El rubio acababa de salir de bañarse, estaba solo en toalla, y caminó aun mojado por completo, dejando posas de agua por el suelo, se tiró de cara sobre su cama cansado pero, su cabeza choco con algo, levantó la vista y se encontró con un pequeño y sonriente niñito, Law.
Este se aferró enseguida del torso desnudo del mayor cuando este se levantó para largarse, y le miro desde abajo con unos grandes ojos llorosos, pidiéndole que lo tomara en brazo.
-Ni aunque mi vida dependa de ello- Gruño molesto el rubio.
Law frunció un poco el ceño y hundió su cabeza entre los grandes y marcados pectorales del mayor quedando aferrado a él con sus manitas con un pequeño sollozo a lo que Doflamingo ignoró por completo. Nunca le tomaría en brazo.
El rubio se quito a Law de encima y lo dejó junto a él en la cama, luego se sacó la toalla que rodeaba su cintura y sentado en la cama comenzó a secarse, el pequeño niño le miraba curioso y algo molesto por que este le había ignorado.
El mayor se quedó mirando al pequeño a su lado y le tiro suavemente la toalla sobre él, cubriéndolo por completo.
-Fufufu,- Doflamingo rió divertido al ver como el pequeño se retorcía y pataleaba debajo de la toalla luchando por salir.
Extendió su mano para alcanzar su camisa y luego miró molesto al crio que luego de salir de debajo de la toalla se había sentado sobre sus piernas mirándole con cara de puchero.
-Ríndete, no pienso cogerte en brazo. – Le dijo el rubio inclinándose sobre él mismo quedando a escasos centímetros de la cara de Law mirándole con una amenazante expresión.
-Hmmm!!!!....asa!!! – El pequeño infló ambas mejillas en señal de descontento.
Eso le causó risa al rubio, que le revolvió el cabello a lo que el niño gruño.
-Anda, quítate de encima, debo vestirme- Apartó al niño y comenzó a colocarse su ropa y cogió el abrigo de plumas antes que Law lo tomara.
Law le miró molesto, lo que él quería lo obtenía, y en ese momento, quería ese abrigo y también que el rubio le cogiera en brazos.
*Luego de unos minutos.*
Doflamingo estaba punto de colapsar por completo, mirando al maldito crio que estaba aferrado a él sobre su pecho, resopló.
Había pensado que, si se colocaba su abrigo de plumas el maldito niño dejaría de sujetarlo pero, se equivocó, ahora Law no solo abrazaba su abrigo de plumas si no que, también estaba aferrado a este sobre el pecho del rubio, enterrando su carita entre las suaves plumas rosadas.
Volvió a suspirar.
Estaba demasiado cansado y cabreado como para en sima ser jodido por un pendejo, joder que si estaba cansado, había pasado toda la mañana y parte de la tarde corriendo tras Vergo para que cuidara al crio, luego huyendo de él, después aguantando los llantos del niño junto con las caras y gestos de idiotas que colocaban los miembros de su tripulación para alegrarlo, a parte habían sido atacados por la Marina, aunque ni el barco ni la tripulación sufrió daño alguno, en verdad estaba cansado, joder que si lo estaba.
Se inclinó hacia atrás para apoyarse en su enorme cama de sábanas púrpura y tratar de dormir un poco.
Luego de un rato la risita de Law le terminó despertando, al abrir los ojos se encontró con un muy sonriente niño en manos de su primero al mando, bostezó cansado antes de sentarse en la cama mirándolos a ambos.
-Oh, capitán, ya está despierto- Le dijo el moreno desviando su mirada hacia él mientras el niño que tenía en los brazos se dormía poco a poco.
Doflamingo le quedo mirando unos instantes y comenzó a acercarse a gatas hacia el moreno sin decir ninguna palabra con una pícara sonrisa en su cara, luego le abrazo por la cintura y le dedico una sonrisa de oreja a oreja.
-¿Qué tal si jugamos un rato? – Le dijo muy sugerente a Vergo mientras este sin cambiar en nada su expresión le respondió enseguida.
-No- Le dijo con ese tono de voz tan propio.
- ¡¿Cómo que no?! – El rubio se indignó ante la respuesta del moreno, nadie, absolutamente nadie podía decirle que no a él, y menos si se trataba de necesidad sexual, le dedicó una mirada de muerte mientras su sonrisa se borraba de su rostro.
-Estoy haciendo dormir a Law.- Y sin más explicaciones el moreno se dio vuelta para dejar a Law acostado junto a ellos en la cama pasando totalmente del rubio.
Law, Law, Law y un cuerno. . . empezando ¿Por qué demonios le habían colocado ese nombre tan raro los idiotas de su tripulación?, ¿Y cómo demonios osaba a decirle que no a él?
Doflamingo indignado e ignorando las palabras del moreno comenzó a besar el cuello de este, mientras apretó más el abrazo apegando sus cuerpos, cuando sintió que Vergo movía sus brazos para soltarse, recurrió a sus hilos para inmovilizarlo, mientras le lamía el lóbulo de la oreja y le susurraba:
-Relajate Vergo fufufu, será divertido, hace mucho tiempo que no jugamos.
-Capitán, el niño puede vernos – Le contestó un algo sonrrojado Vergo que trataba se soltarse de los hilos de su capitán sin resultado, aunque aun con su expresión fría e insensible.
- Y una mierda, tiene como un año, no creo que entienda nada de esto – le replicó molesto el rubio mientras comenzaba a bajar una de sus manos por el estómago del moreno.
Pero, cuando ambos ya estaban besándose de forma interesante sintieron el gruñido de un estómago, instantáneamente voltearon su cabeza al mismo tiempo para buscar el causante de ese ruido, y se encontraron con un pequeño Law que lloraba hambriento y somnoliento sobre la cama junto a ellos.
-Ha, debe tener hambre…-Supuso el moreno por el ruido del estómago del pequeño.
- Que se joda, por no comer un día no se morirá – Respondió el rubio molesto porque el llanto del niño le interrumpiera en algo tan interesante pero, antes de poder volver a lo suyo Vergo ya se había levantado de la cama con el niño en brazos.
-Le iré a dar comida- Y sin más ni menos, se marchó del camarote.
El rubio quedó fulminando con la mirada la puerta en la que antes estaba su primero al mando. Bufó.
-Pero que hijo de . . . – Se detuvo antes de terminar la frase y fijó su vista en el problema que tenía entre sus piernas.
Nadie le dejaría así, nadie!!! Además se negaba a masturbarse el solo, para eso tenía a gente que sirviera para él, y en este momento, quería que Vergo, y solo Vergo se ocupara de ‘su problema’ se levantó de la cama furioso y se dirigió sin dudar a la cocina.
Nadie pasaba de él, nadie.
*En la cocina*
-Dime Law… ¿Qué quieres comer? – Le decía Vergo a Law mientras lo levantaba en sus brazos para que pudiera ver lo que había en los muebles.
- aaush….asjka…adas…aaha…. – Balbuceó el pequeño, tratando de responderle.
- Mmmm . . . creo que no tenemos eso aquí. . .- Dijo el moreno mientras miraba lo que había encima del mueble. Para un bebé… ¿Qué significaba ‘’aaush’’??. . .¿Una naranja?
La puerta se abrió de golpe mientras Vergo estaba concentrado en sus pensamientos de comida.
Y un muy jodido Doflamingo entro con las mejores intenciones de tomar al crio, lanzarlo por la ventana del barco para luego follarse a su primero al mando hasta que se cansará pero, antes de poder articular media palabra se encontró con el niño en los brazos.
-Dale algo para comer, yo por mientras iré a prepararle un baño- Le indicó el moreno antes de salir de la cocina.
- ¿Pero qué mierda!!? ¿Darle algo para comer? ¿Prepararle un baño!!? ¿Acaso el imbécil se cree una puta madre sustituta? ¿O cree que yo soy una?!!!– Doflamiengo gritaba sus pensamientos en voz alta enfurecido con todo el mundo, maldiciendo a quien se le viniera a la mente.
Hoy se había quedado sin diversión.
Luego de casi patalear como un niño pequeño, se aburrió, y un oscuro pensamiento surgió en su mente.
Miro al niño que tenía entre los brazos el cual se chupaba su manito derecha mientas le miraba con esos grandes ojos grises e inocentes..
Ohh… esto iba a ser muy divertido.
Miro la ventana de la cocina y con una sonrisa que no se borraba de su rostro comenzó a acercarse hacia ella.
Estaban pasando junto a un roquerio, si tiraba al crio desde la ventana del barco a esta altura, seguramente se reventaría como un insecto al chocar contra las rocas, el simple hecho de imaginárselo lo entretenía.
-Adiós pendejo- Se despidió del chico mientras abría la ventana
Pero, entonces se detuvo, había olvidado lo que planeaba, si liquidaba a este niño, luego tendría que buscar a otro, se quedó divagando por unos segundos y luego de ver la carita alegre, inocente y confiada del pequeño entre sus manos que a su vez estiraba los brazos en su dirección para agarrarle la cara le hizo cambiar de opinión y cerró la ventana molesto con él mismo.
Dejó al crio sobre uno de los muebles de la cocina, y comenzó a buscar algo para comer.
Joder. ¿Desde cuándo él era tan flexible?. . .- pensaba algo distraído mientras revisaba la despensa.
- Y una mierda, necesito un puto cocinero. . . ¿Dónde se supone que está la comida? . . .- al notar que no había nada listo para llegar y comerse se enojo
-Ni de coña preparare algo yo mismo!!!! – Gritaba nuevamente el rubio mientras revolvía todo lo que había en la cocina, volaron platos, ollas, fideos, naranjas y cucharas por el aire mientras el rubio buscaba frenéticamente algo para comer, sin resultado alguno.
Resignado, se decidió a cocinar algo.
Tomo las instrucciones de un pastel (Fue la primera que encontró) y las quedo mirando, no entendía ni mierda.
¿En qué puto idioma estaban escritas las instrucciones?
Comenzó a leer en voz alta.
-Ingredientes, necesita 6 huevos, ok, vale, hay huevos, también necesito harina y extracto de vainilla… ¿Harina?, ¿Extracto de vainilla?.. . ¿Pero qué puta madre era eso?
Law le miraba divertido, sentado sobre el mueble de cocina, y soltaba una leve risita cada vez que el rubio rompía un huevo antes de lograr ponerlo en la olla y este se caía al suelo manchandole su abrigo de plumas.
Doflamingo le miraba molesto, estaba casi seguro que ese crio se estaba burlando de él, con esa maldita mirada inocente y esa maldita sonrisa que tanto le jodia, lo presentía estaba casi seguro, ese crío se burlaba de él.
Luego de entretenerse viendo al rubio sufrir comenzó a aburrirse, y como todo niño normal comenzó a gatear por los muebles de la cocina buscando algo para entretenerse, y si que lo encontró, sobre uno de los muebles había un gran cuchillo carnicero que le llamó la atención al pequeño Law. Nada bueno hiba a salir de esto.
El rubio luego de terminar de hacer la mezcla para la torta (que por cierto parecía cualquier cosa menos algo comestible) se dio vuelta para ver por qué el crio estaba tan silencioso, y se encontró con el pequeño niñito empinándose de un mueble a otro para alcanzar un cuchillo.
Casi por reflejo se saltó tirándose al suelo para alcanzar a agarrar a Law antes que este cayera al suelo luego de resbalase con el borde del mueble, el cuchillo que Law pasó a llevar con sus dedos antes de caer salió volando por el aire y termino cayendo entre las piernas del rubio, a unos escasos centímetros de su querido miembro.
Doflamingo se quedo mirando sorprendido el cuchillo mientras un muy divertido Law le abrazaba la cabeza riendo.
-Suficiente. . .-Una única palabra salió de la boca del rubio pero, esta fue pronunciada casi con voz de ultratumba.
Se levantó del suelo mirando al pequeño sonriente en sus manos. Había llegado a su límite.
***
Vergo entró a la cocina, ya había acabado de preparar el baño, al abrir la puerta se encontró con un más que muy sonriente y entretenido Doflamingo que no quitaba la vista del horno.
-¿Trataste de cocinar verdad?- Dedujo el hombre al ver el desastre del lugar, sabía perfectamente que su capitán era totalmente inútil para cualquier labor básica como limpiar o cocinar.
- Fufufu si, me ha costado pero, creo que ha salido bastante bien – La extrema felicidad del rubio le llamó la atención al moreno.
-¿A si?. . . y dime ¿Qué has hecho?- Le preguntó este curioso buscando por mientras con la mirada al pequeño Law
-Fufufu Una Torta- le respondió alegre Doflamingo.
-Oh…ya veo y ¿De qué sabor?- le miró curioso Vergo al escucharlo.
-Fufufu ni puta idea.
-¿Cómo no puedes saber de qué sabor es la torta que cocinaste?- le replicó el moreno.
-Bueno, bueno fufufu, eso depende. . .- la sonrisa en el rostro del rubio se agrandó
¿Q-que depende. . .y de qué?- él sabía que una sonrisa tan grande en él rostro de su capitán no significaba nada bueno.
El rubio, con una sonrisa que no desaparecía de su rostro levantó su mano derecha apuntando al horno frente a ellos.
-Me refiero a que depende de que sabor tengan los niños Fufufu
Vergo desvió su mirada hacia la dirección en la que apuntaba el rubio encontrándose con un tembloroso y llorón Law estaba en el interior del Horno, dentro de la olla con la mezcla de la torta, mientras se esforzaba por mantenerse agarradito del borde de la olla para no hundirse en la mezcla (la olla era más grande que él) chillaba levemente mientras miraba a ambos con unos ojos llorosos esperando ayuda.
Doflamingo estalló en carcajadas al ver la reacción de su primero al mando.