nada más que dormir sin dejar de aferrarse como pulga a su abrigo de plumas.
¿Por qué el pendejo no comenzaba a entrenar?, ¿Por qué no tomaba una espada o hacía algo interesante?, ¿Por qué diablos ese maldito crío no se movía?
Vergo entró en la habitación de su joven capitán con la intención de informarle que estaban ya en alta mar pero, se quedo contemplando la escena delante de sus ojos con cierto asombro.
Doflamingo tenía agarrado un extremo de su abrigo de plumas mientras tiraba de él levemente y le dedicaba una mirada fulminante con la que podría matar a mil demonios al crio que sujetaba el abrigo de plumas desde el otro extremo, rodeándolo con sus manitas y dedicándole una mirada sería y somnolienta, (símbolo de haberse despertado recién) al hombre rubio que trataba de arrebatárselo.
-Pendejo de mierda…- Siseó entre dientes Doflamingo- Este puto abrigo es mío, suéltalo o te descuartizare.
-Mmm…-Law le miraba sentado, sin soltar el abrigo al que abrazaba con fuerza tratando de hablar como si quisiera contestarle.
Eso jodío en verdad al rubio, ¿Un pendejo que tenía un año con suerte, estaba tratando de responderle? Jaló de su abrigo con un simple movimiento de su muñeca lo que causo que law saliera disparado de cara al suelo desde el sillón desde el cual se encontraba.
-Fufufu eso te pasa por tratar de desafiarme- Rió Doflamingo mirando con burla al niño que estaba en el suelo frente a él de cara.
Vergo aun estaba parado en el marco de la puerta sin saber cómo reaccionar mirando la extraña escena, pero, para asombro de Doflamingo, Law no había llorado, ni siquiera había soltado el abrigo, es más, lo sostenía con más fuerza entre sus manitas mientras tenía los ojos llenos de lagrimas y un golpe en la frente pero aun sin llorar.
-¿Es que quieres que te golpe hasta que lo comprendas? Ese abrigo es mío!! Y si yo digo que lo sueltes, lo sueltas, porque yo soy tu capitán y debes obedecerme!!! - El rubio le gritaba molesto a Law mientras sacudía el abrigo en el aire tratando que el crío lo soltara.
-C-capitán. . .-Siseo un momento Vergo para luego colocarse con su voz normal e inexpresiva de siempre- ¿Qué está haciendo?
Doflamingo se volteó al ver a su primer oficial en la puerta y respondiéndole molesto como si aquello fuera la cosa más obvia del mundo le dijo:
-¿Acaso no es obvio? Este pendejo se está adueñándose de mi abrigo, y no está siguiendo para nada mi plan, ¿Cuándo demonios se supone que se pondrá a entrenar?- le dijo con voz cabreada mientras seguía moviendo el abrigo de arriba abajo en el aire.
-Haa…capitán- suspiro Vergo mientras miraba a su joven capitán pelear como un niño por un juguete- es imposible que un niño de casi un año tome unas espadas y se coloque a entrenar. . . ¿Es que no lo sabe? Debe crecer primero, unos 4 o 5 años para poder recién entrenarlo de forma sicológica y física.
Doflamingo se molesto al oír eso y se sonrojó levemente por la vergüenza, ¡¡claro que sabía que los niños debía crecer!! él no era un idiota pero, nunca pensó que se demorarían tanto.
-Entonces esta dado. . . matare a este crío y encontrare a uno que ya tenga 4 o 5 años para entrenarlo- dijo el rubio dejando de sacudir el abrigo y dirigiendo su gran mano derecha hacia el niño que aun colgaba de este con sus ojos llenos de lagrimas pero aun sin derramar ninguna.
-Pero, capitán, si coge a un niño de 4 o 5 años, este lo verá como un secuestrador, porque ya a esa edad tienen algo de conciencia, y le molestaría con preguntas de ¿Dónde está mi mama? O cosas así, en cambio, si cría a un niño desde pequeño este le verá como a un padre o hermano mayor, al que obedecerá cualquier cosa que pida, con lealtad, sin traicionarlo ni desafiarle, tal y como usted lo quiere.- Le dijo Vergo mientras, aun sin reflejar ninguna expresión se regodeaba por dentro contemplando la expresión de molesta de Doflamingo
Al escuchar las palabras de Vergo el rubio detuvo su mano que estaba ya rodeando la cabeza del pequeño Law, la cual parecería diminuta a comparación de la gran mano del rubio, este siseó molesto, tenía razón, lo más confiable es, que si quería un guerrero fiel, debía criarlo el mismo.
-Tshhh... – El rubio suspiró rendido mientras le terminaba de arrebatar el abrigo de plumas a Law de las manos que al momento estalló en llanto.
Doflamingo se alteró bastante, molesto mientras veía al crío llorar en sus manos y sin saber que hacer se dio vuelta viendo a Vergo
-. . . .- Lo miró por unos segundos tras las gafas, Vergo tragó saliva, sabía perfectamente lo que le diría
- ¡¡¡Toma!!!- le había terminado gritando Doflamingo mientras extendía sus brazos hacia él para darle al niño en las manos.
-Ni de coña!!- siseo Vergo retrocediendo un paso para alejarse del crio.
-¿Estás desobedeciendo a tu capitán?- Le replico molesto Doflamingo mientras sostenía a Law que no dejaba de llorar y daba un paso hacia adelante.
-N-no mi capitán pero. . . – Vergo comenzó a retroceder hacia la puerta mientras que, por cada paso que el retrocedía Doflamingo avanzaba también uno.
- Yo. . . Soy alérgico a los niños!!! - Soltó como la mejor escusa que se le ocurría en ese momento mientras se largó a correr por el pasillo saliendo de la habitación de su capitán a toda prisa.
-Mentiroso!! – Escuchó la voz eufórica gritando tras él mientras corría.
-E-es verdad mi capitán- Trataba de convencerlo Vergo mientras huía.
-Claro que no mierda!!! Ven acá y cuida al maldito mocoso hasta que lo pueda entrenar!!!- Le gritaba bastante molesto Doflamingo, quien corría tras él.
-Eso me tomaría 4 o 5 años!!!!!! – Le replico Vergo nervioso.
-Pues más te vale entonces que empieces desde ya!!! – Le grito Doflamingo como última sentencia.
Corrieron por los pasillos y los dormitorios, por la cubierta, la proa y la popa, empujando a sus tripulantes, saltando sobre sus tripulantes, pasaron por sobre sus tripulantes, en una persecución sin final, Vergo corriendo nervioso gritando escusas para liberarse de lo que le ordenaba su capitán, Doflamingo por otra parte, corriendo tras él, maldiciendo a todo el mundo mientras tenía aun los brazos estirados hacia adelante con el crío que aun no paraba de llorar.
Al final, Vergo rendido, cogió al niño con una expresión de nerviosismo mientras Doflamingo respiraba algo aliviado.
-As que deje de llorar!! No lo soporto!!! – Grito el rubio con una clara indirecta de que si no lo callaba los mataba a los dos.
Toda la tripulación estaba reunida alrededor de ellos en la cubierta, tratando de comprender el espectáculo que armaron los dos corriendo por todas partes por más de media hora.
Vergo trago saliva y sin nada que se le ocurriese casi por instinto elevó a Law en sus brazos como jugando al ‘’avioncito’’ con él.
-Kiaaa…. – Law soltó una hermosa sonrisa con las mejillas rosadas de alegría al sentirse que voló levemente en el aire.
Doflamingo y Vergo se apoyaron mutuamente las cabezas el uno contra el otro para apreciar la linda expresión de Law, en un claro gesto de alegría por parte de ambos.
Toda la tripulación también observo al alegre niño riendo, mientras inclinaban la cabeza al mismo tiempo hacia el lado derecho mientras suspiraban, se vio un brillo triunfal reflejado en los lentes de Doflamingo.
Acto seguido, el rubio salió corriendo como alma que lleva el diablo hacia su camarote mientras gritaba: - Te lo dejo a ti Vergo!!!
Vergo aun con el niño en los brazos tardo unos segundos en procesar lo ocurrido, el rubio había fingido estar conmovido por la expresión de alegría de Law para distraerlo y dejarlo a él con el crío.
-. . .- pensó por unos instantes - Capitán!!!!!!!! No puede dejarme con él!!!!.
Otra persecución se llevo a cabo en menos de una hora.